Un plano vacío, silencioso y tranquilo. De color blanco con un cielo rojo muy intenso, una figura femenina flotando en el centro de un altar de piedra negra. Respiraba lentamente con los ojos cerrado, centrándose en el vacío del universo.

Raven decidió ver de nuevo, y lo que vio fue un espacio colorido, de paz y serenidad total. Un plano natural con árboles y vida silvestre, acompañada de innumerables flores y un lago en el centro de todo. Camino hacia una colina donde una figura femenina se encontraba sentada a lado de un manzano, se sentó a su lado y empezó a ver lo que ella veía, una gata, de pelaje anaranjado con manchas rojas, que miraba atentamente a un cuervo durmiendo en la cima de una rama.

—Ella está esperando...

—Me imagino que se quiere comer al cuervo.

—No... Lo que quiere es jugar.

El cuervo empezó a abrí los ojos, se levantó y sacudió de un lado a otro sus alas para así alzar vuelo, la gata corrió hacia ella, saltando en vez de cuando para intentan alcanzarla. La pelirroja empezó a reír y se recortó en el hombro de su acompañante.

—Se parecen a nosotras... Solo que, al rever, tú eras la que me seguías y yo te ignoraba. Lamento no haberte correspondido en ese tiempo.

—¿Y ahora me corresponde? —Star levanto su mano derecha enseñándole un anillo de oro.

—Desde hace 5 años mi amor.

—_—_—_—_—_——_—_—_—_—_—

Ella reía por los terribles coqueteos y halagos del joven maravilla, nadie podría negar que desde hace tiempo que ese chico se enamoró de la extraterrestre y que, con su carisma y astucia, intentaba conquista su corazón. Pero para su mala suerte, la chica no entendía los métodos o los rituales de cortejo de la raza humana, por lo que ve sus acciones solo de amistad.

Que ingenua e inocente resultaba ser la joven, pero eso la hacía verse tierna antes los ojos de sus compañeros. Su risa la hacía sentirse más viva y cada acción le provocaba acercase a ella y confesarle sus sentimientos.

Pero no lo hizo, solo siguió observando como los dos jóvenes hablaban y reían mientras chico bestia estaba a su lado. El joven no paraba de hablar sobre cosas y temas que Raven no escuchaba para nada, su mente se encontraba demasiada ocupada para préstale atención al pobre chico.

Se fue a rato pensando y analizando su situación, es obvio que está enamorada, es obvio de quien y el tal vez del porqué, pero como confesarle o tan siquiera hacer que ella saliera con ella era un problema. Nunca antes lo habría hecho, lo más cercano que tuvo de una experiencia romántica ha sido solo por las novelas romance y por chico bestia, que sus constantes insistencias, halagos y regalos los fueron negadas mil veces y de mil maneras posibles.

Volvió a su habitación, unos de los pocos lugares donde puede estar tranquila. —¿Por qué me tiene que pasar esto? De todas las personas de la tierra, de la galaxia, del universo y de los multiversos existentes ¿Por qué yo?

—¿Qué cosa? —Habría otra persona en su habitación, una que se encontraba sentada en su cama y con un libro suyo en sus manos.

—¿Qué haces tú aquí?

—Esperando a que Cyborg termine de prepararse para poder salir.

—Pero sabes que no es bueno de que te andes en la torre como si nada, Robín podría verte y nos daría problemas a mí y a Cyborg.

—Él está muy ocupado con la chica espacial así que tranquila. Oye ¿Te sirvió? —Pregunto emocionada, sus ojos se encontraban muy iluminado solo por saber si le sirvió el hechizo que le dio hace días como agradecimiento de un favor previo.

—Pues...sí.

—Bien, esto ¿Me dices que vistes? —Suplico la peli rosa, Raven no quería decirle, en especial a esta bruja malvada, pero talvez pueda ayudar en algo.

—Pues ...a una persona

—Tú y tus misterios ¡Ya dime! —La nueva titán se tapó la boca a darse cuenta de que grito muy fuerte y que por un momento Robín pasaría por ahí pero no fue así. Para ese momento, solo ella y Cyborg confiaban en Jinx, habían visto un cambio positivo y convencieron a los titanes del este que la integraran en su grupo, pero los demás como Robín no se creía que ella pudiera cambiar.

—Bueno, pero me tienes que prometer que no se lo dirás a nadie. —La otra asistió, y con un tras un respiro corto y los nervios de punta, hablo— Ella...

—¿Ella? ¿Cómo que ella? Pero, pensé que tú y el niño verde.

—¿Que? No ¿Por qué todo el mundo piensa eso? No.... ni en un millón de años. Fue a Starfire la que vi.

—¡Oh! Ya veo Sabes que si vez a una persona es que la amas.

—Ya me lo imagina.

—¿y Se lo piensas decir? O ¿Tan siquiera pedirle que salga contigo?

—No lo creo, ella está fuera de mi alcance.

—Solo lo está si piensa que lo está.

---------------------------------------

Ella se fue, Raven se quedó un rato pensado en lo que dijo la chica y una idea se le surgió, no era la más brillante que se le hubiera ocurrido, pero podría funcionar, así que se levantó de su cama y con ánimo se fue hacia la puerta para hablar con, pero un ruido la detuvo, volteo y vio ese mismo libro, aquel que vio en su primera visión tirado en el suelo. Por un momento lo ignoro, pero se oyó algo acercase y era el libro que iba tras ella.

Lo atrapo con facilidad y vio que tenía una hoja que sobresalía por un borde, un papel vacío, viejo y nada fuera de lo común, pero las cosas raras suceden por alguna razón. Pero no era el momento de investigar cosas paranormales, ya que ahora solo tenía pensado hacer solo una cosa.

.

.

.

Lamento la tardanza, pero no sabría muy bien cómo escribir el capítulo, lo escribía y de inmediato lo borraba porque no me gustaba como quedaba y hace unos días tuve la mejor idea.

Quitar los dialogo y la importancia de chico bestia de esta parte.

Si, bueno no se preocupen el saldrá más adelante y aun no sé si poner una pareja yaoi.