10
Cansada, me recosté en la cama y pensé en Joakim y sonreí sintiéndome dichosa de dormir ahora en su cama, muy cerca suyo y sin sacarme todo lo bien que la habíamos pasado estos dos días, recordé cuando me cantó su nueva canción y más vibró mi alma y me dormí con aquel recuerdo.
Observaba el estrellado cielo y sonriendo, volvió a toser. No le dio importancia y se acercó sin meter ruido hasta donde yo dormía...
Mirándome desde la puerta, recordó nuestro beso y cuando por accidente me vio desnuda y me miró con destellos. Se sintió de maravilla y sin evitarlo más, se acercó hasta mí...
Se recostó a mi lado y me miró. Acarició mi mejilla y me miró perdidamente enamorado.
_ Como has cambiado mi vida pequeña. Si supieras que yo ya no puedo vivir sin ti, y que te amo tal como tú me amas a mí, pero soy un cobarde. No quiero hacerte sufrir mi niña hermosa, pero te amo. Te amo como un loco.
Me susurró y acariciando mi mejilla, yo de pronto sentí sus caricias y desperté y me alarmé de verlo ahí junto a mí y él me sonrió.
_ Joakim ¿Qué estás haciendo aquí?
_ Tranquila, no pasa nada. Solo duérmete – lo miré con mucho sueño –
_ Pero ¿Y tú?
_ Yo también me dormiré, así que descansa
_... Ok... pero... tapate, que te pasarás de frio otra vez – le dije ya casi durmiéndome y él sonrió y me susurró:
_ Eso haré hermosa, descuida...
Acomodándose junto a mí, se metió también bajó las sabanas y yo dormida, él me miró perdidamente y depositó un pequeño beso en mis labios y me volvió a susurrar:
_ Te amo mi pequeña. Buenas noches amor...
Me abrazó y se durmió plácidamente junto a mí enaquella pequeña cama...
Más que indignada por los comentarios, que le habían hecho algunos vecinos de que su esposo había llevado a su "mejor amiga" a pasar la noche a su casa, abrió más que furiosa la puerta y entró.
No viéndonos en el living, subió rápidamente al dormitorio. Abrió desesperada la puerta pensando que nos vería acostados juntos en su cama, pero solo vio la cama vacía y más se intrigó y angustió.
Miró la habitación de al fondo y se dirigió rápidamente hacia ella.
Abrió la puerta y nos vio durmiendo juntos en aquella cama y estalló de enfado, amargura y odio.
_ ¡Son unos hijos de puta!
Nos gritó y ambos despertando, quedamos perplejos y yo anonadada miré a Joakim, el que desconocía que había dormido junto a mí y él sin saber que decir, solo miró a Nina, la que solo quería estrangularnos a los dos.
_ Así los quería pillar infelices
_ Nina, no es lo que tú...
_ A ver, solo nos quedamos dormidos aquí Nina. No vayas a formar otro escándalo por favor
_ ¡Tú crees que soy estúpida! ¡Crees que yo no sé que tú y esta se han estado revolcando aquí en mi cama y propia casa!
_ No te voy a permitir que insultes a Ángela, no esta vez – miré a Joakim y pensé que lo mejor era que me fuera –
_ Es mejor que yo me vaya Joakim. Necesitan conversar
_... Está bien Ángela...
Me levanté de la cama, pretendía irme, pero Nina me tomó bruscamente del brazo.
_ ¡Eres una mosca muerta! ¡Óyeme bien! ¡Joakim es mi marido y no me lo vas a quitar! ¡Entendiste perra infeliz! – la miré aterrada –
_ ¡Suéltala Nina!
Le dijo él y la tomo con brusquedad. Yo sorprendida y temerosa, lo miré que tenía sujetada a Nina de los brazos y está lo miró desafiante y comenzaron a discutir. Yo preferí irme...
Joakim vio marcharme y Nina se le soltó con tosquedad de las manos...
_ ¡Eres un poco hombre! ¡Cómo te atreves a engañarme con esa perra aquí en mi propia casa!
_ ¡Te dije que no la volvieras a llamar así! ¡Ángela no es lo que tú piensas Nina!
_ ¡Ah no! ¡Y entonces que es! ¡Si se está acostando contigo!
_ ¡Entre ella y yo no hay nada! ¡Cuántas veces te lo tengo que decir!
_ ¡No es lo que yo vi ahora que los vi durmiendo muy abrazaditos aquí en esta cama! – él frunció el ceño –
_ ¿Sabes qué? Ya estoy harto de todo esto. No sé porque mierda te regresaste de donde tus padres, sí así estábamos mejor
_ ¡¿Disculpa?! ¡¿Qué me estás diciendo Joakim?!
_ No me importa si me crees o no lo de Ángela. Ya no soporto más – tomó la chaqueta y pasó por su lado –
_ ¡Dónde vas! ¡Vas a la siga de esa mujer cierto! – él la miró en seco –
_ Otra cosa, yo no soy de tu propiedad Nina ¿Te queda claro? A esta altura ya no somos nada
_... ¡Que tiene esa infeliz, que yo no tenga!
_ Ángela nunca se comparará a ti Nina
_... ¡Te vas arrepentir Joakim! ¡Me oíste! ¡Esa mujer no me quitará lo que por ende a mi me corresponde! ¡No lo logrará!...
No queriendo llegar a dormir a su casa, prefirió quedarse en el pub tomando algunas copas y tratando de despejar sus inquietudes y dilema de sus verdaderos sentimientos. Se sentía tan atormentado y angustiado, que no sabía qué hacer realmente.
No amaba a Nina, de eso estaba más que seguro. Ya no la soportaba, pero tenía miedo de dar el otro paso, junto a la que había sido siempre su amiga y de la que siempre amó.
Bebiéndose otra copa, pensó en ella y sacó su celular. Miró su foto en el whatsapp y pensó preocupado en como ella estaría después de lo que había ocurrido...
Estaba preocupada por Joakim, por lo que había pasado después de que me fui. Habían discutió, lo sé, ambos no se veían para nada bien.
Quería llamarlo, pero no me atrevía, ya no quería meterlo más en problema por mi culpa, pero no me alejaría de él, no ahora cuando él me necesitaba.
Su esposa Nina siempre fue una interesada y obsesiva...
A la mañana siguiente...
Débil y pasado de frío, llegó muy temprano a su casa y tosiendo, cerró con cuidado la puerta y pensando en Nina, no quiso subir al dormitorio y se echó al sillón a dormir un rato.
Más que angustiada, no pude dormir en toda la noche. Ya eran más de las diez de la mañana y la preocupación me estaba comiendo. Corrí a tomar el celular y lo llamé...
Marqué su número y este sonó y sonó, pero nunca entró la llamada, fue ahí que más nerviosa me puse.
Dándose una ducha, había dejado el celular en la habitación...
Nina se había ido a pasar la noche donde sus padres y Joakim dando un suspiro por aquello, salió débil y cansado de la ducha.
Tosiendo, se sentía falta, congestionado y tosió sin parar.
Se recostó en la cama y débil tomó el celular y vio mis llamadas perdidas. Delirando pensó << Debí haberle hecho caso a Ángela, a mi pequeña. Ahora estoy enfermo, muy enfermo>>
Se acurrucó en la cama y volvió a toser, doliéndole todo su cuerpo.
Enfadada subió al dormitorio y vio a Joakim tendido enfermo en la cama y se le acercó.
_ Vaya, hasta que te dignas a llegar ¡Pasaste la noche con esa mujer cierto! – él tosió –
_... Ahora no Nina, por favor
_ Estás enfermo. Haber déjame ver – le tocó la frente – Estás hirviendo en fiebre, como lo supuse. Este es tu castigo por haberme engañado con esa mujerzuela
_... ¿Qué?
_ Así no me sirves para nada
_... Nina...
_ No eres más que un estorbo para mí, pero eso si te aclaro, eres mi marido y como tal, tengo todos los derechos, por esposa tuya, que me corresponden
_ ¡Sabes qué! ¡Me cansaste! ¡No eres más que una mujer interesada y sin sentimientos! ¡Quiero que agarres todas tus porquerías y te largues de una buena vez de mi casa!
_ ¡Que! ¡No! ¡Tú no me puedes echar, soy tu esposa!
_ ¡Ya no lo serás! ¡Quiero el divorcio Nina! ¡Te lo exijo!
_ ¡Qué!
_ Ya no quiero seguir casado contigo. Eres una mujer obsesiva y sin sentimientos
_... ¡Me quieres dejar por ella! ¡Por esa mujer es que quieres divorciarte de mí!... – él ya no lo negó más y le sonrió –
_ Si Nina. Estoy enamorado de Ángela y no la dejaré por nada, menos por ti
_ ¡Hijo de puta! ¡Me estás engañando con ella! ¡Pero no creas que te daré el divorcio!
_ Oh sí, claro que me lo darás. Tendrás que firmarlo, o si no, tendrás graves problemas Nina
_... ¡No! ¡Tú no serías capaz!
_ Tendrás que hablar con mi abogado
_...
_ Ahora guarda todas tus cosas y te me largas de mi casa
_ ¡Todo esto lo estás haciendo por esa maldita mujer! ¡Pero esto no se va a quedar así! ¡Me va a oír esa mujer!
_ Ni se te ocurra Nina, porque yo sé que sí le dijiste alguna ofensa o trataste de golpearla, dejaré de ser considerado contigo ¿Entendiste?
_ Cobarde. Eso es lo que eres ¡Los odio! ¡Y espero que jamás puedas ser feliz junto a esa mujer! ¡Les deseó lo peor!...
Cegada se fue de su casa y Joakim débil no pudo más y cayó a la cama hirviendo en fiebre.
No podía trabajar sin dejar de pensar en cómo estaría Joakim y angustiada, miré las guindas que él me había regalado para mi cabello y se me llenaron los ojos de lágrimas.
De pronto comenzó a sonar mi celular. Era Joakim y le contesté de inmediato...
_ ¡Halo Joakim!
_... Hola pequeña – tosió –
_... ¿Estás bien?
_... La verdad no mucho... estoy enfermo. Creo que tengo gripe o algo así
_ ¡Oh no! ¿Y estás solo o Nina está ahí? – él sonrió –
_... No pequeña... Nina ya no está aquí en esta casa – volvió a toser congestionado, lo que a mí más me preocupó.
_ Espérame Joakim, voy para allá
_... Pero ¿Y la óptica hermosa?
_ Conversaré con mi jefe y él lo entenderá. Voy a tu casa
_... Ok...
Me coloqué el abrigo y salí corriendo de la óptica...
Abrí la puerta con las llaves que él me había dejado bajo la alfombra y subí rápidamente a su habitación.
Dormido, lo vi y me llené más de preocupación y corrí a su lado.
_ Joakim...
Le dije y tomé su mano. Él débil volteó a mirarme y me sonrió y yo le toqué su frente y me alarmé...
_ ¡Oh por dios Joakim! ¡Tienes mucha fiebre!
_... No importa, lo único que ahora me importa es que estás al fin aquí conmigo mi pequeña Ángela – lo miré perdidamente –
_ Joakim – él sin dejar de sonreírme tosió –
_... Me siento muy mal
_ Descuida, iré a buscar un pañuelo húmedo para bajarte esa fiebre
_...Ok...
Solo dijo con cansancio y me vio ir al baño a buscar el pañuelo y sonrió enamorado...
Coloqué junto a la cama un recipiente con agua, humedecí el pañuelo y él solo mirándome, se lo coloqué sobre su frente.
_ ¿Tienes termómetro para ver cuanta fiebre tienes? – me volvió a sonreír
_... Si, en el botiquín. Búscalo...
Fui a buscarlo y él feliz, quiso levantarse y abrazarme, pero su cuerpo débil se lo impidió y mareado, no dejó de toser...
Le coloqué el termómetro en su boca y él tierno, me miró y sin resistirse tomó mi mano. Yo lo miré sobresaltada y él me miró perdidamente.
Le saqué el termómetro y él tosió.
_ Tienes 39 de fiebre. Ojala que con estos pañuelos te la pueda bajar
_ Tranquila, ya se me pasara
_ Joakim, no me gusta verte así enfermo. Tú nunca te enfermas de este modo
_ Bueno, tenía que pasarme alguna vez – me dijo y me sonrió –
_ Si es cierto – me miró perdidamente –
_ Pequeña, mi Ángela. Me alegra tanto que estés aquí a mi lado
_... Yo también lo estoy – volvió a tomar mi mano y yo lo miré –
_ Se acabó cariño. Le pedí el divorcio a Nina
_ ¿Qué tú qué?
_ Terminé con Nina. Lo nuestro no daba para más
_... Pero si tú la amas
_ No mi pequeña. Yo nunca amé a Nina, porque a la que siempre amé fue a ti – quedé atónita –
_... ¿Qué? – le pregunté con una tierna sonrisa –
_ Si mi Ángela, te amo. Estoy enamorado de ti mi pequeña – se me aceleró el corazón.
_... Joakim – él me sonrió intenso –
_ Y sé que tú también me amas... - se me retuvo el aliento y lo miré perdidamente y le sonreí con timidez.
_... Joakim, mi amado Joakim
_ Jejeje, mi niña bella
_ Yo siempre te he amado, pero como solo era tú amiga y tú te habías casado, preferí seguir así a tu lado. Nunca quise perderte
_ Fui un tonto, no quería reconocerlo, jamás lo hice, hasta ahora – me dijo y me sonrió – Solo quiero estar contigo Ángela y que nos amemos como cualquier pareja – le sonreí - ¿Qué dices preciosa?
_ Si, si quiero Joakim
_ Te amo – lo mire con dicha
_Y yo a ti Joakim. Te he amado siempre – él me sonrió perdidamente enamorado y acarició mi mejilla.
Yo quería besarlo y lo abrasé con todo mi amor y él tierno me abrasó, pero preocupante, no quería contagiarme de su gripe.
_ No quiero contagiarte mi amor – le sonreí en su pecho –
_ No me importa mi amor. Solo quiero abrazarte y abrazarte toda mi vida – el me sonrió y acarició mi cabello –
_ Mi Ángela. Te quiero y te amo tanto – levanté la cabeza y lo miré -
_ Yo también te quiero y te amo
Le dije y me le abalancé y él abrazándome, nos besamos larga y apasionadamente, sintiéndonos inmensamente felices al vivir por fin nuestro amor.
Sin dejar de sonreír, revolvía el caldo que le estaba preparando y rememoraba una y otra vez nuestro primer beso.
Aún no lo podía creer del que Joakim me amará y que ahora estuviésemos juntos y riéndome sola, mi corazón latió lleno de felicidad.
Mirándome con deslumbro desde la puerta de la cocina, yo yacía cocinándole su caldo de pollo para la gripe y se me acercó.
Me tomó por la espalda y yo sonriéndole, mi corazón brincó de alegría y me volteé y le sonreí y él me sonrió con destellos.
_ Joakim amor ¿Qué haces fuera de la cama?
_ Ya me siento mejor gracias a tus cuidados. Quería estar a tu lado. No soporto tenerte más tiempo lejos de mí – le sonreí –
_ Jejeje si amor, pero estás enfermo. Debes guardar reposo, o si no, no se te pasará esa gripe que tienes – me sonrió tierno –
_ Está bien, pero quiero otro besito antes de irme a la cama
_ Jejeje, de acuerdo amor...
Le dije y me acerqué a sus labios y él depositó un tierno y apasionado beso en los míos.
Me miró intensos y jugueteó con mi nariz rozándola con la suya y yo le acaricié su suave mejilla.
_ Te amo Joakim
_ Y yo a ti pequeña – le sonreí –
_ Ve a descansar, en seguida te llevaré este caldo para tu resfriado
_ Que dulce eres, muchas gracias mi amor.
Le volví a sonreír y él acarició mi mentón y se fue de vuelta a la cama...
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