Mi Más Alejado Deseo

Capítulo 25

Azael Stone

Ayer ha sido un día extraño, más bien Alana estaba extraña, no querer comer, sentía que actuaba en cuanto a la felicidad ocasionada por la sorpresa. Siento que está comenzando a sospechar ¿Y si es como dice Jul? Estará esperando a que yo mismo se lo confiese para así confirmar sus sospechas.

No, no diré nada, mantendré este silencio. Estaré con ella hasta donde más pueda, la quiero y no quiero perderla, solo qué no sé que demonios hacer con ella y con Jul al mismo tiempo.

Estoy en mi auto yendo a la empresa aún cuando mi mente ha quedado en casa ¿Qué sucede con ella? Hoy llegué mucho más tarde, por lo tanto todos los del primer piso me verán ya que iré a la cafetería por un café. Dejo mi auto parqueado y mis pies siguen moviéndose por la misma inercia de cumplir con la rutina; es imposible lo que mis ojos captan ¿Ese tipo quién es? ¿Porqué sonríe tanto con él? No entiendo, no sabía que había hecho amigos en la oficina, será por él que no se emociona de estar conmigo ¿Me está engañando? Cómo puede hacerme esto, he estado junto a ella todo este tiempo y no me di cuenta de sus nuevos intereses ¿Cómo puede engañarme de esa manera? Maldita sea, está con ese tipo.

Me acerco a ellos donde toman un poco de café, ayer no sonreía así conmigo, pero con ese imbécil si lo hace.

—Buenos días —saludo y ambos voltean a verme.

—Buenos días —responde su acompañante.

—¿Que haces? —contesta Alana con un tono molesto.

—Saludo ¿Quién es él? —Fui directo a lo que me interesa saber.

—Mucho gustó señor, mi nombre es Fernando.

—No te pregunté a ti —la miro a ella.

—Es mi amigo ¿Que demonios te pasa? —comienza a fruncir el ceño.

—Solo es un amigo o algo más porque te veo muy sonriente con él.

—¿Que estás insinuando? —pregunta con un poco de dolor.

—¿Te estás acostando con él? —pregunto sin importa la presencia de aquel idiota.

—¡Estás loco! Maldita sea Azael de verdad me estás preguntando eso.

—Te veo muy sonriente con él, mucho más de lo normal y has estado actuando extraña en casa últimamente.

—Sabes dejemos esto aquí —escucho decirla.

—¿Vas a huir? No lo harás por mucho vivimos juntos, no lo olvides.

—Vamonos Fernando, no tenemos más nada que hacer aquí.

Veo como ambos se retiran de la cafetería, siento como mi sangre hierve dentro de mí, que le ve a ese idiota ¿Quien le dió la opción de estar hablando con otro? Ella es mía, solo mía.

Camino hecho fuego a mi oficina, agradezco que tengamos muchísima diferencia de pisos para no verla en todo el día pero cuando llegue a casa hablaremos.

—Buenos días amor mío —saluda Jul desde el asiento de mi escritorio.

—¿Que haces aquí? —Espero que no busque enfurecer mi ira más de lo que ya está.

—Vengo a saludar a mi hombre —me da una mirada coqueta mientras se levanta y dirige su cuerpo al mío.

—Deja eso para otro día — cómo pudo haberme contestado así delante de ese.

—¿Qué te pasa? ¿Porqué estás así? —No sé si sea buena idea contarle pero necesito desahogarme.

—Fui a la cafetería del primer piso.

—¿Y eso que tiene?

—La encontré a ella—suelto mis palabras — con un tipo que se hace llamar Fernando—mi enojo aumenta de solo acordarme de ese idiota — muy sonrientes tomando café delante de todo el mundo, acaso no me respeta —termino de hablar y solo la escucho reírse.

La irá me va a cegar y la terminaré echando de mi oficina si sigue riéndose de esa forma frente a mi, me enoja aún más, me hace sentir como un loco.

—¡¿De que demonios te ríes maldita sea?! Habla ya.

—Bien te voy a ser sincera, ya sabes cómo soy te digo todo sin vendar nada.

—Habla ya sino te largas.

—Lo siento cariño pero primero que nada, no tienes derecho de exigirle respeto cuando tú a ella no se lo das cuando estás entre mis piernas.

—Seguimos estando juntos, ella y yo no hemos terminado.

—No han terminado y tú conmigo tenemos dos meses jugando con ella. Segundo, si ustedes terminan ella está en todo el derecho de rehacer su vida con quién se le pegue la gana, no seas imbécil.

—No Jul, allí estás muy equivocada porque ni ella, ni tú tienen derecho de estar con alguien más que no sea yo.

—No me hagas reír cariño, cuando sueltas a las personas ellos hacen lo que quieran. Tercero, esos dos solo son amigos, no te miento él si le gusta ella, pero ella está tan enamorada de tí que solo lo ve como un amigo.

—¿Tu cómo sabes eso? —pregunto con demasiada curiosidad.

—Soy la portadora de información del jefe, debo revisar cada piso y sus trabajadores algunas veces por semana. Por lo tanto he visto cómo él la mira, no miento que al ser el único amigo de ella aquí pasan mucho tiempo juntos.

—Entonces ¡No me está engañando! —digo con una gran sonrisa en mis labios, me sigue siendo fiel.

—No te puedo creer que hayas hecho una escena delante los trabajadores, espero que el jefe no se entere de esto.

Ella se acerca a mi y deja un beso largo en mis labios cuál corresponde con total confianza, sus besos son excitantes.

—Has causado un alboroto por nada —recuerda antes de irse por la puerta.

He hecho un caos por verla sonreír con alguien que no era yo, sería ella capaz de cambiarme por él, no entiendo porqué nunca me dijo algo sobre él, tal vez no hubiese hecho esa estupidez.

De seguro ahora me debe estar odiando mucho más de lo que mi mente logra imaginarse, fui capaz de decirle que se estaba acostando con él, pero lo que dice Jul es cierto, no tengo cara para reclamarle cuando yo la he engañado por dos meses completos. He tratado de ocultar todo para que no se vaya lejos de nosotros ¿Si ella pasa la convocatoria se iría lejos? Maldita sea justo ahora estoy actuando como un idiota.

Debería escribirle y pedirle disculpas por todo lo que hice hoy ¿Cómo pude dudar así de ella? Mi idea de no querer verla con alguien que no sea yo es un maldito tormento porque ella tiene todo el derecho de estar con alguien si yo estuviese con Jul al final de la historia.

*****

Voy camino a casa y ahora es cuando por mi mente pasa el ¿Qué sucederá ahora? Ella me estará esperando o simplemente no querrá verme por lo menos está noche, fuí un maldito idiota con ella.

Ahora miro esa puerta y no tengo idea de que me dirá porque todo el día he estado pensando porque dude de ella, del amor que me tiene a mi y sobretodo a mi hijo ella es quien ha estado desde un principio a mi lado, ella ha demostrado que sus ojos grises  solo me miran a mi.

—Buenas noches —la veo sentada en el sofá completamente sola, llegó primero a casa hoy.

—Jadhiel está dormido, no hagas mucho ruido, la cena está en la cocina puedes calentarla si quieres.

—Alana —suelto su nombre con un poco de timidez por no saber lo que pasa en su cabeza.

—¿Que quieres? —responde dándome una mirada fría.

—Hablemos por favor, sí.

—¿De qué? —se exalta un poco — de lo muy idiota que fuiste está mañana.

—Si, fui un idiota. Perdón por dudar de ti; yo sé que tú en estos momentos debes sentirte herida, te ofendí y no debí hacerlo delante de todos.

—Exacto, fuiste un total imbécil pero sabes que es lo peor Azael, que hayas dudado de mi, de lo que yo siento por ti. Maldita sea tu fuiste quien me engaño una vez y aún así estoy aquí.

—Yo sé que no debo desconfiar de ti y te pido perdón por eso, me equivoqué sí.

—No vuelvas a actuar como un idiota posesivo, porque detesto a los hombres que son así, y tu no tienes derecho de hacerme este tipo de show.

—Eres mi mujer y tengo todo el maldito derecho de celar y proteger lo que es mío.

—¿Tuyo? Y dime Azael ¿Tu eres solo mío? Porqué si tú me celas y no quieres que nadie esté cerca o me toque creo que yo debo exigir lo mismo.

—Yo estoy siempre contigo a qué viene el tema.

—Porque si tú me exiges yo también haré lo mismo contigo, seremos por partes iguales cariño, tan claro y sencillo.

¿Que está pasando con ella? Nunca me había contestado de esa manera, siempre era de recordarme cuánto me quiere en vez de exigirme ser suyo y no dejar que nadie más me toque, desde cuándo ella pide eso.

—¿Qué te pasa?

—¿Que me pasa? Maldita sea Azael nunca entiendes nada, sabes qué me iré a dormir.

Veo como ella se retira a la habitación de Jadhiel tal vez quiera verificar que esté dormido, luego de unos minutos ella entra en nuestra habitación y es allí cuando no vuelve a salir tal vez ha ido a dormir de verdad, en serio estamos discutiendo ¿Porqué está pasando todo así? Cada vez entiendo menos lo que sucede en casa, ella tiene ese dichoso cansancio desde ayer, el cual no comprendo.

¿Le habrá contado su madre algo sobre las visitas de Jul? Sí es así porqué no me ha dicho o preguntado algo al respecto ¿Porqué está callada? Ella es un maldito dilema en estos momentos.

Creo que todo se está comenzando a derrumbar gracias a todo lo malo que he estado haciendo, al parecer mi plan de quedarme con las dos en mi vida no se va a poder concretar. Joder tenía que estar queriendo estar con otra cuando la tengo a ella conmigo, una mujer que me ha dado y demostrado todo lo que un hombre quiere en esta puta vida, lo he arruinado todo como un maldito cobarde.