Capítulo 21
Me miró en el espejo, mi panza es grande y agradezco que Taehyung haya encontrado a alguien que fabricará un traje cómodo para mí en una semana y media.
Él termina de aplicar brillo en mis labios y es todo, me veo perfecto, sutil y sencillo. Mi padre me mira desde la cama y moquea limpiando su nariz.
— Estás llorando desde que te enteraste que me iba a casar ¿Cómo es que tienes tantas lágrimas para derramar?- Ríe en medio de las lágrimas y yo también lo hago, Anna entra corriendo a la habitación con Pelusin y se impresiona al verme.
— ¡Bonito papi!
Es que voy a morir de amor un día.
Le doy un beso en su cabello lacio adornado con una corona de flores, mi niña es preciosa.
Y cuando creí tener suficiente, escucho su jadeo ahogado, levanto la vista y él está tan quito en el marco de la puerta.
— ¡Siempre pasándose las cosas por el culo estos italianos! ¡¿Qué parte de que no puedes verlo antes de la boda no entendiste, gorila andante?!
Jungkook le saca la lengua y se acerca envolviendome en un abrazo tranquilizante, mi padre nos mira con una sonrisa y se levanta tomando la mano de Anna y sacando a Taehyung casi de patadas.
— Te ves precioso vida mía.- Su voz temblorosa me alerta, saco su cara de mi cuello y lo miro detalladamente.
— ¿Amor?
— Tengo miedo, miedo de que esto nos arruine, no quiero que nos separemos, no quiero perderte.
— Escúchame bien, tu no vas a perderme ¿Me entiendes?- Llevo su mano a mi barriga y el sonríe en medio de las lágrimas.- Creeme no hay manera de que te deshagas de mí.
Él asiente, sobre su nariz y yo le doy vistazo a ese traje completamente negro, ajustado a su cuerpo, con su cabello perfectamente peinado y ese perfume que tanto me enloquece.
— Jungkook- Él me mira y yo carraspeó mi garganta.- Quiero pedirte algo.
Él asiente dispuesto a cumplir lo que sea.
— Después de los niños, ¿Podríamos no tener más, nunca más?- Sus ojos se abren y yo miro nerviosos a otra parte.
— Cariño, es tú decisión, yo voy a respetarla, pero puedo preguntar ¿Por qué?
— Quiero disfrutar de tí, de todo tú, así que quedemos en tres y ya ¿Sí?
Él sonríe, besa mi frente, acaricia mi vientre y asiente.
— De acuerdo, estoy de acuerdo.
— ¡Jungkook sal de ahí!
Dios, no sé cómo Jungkook soporta a Taehyung. Él parece leer mis pensamientos y ríe, besa mis labios y da un paso hacía atrás abriendo la puerta, Taehyung está cruzado de brazos mirandolo con enojo.
— Creí que no saldrías.
— Creo que estás muy enojado hoy ¿No es así? O es que ¿Ver a Hoseok con la asistente es lo que te tiene de tal manera?
Abro mis ojos y suelto una carcajada, Taehyung enfurece y antes de irse lo mira.
— ¡Odio a los italianos!
Paro de reir, siento un leve dolor instalarse en mi vientre y me estremezco por unos segundos.
— ¿Estás bien amor? - Lo miro, él está preocupado y yo asiento.
— Creo que, deberías irte él volverá.
— ¿Te veo en el altar?
— Nos vemos en el altar.
Sellamos nuestra promesa con un último beso, está claro que ambos no podemos evitar querer estar tocandonos todo el tiempo, pero justo ahora necesito terminar de vestirme y Taehyung es mi más grande aliado, sobre todo porque yo quiero saber que ha pasado con Hoseok, claro que voy a descubrirlo.
Nuestra boda es lo más sencillo que pude planear, nuestro patio ha sido decorado por tulipanes y luces colgantes, un ambiente bastante calmado para los pocos invitados que tenemos, mis pies se han hinchado considerablemente los últimos días, estoy a ocho meses de embarazo y agradezco poder caminar descalzo al altar, me rehusó a torturarme con zapatos cuando se que no podré soportar el dolor luego.
Anna lleva un cesto con flores, que deja por el camino mientras yo la sigo, mi padre a mi lado sigue llorando silenciosamente. En el fondo lo entiendo, soy su único hijo, hace tiempo fuimos solo dos, él aprendiendo a cuidar solo de un bebé y yo creciendo solo con él en mi vida, realmente me alegra que haya encontrado refugio en los brazos de una buena mujer y hoy el me llevaba al mío.
Mis ojos se posan en la inmensa y oscura mirada de mi futuro marido, acompañado de un brillo excepcional, me recibe en el altar y tras escuchar las palabras de mi padre jura protegerme y amarme toda su vida, sinceramente yo le creo.
La ceremonia avanza, escuchamos las palabras del juez, mirándonos fijamente hay algo entre nosotros mucho más allá que solo la atracción física, estoy enamorado de Jungkook y él está enamorado de mí, no hemos dicho esa palabra, incluso si la sentimos escucharla por primera vez es reconfortante y me hace sentir que estoy justo en el lugar correcto.
— Yo, Jeon Jungkook, prometo amarte vida mía, cuidarte, enamorarte y darte lo mejor de mi por el resto de nuestras, enfrentare las batallas que se aproximen y te recordaré cada día de nuestras vidas, que tú compañía es el mejor golpe de suerte que he tenido en la vida y que te amo con todo, todo mi corazón, Dolcezza mía.
Mi corazón late como loco, mi vientre sigue punzante y tragó grueso para evitar lagrimear mientras el me pone ese anillo que tanto voy a atesorar con mi alma.
— Yo, Park Jimin, prometo... Cuidar de tu corazón, reemplazar los dolores que alguna vez sentiste por recuerdos memorables, con la fuerza del amor que siento por tí, te guiare de mi mano hacia nuestra felicidad y te demostrare que te amo con toda mi vida.
Le coloco el anillo, miro el reflejo de sus lágrimas caer por sus mejillas y sonreímos mientras damos ese "Si, acepto"
Finalmente mi hombre italiano, se convierte en , mí marido y no puedo estar más feliz por ello, nos besamos con todo el amor que sentimos y nuestros invitados aplauden con emoción.
La velada empieza, entre música, comida y bebidas que no puedo tomar, pero que disfruto ver cómo los demás si lo hacen, mi esposo baila con Anna, mi niña sonríe mientras su padre le da vueltas y vueltas, mi vientre duele un poco y me causa curiosidad el porque ha dolido tanto hoy.
Taehyung se acerca, aparentemente enojado y descubrí el porqué, Hoseok habla animadamente con Jisoo durante toda la velada, me río de sus celos, se perfectamente que Hoseok es gay así que lo dejaré sufrir un poco más.
— ¿Quién es ese hombre? - Miro en dirección a donde a punta Taehyung, un hombre alto con un largo abrigo negro entra en nuestra casa, me pongo alerta, siento una contracción y mis ojos se abren cuando siento un tirón seguido del líquido en mis pantalones.— ¿Jimin?
— ¡Dammi mia figlia, accidenti!
Ese grito me hace ver hacía el frente y ver al hombre apuntar a Jungkook con un arma es todo lo que necesito para colapsar en nervios y estoy a punto de tener a mis bebés.
Cómo si no me conocieran 🫢
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro