~Cristian~

Media hora había pasado y todavía no sabíamos nada sobre mi hermana, me teletransporté a muchos lugares pero en ninguno estaba ella.

—¿Dónde crees qué esté Elizabeth? —pregunto Alexter.

— Dónde sea que se encuentren debe estar muy hambrienta —expresó Eiden. — Así que sería mejor conseguir algo de comida para calmar su apetito.

— Esa es una buena idea. Ustedes dos se encargarán de ir a buscar una presa para Elizabeth, llévense este recipiente para que traigan la sangre y se irán acompañados de algunos guardias, para mayor seguridad. Ya que si vas tú solo Eiden y te van a matar por ser vampiro. Y si vas tú solo Alexter igual porque les caes mal al ser un lobo negro —exprese.

Los dos asintieron y se fueron acompañados de cuatro guardias, los cuales intervendrían sólo si es necesario es decir si estos se peleaban o alguien los atacaba.

Busqué un hechizo de rastreo en el libro de mi familia pero salía que sólo un ser podría realizar lo y este era la Reina o alguien que tenga su aprobación; pero se suponía que nosotros Elizabeth y yo éramos los hijos de la la reina de las brujas entonces por qué no podíamos realizar lo. Seguí leyendo las páginas y hablaban sobre una reina y rey que controlaban a todas las especies de seres mágicos desde un mundo totalmente diferente al nuestro, estos dos se hacían llamar los descendientes de los dioses Sol y Luna al parecer ellos tenían un poder surrealista y sólo ellos podían hacer algunos conjuros y hechizos que los demás con distinto poder al suyo seres inferiores no.
Estaba tan concentrado en aquellas páginas de papel que no me di cuenta que ya habían pasado horas. Alexter, Eiden y  los guardias ya habían regresado.

Eiden tenia su boca y manos manchadas con sangre y Alexter tenia toda su camiseta manchada del mismo liquido carmesin que Eiden. Por otro lado los guardias parecían qué hubieran visto algo que los dejó traumados o asustados,  ya que su mirada estaba ida.

—¿Qué les hicieron a mis guardias que están así? —pregunté a lo que los dos pretendientes de mi hermana, ellos sólo se limitaron a darse una mirada cómplice.

—  Fuimos a cazar algo como nos pediste... —explico Eiden haciendo una pequeña pausa — Pero tuvimos complicaciones en transferir la sangre del ciervo al envase que nos diste, así que nos demoramos un poco, bueno mucho tiempo y como no logramos extraer toda la sangre del ciervo el resultado fue que la sangré se impregnara en nuestra ropa y manos como puedes ver.

— Además cómo se me me dificultaban  llevar al ciervo, decidí llevar los hombre mi hombro y como explicó Eiden la sangre que quedaba en el ciervo se impregno en mi ropa— lo dijo con una sonrisa triunfante.

Definitivamente tengo que tomar muy en cuenta no dejar a estos dos iguales ya que pueden causar muchos problemas y haciendo una tarea simple. De repente todos escuchamos un fuerte sonido el cual provenía de la habitación de Elizabeth, así que salimos corriendo a esa dirección dejando el ciervo, la sangre y los guardias en la cocina. Cualquiera que viera a los guardias en la cocina pensaría que se están dando un festín en la noche.

Elizabeth se encontraba  acostada durmiendo en su cama pero su ropa estaba un poco desgastada y sucia era como si hubiera tenido una pelea, y estaba diciendo palabras inconscientemente mientras estaba dormida.

—Rubí Sun Devon... Reina... Sol... Descendiente del Sol... — balbuceaba Elizabeth.

— Yo  conozco esos apellidos, sé que los he escuchado en algún lado —expresó Eiden optando una postura pensativa. —Ya lo sé, en la biblioteca familiar hay un libro que habla sobre el o la descendiente del Dios Sol.

— Eso sería de gran ayuda, podrías conseguirlo.

— No lo se Alexter, mis padres son muy reservados pero tocara intentarlo para poder ayudar a Elizabeth.

— Mañana pensaremos en un plan, por el momento dejemos la descansar y guardemos el ciervo y la sangre que ustedes dos trajeron... o podemos hacer un festín para nosotros. — exprese a lo que ellos dos me dieron una sonrisa como aprobación.

Decidimos que la mejor idea que teníamos que hacer algo de comida cuando fui en busca del libro de cocina de aquí Ninguno de los tres sabía cómo cocinar exactamente no encontré el libro que estaba leyendo.

—Encontré este libro. Pero uno es de cocina y el otro es de los descendientes del Sol y la Luna y si para romper las estúpidas reglas que crearon nuestros abuelos o antepasados necesitamos a los descendientes, sera mejor empezar a buscarlos desde ahora. — exprese.

— Yo no quiero cocinar que Alexter cocine. —expresó Eiden — Yo soy mejor con los libros. —  dijo arrebatándome aquel libro de mis manos.

— Alexter y yo cocinaremos tú busca algo útil en aquel viejo libro.

— A sus ordenes capitán.

— ¿Capitán? —pregunté.

—Suena cool — expresó Alexter buscando un cuchillo.

—Siempre lo quise decir, algo menos en mi lista de cosas tontas.

— Mejor trabajemos que ya tengo hambre — exprese y cada uno se puso a realizar su trabajo.

Después de cocinar y escuchar el "Shhhhh" de Eiden pidiendo silencio por fin encontró algo útil en el libro.

— He encontrado como llegar a ese lugar, al mundo mágico para ser exactos— expreso.

— Continua

— Bueno para llegar allá necesitamos unas pulseras mágicas muy antiguas de las cuales quedan muy pocas o una puerta mágica, pero el problema de las puertas mágicas es que están ocultas por todo el mundo y la manera mas rápida para encontrarlas es con un rastreador.

— Entonces necesitamos un rastreador y ya— expreso Alexter relajadamente.

— Eiden asintió— Pero es muy difícil hacer un trato con estos y pueden traicionarnos— concluyo.

— Esa es nuestra única opción  pero tendremos que asegurarnos que el rastreador sea de confianza para evitarnos algún riesgo.

Una cuarta voz se sumo a nuestra conversación, pero lo que nos diría no seria para nada agradable.

— Ningún rastreador es de confianza a menos que ustedes sean sus amos o reyes, incluso así aveces existe traición...