Eh alargado el capítulo 16 de la historia por lo corto que era la anterior. Leelo.

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Todo era destrucción dentro de la barrera que rodeaba la Academia, el edificio principal de la escuela Kuoh estaba hecha pedazos y cráteres por todos lados sin excepción alguna.

Issei estaba tirado en el suelo inconciente, y metros lejos de él, los del Séquito Gremory junto a la exorcista estaban fuera de juego.

Asia que era la única que se mantenía consciente curaba a Xenovia la cuál le faltaba la mitad de su brazo. Abriendo sus ojos en terror y asombró, la ex monja vio como Kokabiel seguía de pie aunque ahora si mostrando más graves heridas.

¿Tan absurdo fue el poder de Kokabiel que Ni Rias, Celestia, Rito, Akeno, Koneko o Issei pudieron ganarle? Cinco demonios, tres de ellos híbridos juntó a un humano con Sacred Gear artificial de dragón, algunos rompiendo sus límites para llegar al nivel de un clase alta y otros como la Ralgris, Gremory inclusive el castaño llegando aún rango de diablo élite o un ángel de 6 alas.

La rubia tenía ganas de llorar, apesar del esfuerzo de todos, no pudieron ganarle al cadre, y al parecer faltaba mucho para que los refuerzos del Inframundo llegarán.

"¿Asique todo acabó así?" Kokabiel miro a sus alrededores viendo el caos que era ahora el escenario de la Academia hecha mierda. "Ni la hija de Lucifer pudo hacerme cosquillas ¿eh?" No podía mentirse tampoco, el grupo Gremory juntó a la exorcista, Celestia Ralgris y el humano fueron suficientes para debilitarlo demasiado, sus heridas eran graves, daños internos y externos al cual debía prestar atención.

Se sentía tan débil y entendió que si tuviera otra pelea caería desmayado, el ataque más grave que sufrió fue la explosión generada por sus propias lanzas cuándo la Ralgris lo engañó con ilusiones, juntó al daño que le proporcionó ese humano con Sacred Gear artificial.

Antes de que Kokabiel dijera o hiciera algo la barrera se hizo pedazos ilusorios que cayeron al suelo, después sus oídos captaron muy bien el sonido del cristal el rompiéndose y una luz azul descendió.

"Fue un verdadero espectáculo, pero siento interrumpir la obra."

Una armadura blanca con gemas azules incrustadas y alas ilusorias del mismo color levitó en los aires mientras veia al caído.

"¿Vanishing Dragón? Maldición, ese hijo de puta de Azazel." Kokabiel apretó sus puños, su estado no era el mejor para enfrentar al Dragón Emperador Blanco.

Extendiendo sus cinco pares de alas se elevó en el aire y empezó a acumular una gran cantidad de magia en su próximo ataque, una lanza se formó encima del cadre quién estuvo decidido a terminar esto de un sólo golpe.

El Dragón Blanco no era más fuerte que el ni de broma, pero su estado asquerosamente pésimo tanto que pelear con un Ángel de 4 alas ya resultaba ser un reto.

"Si que eres estúpido. ¿Acaso se te olvidó la habilidad de mi Sacred Gear?"

La sangre del Caído se congeló cuándo las palabras de la Armadura le hicieron recordar algo. Rápidamente intentó deshacer la enorme lanza dorada pero fue inútil.

[¡Divide! ¡Divide! ¡Divide!]

"Con tres divisiones es suficiente."

La lanza se hizo tan pequeña hasta que desapareció, un aura dorada viajó hasta los Orbes azules incrustados en la armadura la cual fue rodeada por una energía azul.

"¿Asique este es el poder de un Cadre?" El Dragón Blanco miró sus manos con algo de asombró en su voz. "Me siento poderoso."

Kokabiel vio un borrón azul que se dirigió a su persona, no pudo reaccionar cuándo un golpe en su estómago lo hizo escupir una bocanada de sangre y de la nada el Dragón Blanco apareció detrás suyo quitándole dos alas.

"¡¡¡Aaaaaahhhh!!!!" Con un gritó de dolor el caído cayó de rodillas al suelo mientras intentaba llevar sus manos a su espalda.

"Aburrido." La armadura blanca tomó del rostro a Kokabiel y arrastró la cabeza de este por el suelo dejando un grueso surco. "Acabemos con esto." Lanzando al caído a los aires inmediatamente disparó ráfagas azules que dieron de llenó contra el cadre que volvió a escupir una bocanada de sangre por el dolor.

Celestia que había salido de la inconsciencia lo primero que vio fue a una armadura blanca dándole una paliza a Kokabiel, Issei que también se reincorporó observó esto con tranquilidad, muy diferente a Rías con su séquito que habían despertado casi al mismo tiempo quel castaño y la rubia.

Unos escombros pertenecientes al edificio de la Academia empezó a mover y retirarse cuándo Rito salió de ellos, viendo con incredulidad la paliza que le daban al cadre de 10 alas. Su cuerpo empezó a temblar, no por miedo, sino por instinto.

De un segundo a otro la armadura blanca terminó tomando la pierna del Ángel Caído que colgó de cabeza como un muñeco de trapo mientras los dos se encontraban en los aires.

"¿Eso fue todo?" Decepcionado el Dragón Blanco fijo su vista a hora en el tembloroso Rito. "Welsh Dragón, es bueno ver a mi rival." Dijo.

"Vanishing Dragón... Ddraig me contó sobre ti."

"Eso es bueno. Me gustaría pelear contigo pero es hora de que me marché, Azazel me espera." Con eso último el Dragón Emperador Blanco extendió aún más sus alas azules semitransparentes para coger vuelo y marcharse junto al caído.
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Dos horas después.

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"Joder, Me duele hasta el intestino delgado..." Un Issei adolorido entró por la puerta de la mansión de Karen misma quién con su boca abierta y ojos como platos observó al castaño.

"¡ISE!"

"Ehmm.... ¿Hola?"

Karen corrió a socorrer al oji miel quién cayó al piso adolorido por las cantidades de golpes y heridas que tenía.

"¡¿Qué te paso?!" La castaña preocupada le pregunto a Issei quién se encontraba neutro en los brazos de su madre.

"B-bueno.... Digamos que me enfrente contra un jodido cadre capaz de hacer desaparecer una ciudad entera fácilmente y salí vivo... Por segunda vez..."

"¡¿Y Celestia?! ¡¿Cómo se encuentra ella?!"

"Igual que yo supongo, pero no te preocupes, si yo siendo un humano estoy bien, ella como demonio estará muchísimo mejor." Issei se puso de pie para caminar tambaleando al sofá y acostarse ahí. "Tengo pereza de ir a mi habitación, dormiré por ésta noche aquí."

"¿Estás seguro? Vas a despertar con la espalda adolorida." Karen quiso persuadir al castaño pero este negó con su cabeza.

"Eh dormido de peores formas." Claramente Issei se refirió a las veces que lo torturaron siendo violado o de otras macabras mineras, pero la castaña no entendió lo que quiso decir su hijo.

"Está bien. Dejaré que duermas sólo por esta noche en el sofá."

"Gracias."

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Inframundo.
Territorio Ralgris.
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Celestia caminaba por los territorios de su familia, se dirigía caminando a la gran mansión Ralgris dónde vivía con sus padres, no usaba un círculo mágico porque básicamente eso estaba prohibido en las casas nobles, si se quisiera utilizar magia de teletransporte tendría que pedir una solicitud al clan, y la respuesta llegaría en una semana más o menos.

Sólo necesito unos cuantos metros de recorrido para que algunos guardias la vieran, y al reconocerla la escoltaron hasta el enorme castillo Ralgris.

"¿Cómo están Lord y Lady Ralgris?" Preguntó Celestia.

Cuándo se trataba de dirigirse a las demás personas para hablar de sus padres siempre los llamaba por Lord y Lady, siendo ya una costumbre para ella.

"No se preocupe, ellos están bien Lady Celestia." Habló uno de los guardias.

"Ya veo. Jaahhhh...." Bostezo la rubia. "Tengo sueño. Usemos las alas para llegar más rápido."

"Si Lady Celestia." Fueron las respuestas de los guardias.

Los demonios extendieron sus alas para volar directo al castillo, llegando en cuestión de minutos, aún así pudieron disfrutar desde los aires la gran vista de los territorios Ralgris.

Cuándo aterrizaron en la gigantesca mansión Celestia fue recibida por reverencias por parte de los sirvientes perteneciantes a su clan.

No le dio importancia y entró al gigantesco castillo dónde más sirvientes hicieron reverencias frente a ella.

Cuándo por fin llegó a la sala dónde ella juntó a sus padres desayunaban, almorzaban y cenaban día tras días ahí los vio, sentados esperándola precisamente alla.

"Padre, madre..."

"Celestia.... Toma asiento por favor, tu madre y yo tenemos que hablar contigo." Lord Ralgris se mostró sereno, no muy diferente a su esposa.

La rubia hizo lo pedido, y al tomar asiento su expresión relajada fue cambiada al fruncir su ceño, con algo seriedad. No sabía que le iban a decir sus padres, pero algo le decía que no le iba agustar para nada.

"Soy toda oídos."

"Lo que sucede es que el compromiso con Raizer Phoenix no se canceló, ni contigo ni con Rías Gremory y Sona Sitri." Lord Ralgris tomó la taza de té que tenía en la alargada mesa y bebió un sorbo.

"Ya veo... Puedo decir que eso era algo obvio ¿no?"

"Eso parece. Después de todo con quién se enfrentaron fue un farsante." Lady Ralgris estuvo de acuerdo con su hija misma que relajo su expresión.

"¿Me imagino que ahora si no hay forma de retarlo a un Rating Games?"

"No, no hay forma." Lord Ralgris dejó la taza de té en el pequeño plato y miro fijamente a su hija. "¿Tienes algo planeado?" Sabiendo del gran Don intelectual que Celestia posee preguntó.

"No." Fue la simple respuesta de la rubia.

"¿Y entonces?"

"No es algo que sea planeado por mi, lo que me va a salvar es sólo el destino, el flujo y curso de las cosas simplemente harán su trabajo, ya yo he hecho mi parte." Celestia creó un círculo mágico en su mano de dónde sacó un libro para empezar a leer.

"¿Aque te refieres con eso?" Lady Ralgris se sintió intrigada por la tranquilidad en las pabras de su hija y no pudo evitar levantar una ceja.

"En parte para que un árbol crezca se necesita de tiempo, pero también el cuidado y atención que le pongas a este es fundamental para su desarrollo. Desde pequeña yo sin darme cuenta sembre un árbol....

"Y ese árbol es...."

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En una sala con una mesa redonda en el medio se encontraban nueve personas en una reunión. La habitación dónde se encontraban era rodeado por cinco barreras invisibles que no permitirían entrar a nadie en lo absoluto.

"Ya va siendo hora." Una figura misteriosa dijo a sus demás acompañantes, pero poco a poco se dejó ver quién era esa persona, siendo nada más y nada menos que Ruval Phoenix.

"No te apresures Ru-kun, flata un poco más." La persona quién dijo eso poseía un tono de voz femenino e infantil, siendo esta la Maou Serafall Leviatán.

"Una semana es suficiente." Dijo otra figura desconocida, pero a diferencia de las demás este tenía 8 alas negras en su espalda siendo está Penemue.

"¡Ataquemos ya!" Alguien golpeó la mesa con las palmas de sus manos, siendo este Raiser Phoenix con una expresión enojada.

"No podemos Ra-kun." Otra voz infantil y femenina llamó la atención de todos en la gran mesa redonda, poseyendo al igual que Penemue alas, pero eran blancas a diferencia de la caida, siendo está Irina Shido.

"Exacto, tenemos que matarlo cuando este distraído." La que habló no fue ni más ni menos que la Arcángel Gabriel, quién tenía sus diez alas blancas extendidas, con un brazalete en su muñeca derecha que le impedía caer.

"No entiendo aún, ¿porqué simplemente no vamos dónde está y lo matamos?" Raiser cruzó sus brazos ya fastidiado.

"No hay que subestimarlo, fue el Sikiryuuitei y fue capaz de enfrentarse a dioses múltiples veces. Además tiene a una zorra del Clan Ralgris de este mundo que nos tiene bailando como sus perras." El que habló fue un rubio, siendo este Kiba Yuto con una expresión enojada recordando la vez que Celestia lo humilló.

"Es muy importante matarlo, sino lo hacemos el maldito soltara más información de nuestro mundo a los de Código: 009 y nuestros planes de conquista serán basura y tendremos que cambiar de estrategia." Ahora el aue habló fue una pelinegra con su cabello recogido en una larga cola de caballo, siendo esta Akeno Himejima.

"Qué molestia." Koneko que se mantenía al margen de todo bufo en fastidio.

Penemue se cruzó de brazos y curvo sus labios en una sonrisa divertida cuándo una idea se le vino a la cabeza.

"Lo mataremos, después de todo aún no sabe que Gabriel, Irina, Serafall y yo estamos aquí."

"Pero sospechará cuando se enteré que Kiba, Ruval, Raiser, Koneko, Akeno escaparon." Serafall dijo.

"Si, tal vez mañana se informe sobre eso a todo el informando, pero que más da, Serafall y yo somos muy importante en el infierno y Gregory respectivamente, podemos sacar provecho de eso, Gabriel tan bien lo es, su peso en el cielo es beneficioso para nosotros."

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Al día siguiente.
En la mansión de Karen.
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En el sofá de la gran sala se encontraba Issei aún dormido, ayer fue un día muy complicado y atareado, la batalla contra Kokabiel dejó las energías del castaño en cero.

[Veo que ya te despertaste.] La voz de Rayquaza hizo brillar la esmeralda incrustada en el anillo en el dedo medio de la mano derecha del oji miel.

"Si.... Aunque tengo sueño aún." Issei se levanto del sofá para luego realizar una serie de estiramientos. "Listo, me siento como nuevo. ¿A todo esto? ¿Dónde esta Oka-san?"

[Creó que la vi unos minutos saliendo de la mansión con unas bolsas de compras.]

"Ya veo." El cataño relajo su expresión para al segundo siguiente endurecerla en seriedad.

[Oye, creo que tenemos compañía.] Fueron las palabras provenientes del anillo/Sacred Gear artificial dónde se encontraba sellada la dragona.

"Si...." Issei sacó a Bahamut de un círculo mágico carmesí. "¡Sal de ahí!" Vociferó con un tono de voz alto.

Alguien apareció de la nada, la cabellera negra y ojos muertos fueron inconfundibles para el castaño quién sudo amares ante la brutal presencia de ese ente.

"No esperaba menos de ti Ex-Sekiryuutei."

"Maldición.... Ophis."

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Dentro del Club sobrenatural, potente enemigo y rival del Club del Oculto se encontraban reunidas Celestia y su Reina.

"¡Cómo qué su compromiso a un sigue!" Krucilfer se levantó de repente de su asiento y golpeó con las palmas de sus manos la mesa del escritorio de su Rey.

"Así es, aún sigue el compromiso, y todo indica que no ha salida para cacelarlo." Celestia que leía un libro con tranquilidad no se molestó en ver a los ojos ha su Reina.

"¡¿Pero acaso no puede otro Rat~"

"No servirá." La rubia interrumpió a Krucilfer y se levantó de su asiento para ver por la ventana del club. "Ya los Rating Games son inservibles."

"¡Eso no puede ser! ¡Sabe como se pondrá Ikki cuándo se enteré que ya no hay manera de salvarla!"

"Si, lo sé."

Para Celestia no era un misterio los sentimientos que su caballero tenía hacia ella, y casi todo el Club Sobrenatural sabían sobre eso.

"¡Entonces! ¡¿Qué podemos hacer para salvarla?! ¡Dígame su plan Celestia-Sama!"

"No hay ninguno. Ya se los dije a mis padres, pero... Te lo digo a ti, el destino es la solución."

"¡¿Qué tonterías son esas?! ¡El destino no existe!" Apesar del arrebató de Krucilfer la rubia no se despegó de la ventana, viendo el gran paisaje del jardín de la Viaja Academia Kuoh, misma que compartía con Rias. "¡¿Porqué no habla Celestia-Sama?!"

"Con qué él destino no existe ¿eh? Si tienes razón, no existes." Celestia miro sobre su hombro para ver a su Reina, misma que se encontraba enfadada por las palabras de su ama. "El destino se crea sólo con tus acciones."

"De verdad que no la entiendo.... Siempre ha sido así, nunca logró comprender ni saber en lo que piensa." Antes las palabras de Krucilfer Celestia devolvió su vista a la ventana para seguir observando el paisaje. "Pero.... ¡No pienso dejar a Ikki así! ¡Es uno de mis compañeros!" La peli azul salió del club dejando a la rubia de ojos celestes sola.

"El destino se crea sólo con tus acciones... pero que emotivas palabras dije... ¿No? ¿Rias....?"

Cerca de la puerta del club sobrenatural se encontraba Rias con su espalda apoyada en la pared con sus brazos cruzados y mirada sería, como si ya supiera el monstruo con quién estaba tratando.

"Eres un verdadero demonio, para ti no existe el destino, todo lo calculas fríamente, todos, inclusive yo somos tus títeres, titiritera.... Asique dime, ¿qué planeas?" La voz de la pelirroja fue de seriedad, como si estuviera interrogado a una criminal asesina psicópata.

"Vamos Rias, ¿porqué eres tan cruel? No pienso hacer nada malo, no soy una asesina a sangre fría ¿sabes?"

"Difícil de creer proviniendo de tu boca, asique dime.... ¡¿Ha quién piensas matar?!"

"¡¡¡¿Eeeeeh?!!! ¡T-te lo juro que ha nadie~! ¡Asique no digas cosas así en voz alta! ¡Me meteras en problemas tonta~!" Una gota de sudor bajo por la cien de Celestia quién se encontraba nerviosa cuándo Rias la inculpaba de un asesinato volviendo la escena cómica.

"¿Eh? ¿Entonces no vas a matar a nadie?"

"¡Claro que no tonta! ¡Además no digas esas cosas en voz alta que me meteras en problemas idiota!"

"Y-ya veo...." Una gota de sudor bajo por la frente de Rias quién sonreí tontamente. "Hump... ¿Entonces que tienes en mente?"

"Nada en especial." Ya más tranquila de que la pelirroja fuera desechó tales acusaciones de asesinato se sentó en su escritorio, soltando un suspiro de cansancio observó ahora con seriedad a la Gremory. "Pienso utilizar a mi favor algo." Dijo.

"¿Utilizar? ¿De que demonios hablas?" Rías alzó una ceja confundida.

"Lo explicaré para tontos. Ya que no se puede retar a Raiser a un duelo nuevamente, jugaré mi última carta." Celestia arecosto su espalda a su asiento mientras se cruzaba de brazos. "Haré que rompan mi compromiso con un nuevo prometido."

"¡¿Qué?! ¡¿Eres tonta o qué?! ¡¿Cómo puede ser que te llamen el futuro Cerebro del Inframundo?! ¡Lo que planeas no solucionará nada! ¡Al contrario! ¡Dará mas problemas idiota!" Para Rias fue una estupidez lo que salió de la boca de la Ralgris, tanto que dudo que fuera tan inteligente como decían.

"No me llaman El futuro Cerebro del Inframundo por nada ¿sabes? Lo que planeo es perfecto y no tiene ningún fallo, crear un destino con mis acciones, de hecho ya hice mi parte."

"¡¿Qué destino es ese?! ¡¿Sólo cancelas el compromiso con Raiser para meterte en otro?!" Rias no podía estar más enojada, lo que decía Celestia la molestaba por la manera en que se tomaba las cosas.

"Te lo detallaré para que lo entiendas tonta. A lo que me refiero con que ya hice mi parte es simple, hace algunos años conocí al humano Issei Takahashi, vivía con su madre Karen Takahashi con quién me lleve muy bien."

"¡¿Y que tienen que ver ellos en todo esto?!" Preguntó enojada la pelirroja no sabiendo adonde iba todo esto y porqué hacían mención de aquél chico que ella mató junto a Sona.

"Sencillo Rias.... Aunque nunca me eh llevado bien con Issei Takahashi, fue muy diferente con su madre, misma que salvé en una ocasión. Ella me estima mucho, y desea que algún día me casé con su hijo, pero él y yo sabemos qué es imposible pero no le decimos nada para qué no se deprima.... ....Jahh... Cosas de humanos..." Celestia se masajió el tabique estresada.

"¿Y? Eso no soluciona nada de lo que está pasando ¿sabes?"

"Al final el árbol que siempre estuve sembrando sin darme cuenta fue... Karen Takahashi..." Susurró audiblemente, una sonrisa algo malvada y avarisiosa apareció en el rostro de Celestia. "Gracias ha ella puedo usar a su hijo cómo uno más de mis títeres, algo que se me hacía difícil por la actitud del mismo."

Al parecer Rias ya estaba empezando a comprender por dónde iba todo esto, y con una mirada asombrada miro a Celestia esperando lo siguiente que fuera a decir.

La demonio Ralgris le dedicó una mirada de superioridad a la pelirroja quién parecía procesar sus palabras.

"Cómo ninguna de nosotras podemos retar a un duelo a Raiser, haré que Issei Takahashi lo rete a una pelea a él por mi mano." Celestia se levantó de su asiento y golpeó la mesa con la palma derecha mientras la otra estaba en su cadera. "Las tradiciones del los demonios no permitirá quel pollo frito lo rechace, cuando un diablo es retado de esa manera debe aceptarlo, además su orgullo también lo hará aceptar."

"Entiendo todo ahora... Le dijiste todas esas cosas a tu Reina Krucilfer para hacer que llegué a los odios de Issei Takahashi y tal vez a su madre quién lo convencerá para que vaya a buscarte."

"Exacto Rias... Ni él ni yo confiamos uno al otro pero si es su madre la que se lo pide no podrá hacer nada. Cuándo gané cancelaremos el compromiso y ya, problema resuelto." Finiquitó Celestia para luego empezar a caminar a la puerta del club.

"¿Pero y si pierde?"

"No lo hará, posee casi el mismo nivel que un diablo de élite, aunque Raiser posea regeneración haré que apliquen las reglas de los 10 minutos y ya, fin del cuento."

Los demonios de Clase suprema no eran una broma, estos eran escasos en el Inframundo y pocos obtenían ese nivel, ninguno que no perteneciera a una familia noble en el infierno no tendría alguna esperanza siquiera para lograr ese rango de poder.

Cada 1,000 años aproximadamente nacía un nuevo demonio prodigio, capaz de alcanzar tal poder sólo superado por Maus. En el Inframundo las discusiones de guerra entre las casas nobles se hablaban sobre la mesa, puesto que no se podían dar el lujo de mandar a diablos de élites a batallas porque sería un desperdició por lo escasos que eran, por eso, que un simple humano logrará ese nivel era increíble para muchos.

"¡Un momento! ¡¿Qué va a pasar conmigo y Sona?!"

"Pues nada, ustedes se casarán con Raiser, después de todo no es mi responsabilidad ayudarlas, así de sencillo." Antes de que Rias hiciera o dijera algo Celestia salió del Club Sobrenatural dejándolas sola.

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Con Issei.
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"Asique por eso estás aquí Ophis, ¿huyes de alguien quién quiere matarte?"

"Así es... Logró convencer a Lilith y hacer un contrato con ella para sellarla en un Sacred Gear Artificial." La Loli dijo mientras flotaba en el aire frente a Issei.

"Entiendo... Asique tiene que ser alguien jodido para poder crear un Sacred Gear Artificial lo suficientemente poderosa como para contener a Lilith quién tiene parte del infinito."

"De hecho no es que sea fuerte, es muy astuta y me mete en problemas, y ahora con Lilith se ha hecho más difícil lidiar con ella. ¿Puedes ayudarme? Quiero estar tranquila en la brecha dimensional." Exclamó la inexpresiva Ophis.

"Vamos, debes estar bromeando, eres más fuerte que yo, ¿en que te puedo ayudar? De hecho, si esa persona temete en problemas ¿qué podré hacer en mi nivel actual?"

"Sólo confió en ti... Es todo."

Issei no pudo evitar rascarse la nuca por las palabras tan vacías provenientes de la diosa dragona.

"Esta bien, haré lo que pueda. ¿De qué dimensión me dijiste que era?"

"No lo sé, pero ella vendrá a este mundo a buscarme."

"Oye Ophis, ¿porqué te quiere matar?"

"No me quiere asesinar, simplemente quiere que yo ingresé en la Sacred Gear Artificial junto a Lilith y así poder igualar a Gran Rojo."

"¿Y para que quiere igualar a Gran rojo? ¿Acaso él no fue absorbido o algo así por el maldito de Rito?" Issei se encontró más confundido y no pudo evitar levantar una ceja.

"Rojo no fue absorbido, simplemente fue convencido por el Sekiryuutei para que fuera sellado en la Booster Gear junto a Ddraig."

"¡¡¡¡¿QUÉ?!!!! ¡¿Porqué demonios hizo eso?!"

"No tengo ni la menor idea." Ophis se encogió de hombros cómo diciendo '¿Y yo como voy ha saber?'

"No puede ser." Issei tomó su mentón con su pulgar e índice y se puso a analizar la situación. "La Booster Gear con un Dios Dragón y uno Celestial, debe ser una broma, ahora cómo carajos voy a vengarme de esos malditos." El castaño se sintió impotente, símplemente el maldito de Rito estaba a otro nivel, otras ligas en las cuáles el no estaba ni de cerca.

"Si me ayudas a derrotarla puede que te de algo de mi Infinito como carne y sangre, podrás activar la Diabolos Dragón pero ahora con la Sacred Gear Artificial que tienes ahora." Dijo Ophis refiriéndose al anillo dónde se encontraba sellada Rayquaza.

"¿Eso es posible...?"

[Si.... Es posible.] El anillo en la mano derecha del dedo índice de Issei brilló en cuando la voz de Rayquaza sonó en el lugar.

"Entiendo. Entonces... Acepto Ophis, entre más poder será mejor para cumplir mi venganza." Los ojos del castaño mostraron determinación y odio.

"Está bien, ¿pero me puedes mostrar que tan fuerte eres ahora?" La Loli pelinegra dejó de levitar y tocó el piso con sus pies cómo pocas veces lo hacía.

"Con gusto." Issei curvo sus labios en una sonrisa engreido mientras sacaba a Bahamut de un Círculo Mágico Carmesí. "¡Estoy listo!" Blandiendo la espada negra con rayas rojas aumentó la fuerza de su agarré en el mago del arma.

De un momento a otro la atmósfera dentro de la mansión cambió, ahora todo tomó un color violeta oscuro como si estuvieran adentro de una barrera.

"Esto evitará daños en tu hogar, deberías agradecermelo."

"¡Cómo si lo fuera a hacer!"

Issei se lanzó hacia la Loli pelinegra en un instante, el anillo tomaba Maná de ambiente misma que usaba para reforzar sus piernas y poder obtener una velocidad inhumana.

Frente a Ophis lanzó un corte en diagonal que la diosa dragón bloqueó con un dedo. Él castaño no se detuvo y siguió atacando ahora con una lluvia de cortes que la pelinegra esquivaba con facilidad.

La Oji negra contraataco con un puñetazo en el estómago de Issei pero este logró crear una especie de mini escudo con Maná de Ambiente que se hizo trizas con el golpe pero sirvió al absorbe la mayor cantidad de daño.

El castaño salió disparado a una pared chocando con la misma en el proceso, al reincorporarse se encontró con Ophis frente suyo de la nada.

"Jeje... Ere muy rápida." La diosa dragona no respondió y se dio media vuelta a gran velocidad dándole la espalda a Issei. "Cómo lo pensé... Eso no será suficiente."

Ophis ahora se encontraba deteniendo con un dedo una espada de luz verde sin mucho esfuerzo. Issei aprovechó esto y se lanzó al ataque pero para su mala suerte la diosa dragón desapareció de su vista volviendo a aparecer unos metros lejos.

"Maldición.... ¡Aumentemos la intensidad!" Maná de ambiente fue reunida por el anillo. "¡Raunt dos! ¡Aquí voy!" El cataño alzó a Bahamut antes de abanicarlo en un rápido movimiento creando en el acto cinco espadas de luz verde que se dirigieron a la Loli.

Ninguno de las espadas de luz golpearon con Ophis y la mismas pasaron al lado de está de forma inofensivamente clavandose en la pared detrás de ella.

"Fallaste."

"No.... No lo hice."

Las espadas de luz detrás de Ophis explotaron de un momento a otro brutalmente, destruyendo gran parte de la mansión. Issei poco le importó eso y se adentró a la gran cortina de humo que habia dejado con resultado la explosión.

El sonido de espadas chocando resonó en el humo, y la gran fuerza de los ataques liberó ondas de choque que dispersaron la cortina negra dejando a la vista ha Issei y Ophis en un enfrentamiento cercano.

A diferencia del castaño este usaba una espada para pelear, pero Ophis utilizaba como su arma su dedo índice pudiendo plantarle cara a Issei quién atacaba con todas sus fuerzas.

"¡Esto aún no acaba!" Creando una espada de luz en su otra mano atacó ahora con dos armas. "¡¡Aaaaaahh!!"

Ophis no se molesto en usar su mano completa para defenderse, y desviando un corte de la espada luz no pudo contraatacar con la interrupción de Bahamut teniendo que abrir distancia con un saltó hacía atrás.

"Nada mal, me hiciste retroceder y eso que no has utilizado un Balance Breaker."

"Eso no será necesario, con Bahamut y Rayquaza sólo necesitaré de cuidado para no perder en un parpadeo."

"Oh ya veo... Pero... ¿y si peleó enserio?"

Ophis apareció de la nada frente a Issei y hundió su puño en el abdomen del castaño con tanta fuerza que al final terminó atravesandolo lado a lado.

"¡Bugh!" Escupiendo una bocanada de sangre el castaño dejo caer su cabeza en el hombro de la Loli. "De-demonios... Sigues siendo muy fuerte, pero...." Reincorporándose alzó a Bahamut mientras aún tenia el brazo de Ophis atravesandolo. "¡Necesito más poder!"

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9 Horas antes.
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Issei sentado en el sofá miraba atentamente él anillo que se le había regalado para proteger este mundo.

"Oye dragona, puedes decirme una forma de volverme más fuerte así sea por un breve momento."

[De hecho si.] La voz de Rayquaza provino desde el anillo mismo que brilló.

"¿Y cuál es?" Issei alzó una ceja, ¿porqué no le había dicho antes la dragona?

"¿Conoces el nombre del anillo dónde me encuentro sellada?"

"No. ¿Debería?"

"Te explicaré. Los Sacred Gear Artificiales no son tan fuertes cómo los Engranajes Originales, pero... Al pronunciar el nombre del anillo este podrá alcanzar las capacidades de un Engranaje Sagrado original, por lo cuál podrás liberar y usar mis verdaderas capacidades al máximo, volviéndote más fuerte."

"¿Porqué no me lo dijiste antes? Además, ¿cómo se llama el anillo?" Antes las preguntas de Issei la dragona suspiro.

"No te lo dije antes porque eres un tonto, escucha, si dijeras el nombre del Engranaje está consumirá gran parte de tu energía vital, algo así como las Jurggenaut Drive's de los dragones Celestiales, asique no vale la pena."

"No me importa." Las palabras del castaño llamaron la atención de Rayquaza. "Sólo necesito más poder, no me importa nada, esa es la única manera de matar a esos malditos."

"¿Sólo para cumplir tu venganza? No vales la pena."

"No sólo es eso, mi madre, Karen, merece una mejor vida y no estar plagada de seres que la amenazan." Issei apretó su puño en decisión.

"Así se habla mocoso, pero di el nombre cuando de verdad sea necesario, si mueres rápido no será divertido."

"No moriré Lagartija super desarrollada."

"Espero que sea cierto EMO con serios problemas de depresión. Entonces el nombre es..."

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"¡Nature destruction!"

Una densa y poderosa aura verde rodeó la hoja de Bahamut que brilló como pocas veces, Issei alzó la espada ya listo para bajarla y arrebatarle la cabeza a Ophis. La esmeralda incrustada en el anillo brillo cuándo el Maná de Ambiente que absorbia perdía el control.

La diosa dragona intentó alejarse pero el brazo que atravesaba al castaño pero no podía sacarlo.

"¡No te dejaré escapar!" Issei sintió como sus brazos flaqueaban por el peso tan repentino que tuvo Bahamut por la acumulación de Magia, y sin poder soportarlo más dejó caer la espada. "¡Toma esto!"

BOOOOOOOOOOOOMMMMM!!!!!!!!

Una poderosa ola de magia verde golpeó a Ophis de llenó generando una brutal explosión que destruyó paredes y todo lo que se le atravesará en el camino.

El rango de absorción de Maná para el anillo era de 10 metros a la redonda, pero al Issei decir el nombre del Sacred Gear Artificial liberó sus verdaderas capacidades, las cuáles eran 57 metros a la redonda, y cómo se encontraban en la mansión de Karen dónde prácticamente todo era jardines, árboles etc, explotó la verdadera capacidad de Nature destruction.

Después de la gran explosión lo siguiente fue una cortina de humo que se dispersó en unos instantes, dejando ver el resultado final de la pelea.

Issei seguía con el brazo de Ophis atravesando su abdomen, y aunque el castaño utilizó todo lo que tenía en ese último ataque para decapitar a la diosa dragona, la hoja de Bahamut no pudo avanzar ni un centímetro en la piel de la dragona.

"I-imposible...." Con sus ojos abiertos el castaño no pudo creerlo.

"Buen trabajo, me convenciste." Ophis sacó su brazo del estómago de Issei al tiempo que este cayó inconciente al piso.

La realidad dentro de la mansión volvió a la normalidad, y la destrucción que había en el mismo desapareció como si nada hubiera pasado.

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En un lugar desconocido se encontraba Celestia Ralgris, parecía estar aletar de algo, o alguien...

"¡Sal de ahí! ¡No tiene caso ocultarse." Habló lo suficientemente alto para que esa persona la escuchará.

Se adentró a un más en el lugar, parecía una fábrica abandonada, y no, no buscaba a un demonio Callejero. No había venido con su Séquito porque sabía que la situación era muy peligrosa, y en lo más profundo de su corazón no quería que les sucediera nada.

"¡Ahí estás!" Una sombra corrió a ocultarse detrás de una máquina perteneciente a la fábrica abandonada.

Disparando un bola dorada de poder demoníaco su ataque no logró darle a la figura que pudo ocultarse a tiempo.

"Sal de una vez, sólo quiero respuestas." Celestia intentó convencer a la persona de que saliera pero al parecer no surgió efecto sus palabras.

"Hola."

"¿Eh?" Una campana de peligro sonó en su cabeza por la voz proviniente atrás suyo, rápidamente se dio media vuelta. "¿Qué demonios eres tú?" Masa oscura de poder demoníaco rodeaba a la persona, cubriendo su apariencia.

"¿Quién? Pues..." La masa de poder demoníaco se fue disipando dejando a la vista ha esa persona.

"No puede ser..."

Capítulo 16... Laberinto sin amanecer.

"¿Porqué....?

Continuará.....