~Elizabeth~

Caroline se había ido hace cuatro días y las cosas que estaba sucediendo en la manada me estaban volviendo loca.

• Primero mi padre me dejo a cargo para que me familiarizada con lo de ser la alfa de la manada.
• Segundo Edward quería irse a la manada de su mate Lucia, ya que ella al ser hija del alfa no podía venir a vivir acá.
• Tercero tenía que buscar otro beta para reemplazar a Edward.
• Cuarto no se como paso pero Edward y Lucia estaban decididos a dejar a todo el mundo en claro se son pareja y por ende me tocaría organizar algún evento o fiesta.
• Quinto tenía que sacar tiempo para mis estudios.
•Sexto tenía que evitar que Caroline se volviera loca y no matara a nadie por lo de Edwar y Lucia. (claro si esta regresaba)

Aunque el sexto tal vez no lo tendría que hacer, los demás sí. Y eso me dejaba con muy poco tiempo libre ya que siempre había problemas en la manada.
El despacho de mi padre era muy aburrido, tenía colores oscuros y muchos libros.

— ¡Lucia llego llorando y me abrazo muy fuerte! ¿Qué quieres que haga? —lo dijo un Edward muy enojado.

— ¿Y no le preguntaste por qué? —preguntó Cristian.

— Me dijo que hablo con Caroline, y eso es lo que mas me asusta. No se que le dijo ella a Lucia.

No entendía nada de lo que estaban hablando ellos, pero se oía un alboroto en la sala principal así que me dirijo así allá y ando los conmigo.
Cuando llegue vi a algunos integrantes de la manada riendo a carcajadas mientras veían un documental.

— Acaba de decir que penetraron una selva virgen —dijo uno de los encargados de seguridad asiendo que las risas se intensificaran, su nombre creo que era Dex.

— Callate Dex o cambio de canal —expreso Caroline, esperen Caroline.

— Caroline —dije con voz incrédula.

— Hola Lizzy, qué tal te va como nueva alfa de la manada.—lo dijo como si nada.

— Caroline Moon te quiero en mi despacho en este momento.

Nos encontrábamos en el despacho Cristian, Caroline, Edward y yo.

— Te desapareces por unos días y luego te apareces como si nada. Tienes idea de lo preocupada que estaba por ti.

— No tengo idea de lo preocupada que estabas Lizzy. Pero tenía que resolver algunos asuntos personales, lamento a ver les preocupado. —lo dijo mirando a la estantería repleta de libros.

— Lo importante es que ya estas aquí—dijo Cristian.

— Exijo saber qué le dijiste a Lucia, para que ella regresara llorando. —demando Edward.

—No le dije nada malo a Lucia así que calmate. Lo que le dije fue que no tenía sentido pelear por tu amor y que quería ser su amiga. —lo dijo restándole importancia.

— Te conozco Caroline, se que le hiciste algo.—expreso Edward enojado pero Caroline no le dejo hablar.

— Te equivocas. Tu no me conoces, si me conocieras sabrías que nunca lastimaría a alguien que tú amas. Sabrías que con verte feliz me basta pero no. Tu no me conoces nada, nada. —expresó Caroline asiendo un pequeña pausa.— Lo que hable con Lucia fue que me alegraba que ustedes dos se conocieran y llegaran a quererse, ya que el vinculo que ustedes tienen es muy fuerte. Le dije que no serias muy feliz si estaban conmigo pero que con ella podrías hacer que todo sea posible. —lo dijo dejando caer algunas lágrimas.

— Perdón, yo no...

— Solo callate Edward —dijo Cristián muy molesto llevándose a Edward fuera del despachó.

Me senté en un sillón junto a Caroline. Me sentía como ella, me identificaba con ella. La abrase quería que supiera que siempre la apoyaría.

— No, no quiero tu lastima Lizzy. —lo dijo apartándome.— Tu todavía puedes ser feliz, los dos se aman pero también son muy orgullosos. Existen veces que el orgullo nos ciega y nos impide hacer lo que en verdad queremos, no dejes que este decida las cosas por ti. Se la única responsable de tus decisiones Lizzy.

~♦~

Caroline era una de las personas mas sabias que conocía pero también era imprudente. La charla que tuve con ella me dejo pensando mucho, pensé en Alexter, en Eiden el cual no había visto en algunos días y se me hacían una eternidad, también pensé en como quería que fuera mi vida.

— Lizzy —grito Caroline entrando a mi despacho.

— Estoy muy ocupada en este momento Caroline.

— Sí, si ocupada pensando en el futuro. Eso no es tan importante, necesito tu ayuda para conseguir trabajo.

— ¿Trabajo? —pregunté.

— Sí, necesito trabajo.

— Por el momento no hay un trabajo que pueda darte en la manada, pero se que necesitan personal en una heladería que esta cerca de mi instituto. —comenté.

— Iré a allá entonces pero estas segura que no tienes nada para mí.

— Muy segura, por cierto tu aura es diferente es como si fueras una humana.

— Claro que es diferente ya que dormí a mi demonio y mi loba, pero puedo despertarlas cuando quiera. Y como se que me preguntaras porqué fue por que no quiero sufrir más Lizzy. El amor apesta. —lo dijo Caroline con algo de desagrado.

Acompañamos a Caroline a pedir empleo en la heladería y cuando me refiero a acompañas es que fuimos Cristian, Edward, Dex (para cuidarnos) y yo de acompañantes. Por supuesto que le dieron el trabajo rápido ya que Caroline era simpática y amable. Su uniforme era sexy en pocas palabras cosa que yo no entendía, porque el mismo uniforme que a ella le quedaba como una Diosa a otra chica le quedaba fatal. En fin Dios tiene favoritos en esta vida.

— Edward mañana iremos con Lucia de compras y como eres su novio o lo que sea es tu deber acompañarla en una de las tareas más aburridas para los hombres. —lo dijo Caroline mientras entraba en el auto.

— ¿Y por qué solo yo tengo que aburrirme? —expreso Edward.— Que Cristian también nos acompañe, el siempre pasa de vago en la manada.

Cristian iba a quejarse por la petición de Edward pero Caroline le susurro algo y este asintió, aceptando irse con ellos. Lo que me causo escalofríos fue la sonrisa que me dedico Cristian, ya que era la misma que ponía cuando se le ocurría una mala idea o un plan.