2
Caminamos al jardín de aquel hotel y Joakim me sonrió...
_ ¿Y qué haremos con tu esposa ahora Joakim?
_ De Nina me encargaré yo, tú tranquila. Ella tiene que entender de una vez por todas que tú y yo somos amigos, punto. Ella me conoció teniéndote a ti como mi amiga y debe aceptarlo, le guste o no
_ Nunca creí que Nina se pondría celosa de mi – él me sonrió –
_ Se le tendrá que pasar, de alguna u otra manera. Ahora cuéntame donde te estás hospedando para ir a raptarte en las noches
_ Jejeje ¿Recuerdas cuando me sacabas a mitad de la noche, sin que mis papás se dieran cuenta y me llevabas al cine? y luego nos emborrachábamos y cantábamos en los karaoques
_ Como olvidarlo jejeje y tú siempre sacabas más aplausos que yo
_ Sí, eso era un chiste
_ Totalmente. Luego te llevaba a tu casa a escondidas y tus padres nunca sospechaban de nuestras salidas nocturnas
_ ¡Jajaja es cierto!
_ Que tiempos ¿No es así pequeña?
_ Tú lo has dicho
_ Oye podríamos juntarnos uno de estos días y cocinar nuestras porquerías de masas, que al final terminábamos regando por el piso, o que a veces, igual nos la comíamos – estallé de risa –
_ ¡Si es cierto! Si que éramos un desastre en la cocina en esos entonces
_ Yo creo que lo somos todavía
_ Te tomaré la palabra
_ Jejeje – en eso sonó mi celular - ¡Cielos es Alondra! Ya debo volver con mis amigos al hotel
_ Y yo debo volver con los míos por lo de los sonidos – le sonreí –
_ Qué bueno tenerte otra vez cerca, mi Joakim – me sonrió tierno –
_ Y que tu estés cerca de mí, mi pequeña
_ Bien, ya debo volver, hablamos
_ Te llamaré ¿Tú número sigue siendo el mismo?
_ Siempre el mismo
_ ¡Genial! – le sonreí –
_ Nos vemos
_ Adiós...
Alejándome, corrí la calle y Joakim me vio correr y sonrió con destellos.
Molesto, Alondra no comprendía la actitud de Luciano y sentándose a su lado, le preguntó qué era lo que le sucedía y él molestándose aún más, se alejó de su lado.
_ ¡Qué es lo que te pasa Luciano! ¡Porque te comportas de esa manera!
_ ¡No me pasa nada Alondra! ¡Solo déjame tranquilo quieres!
_ Pero...
_ ¡Hola muchachos!
_ ¡Ángela! – Alondra corrió a saludarme y Luciano me miró con disgusto –
_ Cuéntanos amiga ¿Pudiste hablar con tu amigo? ¿Ya no está enfadado contigo? – le sonreí –
_ No Alondra, hicimos las paces
_ ¡Genial! Me alegro mucho por ti, por los dos. Su linda amistad no podía terminarse así como así por una tonta discusión
_ Si, tienes razón...
Ambas riéndonos, Luciano no lo soportó más y salió enfurecido de la habitación, dándole un fuerte portazo a la puerta, de la que ambas oímos desentendidas.
_ ¿Qué le pasa?
_ No lo sé, desde que llegó aquí ha estado así y yo que quería aprovechar todo ese tiempo con él – no comprendí –
_....Que extraño...
Finalizada la prueba de sonido, se acercó contento hasta la ventana y sacando su celular para hacer una dulce llamada, lo llamó su esposa...
_ Halo
_ Hola amor ¿Qué tal todo por allá?
_ Bien, acabamos de terminar con la prueba de sonido
_ Ah. Que genial ¿Y has visto, no sé a "alguien en especial"? – él movió la ceja con extrañeza –
_ ¿A alguien en especial? ¿A qué te refieres?
_ Sé que tú "ex amiguita", Ángela, está allá contigo
_ ¿Vas a empezar de nuevo con lo mismo Nina? Ya te lo dije antes, que me viniera aquí a Suecia, Ángela es mi amiga y por más que tú le hayas "prohibido" que se acercara a mí, eso no va a poder ser ¿Me entiendes?
_ ¡Qué! ¡Pero cómo! Tú no me puedes...
_ ¿Sabes qué Nina? Quiero estar tranquilo sí, cuando regrese, hablaremos de esto, adiós...
Abrió los ojos de enfado y mordiéndose la ira, no lo soportó y se dirigió a la casa de mis padres para contárselos todo...
Al día siguiente...
Me alistaba ansiosa para salir con Joakim, después de él haberme enviado un whatsapp a media noche y sonriendo frente al espejo, pensé en él con mucha ilusión y alegría.
Tocando el timbre de nuestra habitación, Luciano abrió la puerta y miró con cierto disgusto a Joakim y este lo saludó amable y con simpatía.
_ ¡Hola! ¡Tú debes ser Luciano!
_ Así parece... ¿Qué es lo que deseas? – Joakim le sonrió –
_ Vengo por Ángela
_... Ella no está – Joakim se extrañó –
_ ¿Pero cómo? Si quedamos en que... - escuchó mi voz-
_ ¡Joakim! – Luciano volteó a verme y quedó perplejo –
_ ¡Ángela! – él sonrió - ¡Hola pequeña!
_ ¿Cómo es esto? Te dije en veinte minutos más
_ Jejeje, es que no me pude aguantar, tú sabes lo arrebatado que soy
_ Si, si lo sé
_ Jejeje – Luciano nos miró enfadado a ambos y Joakim me volvió a sonreír - ¡Bien! ¿Nos vamos?
_ Si, por supuesto. Adiós Luciano. Me despides a Alondra por favor
_ Seguro que sí...
Cerró molesto la puerta y nosotros bajamos más que felices por la escalera y salimos del hotel.
_ ¿Es mi idea o no le simpatizo muy bien a tu amigo Luciano?
_ ¿Por qué lo dices?
_ Porque ahora cuando fui a buscarte, él se comportó muy raro conmigo, no sé
_ Ahora que lo dices, Luciano se ha comportado muy extraño desde que llegamos aquí a Suecia
_... – Joakim solo volteó a mirarme...
Comíamos una rica comida china en un restorán y ambos riéndonos por nuestros recuerdos y locas travesuras, Joakim me miró, yo le sonreí con ternura y él tomó mi mano. Mi corazón se estremeció.
_ Estoy tan feliz de que estés aquí en Suecia y conmigo pequeña – volví a sonreírle –
_... Yo también lo estoy Joakim y qué bueno que hayamos conversado y ahora seamos otra vez amigos.
_ Mi niña bella – soltó mi mano nervioso – Y dime ¿Ya Tienes un novio por ahí o que alguien se derrita por ti? – me reí con nervios –
_... Oh no, no hay nada que contar
_ Pero ¿Por qué? si tú eres muy bella pequeña y además posees un corazón increíble. Eres una dulce persona
_ Eso lo dices porque me conoces
_ Si es cierto, aunque cuando te enojas, no hay nadie quien te saque de ahí – dijo con cierta ironía y a mí me provocó risa y él sonriéndome, también se rió –
_ Es verdad, pero tú tampoco no lo haces nada de mal. Cuando te enojas, te cierras como una piedra y pueden pasar días y ahí estás tú todo amurrado. Nunca te desahogas. Eres tan complicado a veces – sonrió apenado –
_ Si lo soy, gran parte – le sonreí y él me miró dulcemente.
Llegamos al estadio a cumplir uno de los antiguos "pasatiempos favoritos" de Joakim, ver en primera fila el ansiado partido de su equipo de futbol favorito.
Riéndonos, ambos gritábamos y animábamos a los futbolistas y comíamos salchichas y tomábamos cervezas. Me sentía todo un hombre y feliz me volteaba a mirar a Joakim y él más que feliz, parecía todo un niño. Aleteaba sus manos y yo muerta de risa, imitaba sus gestos y en ocasiones palabrotas.
Todas gritando en pleno partido, las cosas se habían complicado un poco, ambos equipos estaban empatados y Joakim furioso y eufórico gritó más potente y yo riéndome a toda boca, lo miré y me llené de dicha y de amor.
Aunque no me gustaba mucho el futbol, con Joakim me hacía verlo más entretenido.
Acabado el partido, salimos todos eufóricos del estadio, ya que por un gol el equipo a favor de Joakim había ganado y ambos comentándolo, nos pusimos a reír todos bulliciosos y al cabo, él tornó a mirarme con ternura y destellos.
_ Gracias por haberme acompañado, otra vez al estadio, a pesar de que no te guste mucho el fútbol
_ Jejeje, de nada, si sabes que a todas voy siempre contigo y sabes que viéndote todo eufórico, por un ridículo partido, me divertiré de todos modos
_ Jajaja es cierto
_ Y ahora es mi turno. Tú ahora me acompañarás
_ ¿Yo?...
Riéndose al ver aquella tienda de ropa, me miró y sonrió con cierta ironía...
_ ¿Qué?
_ Nada...
_ Averigüé esta tienda por internet y desde que la vi quise entrar, así que ahora tú me acompañarás. Serás mi consejero de moda – él sonrió –
_... Está bien – dijo con sus brazos cruzados y volvió a sonreírme.
Acercándonos a la tienda, Joakim se detuvo en la entrada, lo que a mí me causó risa. Lo tomé de la mano y lo hice entrar conmigo.
_ ¡Vamos! ¡No seas tímido!...
Entramos ambos tomados de la mano y Joakim mirando todo el lugar en sí, rodeado de ropa de mujer, yo abrí la boca sorprendida y en eso una de las vendedoras se nos acercó y ambos nos soltamos nerviosos de la mano y ella se impresionó al ver a Joakim.
_ ¡Por dios, eres Joey Tempest!
_ Shuuu, no lo digas fuerte por favor – le dije en tono de súplica y Joey sonriéndome, aquella vendedora lo miró y tornó a mirarme y me sonrió.
_ Está bien, adelante. Están como en su casa
_ Muchas gracias
_... Por cierto ¿Me podrías dar tú autógrafo Joey? – él le sonrió –
_ Está bien...
Le dijo y le dio con gusto su autógrafo. Yo lo miré y le sonreí, amándolo con todo mi corazón y me sentí otra vez muy contenta por él y por todo lo que había logrado.
Él mirándome, yo escogía unos diversos vestidos y zapatos, que me habían gustado de inmediato.
Entré al vestido a probármelo todo y Joakim apoyándose de la puerta del sujetador, yo abrí la puerta a medias y le encargué toda la ropa, que había escogido y él riéndose, la cargó.
Cambiándome de prenda, abrí otra vez la puerta a medias y le pasé un vestido y él me lo recibió y sonrió con ironía.
<< Creo que ni con mi mujer haría esto >> pensó y sonrió.
Salí del vestidor con un vestido negro de látex y a Joakim se le fueron los ojos...
_ ¿Y cómo me veo? – me miró deslumbrado y me sonrió –
_... Te ves, te ves bellísima – me sentí ruborizar –
_... Gracias... Creo que mejor me probaré el vestido de allá
_ Aja, yo te espero...
Dijo mirándome perdidamente y yo solo lo miré y me entré otra vez al vestidor.
Salí nuevamente, esta vez con una mini falda de cuerina y a Joakim otra vez se le fueron los ojos...
_ ¿Y qué opinas? ¿Cómo crees que se me ve esta falda?
_... Totalmente bella
_ ¡Qué mentiroso! Solo lo dices para no hacerme sentir que estoy gorda
_ Vamos, no estás gorda Ángela...Estás, estás hermosa...
Lo miré perdidamente y sin imaginármelo, Joakim colocó su mano junto a mi mejilla y yo me estremecí de nervios y de amor y él me miró tierno.
_ Eres muy bonita Ángela
_... Joakim...
Ambos nos miramos fijamente y sin evitarlo, nos acercamos lentamente y a punto de... nos corrimos nerviosos y nos sonreímos apenados.
_ ¡Bien! sigamos escogiendo más vestidos y playeras ¿Te parece?
_ De acuerdo...
Dijo y yo saliendo a mirar más prendas, Joakim me miró con destellos y sonrió fascinado.
Miré con detención un overol de mezclilla. Él también lo miró y se me acercó...
_ Si, ese es bonito
_ ¿Tú crees? – le pregunté sonriéndole
_ Si – me miró tierno – A ti se te vería muy dulce. Es para ti
_...
Me dijo solo recordando que estuvimos a punto de besarnos y yo lo miré perdidamente y deseé abrazarlo con todas mis fuerzas...
Aquel día se nos fue en un abrir y cerrar de ojos. Volviendo al hotel cargados de bolsas con ropa nueva, Joakim me había comprado una bebida y para él un café cargado y ayudándome también a cargar unas bolsas, llegamos a mi habitación, ya que él tenía que descansar, para el recital que daría mañana.
_ Bien, hemos llegado
_ Como te lo prometí, sana y salva mi bella señorita – le sonreí –
_ Gracias por todo. Me divertí mucho
_ Yo también – me sonrió – Como en los viejos tiempos
_ Así es – se acercó más a mí y me miró con destellos -
_ ¿Cuándo piensas regresar a Londres?
_ No lo sé aún. Creo que hasta cuando Luciano determiné, después de todo, él fue el que nos invitó a venir aquí
_... ¿Por qué no te vienes conmigo? – lo miré abruptamente –
_... ¡Cómo! Joakim es que yo no...
_ Lo sé, pero... - me miró con ternura – No quiero volver a alejarme de ti por tanto tiempo... Extraño nuestras salidas y juntas. Nuestras diarias conversaciones, tus secretos – me sentí ruborizar –
_... Pero ¿Y qué va a pasar con Nina? Ella se opone a que seamos amigos
_ Lo sé, pero – tocó mi mejilla – no quiero alejarme de ti Ángela. No me importa lo que diga Nina, ella tendrá que aceptar nuestra amistad de una vez por todas – lo miré perdidamente a sus ojos y mi corazón vibró –
_... ¿Joakim?
_... ¿Sí?...
_... Yo...
_... Que...
Nos acercamos casi reteniendo la respiración y yo sintiendo venir sus labios junto a los míos, él me miró despampanante y acariciando mi rostro, se aproximó más y a punto de besarnos, su celular comenzó a sonar y nos alejamos abruptamente. Nos miramos nerviosos y él contestó algo torpe y más que nervioso la llamada.
_... Eh ¡Halo!
_... Bien... yo debo entrar.... Suerte mañana
_ Ángela espera – me volteé como robot y ahí me encontré otra vez con aquellos dulces y acechantes ojos -
_...
_... Nos vemos – le sonreí con pudor –
_... Nos vemos... adiós
_ Adiós...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro