13. Atracción Devoradora
Mi Más Alejado Deseo
Capítulo 13
Estoy justo al tiempo, tengo una cita pendiente con la señorita Jul, esa chica me volverá loco si vuelve a traer un vestido como la primera vez que la ví.
—Ya está el desayuno amor.
—Voy cariño —no entiendo cómo puedo seguir hablando de esta forma con ella cuando pienso en las exquisitas curvas de mi compañera de trabajo.
—¡Que guapísimo estás! —esboza con una gran sonrisa —parece que hay algo muy importante en el trabajo.
—Revisaremos el proyecto y sus avances para ejercerlos.
—Confia en qué todo saldrá bien amor, no te preocupes, por ahora desayuna.
Desayunamos un poco de fruta sentados en el comedor como esa pareja que al parecer somos, ahora me preguntó si debió ser correcto involucrar sentimientos con la niñera.
Me deje llevar por la calentura y ahora no se que debo hacer. Los minutos pasan y luego de lavar mis dientes y colocarme un poco de perfume varonil y fuerte capaz de invadir tus fosas nasales.
Conduzco hasta el trabajo, parezco adolescente cuando va a ver a alguien importante, esta chica parece haberme hechizado desde el primer día que la vi, y eso me causa problemas internos.
—Buenos días — saludo al llegar a su oficina.
—Buenos días — responde con una gran sonrisa, sus ojos son encantadores son luminosos.
—¿Solo estaremos los dos? —inquiero nervioso.
—Sí, tiene algún problema con eso.
—No, para nada.
—No se le olvide colocarle seguro a la puerta.
—Ok — ahora que miro detalladamente está oficina es la más discreta, se nota que su puesto es más alto que el mío, no tiene ventanales dónde puedan verte o cortinas solo puedes de su puerta mientras esté abierta, sino aquí puede pasar de todo y nadie sabrá.
—¿Necesitas invitación acaso? Andate que hay mucho trabajo — me despierta de mis absurdos pensamientos.
Me acerco a la silla frente a su escritorio a revisar los documentos mientras que una que otra vez nuestras miradas se quedan viendo fijamente tratando a veces de evadirlos con algunos pestañeos.
—Creo que debemos abrir vacantes para la sección de asistencias como ayudas en la parte administrativa ¿Que opinas? —aquella se ve tan bien estando concentrada.
—Tambien el sector de seguridad y salud en los casos de emergencias.
—Buena idea.
Si cabello es hermoso, debe verse magnífico enredado en mis manos mientras jadea estando yo dentro de ella.
—Tambien hay que tener en cuenta el pensamiento de si los quedaremos con algún practicante o si siempre serán rotativos.
—Jul, creo que lo mejor debería ser que nos quedaramos con uno que otro para darle oportunidad de laboral.
—La idea no suena mal pero sabes que la empresa es muy exigente en cuanto a los requisitos para tener un contrato a termino fijo con nosotros, no será tarea fácil.
—Yo sé que no es una tarea fácil, pero podemos intentar ver si se pudieron acoplar a nuestras normas y reglas; además de también la parte social, no nos gusta trabajar por personas que sean incapaz de escuchar consejos.
—Tienes toda la razón, eres todo un experto —aquella muerde su labio inferior viéndome fijamente los míos.
—Bien, pero te seré claro no tengo tiempo para bajar a las oficinas de abajo para verificar el rendimiento de los pasantes.
—Podemos pedirle al encargado de casa área que verifique y nos cuente al final del proceso si tiene las capacidades para quedarse con nosotros.
—Perfecto —respondo con un gran sonrisa.
La miro a ella y sus ojos cafés son hermosos, sus labios carnosos, es perfecta y degustarla sería una completa maravilla.
—¿Quieres un café? —Pregunta casi gritado trayendo mi mente de vuelta a la realidad.
—Si claro, no hay problema.
—Bien.
Ella toma su teléfono y le pide dos cafés a su secretaria, hasta ahora me doy cuenta que tiene una. Pero la duda es ¿Por qué quiso que me quedara un rato más? No logro entender, me parecía sentirla al margen de todo y súper concentrada solo en el trabajo ¿Qué le habrá hecho relajarse un poco? Aunque lo que sea que haya pasado por su cabeza ahora me gusta.
Luego de unos minutos nuestros humeantes cafés llegan y nos es puesto en una pequeña mesita que ella tiene a un extremo de su escritorio al parecer es allí dónde descansa ya que también tiene un gran sofá y unas pequeñas sillas alrededor. Aquella chica de traje negro se retira con su cabeza baja, al parecer es tímida y la puerta es nuevamente cerrada.
—Azael ¿Cierto?
—Si, Jul ¿Verdad? —ella asiente con la cabeza afirmando que estoy en lo correcto.
—Cuentame de ti, quiero conocerte un poco.
—Bueno no sé por dónde comenzar —suelto una pequeña sonrisa —primero que nada es decirte que soy padre soltero de un niño de 10 meses se llama Jadhiel, es una ternura —noto que arruga un poco la cara.
—Y —queda unos segundos en silencio hasta que su voz se vuelve a escuchar — ¿Y su mamá?
—La del niño, falleció al dar a luz.
—Lamento mucho no quise que recordarás ese momento tan triste.
—No te preocupes tampoco tenías como saberlo.
—Pero eres atractivo, para nada a los hombres que he conocido, aunque tampoco es que conozca a muchos.
—Agradezco pero la que merece esos halagos es usted señorita Jul, porque es muy linda.
—Entonces es esto un empate —se ríe un poco, y vaya que es hermosa.
Ella me invita a sentarme a su lado del sofá luego de haber terminado mi café. Con cuidado me levanto de la silla blanca que hace parte de la decoración para colocarme a su lado.
Ver sus ojos mucho más de cerca es como estás a otro nivel, son encantadores a pesar de su color; jamás en mi vida llegué a pensar que ese color de ojos me gustaría tanto, aunque no sé si es eso o la chica que los lleva.
De repente siento su mano en mi pierna y logro por fin notar que lleva una falda negra que hace ver a la perfección sus piernas, blancas y firmes.
—Azael, tu crees que podamos conocernos.
—Si claro, no le veo algún problema a eso.
—Es que soy nueva y no conozco a nadie.
—Te comprendo a la perfección porqué pase por lo mismo cuando me mudé hacia acá.
—De verdad pasaste por lo mismo —su voz se escucha diferente o es mi imaginación que está jugando en mi contra.
—Si claro ¿Que te parece si salimos? Asi vas conociendo un poco más, con el tiempo te amañaras de todo.
—Espero que así sea —me voltea a ver y nuestras miradas se sienten atraídas, siento como si mi pecho se contrajera de la presión que estoy sintiendo en estos instantes.
—No te preocupes así será —sale un pequeño hilo de mi voz y mi garganta se va secando.
—Bueno tu eres quien me guiará ¿Cuando podrías acompañarme? El día que digas yo podré, te lo aseguro.
—¿Te parece bien el sábado? —pregunto inquietante pero sin quitar la mirada de su rostro que le tiene atraído.
—Está bien, nos vemos el sábado después del trabajo.
Continuamos hablando mientras que una y otra sonrisa se aparecía en nuestros rostros alumbrando nuestro alrededor ¿Esto es correcto? No tengo idea, me siento atraído a ella pero hay una hermosa chica que cuida de mi hijo y espera por mi casa noche ¿Porqué no le dije que tenía pareja? Soy un egoísta, negarla prácticamente ante Jul ha sido un completo error, debí ser sincero y no lo fui.
Estoy decepcionado de mi mismo, soy un vil idiota que no fue capaz de decir que se encontraba con alguien ya.
Las horas corrieron y las dudas que me carcomen tanto que no puedo creer que aún no he sacado de mi mente como ella me miraba, y el hecho de pensar que tengo a Alana en casa, es una buena chica y no merece que yo le haga daño.
El día ha acabado es hora de ir a casa, entro al auto para conducir y llegar a casa pero cuando lo hago me quedo en el estacionamiento, mi rostro me hará delatar ¿Cómo hago con estos sentimientos encontrados? Aunque en realidad es deseo comparado al sentimiento que tengo con Alana, pero tal vez sea algo de una noche y no avance a más de allí.
Mis pasos poco a poco avanzan abro la puerta y ella está en esa pijama azul que se le ve tan sexi con Jadhiel en sus brazos bailando una canción que suena desde su celular, lo quiere como si fuera hijo de ella. Ha estado allí desde un principio, tiene casi un año con nosotros como no amarla si ha sido tan buena con nosotros.
—Mira quién llegó —dice alegre y Jadhiel sonríe tan hermoso.
—¿Dónde están los que más quiero en mi vida? —me he relajado, ambos se acercan a mi para la bienvenida.
—¿Cómo te fue? —pregunta ella al finalizar un pequeño beso en mis labios y entregarme a Jadhiel, si es el poco tiempo que tengo para tenerlo conmigo, las noches.
—Fue aprobado por segunda vez y vamos avanzando —explico atentamente a mi chica.
—Sabia que lograrías hacerlo, eres tan inteligente, por eso te amo.
—De verdad, haber dame un beso.
—¿Uno? No, te daré muchos —llena mi rostro de besos haciendo que ría un poco.
Mi niño camina un poco hacia ella pegando su cuerpo a las piernas de ella, y sí mi niño ya camina poquito pero es un avance.
—Hice un poco de salmón espero que te guste, trate de seguir la receta al pie de la letra, a mí me gustó pero falta que a ti también.
—Seguro que te quedó riquísimo —de eso no tengo duda, ella tiene un gran sazón.
Tenemos dos meses de relación oficial, su madre aún no lo sabe, pero nos sentimos bien de lo que somos y de lo que tenemos no veo el porqué rogar una aprobación enseguida y por eso no hemos tenido prisa de hacerlo.
—El sábado no tengo trabajo en la oficina pero si debo salir.
—¿Adónde debes salir?
—Saldré con algunos compañeros de trabajo.
Ella se acerca dejando el plato en la mesa, se ve exquisita la comida, debió haber estudiado gastronomía en vez de administración. Le hubiese ido muy bien en esa área.
—Bueno pero el domingo si te quedarás con nosotros como siempre ¿Cierto? —pregunta aunque no sé si eso será de un día o dos.
—Seguro que si mi gatita bella —tenia tiempo sin decirle asi.
—Vaya recordando cosillas —ella sonríe al recordar la primera vez que le dije gatita.
Creo que a ambos nos hace falta una noche de pasión, como la primera vez que lo hicimos, devoramos todo y a la vez no alcanzamos a disfrutarlo todo.
Me moje de ella esa noche como nunca, sus besos fueron los mejores que he probado en mi vida, y una loca en la cama capaz de seguirme la corriente sin problema alguno.
Luego de cenar ella se acerca para tomar el plato y cuando ella voltea le propino una fuerte nalgada, una de la que ella se queja por lo fuerte que lo hice. Espero que esto no acabe feo por qué lastimare a una gran chica que no merece para nada ser dañada como lo han hecho anteriormente, no quiero ser otro idiota con ella, no quiero pero siento que voy a pecar con Jul, ella es la prueba de fuego que me llegó para ver si de verdad quiero estar con ella pero ¿Que hago? No sé que hacer ambas me prender de una forma indiscutible.
Alana ha estado conmigo en las buenas y en las malas, pero ella recién acaba de llegar a mi mundo no puedo darle el lujo de hacer tanto en mi.
Me odio, odio ser como los otros hombres que nunca pueden sentirse cómodos con una sola mujer en su vida. ¿Por qué la vi a ella? Esto es tan solo el inicio de una desgracia que tarde que temprano a alguno de los tres lastimara.
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