Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo. 23 " Libro del Sol"


~Cristian~

Elizabeth todavía no despertaba así que decidimos que Eiden y yo iríamos a su castillo en busca de aquel libro, ya que resulta que los vampiros del reino del Este tenían un acuerdo de paz con nosotros, además estos detestaban a los lobos negros. Alexter se quedó cuidando a Elizabeth, la cual al parecer tenía un poco de fiebre y si ella preguntaba algo a Alexter o  a Edward ellos se encargarían de distraerla.

Nos encontrábamos en el palacio y Eiden no dejaba de repetirme que no me alejara de el.

—Tranquilo no creo que me gustaría dar un paseo solo, además las vampiras no están preparadas para un ser tan hermoso cómo yo. —exclame.

—No creo que sea eso, pero bueno. Estamos cerca de la biblioteca. —Exclamo realizando una pausa —Ten cuidado con Gertrudis, le gusta llamar la atención.

— ¿Gertrudis? —cuestione.

—Sí, ella es la bibliotecaria, pero que no te engañe su belleza es una arpía.

Al entrar en la biblioteca puede observar a una hermosa mujer de cabello rubio y ojos verdes la cual me dedico hermosa sonrisa, yo iba a dirigirme hacia ella pero Eiden se interpuso en mi camino, me tomo del brazo y me llevó al lugar donde supuestamente se debería de encontrar lo que estábamos buscando.

—¿Por qué hiciste eso? —se lo pregunté.

— Te dije que te alejarás de ella, Gertrudis es una vampira muy antigua la cual tiene fama de embobar a todo aquel que se le cruce en el camino y luego absorber toda la sangre que este tengan. —lo dijo, haciéndome tragar duro.

Pasamos por algunas repisas y pasillos repletos de libros muy antiguos y viejos los cuales contenían bastante polvo, hasta que Eiden se detuvo en uno y cogió un libro grande de color rojo con borde dorado que tenía un sol en su trampa. Lo analizó cuidadosamente todo andaba bien hasta que se llevó sus manos a su cabeza en un gesto de frustración.

—¿Qué sucede o que anda mal? —se lo pregunté pero sólo tuve silencio de su parte. Al parecer no me iba a dar una explicación a lo que estaba sucediendo, me acerqué cuidadosamente al libro y vi que esté tenía dibujos y no existía ni una sola palabra, sólo fotografías o dibujos que para mí no tenían sentido.

— Esto no puede ser, tiene que haber una falla. —empezó a decir Eiden.

— ¿Quién nos puede ayudar ? —se lo dije captando la atención de este. —Mi abuela solía tener libros así en su biblioteca ella podía leerlos, lo que se necesita es un conjuro o hechizo muy raro. —exprese.

— ¿Dónde vive tu abuela?, necesitamos su ayuda. —expresó.

— El problema no es encontrarla. El problema es que ella no quiera recibirnos o no nos quiera tener allí. —exprese realizando una pequeña pausa. —Ella cree que las cosas pasan por algo, así que necesitaremos convencerla para que nos ayude.

— Es decir que no les quiere a ustedes allí — comentó.

— No, el problema con ella es que cree que algunas cosas no necesitan su intervención, qué quien se va del templo no necesita volver allí; mi hermana y yo venimos ese lugar no creo que ella quiera volver a recibirnos. —comenté.

—Intentémoslo, ya que si no lo hacemos luego nos lamentaremos por no hacer nada al respecto o no buscar una solución.

Después de encontrar el libro nos dirigimos a la salida del Castillo, pero Eiden se detuvo bruscamente causando que yo chocara con el.
Al mirar a un chico con las mismas facciones que Eiden pero con ojos morados supuse que eran familia o algo, este tenía un aura oscura y se veía claramente que sentía odio o ira hacia Eiden y asco a mi olor de lobo.
Detrás de el se encontraba una hermosa chica con facciones delicadas, cabello negro azabache y ojos color cafés oscuros.

—Cristián te presento a mi querida hermana Asura y Caine.—explico Eiden.

—Es un placer conocerte.—articulo Asura con una sonrisa en sus labios.

—Yo no diría lo mismo.—comento Caine.

—Asura y Caine son el sol y la luna de la familia, son todo lo contrario como lo puedes apreciar Cristián.

— Y Eiden es el consentido y tramposo de la familia, te quita todo lo que te pertenece,  incluso el trono.— argumento Caine.

—Sabes que eso lo decidió padre y si no te gusta su descion dicela a el y no a los demás, será mejor que nos marchemonos Cristián; Asura fue un gusto volver a verte hermanita, cuidate. — expreso para acto seguido salír del castillo.

Llame a Elizabeth para que viniera con Alexter  y encontrarnos con los ellos en el bosque para ir a Alaska y hablar con mi abuela. Mi padre se había ido a un viaje de negocios así que el que se quedaría al mando seria Edward, el segundo beta de mi hermana.

Elizabeth y Alexter no tardaron mucho, yo me encargarme de teletransportarnos hacia Alaska; para llegar a el templo subimos los escalones que existían ya que la montaña tenía un raro hechizo que te impedía utilizar la magia para subir a esta, pero el la cima tu magia se volvía más poderosa.  Al llegar a la cima nos encontramos con el gran portón del templo, este se encontraba cerrado, nos tomo algunos minutos lograr habría las puestas ya que estas eran mágicas y se tenía que responder un asertijo para poder entrar.

Al entrar en el templo todo estaba en silencio y no existía algún ser por allí, parecía estar totalmente vació. Al recorrer el templo encontramos a alguien encapuchado sentado meditando, nos acercamos haciendo silencio para no interrumpir su meditación, pero Alexter le toco el hombro a este ser... entonces la nieve que caía se detuvo y en un abrir y cerrar de ojos este ser encapuchado tenía a Alexter en el suelo indefenso.
El se encontraba inmóvil, Elizabeth intento ir a defenderlo pero no pudo ya que todos se encontraban inmóviles menos yo, que ironía.

Me dirigí con mucha velocidad hacia este ser y lo estrelle en la pared haciendo que un quejido de dolor salga de este, se soltó rápidamente de mi agarre y me tomo del brazo situandolo detrás de mi espalda, su piel hizo contacto con la mía y en ese momento me empecé a sentirme débil, también sentía como si un ácido estuviera recorriendo por mis venas.  Solo conocía a una persona con ese don y esa era Caroline Moon.

—Caroline basta, me estoy mareando.—suplique.—Tu ganas, pero para.

—Eso no es lo que yo les enseñe, son líderes y los líderes nunca deben suplicar clemencia.—lo dijo soltandome y deshaciendo el hechizo que no les permitía moverse, y la nieve comenzó a caer.

—Sabes dónde está mi abuela.—pregunto mi hermana, mientras yo intentaba recobrar el aliento.—Necesito su ayuda...—y Caroline no la dejo terminar.

—Para llegar al mundo mágico y conocer más sobre Rubí Sun Evil Devon. Te sugiero que no te apresures con todo, a veces el destino tiene distintos planes para cada uno de nosotros. Pero si en verdad quieres saber de ese lugar y de mi reina no creo que tu abuela se a la mejor opción.—contesto Caroline sacándose su capucha y dejando ver sus ojos color avellana y cabello azabache.

—Necesitamos hablar con ella.—articule con un hilo de voz ya que no me recuperaba por completo.

—No pueden hablar con ella, ella salio a una reunión lo cual se me hace muy raro y me dejo a cargó del lugar como podrán ver.—explico Caroline.

—¿Entonces eres nuestra única opción?—pregunto Eiden.

—Sí, así es príncipe Eiden. Siganme los guiaré a la oficina, espero que traigan el libro.

Caroline Moon era una de las profesoras o encargadas del templo. Su historia era totalmente desconocida lo único que se sabia era que desde niña estaba atrapada aquí y que fue criada como hija de la tercera cuidadora del templo, todos los archivos de esta cuidadora eran un misterio, ya que habían desaparecido. Caroline poseía habilidades fantásticas pero al mismo tiempo peligrosas... Ella podía ver fragmentos del futuro y pasado, anulación, generación de ácido y control e invocación de la oscuridad.
Mi abuela nunca nos contó la historia de Caroline, pero por lo poco que se encontraba en los registros sobre ella, era que era un demonio, un demonio de oscuridad.

— Pongan el libro en la mesa, yo se los leeré pero si no les importa le haré una copia para examinarlo con mas detalle.

Eiden puso el libro en la mesa y se alejo un poco de este, después de que Caroline realizara una copia del libro empezó a leerlo.

—Hace mucho tiempo cuando el Sol y la Luna crearon sus hijos, el Sol creo a su hija de una nube y sus cabellos de los rayos del sol. La Luna creo a su hijo con el polvo de las estrellas. Vieron creer a sus hijos en el mundo magico, pero el Sol al ver el sufrimiento que un lobo provoco a su hija, se quejo con la Luna por su creación. La Luna estaba muy enojada y en consecuencina creo un hechizo con ayuda del Destino.

«Ningun desendiente del Sol y la Luna estarán juntos, y si así lo desean sufrirán la furia del destino»

— Podrias ir a la parte que nos interesante.—comente.

— Bueno. El Sol para hacer que su nieta no sufra lo mismo que su madre pidió a una bruja que lanzara un conjuro el cuál hace que cada 200 o 500 años los recuerdos de su mente se vayan a lo más profundo de su mente y los olvidé. — realizo una pequeña pausa.

—¿Por qué haría algo así?

— Porque ella llego a conocer a sus otros compañeros, pero cada vez que el destino los hacia sufrir ellos se olvidaban mutuamente para no hacerse más daño.—contesto Caroline.

—¿Cómo podemos llegar a el mundo mágico?—pregunto Alexter.

—Yo los puedo llevar pero tienen que sacarme de aquí, resulta que si alguien no me saca de ese lugar yo no puedo salir por mi cuenta, es una larga historia.

—Tenemos un trato Caroline.—dijo mi hermana estrechando su mano.— Pero no de supones que te quedaras a cuidar este lugar.

—Tu abuela llegara cuando termine de hacer mis maletas tranquila.—dijo Caroline.—Entregando el libro a Eiden.

Esperamos unos minutos hasta que Caroline hiciera sus maletas para irse, ella bajo las escaleras y en se momento la puerta se abrió, mi abuela había llegado. Ellas solo se dieron una mirada y Caroline nos acompaño, al salir del templo ella se encontraba muy feliz. Esta era la primera vez que veía su aura esta era muy poderosa y oscura, incluso intimidante.

—Lista, será un largo camino de descenso.—dijo mi hermana, poniendo una mano en el hombro de Caroline.

—Sí, he esperado mucho tiempo. Espero que tu estés listas para todas las cosas que se avecinan.

—Lo estaré.—comento Elizabeth.

En el camino las chicas iban platicando y nosotros jugando con la nieve, sin contar las veces que nos caímos por lo resbaloso que estaba. Al llegar a la manada Edward salio corriendo a recibirnos, al ver lo apresurado que estaba pensamos que algo había pasado; pero nos equivocamos ya que la mirada de él se fue directo a Caroline. Eiden estaba hablando con ella así que Edward lo empujo y tomo de las manos a Caroline la cual estaba desconcertada,  a puesto a que eso no lo vio venir en su futuro.

Al parecer Edward había encontrado a su compañera demonio y no era nada mas que la mismísima Princesa Oscura mas conocida como Caroline Moon o así la llamábamos en el templo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro