Capitulo 4 📖
Me encontraba sentada en mi cama, mi espalda apoyada contra la fría pares blanca y la parte de mi cintura para abajo estaba cubierta por mi acolchado. Es un día gris, hay olor metálico muy característico. Y entonces pienso sin ninguna duda "Va a llover".
Es normal que para estas fechas empiece a llover, pero no me molesta, porque mientras pueda estar en mi aposento con una taza de té y un libro de Nora Robert o, de KieraCass, o ya sea de Agatha Christie o de Sídney Sheldon, no me molesta. Observo por la venta como se van desplazando las nubes para seguir tapando aquella bola dorada y como la brisa suave mueve las hojas de un lado a otro.
Es 20 de marzo y a toda mi familia nos afecta esta fecha, mas a mi tía, ya que perdió a su hijo hace exactamente diez años, diez años el cual le duele, pero no nos quiere preocupar.
Sacándome de mis profundos pensamientos mi querido celular empezó a emitir un ruidito, permitiéndome saber que había llegado un mensaje.
*Número desconocido*
Ven a la cabaña. Ethan
Decidí no contestarle y tampoco lo hice ya que mi mama me grita desde el comedor de seguro revisando los expedientes de sus pacientes.
Salí de mi habitación lo más rápido y confirmando mi suposición ella estaba con unas cuantas carpetas de color madera sobre la mesa.
Ella no es rubia, no como yo, sino que su cabello es pelirrojo (siempre me dijo que mi pelo era igual que el de mi padre bien rubio como el sol), sus ojos son celestes como el mar, es delgada y alta, mucho más que yo.
-No estás obligada a ir, te puedes quedar en la cama porque no está lindo el día
-Necesito ir, además le prometí a la tía que está vez trataría de ir temprano- ni yo ni ella dijo nada más, volvió a posar su vista en los expedientes y yo me dedique a salir por aquella puerta de metal.
Al terminar de cerrar la puerta mire para aquella casa y sabia que iba a estar en "problema" por no haberle contestado, pero hoy quería pasar el día con ella y no pensar en la vida (si se le puede llamar así) nueva que tengo que llevar. Sacudí mí cabeza para alejar mis pensamientos e ir al hogar de mí tía, la cual quedaba a unas cuadras.
Tenía muchos recuerdos a flor de piel y caminar por estas calles me lo recordaba, hasta aquellas piedras que se encontraban en la calle me hacían sentir débil. Ver la casa y el cielo no ayudaba mucho con mí estado de ánimo.
Dude en tocar la puerta, todavía me costaba entrar a la casa pero lo hacía por ellas, no quiero que se preocupen por como me siento, ellas ya tienen bastantes problemas como para cargar con los míos. Sin pensarlo más di leves golpes en la madera de color marrón barnizada que tomaba como función de puerta.
Abrió la puerta la mujer pelirroja como el fuego que esperaba, se notaba en sus ojos un brillo inexplicable pero nerviosa como si quisiera gritarme algo que sabe que sabe que está mal esconder como cuando un nene come un chocolate cuando le dicen que no y el quiere gritar que fue el porqué ahora le duele la panza. Niego quitando ese pensamiento de mi mente y decido concentrarme en el saludo
-Hola florcita, no te esperaba a esta hora, pasa Warlet
-Hola tía, quise venir temprano porque te quería llevar a comer a un lugar- acepte su invitación a pasar, mientas ella cerraba la puerta yo avanzo hacía el comedor donde me deben guiar hacía las escaleras para ir a mí objetivo.
-Esta bien, subí y busca tu regalo de todo los años mientras yo termino de ordenar la cocina
Sin más yo subí costa arriba y ella se guio hacia la cocina. No tuve que buscar mucho la habitación ya que la tenía en frente de las escaleras. Es una puerta de madera vieja está a punto de astillarse, la abro con cuidado y me adentro, me recorre un escalofrío por la espina dorsal al ver aquellas cajas con contenidos que le pertenecían a mí tío, di unos pasos hasta llegar a la mesa donde se encontraba una bolsa de tela blanca, la ojee y tiene un disco de vinilo de Cacho Castaña, sonreí débilmente ya que a él le gustaba mucho y eso duele aún más, también contiene un sobre blanco, por fuera no tiene nada escrito, asique lo abro y contiene un papel escrito con una frase
"Aun estas a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
Liberar el lastre, retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros y destapar el cielo."
Se muy bien de que escritor es, uno de mis favoritos es una estrofa de el poema "No te rindas" de Mario Benedetti. Trate de guardar todo rápido, pero lo que logre fue tirar una caja de madera no muy grande no bien cerrada entonces se escapo todo su contenido, el cual era unos zapatitos blancos de bebe, unos anillo(supongo que son de mis tíos de su compromiso) y una foto la cual deslizo mi vista por toda ella y me reconozco, rubia pero el pelo me llegaba hasta los hombros , sonriendo me faltan unos cuantos dientes y vestida con un vestido de flores, al lado mío esta mi primo el cual miro con nostalgia(hoy sería su cumpleaños) mucho más alto que yo aunque hubiésemos tenido la misma edad en ese momento, luego le seguía mi tío, con su dientudera (donde vivo se le dice así a la caña que está hecha con caña seca y le cuelga tanza, que se utiliza para pescar dientudos) y su sombrero de pescador con un pájaro, uno que se me hace muy conocido, pero no lo recuerdo mucho ahora, el paisaje que tenemos detrás es la laguna, "nuestra" laguna. Decido guardarme la foto en la bolsa y bajar lo más rápido que puedo manteniendo mis lágrimas en su lugar y que no desborden de mis ojos y tratar de calmar el nudo en mi garganta.
-Vamos tía?
-Si mijita, estas bien?- noto preocupación en su voz
-Si tia, vamos- sone firme pero amable para que no se sienta mal.
Salimos y nos subimos a su auto, conduzco yo para así poder sorprenderla por lo menos hoy.
Saliendo del pueblo, podemos ver un hermoso paisaje lleno de árboles, campos y vacas (aunque no me sorprende mucho ver las vacas ya que es muy normal verlas en todo el pueblo). Media hora después de viaje, frene en frente de una casa que está cerca de la ruta pero no la rodea más que el campo. Descendimos del auto y fuimos hacia al lado de la casa donde se encontraba una parrilla y una señora cocinando.
-Te acordaste- se le cristalizaron los ojos pero no soltó ninguna lágrima
-Si, veníamos casi todo los días, cómo olvidarlo
-Warlet como creciste- sonrió ampliamente con un destello de brillo en sus ojos
-Como todos, que bueno volver
-Lo de siempre?
-Si, te acordás todavía?
-Como no, un choripán y una gaseosa- termino de hablarnos y se puso en marcha para hacer su trabajo
No tardó mucho en prepararnos lo que pedimos
-Perdón tía, tal vez no sea un restaurante pero nos trae muchos recuerdos
-No te preocupes, esto me hace feliz, que vos me acompañes me hace feliz, gracias- la abrase fuerte, de esos abrazos que se necesitan como un anhelo.
-Lo extraño mucho- las lágrimas que estuve conteniendo se desbordaron y no tardaron en llegar a mis mejillas.
No me respondió, solo trato de acariciar mí cabeza pero luego se río
La mire con el seño semi fruncido
-Esta bien que lo extrañes, pero ya hay que soltarlo, no te hace bien, a nadie le hace bien. Se que estás tratando de que nadie se de cuenta de que todavía te duele, pero somos tu tía y tu mamá y no nos podes engañar, lo vemos en tu cara cada vez que lo nombramos, sabemos cuándo tu sonrisa es falsa, por favor te pido aunque sea imposible que trates de dejarlo ir.
Solo le sonreí débilmente, tiene razón no le hace bien a nadie, tengo que entender que el no era mío y que no todo dura para siempre.
-Bueno, vamos a comernos este delicioso y perfecto choripán para celebrar este día- sonrió con esa sonrisa que te alegra el día y me hizo el ojo
No lo pudimos finalizar ya que empezó a llover fuerte, las gotas caían como balazo en el capo del auto y por unos segundos el cielo destello una luz, estaba refusilando y este clima no era muy apropiado para andar en la ruta, menos cuando ella se altera con este clima, pero lo único que me reproduce este clima, es estar en mi cama leyendo y pensar, divagar con mi mente es lo que mayormente hago, como si quisiera ahogarme en mis pensamientos y no desaparecer de ellos. Mi tía nota que me tenso cuando pone una mano sobre mi hombro entonces entre dudas logra decir lo que quiere.
-El estaría orgullosa de ti, eso nunca lo dudes
Quería estar de inmediato en mi cama y llorar con fuerzas, pero se que ese vacío que me dejo no se va a llenar tan solo con llorar, tengo que dejarlo ir y eso duele, pero lo tengo que hacer
-Lo sé, no lo dudo, de ti también estaría orgullosa de la gran mujer que eres.
Me dio una sonrisa de lado como respuesta y yo se la acepte, eso somos, un pilar, nos apoyamos en l otra para no caer y no me molesta, precisamente ahora no me molesta sumirme en un silencio que conlleva a solo sentirse bien a su lado.
Volviendo por el mismo camino, las vacas no se movían de su lugar y seguían pastando, los árboles se zarandeaban lentamente, todavía era un paisaje hermoso, era un clima precioso, era la naturaleza lo que hacía que todo fuera precioso.
Aparcamos el auto en su casa y nos bajamos de él, me ofreció quedarme hasta que la lluvia cesará, pero me negué, para así no tardar mucho en llegar a casa
Fue un almuerzo lindo, pero lo malo es que al quedar lejos se tarda mucho, aunque disfrute cada árbol, cada segundo que pasamos conduciendo.
Me quedan unas casas para llegar a la mía, asique dejo de acelerar el paso para sentir cada gota que cae en mí piel.
Me paralizó cuando lo veo salir de su casa, me ve y su ojos reflejan irá un fuego que nunca vi, sabía que esto iba a pasar.
Retomé mí paso para no hablar con el, pero es inevitable ya que me agarra del brazo para que no me aleje de él
-Donde estabas Warlet?- tenía el rostro serio quería exigirme una respuesta pero no quiere que lo note porque está tratando de ser respetuoso, el pelo mojado pero no de la lluvia y esta vestido de traje color negro, lo extraño es que lo está combinando con zapatillas blancas.
-No te incumbe y si no te molesta con permiso me estoy mojando- trato de sonar firme, pero me flaquea todo en mi interior
-Todo lo que tenga que ver me incumbe y me importa Warlet aunque no lo notes
-Perdón, pero no suelo contar mis cosa a cualquiera, si no le molesta debo volver a mi casa.- no quiero ser grosera justo sola con el
-Linda forma de decirme que soy un extraño y no quieres hablarme
-Solo por hoy déjame ser la chica que perdió a alguien y solo quiere llorar en su cama, solo por hoy Ethan- le estoy suplicando, no quiero llorar pero lo hago, por lo menos la lluvia ayuda un poco. Sorbo mi nariz, el coloca su mano en mi barbilla y me la levanta para mirarlo, me tense un poco, unos segundos después no hubo limites y unimos nuestros rosados y finos labios,estos encajaron como un rompe cabezas, eran hechas a la medida perfecta, al mismo tiempo hambrientas por ese beso, lleno de lujuria, pasión, ternura y delicadeza.
No existe el tiempo en este momento, se perdió cuando empezamos a detallar cada mínimo milímetro de nuestros labios, pero el aire justo en este momento es traicionero y teniendo en cuenta que lo necesitamos no nos separamos del todo, solo separamos nuestros rostros para poder vernos a las esferas de nuestros rostros que los conocemos mejor por ojos.
Sus ojos radian fuego, uno que no se va a pagar fácilmente sin no se lo alimenta con mas, pero no le puedo dar más, los míos solo radian tristeza y confusión, no quería dar ese beso pero lo prohibido o lo que no podemos tomar es más llamativo y curioso y eso es debilidad para el ser humano como yo. Mis palabras se quedan estancadas en mi garganta, pero mi cerebro hace que reaccione lo más rápido que puedo y zafarme de su agarre y correr con el poco equilibrio que me queda antes de que mis piernas flaqueen y me caiga.
Termino de cerrar la puerta detrás de mí, mi pecho sube y baja rápido, dejo las llaves en la cajita que está ajustada a la pared, no aguanto más y me tiro al suelo con la espalda apoyada contra la puerta y alcanzo mis piernas para poder abrazarlas contra mi pecho y en el hueco que queda esconder mi cabeza, me hago bolita, lloro.
Porque me enseñaron que está bien llorar cuando duele algo
Está bien llorar por un corazón roto
Está bien llorar por un familiar
Está bien llorar por una nota
Pero no lloro por eso, lloro por confusión, por mi maldita curiosidad, lloro por el jodido momento que lo seguí y me metí en esta mierda.
Camino hacia mi curto luego de estar un buen rato llorando en esa posición incómoda que ahora está pasando factura a mis músculos, para poder cambiarme ya que estoy completamente mojada.
Luego de haberme bañado, voy hacia el comedor, entonces procedo a buscar en la alacena el frasco donde mi mama guarda el té para cuando llueve y nos mojamos, es de hierbas mesclado con hojas de menta, mientras enciendo la hornalla para poner a hervir el agua en la pava busco mi taza de cerámica blanca pintada con tulipanes amarillos. Vierto el agua en la taza y le coloco una bombilla y me la llevo mi habitación, para beberlo mientras leo unos capítulos del libro el cual me tiene muy atrapada, para no pensar o distraerme del beso con Ethan.
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Espero que les guste
NO se puede hacer plagio ni copias, sino me veré obligada a tomar medidas judiciales, desde ya muchas gracias y espero que os guste.
intagram: bcamiameloti_
instagram de la novela: ellibrodecamilaameloti
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