CAPITULO 7:
Al ver como Ace apuntó por la espalda a aquel chico se me heló la sangre. Vale que hayan intentado secuestrarme pero...¿matarle?. Sin darme cuenta ya estaba entre Ace y el chico que corría. Observé como Ace apretó el gatillo pero rápidamente apartó el arma de mí haciendo que la bala impactara contra el tronco de un árbol, al ver aquello me caí sobre mis rodillas al suelo por el susto.
- ¡¿Estás loca?! - Le escuché gritarme y poco después noté como bajó a mi altura, dejando el peso sobre su rodilla derecha al tenerla posada en el suelo mientras me agarró del mentón, haciendo que le mirase - ¡No vuelvas ha hacer eso! ¡¿Entiendes?! - Lo miré a los ojos y abrí los ojos como platos. Él al notar aquello me soltó y se levantó - Tsk... - Guardó el arma en su cintura - Vuelve a casa, ahora - Dijo sin mirarme.
Yo simplemente me quedé mirando a su espalda sin decir nada.
- ¡¿No me escuchaste?! ¡Largo! - Me gritó furioso cosa que hizo que saliera corriendo de allí.
Le escuché gritar de furia y poco después escuché un fuerte golpe a mis espaldas cosa que hizo que corriera con más rapidez. No tardé en llegar a casa y como si fuera un rayo me metí en mi habitación. Miré por la ventana unos segundos y poco después aparté la mirada para comenzar a dar vueltas por mi habitación. Aquello que vi debía de ser un error pero...parecía tan real, que hasta me aterró...sus ojos azabaches...dejaron de serlo para tomar un color rojizo. Me acerqué hacia una estantería llena de libros, cogiendo uno de estos en particular; uno con una cubierta color rojiza que en este ponía "Leyendas y Criaturas fantásticas". Lo que no sabía es que desde que abriera ese libro cambiaría mi vida. Miré el índice del libro y pasé mi dedo índice por él hasta pararlo en "Seres sobrenaturales", miré la página la cual era la 206 y fui hasta ella.
Al llegar a ésta puede observar como en letras grandes y en negrita ponía "Seres sobrenaturales". Observé como el primer ser que apareció fue "EL HOMBRE LOBO". Negué con la cabeza ya que estos tenían los ojos amarillentos. Seguí mirando y mirando, pasando hoja tras hoja sin encontrar aquellos misteriosos ojos pero...quizás me estaba volviendo loca...estos seres no existen...además podría haber sido el reflejo del sol en sus ojos...
Dos toques en mi puerta hizo que escondiera aquel libro detrás de mí.
- ¿Si? - Dije como una niña buena.
- Señorita _____, tiene visita - Al escuchar a Marco suspiraste aliviada.
- Está bien...dile que pase.
Tras decir aquello observé como Marco abrió la puerta y dejaba ver como entraba un chico de cabellos rojizos.
- ¿Kid? - Dijo extrañada al ver le allí - ¿Qué haces aquí?
- Como no venías me preocupé y decidí venir a verte - Tras decir aquello pasó a mi habitación.
Escuché como Marco cerraba la puerta nada más Kid entrar.
- Oh...perdona tuve ciertos...contratiempos...
- ¿Qué escondes tras la espalda? - Al escucharle se me heló la sangre.
- Em...etto...verás estaba colocando los libros en la estantería y estaba poniendo el último cuando tu entraste - Mentí.
- Sabes que a mi no puedes mentirme ¿no, _____? Venga dime, ¿que ocurre? - Me dijo serio mientras se acercaba y se quedaba en frente de mí.
Suspiré, sabía que con él era una tontería mentirle, ya que tarde o temprano se enteraría.
- Bien...pero solo quiero aclarar que no estoy muy segura de lo que vi. Pero...
- Pero... - Me animó a seguir.
- Pero creo que mi mayordomo es...como decirlo...no es una persona normal.
- ¿Qué? - Me miró extrañado.
- Verás...pasó algo y después al mirarle tenía los ojos rojos...Por lo que estuve buscando información sobre eso pero...no encuentro el porqué - Le enseñé el libro.
Escuché una carcajada de su parte cosa que me molestó.
- ¿Qué tiene tanta gracia? - Dije frunciendo el ceño.
- ______ por dios, eso sería el sol al darle en la retina del ojo. No existen tales seres.
- Sabía que no me creerías... - Suspiré.
- ¿Que fue lo que viste para pensar tal cosa? - Me miró.
- No lo sé...es que su mirada...sus ojos...no eran los mismo...y ese rojo no creo que fuera por el sol, Kid - Le dije seria.
Le escuché suspirar mientras agarraba el libro y lo abría.
- ¿Algo más además de sus ojos? - Me miró.
- No lo sé...no me fijé en nada más...
- Pues por lo que sé, si crees que es un ser de estos los más conocidos son los vampiros. Estos como sabrás tienen los ojos rojos, tienen colmillos...beben sangre, tienen fuerza sobrehumana, al igual que corren bastante rápido - Me pasó el libro observando aquel ser de ojos rojos y dientes afilados.
- Es demasiado...no creo que sea, estos seres no existen... - Negué con la cabeza.
- Yo solo te busqué la criatura que tu me medio describiste, no recuerdo ninguna más con ojos rojos y con forma humana - Suspiró - Piensa un poco con la cabeza anda...es imposible que sea tal cosa. Solo piénsalo - Miró por la ventana y vio como el sol se fue escondiendo por detrás de las montañas - Bueno...mañana nos vemos. Cuídate.
- Lo sé...buenas noches - Y tras decir aquello vi como salió de la habitación y cerró la puerta nada más salir por ésta.
Suspiré y decidí darme una ducha para relajarme... Fui a por una toalla y a por mi pijama y poco después me metí en el baño para ducharme. Llené la bañera y cuando vi que estaba llena cerré la manivela del agua y me metí dentro de la bañera pero no antes de haberme quitado la ropa. Apoyé mi espalda en la bañera y me quedé mirando al agua recordando aquellos ojos rojos pero mi ensoñación se fue al escuchar unos golpes en la puerta del baño.
- Me estoy duchando - Dije y noté como la piel se me erizó.
- Después del baño tenemos que hablar - La voz grave de Ace llenó la habitación haciendo que me encogiera en la bañera.
- Si...tenemos que hablar - Dije sin saber como pudo salir de mis labios algún sonido.
Tras decir yo aquello escuché como los pasos se alejaron de la puerta y poco después se escuchó el crujido de las bisagras de la cama, aquello comprendí que Ace se sentó sobre mi cama.
Al rato salí de la bañera, liandome con la toalla mientras mi cuerpo tembló levemente al mirar hacia la puerta del baño y saber que tras aquella estaba...él. Me puse el pijama y salí fuera del baño notando como un pequeño miedo me invadía. Miré hacia Ace quien tenía una mano sobre su rostro, la cual la tenía apoyada en su rodilla. Al escuchar mis pasos levantó su vista y me miró fijamente, yo hice igual y lo miré a los ojos observando estos azabaches como siempre...cosa que hizo preguntarme si de verdad lo que vi fue real o no...saqué valor y decidí decírselo.
- _____, yo...siento lo ocu.... - No terminó de hablar al interrumpirle.
- Se lo que eres - Solté de golpe y porrazo viendo la reacción de Ace quien se sorprendió pero después observé aquella sonrisa divertida. Como la odio.
- ¿Pero que dices? - Se comenzó a reír pero dejo de reír al escucharme.
- ¡Deja de reírte! ¡Vi tus ojos rojos! - Le grité y observé como me miró fijamente mientras dejaba de reír.
- ¿Y según tú que soy? - Lo observé levantarse.
- Un vampiro - Dije no muy segura pero pude observar como comenzó a reír de nuevo - ¡Qué dejes de reír! ¡¿Acaso ves que esté de broma?! - Le grité ya harta.
- Por favor, _____. No me compares con esos chupa sangres - Se acercó más a mí hasta quedarse enfrente - ¿Acoso ves algún colmillo? - Abrió su boca y observé como sus dientes eran normales - Además un vampiro no puede cambiar sus ojos de color, siempre los tienen rojos - Observé como volvieron a ser rojos - Así que, dime ¿que soy?
Me quedé mirándolo sin saber que contestar pero una palabra se me vino a la menté.
- Eres... - Me puse pálida.
- ¿Soy? - Me susurró al oído.
- Un...demonio... - Dije entrecortado.
- Así es...duerme _____ - Me susurró y noté como mis parpados me pasaban hasta que me quedé dormida notando como me cogía en brazos.
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Chan Chan Chan! Espero que os haya gustado!
Nos vemos en la próxima❤
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