Capitulo cinco: "En coma"
Inicio de Narración del Personaje.
Camus Chandler:
Había neblina en la calle al soltarme del agarre de ese individuo indeseado, corrí unos pocos metros del vehículo Dragon Motor de color blanco, modelo dragón astero y fabricado en Rusia, antes de me ingresaran a ese carro y evitar a esas personas salí corriendo hacía la avenida y visualicé un auto marca Ford sollers de color negro modelo fiesta 2018 venir hacia mí a 165 kilómetros por hora, el vehículo venía sin luces a toda velocidad. No sé qué pasó en ese momento por mi cabeza puesto mi cuerpo quedó congelado al ver que no tenía opción, un cuerpo estático sería levantado por un automóvil que sobrepasó los límites de velocidad no obstante al no ir con las luces en encendidas puesto es obligatorio en épocas de invierno en plena noruega...
Cerré mis ojos, mi cuerpo iba aceptar aquella bendición de ser liberado de cargas emocionales y una vida miserable, no tenía miedo, estaba aceptando la muerte.
Nada mas que oscuridad...
Dolor, mucho dolor, no se que mas hacer, que aquello que siento sea mas que una emoción o un simple dolor pasajero y no como mis recuerdos que carcomen mi vida mis pensamientos y mi corazón...
¡Camūs!
¡Camūs!
¡Camūs, resiste!
Escucho el sonido de una ambulancia, voces y pasos a lo lejos, no puedo ver nada, no siento nada, ni dolor.
Finaliza el punto de vista del personaje Camus.
—Auch...—logra decir el francés.—¿Qué sucedió?—susurra para si mismo.—¿Dónde estoy?—va a levantar el brazo para tocarse la cabeza pero un peso se lo impide— Qué pasa... ¿Sūrt?—comienza a llamar a su amigo que por lo contrario se encontraba reposando en una silla al lado de su cama.
—Camūssi—susurra el nombre de su amigo durmiendo.
El joven francés se levanta de manera delicada para no hacer ningún movimiento en falso puesto eso le llevará un sermón. Sus pies tocaron el piso frío del hospital, se dio cuenta además que no tenía sus zapatillas de serraje de la marca Pompeii Brand de un color marrón los cuales les eran de marca española al igual que cierto amigo de secundaria que era de Granada España, ahora sus pies de talla 41 en Francia y en talla española serían 42 no obstante en talla americana serían 10 es decir, sus pies quedaban 1,5 cm a la par con las zapatillas y unos calcetines de Marcoliani de cachemira marca italiana de algodón de talla 40 en Italia que por lo cual le había regalado cierto amigo italiano problemático del bachiller avanzado. Bien ahora no tenía ni los calcetines ni las zapatillas pero si tenía puesto un pantalón regular de la marca Derek de color negro y una camisa blanca de algodón.
De momento se acuerda de lo sucedido anteriormente y de como las cosas se tornaron tan oscuras después de ver a su progenitora eso confirmaba que no podía ni dejarlos con sus hermanos, jamás los dejaría que pasaran por lo mismo, ella es una vieja loca que solo causa problemas.
No sabia que hacer pues ver a su amigo lo asustó aún más. Al francés le dolía que su mejor amigo estaba al tanto de la presencia de su madre y que no hiciera nada, entonces comenzó a sospechar y a entrar en pánico ideándose dramas en su cabeza.
—¡Lo sabia! Sabia que todo fue planeado con anterioridad solamente para ver a esa vieja y entregar a mis hermanos apreciados y eso es culpa de todos ellos! Sürt, ¡me engañas te! ¡Yo soy la víctima aquí! ¡Yo soy inocente! Después de todo lo que he vivido... y también experimentado... Me das asco, Sürt.—susurrando pero con molestia.
Salió corriendo de esa sala para alejarse de su amigo, se sentía traicionado, el sabia que esa mujer se encontraba en noruega y lo trajo solamente para sufrir, ¡era su mejor amigo! ¿por qué? Tenía mucho miedo, no quería verla de nuevo. No quería pasar por lo mismo, no quería sufrir por eso, recordar su pasado le da asco y lo peor es que cada suceso se queda impregnado en su cabeza... Con esos traumas nadie quiere vivir pero tendría que hacerlo por sus hermanos, los amaba mucho no quería abandonarlos era su única esperanza, cada que iba a su casa los veía, sus sonrisas le sanaban el alma le purificaban, le hacían sentir que si tenía familia que no estaba solo y que el mundo no es tan malo.
Se levantó en seco por el pasillo del hospital y lo vio a él, el encargado de atormentarle la vida cada día sin parar, ¡no sabía que hacer!—¡Déjame en paz!! ¡¿Qué quieres de mi?! ¡¿Por qué sigues atormentandome, no tienes suficiente con dañarme mi vida?! ¡¿Eres feliz?! ¡¡¡Me estás matando padre!!!! !Dejame morir de una vez! ¡déjame en paz! ¡Solo quiero un a vida tranquila sin nada malo, solo quiero vivir en paz! ¡¿Por qué me sigues?! ¡ME FALLARON! ¡ME HICIERON PERDER TODA LA ESPERANZA DE VIDA! ¡ME ENCUENTRO MUERTO POR USTEDES! ¡USTEDES ME MATARON! ¡AHHH! ¡NO! ¡NO! ¡NO ME TOQUES! ¡AYUDENME! ¡AYUDENME POR FAVOR!—gritaba con todo su ser retorciéndose de dolor, miedo y angustia que le hiciera daño para llevarse a sus hermanos.
—Shhh...Ya Tranquilízate Camus, soy yo Krystal, tranquilo estás a salvo, no te va a pasar nada malo, shhh no te preocupes...—Le calmaba dándole un abrazo suave para no asustar al contrario.—tu padre no ha venido aquí ni tu madre, no te preocupes, ellos no van a volver a molestarte ¿sí? relájate, todo va a salir bien, no hay problema, respira hondo estoy aquí, no voy a dejarte a la suerte... No voy a permitir que te lastimen más, ni a ti ni a tus hermanos...—Le abraza con fuerza puesto siente una gran molestia en su corazón, le dolía ver a la persona que amaba sufriendo sin tener la culpa de sus irresponsables padres.
—Tio Krystal me alegro que estés aquí me hace sentir aliviado... ¡Dime que mi madre se ha ido! ¡Dime que mi padre no ha venido a verme! ¡¡Juro que lo vi!! ¡Estaba ahí en el pasillo! ¡Yo lo vi! ¡Viene es atormentarme mi vida! ¡Esa mujer quiere quitarme a mis hermanos! ¡nooo! ¡Por favor no...! ¡Lo único que me hace vivir son ellos, mis hermanos! Por favor tío... No me lleves con ellos...—sollozaba el francés, agonizando pero no del dolor físico del accidente sino que el dolor de volver a vivir ese pasado, prefería morir.
—Lo siento mucho pero tengo que llevarte, es mi obligación como tu tío, sabes que solo quiero tu bienestar y eres lo único que me importa, ¿Lo sabes, verdad?—levantó a su sobrino para llevarlo otra vez.
—No, no, no, no... ¡No me lleves con ellos por favor! ¡NO! ¡SUÉLTAME! ¡AYUDENME!—pataleaba en su regazo para liberarse y huir del lugar.
—Calmate Camus, te voy a llevar a la camilla nuevamente, relájate, necesito que descanses para volver a llevarte Athen—
—¡No! ¡No quiero ir a esa Universidad! ¡Quiero ir a casa! ¡Quiero ir a mi casa!—vuelve a romper en llanto como un niño pequeño, su pecho le duele bastante, nunca se había sentido tan devastado como a un niño cuando lo dejan en el jardín y quiere ir con su madre, así se sentía él, quería volver a su casa, con sus hermanos, a su hogar, quería descansar, llorar y dejar de sufrir por un momento.
—Shh... Quiero que te calmes, pues en esas condiciones no podré llevarte a Francia, necesitas recuperarte y aquí voy a estar yo, así que vamos a la camilla para que te acuestes y descanses.—Le hablaba relajadamente tratando de calmar al pobre muchacho.
—¡No! ¡NO! ¡Ahí esta Surt! ¡No quiero verlo! ¡NO! ¡No!—Volvía hacer berrinche, no deseaba ver a su supuesto amigo, después de todo era culpa de él todo ese embrollo.
—Él no está, ya debió haber partido a la fiesta de su hermana, así que no te preocupes.—detiene sus pasos y abre la manija de la habitación, el joven francés cierra los ojos con fuerzas deseando no ver al Noruego allí durmiendo. No quería verle los ojos.-Listo, ya puedes abrirlos.
—¿Hmm...?—con miedo los abrió lentamente y vaya sorpresa, no estaba ahí, su tío tenia razón.
—Bien, voy a llamar a la enfermera ¿sí? Para que te vuelvan a inyectar el suero y la anestesia, estas sangrando.
—¿Qué...?—Se tocó la cabeza y en efecto, estaba sangrando pero no sentía dolor.—Tío, pero no sien—se desplomó.
—Ay no...¡Camus! ¡Camus! ¡¿Me escuchas?! ¡Reacciona! ¡Camus! ¡Ay no! ¡no!—El pulso del joven disminuía, se estaba tornando pálido, su tío no dudo ni un segundo y fue a llamar a los médicos para que le atendieran.
...
—¡Su pulso esta bajando! Hay que darle oxígeno! ¡Rápido!—estaban aplicando antibióticos a través de las venas.
—¡Doctor! ¡¿Qué tiene mi sobrino?!—preocupado su tío veía como traían medicamentos sin saber qué le sucedía.
—Su sobrino tiene Absceso Cerebral, estamos tratando la infección con metronidazol en liquido con naproxeno para el dolor, esto pasa ya que la herida se abrió en el transcurso del mes que lleva aquí, ¿algo ocurrió? ¿el paciente hizo un movimiento? y se han roto los puntos o ha realizado fuerza, tras pasar esto el vendaje también causa infección por residuos de sangre o coágulos en el vendaje.—el doctor daba ya las instrucciones de cambiar el vendaje.
—Hace poco se levantó asustado del coma, llorando y gritando volver a casa, estaba muy angustiado.—comentó.
—Con razón, eso ha sido la causa del desmayo, hay que dejar que descanse por ahora, ya las enfermeras lo han cambiado, por el momento estar pendiente si llega a bajar el medidor de pulso o a subir, ¿de acuerdo? De todos modos, las enfermeras estarán pasando para estar checando su temperatura y que el medicamento no se detenga o surta efecto.—con ello el Doctor se retira junto a las enfermeras llevándose consigo los vendajes de sangre y ropas manchadas.
—Se lo agradezco Doctor, voy estar pendiente.—se sienta al lado de la camilla y preocupado le comenta la situación a los muchachos.—Ay, Camus, si supieras que llevas tres años en coma, han pasado muchas cosas y no te gustará escucharlas...
En Athenas/ Grecia.
Universidad:Saint's World University International S.S.
*Tink, tink*
El sonido de notificación alerta a Saga, que estaba al pendiente de la situación de su amigo, con ello desbloquea su móvil y abre la barra de notificaciones para ver el mensaje de Crystal. Al leerlo queda estupefacto, se levanta de su asiento y sale de su oficina hacia el apartamento de Aprodithe, algo no anda bien.
Al llegar toca la puerta y le abre D'Angelo.
—Te estábamos esperando, después de todo hace 5 años no nos reunimos así.
—Lo sé, también le he avisado a mi hermano Kanon, y quiero que tengan en cuenta la noticia que les vengo a dar. —seriamente se acomoda la corbata y suspira pesadamente.
—Ay no, ¡No nos asustes Saga!—le gritó un joven de cabellos azules celestes.
—¡Exacto! ¡Suéltalo que me tienes nervioso!—comentó el joven italiano.
—Nos vas a matar de la duda...—soltó un joven de cabellos verdes cortos.
—Ya suéltalo Saga, quiero saber como está mi alumno.—seriamente se acomodó en el sillón el mayor de los presentes con mas años que todos pero su físico se mantenía rejuvenecido,
—Si, maestro Shion.-suspira el recién llegado.—Él está bien, ha despertado del coma pero ha tenido una recaída, Krystal está al tanto.—se sienta en un sofá mirando al centro de la mesa de noche enojado.
—¿Cómo que una recaída? ¡¿Que sucedió?!—Exaltado el joven italiano se levanta preocupado de su asiento.
—Siéntate Angelo.—ordenó el mayor de los presentes.
—P-ero Maestro...
—Shhh... Calmate Angelo, todos estamos preocupados por él, es nuestro amigo y compañero de Universidad... Además ha pasado mucho tiempo...No entiendo porque ha recaído si según los análisis médicos debió despertar hace tres días, algo debió de pasar...—comentó el sueco.
—En efecto, eso pasó.
—¿A qué te refieres Saga? ¿Insinuas que él estuvo en la habitación?—el español suelta y todos voltean a mirar al griego.
—Así es, él estuvo ahí, no solo él, ella también, pero eso no fue lo que le dio la recaída, porque vio a Degel.
—Pero si el... Oh... Camus no lo sabe aún...-estresado suspira del cansancio el joven de hebras celestes.
—Relajense muchachos, tarde o temprano lo sabrá, ahora es nuestra prioridad estar para él, ya que Saga ha venido personalmente quiero que te contactes con Aiolos y le comentes la situación para que les avisen al grupo de los becados, ellos también han estado trabajando duro y han enviado cartas de animo a Camus.—Termina el mayor para dar la vuelta y salir del lugar.
—Pero, Señor...Yo no sé nada de él después de...Después que el se fugara de la Universidad...—Suspira enojado, al recordar los tiempos juveniles.
—No me importa, lo necesito en Dirección, sino eres capaz de hacerlo tu Saga, entonces irás tu Shura, quiero que contactes a su hermanastro o algún pariente, necesito hablar personalmente con él. —le mira esperando una respuesta afirmativa.
—Mi señor, ha de disculparme, pero me temo que es imposible, tampoco tengo contacto con su familia desde que partió.—el joven español aprieta su mandíbula conteniendo la molestia.
—Veo que no me están entendiendo, no quiero explicaciones, es una orden, a partir de este momento la Ley de los Estatus queda doblegada, ya he perdido a tres estudiantes de esta institución y no quiero perder a otro. Así que la orden es que hablen con los becarios y saquen informacion de Aiolos lo quiero ver mañana en la mañana en mi oficina ¡ y sin peros!—alzó la voz para terminar con un portazo.
...
Silencio, la sala quedó en silencio, no se atrevían hablarle a los becarios, eran de estatus mas bajo, eso dañaría su reputación, sus familias eran importantes, el estatus era importante, ¿pero que estatus cuando Camus fue grabado humillando a una mujer mayor su amigo había cometido una locura, durante el tiempo en coma de Camus les había hecho el doble de trabajo a los de estatus alto, estaban sacando la cara por él, por su amigo y también por lo que Aiolos hizo en el pasado, ya habían perdido a tres estudiantes y no querían perder a otro, la escuela iba en declive y eso tenía que parar.
—Bien, una orden es una orden... Bueno iré con mi viejo amigo de la infancia, tal vez el me ayude con la información.—comentó el italiano.
—¡Espera yo te acompaño! Después del problema que tuve con los dos griegos no creo que pueda volverlos a ver a la cara...—Se fue al lado de su amigo.-¿Ustedes dos se quedan?
—...
—...
—Oigan por algo se empieza, además no creo que siga siendo el mismo que en ese entonces, ya de pronto hasta esté casado. Como ustedes.—se río el sueco para salir y cerrar la puerta tras de sí, lo que había dicho no fue cualquier cosa y ojalá fuera así si es que aquellos jóvenes que ya no eran jóvenes y estaban comprometidos, tuvieran sentimientos de su juventud. Y tenían que enfrentarlos después de todo una orden es una orden.
—Ditha, deja de hacer eso, sabes como son ellos dos.-suspira molesto.
—¿Y que tiene? Quiero ver como eran en su juventud, que recuerdos... Jajajaja—ríe alegremente.
—Enserio das miedo, Ditha.—suspira cansado, ya que lo que se viene será una locura no solo para ellos sino que para su amigo también.
Continuará...
-KIXI-
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