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21. Jul Evans

Mi Más Alejado Deseo

Capítulo 21

Me he puesto un encantador y sexi vestido negro, hoy es el día que terminó de encantar a Azael, él será mío aunque el que tenga me hace hervir la sangre.

«No deseo ser madre, ni mucho menos quiero cuidar ajenos» Ellos siempre necesitan de muchos ojos y sobretodo tiempo y yo no soy de esas chicas que le encanta hacer ese papel de buena ama de casa.

—¡Jul! —exclama uno de los invitados al verme — estás fantástica.

—Gracias, tu también te ves bien Gabriel —el me da una sonrisa e intenta acercarse a mi, es guapo no lo niego pero no tiene esos ojos verdes que me fascinan.

—¿Puedo ser tu acompañante está noche? —lo miro un poco y aceptó hasta que Azael llegue.

—Esta bien, solo hasta que llegue mi invitado especial.

—Debe ser muy especial para que te veas así, por cierto ese labial es el indicado para esta noche —me guiña el ojo.

—Gabriel ¿Que tanto conoces a Azael?

—Azael, el que hizo el último proyecto por el cual justamente hoy celebramos.

—Sí, ese mismo Azael. Y hasta donde sé es el único con ese nombre en la empresa.

—Bueno la verdad es que no sé mucho de el, tal vez lo básico.

—No importa dime todo lo que sepas.

Le ofrezco mi mano y nos acercamos a los muebles que están en la sala de estar para estar más cómodos y charlar a gusto, además que no quiero perderme ni un solo detalle de lo que conoce sobre mi hombre.

Porqué si, es mío. Aunque esa tal Alana sea quien lo tenga ahora, pero como que me llamo Jul Evans que se lo quito.

—Como te dije es muy poco lo que yo sé —repite Gabriel — ya que solo ha sido un par de veces que he ido a su casa a buscar documentos o solo pasar un rato agradable.

—No importa lo que sepas quiero que me lo digas y no omitas nada.

—Bueno sé que tiene un hijo de un año, creo que recientemente los cumplió.

—Si, eso sí sé, aunque tú sabes que no gusto de niños ya con eso es un gran esfuerzo el entablar algo con ese niño presente.

—Acostumbrate porqué adónde el va, el niño también está allí. Pero tiene una mujer en su casa, es una bomba de mujer, sus ojos son hermosos, y no hablar de su cuerpo.

—No me parece que sea tan exótica la perra esa, pero que disfrute que su felicidad se le va a acabar, tarde que temprano así será.

—De verdad se lo vas a quitar, porque si es así que harás tu con ese niño y tampoco creo que el se mudé de allí, me ha dicho que sin importar nada no quiere separar al niño de la chica.

—Que cuide al niño no es tan malo, así tendría mucho más tiempo a solas con Azael, piensa un poco seguirá siendo la maldita niñera.

—Eres muy mala Jul ¿Que te ha hecho esa chica? ¿Porqué quieres hacerle daño? —Gabriel no sabe que solo quiero verla igual de derrotada como ese día que llegue, y sé que yo fui el tema de conversación.

—Digamos que ocasione una discusión entre ellos una noche que llegue a su casa, además que ya me acosté con él y lo seguiré haciendo porque mi manera de manipular lo hará caer siempre en mis encantos.

—Yo creo que está noche no te funcionó la idea de tenerlo toda la noche, aún no llega.

—Llegará —estoy muy segura que si, mi cuerpo se lo dijo y lo sintió, él también me desea por lo que no se quedará con las ganas.

—Jul, no es por nada pero bajate de la nube que andas volando.

— Porqué lo dices —mira su teléfono y lo acerca para mostrarme algo lo reparo y veo el mensaje de texto.

«Gabriel, discúlpame con todos los invitados no podré llegar, pasaré la noche con Alana cómo lo teníamos planeado»

— Escríbele y dile que yo lo estoy buscando.

—Eso no va a servir de nada, muchas veces me ha cancelado pasar tener ya sabes noche de pasión con su mujer, sabes que ya tienen once meses juntos.

—Me importa un carajo cuánto tiempo tienen juntos, a mí me interesa es él no ella, así que envíale ese puto mensaje ya —siento como mis mejillas arden por la misma irá que me causa el saber que la prefirió a ella, le dije que quería estar con él hoy, le valió nada lo que le dije.

Escucho el teléfono de Gabriel sonar de nuevo, deduzco que el mensaje ha llegado por lo que volteo a verlo de reojo, literalmente la irá me está cegando.

—Amiga, te quedaste con las ganas.

—¿De qué hablas?

—Mira el mensaje tu misma.

Tomo el teléfono y reviso aquel mensaje.

«Te voy a ser sincero porque te considero como un amigo, ella y yo nos acostamos, ella parece estar obsesionada conmigo.

Yo no iré, tuve un recibimiento espectacular de mi mujer y estoy tomando la decisión correcta de quedarme con ella, quiero estar a su lado está noche, déjala que siga buscándome, no me encontrará»

Este imbécil me las va a pagar y yo voy hacer que ella se entere de lo que sucedió entre nosotros, así sea lo último que haga.

—Si no quiere verte porque simplemente no lo aceptas y deja que siga con su familia.

—Ten claro que sí no es mío no va a ser de ninguna de las dos, o ella o yo, debe decidir.

—Estas bien loca.

—No me dejó derrotar que es diferente.

Estoy tan enojada que solo quiero beber, llenar mi cuerpo de alcohol hasta perder la cabeza pero no puedo hacerlo con tantos hombres a mi alrededor. Arrebatada de la irá comienzo a pedirles a todos que se vayan, no importa si en estos momentos parezco una loca gritando para que todos se larguen de mi casa.

—Tu también te vas, pero antes quiero pedirte un favor — Gabriel se queda viéndome fijamente esperando a que termine de hablar.

—Lo que pida mi reina, sabe que con usted siempre.

—Quiero que te vuelvas más íntimo con Azael sácale información de lo que le gusta, todo lo que pueda servir para que yo lo conquiste y trata de ver si la perra esa que tiene allí en serio es tan fiel como él la pinta.

—Decidete o me hago amigo o conquisto a la chica.

—Harás ambas cariño, tu inteligencia es tan superior que sabrás en qué momento hacer ambas sin que él se de cuenta de eso.

Me acerco y con su corbata en mi mano lo acerco a mi para darle un beso apasionado, no es que me guste pero sé qué me servirá que entre a esa casa.

Cierro la puerta y coloco la seguridad como cada noche, quitó mis zapatos para dirigirme a mi habitación; me quito mi vestido y veo mi lencería, estaba fantástica para esta noche tomo una foto con mi celular y la subo a mi cuenta de Instagram, me encanta sentirme deseada por eso subo este tipo de fotos.

La noche acabará, amanecerá y él tendrá que darme la maldita cara, está es la primera y la última vez que me deja esperando.

                                 *****

Me levanto y tomo una gran ducha con mis respectivas velas y rosas en la tina. Mi querida rutina es imposible no hacerla, crema hidrante, una brillante para relucir, y ni hablar del perfume. Me visto con un falda roja pegada a mi, llega un poco antes de mis rodillas, una blusa negra holgada, y mis queridos accesorios que no pueden faltar.

Llegó a la empresa con esa sonrisa que siempre debemos tener, entro a mi oficina y siento que la irá me lleva ¿Cómo es que aún no ha sido capaz de hablarme? Es un idiota, cree que ignorando la situación a mi se me olvidará pero se equivoca.

—Kenia —llamo a mi secretaria por el teléfono —entra a mi oficina necesito que hagas algo.

—Enseguida voy.

Espero pacientemente que ella llegue a mi oficina para pedirle algo. Luego de unos minutos veo a mi secretaria entrar y siempre le he dicho como debe arreglarse para que sea una chica atractiva y veo que está tomando esos consejos.

—Buenos días señorita Jul.

—Buenos días Kenia, te ves muy bien hoy.

—Gracias —agradece con una sonrisa en sus labios que están pintados en un color vino.

—Necesito que compres un ramo de rosas y que llegue con esto escrito en la tarjeta.

—¿Rosas rojas?

—Si, ese color es perfecto. Les explicas a la florería que quiero que esto esté escrito en la tarjeta y está es la dirección a la que quiero que la envíes.

—Con gustó mi señora.

—Sin equivocaciones Kenia, esto es muy importante para mí, tanto que puede mejorar mi vida.

Mi plan comienza y esto será el boom que él necesitaba. Se va arrepentir de haberme dejado en casa esperando por él.

Mi teléfono suena luego de estar una hora entretenida en mis documentos pendientes y decido contestar aquel insistente sonido.

—El arreglo ya fue entregado, sin errores jefa como lo pidió.

—Muchas gracias Kenia, te mereces un buen hombre en tu vida.

—Gracias por sus deseos —la escucho sonreír a través del teléfono.

Es mi momento, retoco mi labial y me dirijo a la oficina de mi amado Azael, porque quiero saber qué sucederá.

Llegó a su oficina y se queda sorprendido al verme allí, con su vista me recorre de pies a cabeza por lo que muerdo mi labio inferior, me encanta que me vea así.

—Buenas tardes —saludo — pensé que irías a mi oficina a excusarte por no haber ido a la fiesta.

—Buenas tardes y no fui porque estoy muy ocupado, además no tengo porque darte explicaciones, tengo una familia en casa no en la calle.

—Tranquilo no vengo en son de pelea, vengo en paz —me acerco al escritorio para sentarme y esperar la llamada.

«Dile a tu chico que puede entregar yá el regalo»

Le envío el aviso a Kenia, me encanta lo eficiente que es esta chica. No tuve ni que pedirle que otra persona que no fuera de florería llevara el paquete porque ella ya lo había hecho.

«Enseguida señorita Jul» Sonrió por lo bajo porque ahora mismo se viene algo interesante.

—¿Que buscas Jul? Estoy muy ocupado para atenderte.

—No te preocupes no me demoro, quería comentarte —no alcanzó a terminar cuando su teléfono comienza a sonar.

—Discúlpame un minuto —pide y asiento para que conteste tranquilo.

Viéndolo bien lo mejor será que me vaya, aunque si me voy pensará que fui yo quien envío ese mensaje. Ella se enterará que otra vez estamos en comunicación nada más, pero será de forma indirecta y nada más escucho cuando él le dice que hablarán mejor cuando el llegué a casa.

Cuelga el teléfono y regresa a su asiento.

—Bueno como te decía, me enteré que dentro de dos semanas llegarán los pasantes, el jefe nos pidió que no nos pasemos por allí para que ellos puedan ser ellos mismos.

—Con tanto trabajo que tengo aquí no creo nisiquiera tener tiempo como para bajar hasta los últimos pisos para algo así.

—Bueno solo vine para eso, y por cierto te enviaré la dirección de un restaurante para que tenemos mañana.

—Te avisaré si puedo asistir.

—No quiero un no por respuesta, así que cancela lo que sea que tengas para ese día.

—Jul, no puedes actuar así sabes que yo ya estoy en una relación.

—¿Relacion? Por favor Azael, ella es tu niñera.

—No pienso discutir eso contigo.

Me retiro de su oficina, al llegar a la mía felicito a Kenia, hace muy buenos trabajos.
Ahora solo queda esperar que pasaría entre ellos está noche, quise mandarle algo diferente pero quise hacer que le envié un ramo de rosas para el con una dedicatoria para él, la cosa es qué él solo la tiene a ella y a mí, y como no fue ella claramente sospechara que algo sucede otra vez entre los dos.

Ellos terminaran sí o sí.

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