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-¡Wander llegamos!-exclamó un peli-negro con parche y un ojo color escarlata que conducía un auto rojo
-¡Al fin!-comentó su acompañante, un pelirrojo de ojos verdes y pecas en su cara
Él se asomó por la ventana mientras veía las tiendas, los restaurantes, los parques y las personas del lugar. Su nombre, como ya se mencionó antes, era Wander, un chico de 25 años, y quien manejaba llevaba por nombre Peepers, su hermanastro de 26 años. Ambos llegaban para mudarse de Ohio a California.
-Peepers-
-¿Qué pasa?-
-Tengo hambre ¿podemos parar en uno de esos restaurantes?-
-De acuerdo. Solo porque yo también tengo hambre-
Después de un rato llegaron a una linda y pequeña cafetería, era llamativa pero sencilla. Entraron y la mayoría de los presentes posaron sus miradas sobre ellos, a causa de ser unos completos extraños para ellos. Se sentaron y comenzaron a hablar hasta que llegó una mesera de cabello magenta que llevaba recogido en una coleta.
-Buenas tardes, me llamo Sylvia. ¿Qué van a querer?-
-¡Mucho gusto Sylvia! Yo soy Wander y él es mi hermano Peepers-
-Hola-saludó Peepers
Ordenaron después de pensarlo por un rato y esperaron a su comida. Sylvia fue a la cocina pensando que esos dos forasteros tenían algo especial pero no podía saber qué.
-¿Qué pasa Sylvia?-preguntó otra chica que se encargaba de cocinar, su cabello era blanco y sus ojos eran rosados
-Nada. Solo esos dos chicos tienen un toque que..no sé cómo explicarlo-
-Sylvia.. ¿En serio crees eso?-
-Claro-
-Bueno, pues su comida ya está. Llevala y no te distraigas. Por favor, no quiero tener que despedirte-comentó entregando los platos
-Como sea-
Ella se retiró y al llegar a ambos chicos tuvo una idea. Dejó la comida en la mesa, rápidamente tomó una silla y se sentó junto a ellos.
-Bueno, tengo un plan. Mi turno acaba en unos diez minutos, me esperan y los llevo a conocer el lugar ¿Qué dicen?-explicó
-Claro-aceptó Wander de inmediato
-No creo que podamos-negó Peepers-Debemos ir a la casa de un familiar mientras conseguimos donde vivir. Tal vez luego-
-Tengo la solución. Que tal si se quedan conmigo y mi mejor amigo, compartimos la casa y listo-
-¿En serio estás ofreciendo hospedaje a dos desconocidos?-
-Si-
-Debe ser broma-
-Oh te aseguro que no lo es chico de un ojo-
-Podemos intentarlo-intervino Wander al ver como los dos comenzaban a sonar más amenazantes hacia el otro
-¡Wander!-se quejó Peepers
-Bueno, solo esperenme-dijo Sylvia y se retiró
Los hermanos comenzaron a hablar, Peepers estaba molesto por la imprudencia por parte del pelirrojo y tenía que hacer algo al respecto.
Mientras que la compañera y jefa de Sylvia (dueña de la cafetería), apodada Dominator, la observaba curiosa sobre lo que habló con los dos extraños.
-¿Qué pasó allá?-cuestionó
-Los invité a quedarse en casa-Sylvia comentó segura de su decisión
-¡¿Qué hiciste que?! Sylvia, has enloquecido al invitar a dos desconocidos-
-Eso ni siquiera te interesa-
-Claro que me interesa, porque Hater vive contigo-
-¡Solo te preocupas porque es tu novio!-
-¡No es cierto!-
-Mira, no voy a pelear contigo ahora. Debo irme. Nos vemos mañana-
-Si es que puedes-
La mesera salió y fue al baño a cambiarse. Detestaba su uniforme así que era un alivio la hora de salida. Ya al salir se dirigió a donde los otros dos la esperaban.
-Lamento la tardanza. Tuve una charla con mi jefa. De todos modos, vámonos. ¿Vienen en auto?-
-Si-
-Genial, así pueden llevarme. Normalmente tomo el autobús-
Durante el viaje a la casa de Sylvia iban hablando de cosas divertidas, bueno, Peepers se quejaba mentalmente y permanecía en silencio.
-Bueno, tendrán que soportar a mi amigo. Le pueden decir Hater. Vivimos juntos-
-Vaya, mejores amigos, ¿y no estás enamorada de él?-preguntó Wander
-Eres muy gracioso chico. No, yo ya tengo novio-
-Oh, bueno, también es interesante-
-Diganme, ¿ustedes en realidad si son hermanos o...?-
-No. Somos hermanastros-
-Ya veo. Qué bien, llegamos-
Bajaron del coche y se adentraron a la casa de dos pisos. Era acogedora. Sylvia los guió por el lugar para que conocieran y al final a su cuarto.
-Tendrán que compartir habitación. Dejen sus cosas por allí, quiero que conozcan a Hater, debe estar en su cuarto-comentó la chica. El dúo obedeció, Wander ansioso y Peepers inseguro por todo esto.
-¡Hater ven aquí!-exclamó
-¡Ya voy!-
El mencionado llegó, su cabello era negro, de la altura de Sylvia, ojos color verde, robusto y tez morena.
-¿Quiénes son ellos?-
-Se quedaran a vivir aquí. No quiero que hagas una tontería. Él es Wander y él amargado del ceño fruncido es Peepers-
-¡No soy amargado!-
-Claro, claro, lo que tú digas pequeñín-
-Syl... No creo que sea buena idea-
-Y bueno, deben encontrar trabajo para ayudar a solventar los gastos-comentó ella ignorando por completo la incomodidad de su amigo
Y así es como el sufrimiento para Peepers apenas comenzaba.
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