La gente corría por sus vidas, se refugiaban dentro de las tiendas y edificios por culpa un gran lobo que apareció y empezó a atacar a la gente sin motivo alguno. Su apariencia daba mucho miedo, de gran tamaño, diente afilado, negro con los ojos verdes brillantes, su pelaje levantado y pulsante. Pero el tamaño o su apariencia era lo de menos, su piel era tan dura que ni la policía ni las fuerzas especiales ni con todo su arsenal lo podrían detener, solo los enojaba mucho más.

El lobo se abalanzó sobre los auto policiales, lo cual hizo que se retirar. Aulló con fuerza, victorioso del caos y la muerte al su alrededor, pero un golpe que lo empujó hacia la pared de un edificio le quito el momento.

—Sabes que estas mal destruir propiedad ajena lobo piojoso—hablo un oso de color verde.

Los demás héroes estaban a su lado, listo para combatir contra lo que fuera esa bestia. —Chicos, Tras él.

Cyborg y Raven atacaron a distancia, robin y chico bestia cuerpo a cuerpo y Star alternaba, la bestia se defendía de los golpes, disparos y explosiones, nada le hacía daño, ni un rasguño, pero si lo hacían retroceder.

La criatura furiosa ataco a chico bestia, manos en boca, el joven sostuvo la mandíbula de la bestia. Aprovechando el momento la extraterrestre le lanzo su mejor golpe, apuntando a la cabeza—¡Ahhh! —pero fue más listo que ella, con su fuerza movió al chico y lo uso como escudo humano—¡No!

Ya herido, el lobo aprovecho para ir contra el joven maravilla y sus amigos, aprovechando el momento el momento la chica tomo a joven y lo llevo a un lugar seguro. Se veía débil, herido, no podría moverse muy bien. —Lo siento mucho.

—No pasa nada, son gajes del oficio. —Dijo sonriendo para calma a la pobre chica, aunque la chica no le hacía gracia alguna.

Los dos chicos hacían un buen equipo, esquivado y contratacando, la bestia parecía cada vez más cansado, Robin a ver eso y que ningún ataque le hacía daño, dio aviso a Raven para que usara el portal. Alzo sus manos, cerros los ojos, sus amigos atacaron juntos a la criatura y cuando Raven dijo las palabras mágicas el monstruo se habría alejado de sus amigos, justo para que ellos no estuvieran en peligros de ser absorbidos. Luchaba por no ser absorbidos, se aferraba con sus afiladas garras al suelo e intentaba caminar hacia ellos, arrastrándose con todas sus fuerzas.

—Parece que no sabe cuándo rendirse.

—Yo me encargo—De su mano saco un arma laser, que inmediatamente apunto y empezó a disparar hacia su enemigo, arrojando miles de ráfagas que lo empujaba más y desequilibraban. Antes de irse, la bestia escupió algo hacia ellos, lo cual distrajo por un segundo a Raven dándole la oportunidad de escapar. —Casi lo teníamos.

—Bueno, por lo menos se alejó... ¿Están todos bi...—Raven yacía en el suelo temblado con las manos cubriéndose el rostro.

Hacía mucho frio, habría nieve en todos lados, hielo cristalino cubriendo el lago y las paredes. El viento era fuerte, tanto que le era casi imposible moverse por el lugar. Nunca habría estado hay y si embargo sentía que le era familiar.

Por minutos recorrió un camino de nieve y torres de cristal, dentro de ellas habría gente congelada en posiciones de desesperación y miedo, llorando y suplicando por piedad, el suelo también habría, pero solo las cabezas, ya que los cuerpos estaban enterrados, aunque se veía que llevaban mucho tiempo, incluso que milenios, estas personas aún respiraban, estaban vivas.

De lejos se veía una gran torre blanca con tres caras de personas grabadas en la cima de esta, l tres gritaban sin moverse y de sus bocas salía una ráfaga de viento que congelaba todo lo que se acercaba, dedujo que era por eso que el lugar estaba así., pero habría algo raro, el sonido era de aleteaos, como si algo dentro de la torre estuviera intentando escapar o de volar, pero no podría salir de ahí.

Sin percatarse, se encontraba ya dentro de esta, como si una fuerza inexplicable la hubiera transportado en un instante. Habría cadenas con marcas místicas, algunas reconocibles a simple vista, otras que parecía tan antiguas como el tiempo mismo, y toda deban al centro de la gran sala, donde una gran bestia alada la miraba con calma. Era grande, negra como la noche y sus ojos azules como el mar profundo, su apariencia era de pesadilla, impotente, bestial...demoniaca.

—Aun no es la hora, vente de aquí bruja y vuelve solo cuando el tiempo. Ve y vuele solo cuando el tiempo y el espacio sean apagados, cuando las cadenas que me atan a este mundo estén rotas y los muertos camines de nuevo en la tierra.

Despertó a lado se sus amigos, que preocupado por ella la habrían llevado a un hospital y habría pensado lo peor. Lo primero que sintió fueron los brazos de Starfire, que con lágrimas salto sobre ella de alegría y tristeza. —¡Raven!!!.

—¿Star? ¿chicos? ¿Qué...que me paso?

—No lo sé, solo caíste al suelo, te tapabas la cara y temblabas... no te veía muy bien, pero menos mal que despertaste.

—No chicos, creo que tenemos un problema mayor, ese lobo era un sirviente, un familiar de un mal y ... creo que se quién es. —Dijo seriamente, pero dentro de ella habría miedo, incluso abrazo a Star con fuerza para poder calmarse un poco.

—¿A qué te refieres? ¿De quién está hablando? — Pregunto Robín, a sentir el miedo y la preocupación de Raven, pues si algo podría dar miedo a Raven, eso era algo que podría poner en peligro al mundo.

—Vi ...a mi abuelo.

—Ja... un anciano nos hace frente.—Dijo bulón el chico con la piel verdosa, pero al ver los ojos de ella y sus amigo, vio que esto era muy serio.

—Chico bestia, Si yo soy la hija del Trigon ¿Quién sería posiblemente mi abuelo? —Todos se quedaron callados, pues solo habría una respuesta.

Lucifer.