Querido Federico
Querido Federico.
Me siento increíblemente débil, increíblemente sola.
Algunas lágrimas han rodado hasta la hoja y ahora se encuentra empapada, porque no hallaba las palabras suficientes para expresar como me siento y decirte cuan conmovida me ha dejado tu partida, aunque si lo pienso bien, fui yo quien huyo aquel ultimo día.
Ya no sé si esta carta es para mí o para ti, sin en esta maraña de letras y sentimientos que ni siquiera yo entiendo, logres deducir lo que siento. Mi mundo es uno confuso, nunca fue uno libre de locura o de malos acontecimientos. Sin embargo, ahora que estoy sola y no sé qué haré, se siente el sonido del vacío, se siente el sonido de la soledad y me hace tanta falta ese ruido que la vida siempre me ha dado cargado de desastres.
Cuando llegaste, creí por primera vez que podría ser intensamente feliz, que por una vez en este loco mundo podría amar y ser amada, podría soñar y volar entre mis sueños. Dijiste que me ayudarías, dijiste que me devolverías a la vida y has cumplido tu promesa, porque en estos meses he vivido más de lo que hice en diecisiete años.
¿Merecíamos mas? No lo sé. Quizás, fuimos demasiado duros con nosotros mismos, con quienes nos rodeaban y con el mundo entero, quizás solo debíamos buscar nuestro lugar en el mundo y dejar de culpar a todos por esta destrozada vida a la cual nos destinaron. Pensé que serias mí siempre, pero en el fondo mi mayor temor siempre fue ser una más, un hasta luego en tu vida.
No sé qué me depare la vida, no sé cuántas veces me enamoraré y lloraré y me arrepentiré. Quizás tenga tantas noches sola que piense que moriré así, eso pensaba antes, y en otras noches en las que me abracen unos brazos que no sean tuyos y me besen otros labios, me haga falta tu compañía. No lo sé, dicen que el primer amor se torna inolvidable y vive con nosotros hasta el final de nuestros días.
Quisiera prometerte que no te olvidare, que vivirás conmigo en mi corazón y que seré lo suficientemente masoquista para creer que, en un mundo totalmente diferente sin una Carolina con problemas de princesa en apuros, un gallardo príncipe Federico de oscuras tentaciones y una bruja malvada que se cubre ante tus ojos con aspecto dulce, podríamos estar juntos. Quisiera prometértelo, a ti, Federico, ese chico dulce que conocí que no hubiera sido capaz de destrozarme el corazón y dejarme una cicatriz tan grande que posiblemente no olvide.
Quisiera prometértelo, pero NO LO HARÉ.
Estoy cansada de ser la princesa en apuros a la cual todos han ayudado. Mi peor error fue ese, creer que alguien más podría salvarme, que siempre habría alguien aquí, que estaría para mí. Y no, me he dado cuenta tarde que ya no hay nadie, el sonido de la soledad me aturde, y debo ser fuerte mientras me pierdo en esas canciones rock que tanto amabas y evito las lágrimas corran por mis mejillas como desconsoladas.
Debo dejarte ir con la humilde convicción de que no deseabas dañarme, que una parte de ti, Federico, sigue allí. Amé cada momento, amaba perderme en ti y amaba cada instante a tu lado. No obstante, todo terminó no de la mejor manera, pero si fue lo mejor, porque el amor no significaba perderme en ti: se trataba de AMBOS, no de ti, no de mí, de AMBOS y cometimos el error de tomar malas decisiones para nosotros mismos y creer que el amor nos salvaría, que el amor todo lo perdonaría.
No confundas esta carta, no confundas mi amor con el perdón porque no hay nada más lejano a ello. Si, te perdono con este corazón roto que dejaste detrás de ti, te perdono porque en medio de tanto dolor me enseñaste mucho y porque quiero avanzar, quiero correr y luego volar. Para ello debo perdonarte y entender, que por mucho me engañé y me convertí en alguien más porque creí que sin ti no podría, esa es la peor mentira que me dije. Porque ahora lo sé, yo puedo sola y lo haré, aunque tarde.
Confiare en mí, en la vida y en lo que siga y quizás algún día cuando nuestros corazones rotos ya no lo estén, tu corazón le pertenezca a otra y yo ame a alguien más, logremos darnos cuenta que el primer amor es inolvidable, pero no el único.
TE PERDONO, ME PERDONO, NOS PERDONO.
TE AMO, PERO NO OLVIDES, ME AMO AUN MAS.
Con amor, Carolina.
No te olvides de seguirme en mis redes sociales :)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro