Mi Más Alejado Deseo

Capítulo 23

El tiempo pasa y he seguido siendo un completo imbécil. La tentación me está alejando demasiado de Alana, solo falta que abra sus ojos por completo, sé que ella lo sospecha pero tal vez no tiene la certeza como para encargarme y decírmelo.

Un mes, un puto mes engañando el amor que ella tiene hacia mí, aunque sigo estando a su lado, el mes pasado celebramos nuestro primer año juntos, se puso muy contenta cuando la llevé de viaje, ya tiene un mes en sus pasantías al final de cuentas está en mi misma empresa, tal vez la distancia profesional no la ha dejado ver nada.

Tengo miedo, demasiado en lo que pueda ocurrir con ella pero es que tampoco he sido capaz de dejarla, no quiero dejarla ir de mi lado. Soy un completo egoísta que no es capaz de dejarla ir para que haga su vida con alguien que si la valore de verdad.

—Buenos días mi ojos verdes —jul es quien está a mi lado.

—Buenos días —le doy un beso en la frente.

—¿Hasta cuándo estaremos así? —se levanta para ir darse un baño.

—No lo sé, desde un principio te comenté la situación con Alana, no sé cómo acabar con todo.

—La verdad siempre sale a la luz Azael, no la vas a retener siempre, además que tú y yo tenemos algo ahora.

—¿Y que quieres que haga? Tu sabías que te tocaría andar así a escondidas.

—Si, pero el problema aquí es que te la sigues cogiendo cada noche, y saliendo como si fueran la familia perfecta mientras yo tengo que esperar que la atiendas a ella para poder venir a mi, y esto no me gusta así.

—Solo dame un poco más de tiempo.

—Que más quieres, ella está trabajando en nuestra empresa y los rumores de nuestro piso llegarán adonde ella, no podrás ocultar por tanto tiempo esto.

—Son piso diferentes, no nos podrá ver, es solo una pasante no tiene tantos beneficios en la empresa, todo es VIP en los pisos de arriba. Además su mamá está en nuestra casa, no puedo hacerle eso frente a su madre.

—No puedes ocultar el sol con un dedo Azael, ni siquiera lo intentes porque no te va a servir de nada. He estado en tu casa y lo hemos hecho allí, crees que nadie le ha comentado que has llevado a una mujer a tu casa y que no es ella.

—No me ha dicho nada.

—Tal vez está esperando que tú se lo digas.

—Si lo supiera ya me lo hubiese dicho, además ella trabaja todo el día es por eso que su mamá cuida de Jadhiel.

—Tal vez no te lo ha dicho porque no quiere dejar a escuincle de tu hijo solo en casa.

—Se llama Jadhiel, maldita sea cuántas veces te he dicho que lo llames por su nombre.

—Te dije que no me gustan los niños, aún así sigues aquí, no vengas a exigirme nada.

—Solo te pido que lo llames por su nombre, es mi hijo no puedo permitir que lo llames así, por muy mujer mía que seas o te vuelvas no permitiré eso de ti.

—Como sea, me voy bañar debo tomar un avión —me guiña un ojo.

—Si, debo volver a casa.

—Solo piénsalo ya tenemos un mes juntos, y por más perra que sea, no es justo para ella estar en dónde no la quieren.

Siempre dice la verdad, aunque a ti te parezca cruel de su parte ella te dirá la verdad, incluso cuando ella está en medio de todo esto. Le acepte una cena, luego otra y después siguieron siendo más y en todas terminamos teniendo sexo. Hace unos días quise reaccionar y enmendar todo este mal que he hecho para todos los involucrados, pero ya era muy tarde, ella me gusta.

La he llevado a casa cuando ella no está, para que se acostumbré a estar cerca de Jadhiel, pero sigue diciendo que no le gustan los niños.

—Por cierto se me olvidó contarte, el jefe abrirá una convocatoria para los pasantes de ir a trabajar en otras sucursales.

—¿Desde cuando se hace eso? —estoy muy confundido.

—El jefe recibirá las observaciones de los encargados de cada pasante. Por lo tanto será el jefe quien los escoja, ya es decisión de ellos si aceptan o no.

—¿Cuánto tiempo llevará esa convocatoria?

—Ellos llevan un mes en la empresa por lo que decidieron que en dos meses pasarán las propuestas para que su último trimestre lo hagan en otra sucursal.

—Es una buena oportunidad, así pueden regresar con más experiencia.

—Ese es el otro punto de la propuesta; quienes acepten culminarán su trimestre como pasante, luego firmarán contrato con la sucursal que estén, ya sea una aquí mismo en la ciudad o las que están distribuidas fuera de esta ciudad.

—No pueden regresar.

—No, no podrían hasta completar con su contrato, por el tiempo que hayan firmado.

Salimos del hotel listos para ir al aeropuerto, y regresar de nuevo a México, justo ahora es que yo conozco esta sucursal que está Colombia.

No imagino a ella tan lejos de nosotros, Colombia de verdad, supongo que ella escogería una sucursal allá mismo en México para estar cerca de nosotros.

Le envío mensajes por WhatsApp pero sigue sin contestar, es extraño siempre contesta, pero podría estar ocupada en su trabajo. Estando en el avión me dedico solo a escuchar un poco de música.

—¿Tu crees que ella lo tome? —pregunta Jul.

—Disculpa.

—¿Crees que ella acepte si llega a quedar entre los escogidos?

—Yo creo que sí, es una buena oportunidad, aunque allí mismo en la ciudad.

—Tu crees que se quedaría a solo minutos de tí.

—Sí, además su mamá y hermanos están acá.

—Parece que la conoces bien.

—La conozco muy bien por algo estoy con ella ¿No lo crees?

—No lo sé, uno no termina de conocer a las personas y tú eres su claro ejemplo.

—¿Porqué lo dices así?

—Ella supone que te conoce y que serías incapaz de hacerle daño pero le has ocultado por todo un mes lo que hay entre nosotros.

—Tienes que repetirme siempre lo mismo.

—Comienza a verte sin ella, solo admitelo y déjala ir.

—No, ella no puede dejarme ni a mí ni a mi hijo, ella debe estar cerca de nosotros.

—Que piensas retenerla, no seas iluso. Te lo digo yo que soy mujer, ella se entera de esto, se callará, y esperara a que tú se lo digas o hasta que pase la última gota que rebase de su vaso, cuando eso suceda no habrá vuelta atrás.

—¡Cállate! Ya me tienes harto con lo mismo, siempre es repite y repite lo mismo, ya estoy cansado.

—Busca que hacer Azael porque a mí no me gusta compartir, y eso que te la sigas cogiendo no es lo que me guste demasiado.

—¿Que demonios quieres que haga?

—Que te decidas maldita sea ¿Ella o yo? Escoge a una pero a las dos no nos puedes tener.

—Te pedí tiempo.

—Y lo tienes querido pero decide antes que ella te deje o que yo me cansé. Porque si eso pasa te quedarás jodidamente solo.

Sé con perfección que si sigo así, eso sucederá; me quedaré solo sin Jul, sin Alana solo con mi hijo pero como hago, no sé que hacer con mi vida en estos momentos, todo estaba bien porque no podía llegar solo una a mi vida.

Tan jodido es el mundo que tenían que llegarme las dos, ambas mujeres exigentes, exitosas, con ese carácter que me fascina, hermosas, una capaz de formar una familia y otra que no lo desea.

Tomo mi auto que se encuentra en el parqueadero de la empresa y me dirijo a casa, le traigo regalos no me olvide de ellos. El camino se tarda gracias al tráfico y la lluvia fuerte, que noche tan escalofriante, es como si se viniera algo malo en este día, o incluso como si esas oscuras nubes escondieran algo.

Justo siento que mi vida es como esa nube que se va cargando de agua poco a poco y que llega un punto que no aguanta y suelta todo. Así me siento yo, trato de ocultar todo lo que está pasando y llegará un punto en que todo explotará.

Y no, no quiero explote quiero mantener ambas vidas, que nada en mi vida cambie. Llegó a casa y los veo a ellos en el sofá viendo una película, se nota que Jadhiel ganó la pelea porque están viendo dibujos animados.

—Buenas noches —ambos voltean su mirada a mi dirección quedando impactados al verme en casa, le había dicho que regresaría al día siguiente.

—Buenas noches amor —responde ella dándome un pequeño beso en los labios, mientras mi hijo me levanta su brazos para que yo lo cargue.

—¿Me extrañaron? —pregunto con una leve sonrisa en mis labios.

—Muchísimo, no te logras imaginar cuánto lo hicimos. Por cierto mi mamá ya regreso a su casa, hay que dejarle a Jadhiel allá, cuando salga del trabajo yo paso por él.

—Está bien, tu pasas por él aunque sea que yo llegue más temprano o al revés.

—Sin importar nada yo paso por él, ella dice que no puede darte una copia de su llave y que es más familiar que yo vaya.

—¿Porque no quiere que yo vaya?

—No sé que pasa pero anda un poco extraña con respecto a ti, aún no he hablado con ella de eso.

—Bueno le traje regalos, para mí pequeñin le traje un juguete —le trajo un avión de batería —para mi mujer esto —saco una caja negra pequeña dónde está una cadena con su nombre y otra cadena con nuestras iniciales.

—¡Que hermoso amor! — su entusiasmos me fascina al igual que el brillo de sus ojos.

Sin hablar más seguimos viendo la película que aún se encontraba por la mitad, y al final de esta nos vamos a dormir.

Veo a mi hermosa acostarse, parece estar muy cansada, encargarse hasta de la casa luego de llegar del trabajo es muy pesado, pero sé que no aceptará dejar ninguna de las cosas, sé lo importante que es trabajar y poder responder por ella y por su madre.

En cuanto a su madre es muy extraño que no me quiera en su casa, he ido a su casa tantas veces desde que se enteró de lo que ocurre entre Alana y yo. ¿Será que me ha visto con Jul en casa? ¿Si es así porqué no se lo ha dicho a su hija? ¿Porqué le oculta algo así a ella? No estoy entendiendo si actitud, es muy extraño y creo que me tocará esperar a que ella hable con su hija.

Seguro se lo dirá, siendo su madre no creo que se lo oculte.