Capítulo 4
Mis manos tiemblan, su teléfono en mis manos es peor de lo que creí, no he pegado el ojo en toda la noche, ni la mañana siguiente, finalmente es el segundo día, he pagado una habitación particular esperando que cuando salga de observación, sea translado a la misma sin ningun problema.
El primer día había sido incapaz de siquiera prender el artefacto, hoy se que su estado ha mejorado gracias a la hidratación intravenosa que está teniendo, por lo que aún y si no quiero hacerlo, mi deber es informarle a su familia; su lesión fue diagnosticada como una fractura, además de los cortes en las plantas de sus pies, se le ha sometido a cirugía y no podrá caminar bien durante un tiempo. El necesita que alguien lo cuide.
Miro el celular una vez más y con valentía decido encenderlo.
Los minutos parecen eternos, pero cuando finalmente el logo da paso a su fondo de pantalla, quedó sin aire. ¿Cuando me ha tomado esa foto dormido?
Mis tormentosas lágrimas vuelven a mi, mis dedos tiemblan, tiene un código de seguridad, el mismo que no sé, pero soy un saco de hormonas lloronas que no han dejado de hacer su trabajo desde que me enteré que estaba embarazado.
Las notificaciones empiezan a llegar, mensajes, llamadas, perdidas, más y más.
Curiosamente el nombre de victoria jamás aparece, pero si el contacto de su madre.
Rendido por no tener acceso al dispositivo lo dejo en el sofá, froto mis manos contra mi cara, estoy tan cansado, tan agobiado que ya no tengo ni idea de cómo enfrentar todo lo que está pasando. Y en medio de mi tragedia su teléfono suena, como si fuera obra del destino, una señal divina, el contacto de su madre en pantalla refleja una llamada entrante.
— Hola...
— ¡Jeon Jungkook! ¡¿Dónde diablos estas, jovencito?! Eres un desconsiderado, nos has traído a corea y nos abandonas por casi dos meses ¿Qué es lo que sucede contigo? Se que te dije que debías empezar a vivir, ¡Pero eso no significa dejar a tu madre e hija en un hotel abandonadas! ¡Debería denunciarte por abandono!
— ¡No soy Jungkook!- Me veo en la obligación de detener sus palabras, antes de que se le salga el corazón.- Lo siento eh... ¿Está en corea?
El silencio tras la línea me hace sentir nervioso, hasta que escucho su suspiro y luego...
— Debí suponer que el nunca nos abandonaría ¿Le ha sucedido algo a mi hijo, no es así?- Trago grueso y cierro los ojos tomando todo el aire que pueda.
— Su hijo está internado bajo observación en el hospital central de Busán, tiene un cuadro de deshidratación, desnutrición y una fractura, su cuerpo está débil por lo que no ha despertado después de un lavado estomacal que se la ha realizado.- Ella vuelve a callar; me preocupa la salud de la señora, aún más si hace algún tiempo sufrió un paro cardíaco.- Dijo que el la había traído a corea ¿No es así?
— Estoy en... En un hotel.- Y cuando escucho sus sollozos, mi corazón empieza a latir rápido. Jungkook trajo a su madre e hija, pero las dejo en un hotel para esperarme cada día en casa.- Quiero verlo, quiero ver a mi hijo.
Puedo escuchar los sollozos, su voz temblorosa y ese miedo a través de su voz.
— Puedo buscarlas, he pagado una habitación particular para que se aloje cuando salga de observación así que, podrán esperarlo aquí.
— Pero Anna... Ella no debería ver a su padre así, Anna tiene traumas, el traerla aquí ha hecho que se aisle, el no ver a su padre la tiene triste, llora cada día por el, es complicado yo... No sé que hacer.
Cierra la boca Jimin.
No digas una estupidez.
— Podría quedarse en mi casa, si usted lo desea.
Es instintivo, tendré bebés, la percepción que tenía sobre los niños ha cambiado, ahora tengo un absurdo instinto protector hacia cada niño que vea, incluso siendo su hija, no puedo solo dejarla a su deriva, han estado en un hotel, la niña está sufriendo por su padre, necesita el apoyo y el calor de un hogar hasta el momento en el que pueda encontrarse finalmente con él.
— ¿Usted podría? Dios mío, el tenia razón... - Sus palabras me hacen dudar, ¿Jungkook le ha hablado de mí? ¿Aún y estando casado? ¿Cómo debería tomar aquello?
— Iré por ustedes.
Cuelgo, no sé que decir, no es el momento de estás cosas, no trato de reconciliarme con Jungkook, no quiero oir lo que ha dicho de mi, eso ya no importa porque no estamos juntos y no volveremos a estarlo, solo quiero que se recupere y luego pueda alejarse de mi, es todo.
Me levanto, recojo mis cosas dispuesto a irme y cuando la puerta es abierta me quedo completamente paralizado.
En la camilla el hombre que hace meses ví como el hombre más hermoso, arrebatador y sexy; está dormido, hay vías intravenosa en ambos brazos, un yeso en una de sus piernas, vendas en las plantas de sus pies y ese aspecto demacrado sigue ahí, de repente tengo ganas de llorar, quiero abrazarlo, pero me limito a solo observarlo.
— El paciente ha despertado está madrugada, sus valores han subido un poco, el peligro ha pasado así que podremos continuar observándolo desde aquí.- Asiento sin despegar la mirada de el, respira calmadamente, su cara parece la de un desconocido, pero se que es el, se que Jungkook está ahí. - Necesita consumir alimento poco a poco.
Siento que la angustia me consume, quiero quedarme a su lado, quiero ayudarlo, pero debo reconocer que no es mi lugar, este no es mi lugar.
Así que después de mirarlo una última vez, me doy la vuelta y salgo de ahí después de agradecer a las enfermeras por su trabajo.
Hay algo extraño en todo esto, Jungkook está casado pero la mujer parece ser un fantasma, no hay llamadas, ni mensajes suyos, su madre se ha referido a mí como si aquella mujer no significara nada, que se haya traído a su hija a corea sin su madre tampoco habla muy bien del matrimonio que tiene.
¿Qué está pasando?
Lamento cualquier error.
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