-¿En serio te vas a divorciar?

-... ... Sí.

Sonic por fin volvía a su rutina, y como de costumbre en el trabajo tomaba la hora de comida con su primo, había pasado 1 mes desde la muerte de su madre y recién informaba a su primo sobre sus planes.

-Así que si te puso los cuernos, era obvio Sonic, no quisiste escucharme, bueno, al menos la bebé es tuya, aunque eso complicará el divorcio, ¿verdad?

-Así es, si me divorcio me veré obligado a asumir varios cargos legales según las leyes que protegen a los bi género, pues se les considera población vulnerable debido a su condición y tendré que indemnizar a Silver por separarme de él a menos de 1 año de su conversión, sin considerar que también debo pagar pensión alimenticia y... ahh...- suspiró, recargándose en la silla mirando hacia el techo-, varias cosas cambiarían y dinero... no tengo.-Sonic sabía, que tal vez eso último no era del todo cierto.

-Pero ya te dije Sonic-dijo con un deje de exaltación- si demuestras que esa infame belleza te fue infiel, puedes ser exonerado de las obligaciones que la ley te impone, solo debes presentar las pruebas.

Sonic negó con la cabeza.

-No knux, todo esto también es mi culpa- Sonic, quería sincerarse-, elegí a Silver porque estaba desesperado, no podía estar un maldito día más solo, y quería demostrarme a mí mismo que podía conquistar a una belleza como ella, la obtuve y no pude siquiera enamorarla de verdad, ni siquiera yo pude hacerlo de ella, cada vez que notaba que Silver había dejado de ser esa belleza que antes era, el velo de mis ojos se desprendía, ambos nos utilizamos y este es el resultado de nuestras malas decisiones.

-Vaya... ¿Me estás diciendo que ya no sientes nada por tu esposa?-Knuckles estaba bastante sorprendido.

-... No, ya no siento nada.

-¿Entonces por qué le rompiste la cara a Shadow The Dark?, digo, si él quisiera ya estarías patitas en la calle.

Sonic se enderezó mostrando una sonrisa.

-Je, no sabes cuánto lo disfruté, aunque no sienta nada por Silver, no significa que no me haya dolido su traición, que no esté enojado con ella.

-¿Y cómo se lo tomó eh... todo?

Sonic sacó su celular encendiendo la pantalla y en esta, ya no estaba Silver sino, su pequeña Sunny.

-Creo que bien, ahora es libre ¿no?, Ya no tiene por qué esconderse.

-¿Sigue viviendo contigo?

-Sí, aunque apenas y nos vemos, prefiero evitarla.

-¿Y cómo le haces para con la niña? ¿Cómo se reparten las tareas de su crianza?

-¿Qué?

Sonic apenas se enteraba, que debía criar a su niña.

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La vida nuevamente había cambiado, Silver había echado a perder su matrimonio, ahora vivía con un hombre que apenas y le dirigía la palabra. La trataba "bien", pues su culpa le hacía sentirse merecedora de mucho mal. Sonic no le volvió a hablar sobre Shadow, ni siquiera le reclamó como ella pensaba que lo haría. A cada instante, cuando él llegaba, su mente no podía dejar de imaginar que Sonic le reclamaría algo, o que tal vez le correría de la casa; cuando le servía la comida, temerosa, ponía el plato frente al erizo, una y otra vez le echaba una mirada nerviosa esperando alguna crítica negativa.

Pero, nada sucedía, Sonic simplemente se dedicaba a lo suyo: trabajar y trabajar.

Y eso era lo que debía hacer ella, aunque Sonic no le ha dicho nada, ella sabe que eventualmente debe irse y buscar un trabajo. Cuando la niña dormía, buscaba sus antiguos documentos de trabajo y se ponía a escribir hojas de vida para repartirlas en algún negocio, aunque sea pequeño, aunque sea la paga mínima, debía independizarse de Sonic y rehacer su vida.

¿La niña? Era su principal ancla, veía que Sonic amaba a su niña, él había sido quien le puso su nombre, él es quien se esfuerza para traer lo mejor que puede para su hija y alejarlo, o ella alejarse de su bebé, era algo que no quería hacer.

«¿Por qué no pensaste eso antes de ir a ver a Shadow? ¿Por qué lo besaste? ¿Por qué... destruiste todo de nuevo, por él?»

Esos pensamientos nunca le dejaban en paz, atormentada por la culpa, no podía concentrarse en nada, este era el precio, por sus errores.

El sonido de unas llaves le regresaron a la realidad, asustada miró hacia la puerta y luego al reloj de pared, verificando que Sonic ya había llegado del trabajo, aunque, un poco más tarde de lo habitual. Tomó todas sus cosas y rápidamente las escondió debajo de los cojines del sillón, y con nerviosismo fingió estar ocupada en cualquier otra cosa.

-Buenas noches, Silver.

-Buenas noches, Sonic.

El erizo macho pasaba de largo para ir a su habitación, era obvio que ahora no dormían juntos.

-Eh...- Silver caminó hasta la habitación, sin atreverse a cruzar la puerta- Sonic... ¿Vas a cenar?

-No, ya cené.- Respondió detrás de la puerta- La bebé esta dormida, ¿cierto?

-Sí, tendrá como dos horas dormida.

-Bueno, me voy a dormir ya, descansa.

Silver miró que la luz de la recamara ya no pasaba por las rendija del suelo, alejándose lentamente se dirigió cansada hacia la cocina, donde recogió todo, la cena esta noche, tendría que esperar.

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Otro nuevo día comenzaba, Sonic terminaba su desayuno y se iba rápidamente al trabajo, Silver recogía las cosas y trataba de hacer el aseo mientras cuidaba a su hija que seguía siendo bastante demandante, no terminaba de hacer una cosa y ya estaba otra por hacer. Su maternidad seguía siendo difícil, sin apenas tiempo para ella, había descuidado por completo su persona, se bañaba en una tina cerca de su bebé en la habitación o sino, la niña lloraba desconsolada. Debía cargarla a todas partes, idear la forma de mantenerla distraída para hacer las tareas más peligrosas, como era cocinar. Debía deslizarse lentamente por la cama cada vez que la niña se dormía para hacer el menor ruido posible y así poder retomar sus que haceres, a veces funcionaba, pero la mayoría de veces, no.

Las noches seguían siendo difíciles, la sabe qué numero de crisis de crecimiento golpeaba inesperadamente de madrugada, con una bebé bastante irritada, inconsolable, que hizo que Silver no pegara el ojo en ningún momento.
Todo esto era ajeno a Sonic, el no se metía en esas partes complicadas, las ignoraba, y aunque Silver se viera desgastada, él prefería ver hacia otro lado. Eran esos momentos de estrés donde Silver olvidaba su culpa y odiaba a su casi ex marido.

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Un par de días avanzaron y Silver tuvo la suerte de tener una salida con su bebé en el carrito, la bebé estaba con suerte dormida y los ojos rojos de su madre parpadeaban candados esforzándose por llegar al supermercado.

Bajó por la rampa para discapacitados con su carreola y esa canción, que hace meses no escuchaba, estaba nuevamente en las bocinas:

🎶[...]A cambio vivo sin sobre saltos, con un hombre bueno que conocí, en todas las fotos, me verás sonreir [...] 🎶

🎶[...]Y entonces de repente, te veo entre la gente... [...]🎶

Silver se detuvo un momento a escucharla, se miraba en el vidrio de un aparador recorriendo su cuerpo con la mirada 《mirate Silver, hace ¿cuánto que no sonríes ni aunque sea para ese hombre bueno, para fingir esa vida que tú misma te recetaste?》 Silver comprendía que nada volvería, aunque esa canción lo hiciera, había perdido todo, inclusive esa pequeña felicidad que era "estar bien"

La niña, despertó, y tomó bastante tiempo calmarla.

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Las veces que Sonic rechazaba cenar estaban siendo cada vez más constantes, el erizo se bañaba, se aseaba, le daba un beso a su hija y se marchaba a dormir. Seguía Sonic tratándole con neutralidad, sin embargo algo estaba cambiando, y ella lo sabía, era acaso... ¿Qué Sonic estaba viéndose con alguien más?

Los días de descanso del erizo eran totalmente dedicados a supuestamente, Knuckles, Sonic solo le dirigía la palabra a Silver para darle dinero y preguntarle si la casa o la niña necesitaban algo, pero de ahí en fuera, el erizo se largaba a sus asuntos sin avisar, y en la noche llegaba, cansado, cenado y con apenas unos minutos de atención a su bebé.

Sonic se alejaba cada día más, asemejándose más a un compañero de piso que al padre de su hija. Shadow también se había desaparecido, dejando de buscarle. Era como si la vida le castigase, dura y cruel.
Aceptando con un poco más de resiliencia su destino, los días avanzaron a semanas, prontamente a un par meses, y la rutina de Silver, se había convertido en la vida solitaria de un erizo que alguna vez, tuvo felicidad.

Continuará...

Creo este capítulo me quedó bastante cruel para Silver.

Gracias por leer.