Capítulo 3📖
Ahora estoy en la cabaña, ya qué Ethan me llamo, en realidad me obligó a venir, por poco me trae arrastrando.
Nos encontrábamos sentados alrededor de una mesa ratonera de color petróleo, Tom bebía de un vaso que su contenido tenía un color purpura o eso intentaba ser, Ethan y Kiera solo decidieron tomaban una gaseosa.
-Estás segura de que no quieres nada campanita?- me pregunto el pelirrojo que tenía en frente
-Segura Tom ¿Campanita? No tengo polvillo de hadas para levantar cosas- esta drogado ¿o qué? Son muy raros esta gente.
-Porque te pareces a la de la película, no tenes polvillo pero levantas cosas sin tocarlas- me miro con cara pervertida, hasta sus ojos irradiaban perversión.
Solo lo ignore porque sabía a qué se refería con su última frase y me desagradaban los tipos así.
Empecé a escuchar una voz femenina con tono firme, que prevenía del centro del salón de la cabaña.
-Queridos compañeros, mañana unos de nuestros integrantes cumple un año más con nosotros y él mismo va a elegir a su afortunado o afortunada que se presentará como su regalo- No necesitaba un micrófono para que toda la cabaña la escuche porque aunque tuviera una voz suave, pero sobre todo firme, todos le prestaban atención a lo que decía- Y mañana nos contaras si se le puso fácil o estuvo un poco alborotado como a algunos nos gusta-
Todos comenzaron a carcajear pero tuve que fingir ya que no me da risa, además Ethan me dio unos golpecitos con su codo en mi brazo derecho para que colaborara con el bullicio del resto, pero no le encontraba gracia ninguna de lo que sea reían.
-Por lo menos acá adentro disimula, relájate y ve a buscar un KYA
-¿Un qué?
-Un KYA, es whisky y jugo de uva, es lo más caro y rico que sirven acá, es lo que bebía yo hace unos minutos- dijo el pelirrojo que apareció de repente.
-Dios mío, como van a mezclar eso, es repugnante, son dos bebidas diferentes, no se hace eso.
-¿Quien dice eso? ¿Vos? Ja- rio irónicamente
-Parecen dos chiquitos peleando, compórtense- dice mi vecino enojado
-A veces me pregunto si sos humano o un robot- dice el pelirrojo en forma de broma
-No me vengas con tus bromitas estúpidas Tom, llévatela a la barra ahora- se notaba muy enojado, tiene su mandíbula tensa, en su ojos se podía ver pánico y enojo, sus puños están tan apretados que sus nudillos se pusieron blancos como la nieve.
- ¿Te pasa algo Ethan?- tal vez era media metida, pero ahora que "pertenecía" a este lugar mí curiosidad aumentaba más al igual que con él. No lo entendía, de un momento a otro su mandíbula se tenso, sus ojos gritaban enojo y pánico, cada vez lo entendía menos, corrí mí vista de él y la fijé hacia donde miraba, se acercaba un chico que vestía un jogging negro que le colgaba una cadena que esta enganchaba al bolsillo y lo acompañaba con una remera del mismo color de su vestimenta de abajo(este rompía el estereotipo del traje, al igual que yo, que no vestía como las otras chicas que estaban acá, todas vestían de vestidos y yo solo vestía de una remera de tirantes jogging que tenían de estampados unos dragones) este se me hacía familiar, pero ¿de dónde?, de estatura normal, cabello obscuro y en su mano derecha tiene un tatuado un pájaro que eh visto en algún lado el cual ahora no recuerdo.
-Vámonos campanita, necesita estar solo- intento llevarme hacia donde le habían pedido pero me opuse alejándome de este.
-¡¿Necesita estar solo?! Si es eso lo que necesita ¡¿para que mierda me llamo?! Podría haber estado haciendo otra cosa y no estando en este lugar de mierda, Dios si serás idiota Ethan, sabes quédate solo vos y toda esta gente de mierda- estaba irritada, me había hecho venir hasta este lugar, cuando podría haber estado en casa con mi mama que casi ni la veía ya, pero no, tenía que tratar de encajar, pero me irritaba su comportamiento.
Estaba por irme, pero unos brazos me detuvieron el paso, me giró y pude ver aquellos ojos que tanto siempre eh querido ver de cerca, marrones y podía ver como trataba de relajarse derretir aquel hielo que me congelaba cada vez que me hablaba o tocaba.
-Suéltame, me quiero ir Ethan- se lo estaba suplicando o tal vez solo quería quedarme así abrazada a él
-¿Interrumpo?-logre zafarme de Ethan y antes de ver qué él iba a responder me le adelante y conteste yo ¿no quería que encajara?
-No para nada
-Si interrumpes, ¿porque no te vas a otro lugar a joder?- no lo entiendo, el chico se nos acercó con buenas intenciones y él lo ataca como si fuera algo molesto
-Perdónalo, es muy bruto, un gusto soy..- dejé mí frase al aire ya que mí querido vecino me agarró del brazo y me llevo hacía su lado para que no pudiera hablar con el chico que tenía en frente hace unos segundos.
-¿Qué haces? ¿Acaso estás loca?
-¿No es obvio?- pregunte incrédula de mis palabras-Voy a presentarme, por lo menos educada soy y no como tales
-¿Justo a él? ni se te ocurra acercarte
No deje que me intimide y menos que me diga que hacer, así que me volví acercar a Tom y aquel chico el cual todavía no sabía su nombre
-Así que Tom le prestaste una de tus chicas a Ethan?- le dijo mirándome de arriba hacia abajo con su mirada
¿Ethan salía con otras chicas? ¿Estaba seguro de que estaban hablando del mismo Ethan? ¿Mí vecino? De seguro que sí, no debería enojarme, pero una parte de mí si lo estaba,
¿celosa?
No para nada, el podía hacer lo que él quería, ya lo hacía.
-Porque no mejor cerras esa puta boca y te vas a buscar a tu regalo- lo tenía detrás de mí y podía sentir su respiración acelerada, me ponía nerviosa pero estoy enojada con el por lo que dijo aquel chico.
- Oh gracias por preocuparte, pero ya lo tengo
-Warlet vamos a tomar algo- me dijo Tom, pero no quería.
Tal vez por lo que iba hacer enojaría a Ethan pero la verdad es que quería eso, que se sintiera desconcertado con mi respuesta.
-No gracias, pero muy amable de tu parte- tomé una bocanada de aire y pude hablar- en cambio vos- señale al pelinegro y continúe- y yo vamos a ir a tomar algo
-Me vendría bien un trago- me agarre de su brazo y dimos pasos para ir a la barra, mire de reojos sobre mí hombro y vi a Ethan mucho más enojado de lo que estaba ya.
Si el salía con muchas chicas
¿Por qué yo no podía con este desconocido?
Tal vez por eso, porque es un desconocido.
-Que vas a tomar Warlet- su voz se me hacía mucho más familiar, ¿pero de dónde?
Mi mente busca rostros o algún detalle de él, pero no logro descifrar de donde carajo lo conozco, tal vez es un (como está mal llamado) dejavú.
-Una cerveza...- se dio cuenta de que quería decir su nombre pero como no lo sabía el continuo
-Lucas- soltó una risita, pero yo agache mí cabeza- lo siento... ¿Por qué te pusiste así?¿Dije algo malo?
-No, es que me acordé de algo
Se llama igual que mí primo, al cual consideraba un hermano, pero falleció.
Luego de unas cuantas cervezas las cuales perdí la cuenta de tantas, escuche a Tom
-Warlet vámonos- escuché la voz del pelirrojo
-Noo... qué...date vamos... Tommm- se me resbalan las palabras
No pude decir más, me colgó en su hombro y me saco de aquel lugar y del bosque
-Sabes Tom, no eres tan malo como aparentaste aquel día
-¿Aquel día?- se notaba confuso, entonces me bajó, pero seguimos caminando pero me agarre de su cuello.
-Si aquel día, el día que mataste aquel hombre- recordé aquella escena y me recorrió un escalofrío por la espina dorsal.
-¿Por eso no me quieres cerca?- solo asentí- mis padres eran los dueños de la cabaña, ellos eran los regidores, pero cuando fallecieron le tocó a Kit mí hermana mayor, hace unos cuantos años mamá antes de fallecer tuvo su tercer hijo, prometí cuidarla pero no lo hice, uno de los integrantes de la cabaña la secuestro y la tráfico. Por eso me dedico a esto, por unos años que lo hice por ella, luego por diversión, no la pude encontrar. El hombre que la tráfico la mato eso fue lo que me dijeron y cuando lo fui a buscar me entrego un cuerpo sin cabeza porque no le servía más, la llamo zorra, tan solo era una niña, por eso me di el gusto y el placer de acecinarlo- estaba exaltado y su respiración estaba fuera de control-Bueno campanita, que tal tu vida?
-Ammm, soy hija única, no sé lo que es perder a un hermano, pero si a un primo y a un tío- era una noche estrellada, no hacía fría ( aunque estemos entrando en invierno) pero me abrazaba a mí misma para no quebrarme en ese momento y más que estaba borracha- solo tengo a mi mamá, mi tía y a mí mejor amiga, ellos son mí única familia, mi primo falleció cuando tenía solo 7 años y mi tío hace cuatro años, duele sabes, porque cumplió el papel de padre para mí, cuando éramos chiquitos nos llevaba a la laguna a pescar y la pasábamos bien, pero luego de que falleció mí primo, el trato de compensarlo con alguna que otra salida y cada cumpleaños de mí primo el me daba un CD de vinilo y una frase de un escritor, pero desde que ya no está, lo sigo haciendo para no olvidarlo, pero me los da mí tía- tenía los ojos cristalizados y un nudo en mí garganta que dolía.
-Lo siento mucho campanita-me reí sin gracia solo por el apodo que me incorporo- tu padre no cumple ningún lugar en tu familia?
-No- no quería sonar tajante pero eso me producía cada vez que lo nombraban
-Oh okey- lo sentía incómodo y eso me hizo sentir culpable
-Perdón, pero es que yo nunca dije papá llévame, papá me compras o papá gracias, no, todo fue mamá, mamá tuvo dos trabajos por mí antes de ser psicóloga, mama me ayudó con las tareas, mama durmió conmigo, mama me compro lo que me faltaba y necesitaba, mama fue, es y será mí héroe, mí apoyo y familia.
Solo asintió y ya no existía ninguna incomodidad del tema.
Nos encontrábamos en la vereda de mí casa mirando las estrellas, de tanto hablar no me di cuenta en qué momento estábamos así.
Había hablado de mis cosas, de mis problemas, de mis sentimientos, eso era raro, ya que no hablaba de eso con nadie, pero con el era diferente me sentía segura.
-Es un poco tarde, hasta mañana Tom
-Hasta mañana campanita- sellando el saludo nos dimos un cálido y tierno abrazo, de esos que reconstruyen el alma.
Levanté mí cabeza y vi aquellos ojos celestes, pero no un simple celeste, un celeste llamativo como el cielo en los días de verano, radiante y despejado. Ver aquellos era ver reflejados los míos.
-Gracias por escucharme Tom
-No hay de que borrachita- con esa sonrisa de seguro cualquier chica se le rendía a sus pies
-Borrachita?- me reí- no era campanita?
- Si, pero ahora estás borracha
Gire sobre mí propio eje y me adentre a mí casa, pero si a mates volver a darle las buenas noches
Hoy había sido un día agotador, pero bueno ya que pude crear un "vinculo" con el pelirrojo, que si hubiesen pasado unos segundos más de seguro le besaba aquellos finos y suaves labios. Saque aquella idea de mí cabeza y subí las escaleras tambaleándose, pero llegué sana y salva a mí aposento.
>>>>>>>>>>>>>>>>>>>&<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<
Espero que les guste
NO se puede hacer plagio ni copias, sino me veré obligada a tomar medidas judiciales, desde ya muchas gracias y espero que os guste.
intagram: bcamiameloti_
instagram de la novela: ellibrodecamilaameloti
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro