—¿Entonces... seguiríamos en las sombras?

Silver ponía a prueba a Shadow, no estaba para más ilusiones tontas, había cometido un error, sí, incluso bastantes más, todo en nombre de ese amor del pasado, de ese amor que nunca pudo "concretarse" pero, el silencio de su amado solo le hacía ver, que siempre va de cara a la decisión más equívoca.

—Ahora mismo... no puedo ofrecerte lo que me pides...

El llanto de la bebé se intensificó, Silver miraba con decepción a su sol, bajándose de un salto del pozo y tomando a su bebé en brazos, se cubrió con el rebozo y le empezó a dar de comer. Lágrimas silenciosas se escapaban siendo producto de emociones encontradas, furia, decepción, tristeza y arrepentimiento.

—He sido infiel a mi marido Shadow.— Dijo con la voz entrecortada, pero serena— De nuevo te elegí a ti, arriesgando todo, todo Shadow y... me dices que no puedes nuevamente... cumplir con tus palabras... ¿A qué estamos jugando Shadow? ¿Sí no vas a por mí de verdad, por qué vienes y me buscas, confundiéndome? ¿Por qué?

Shadow giró la vista directo a Silver, agachando la mirada incapaz de sincerarse.

—Mis sentimientos no son falsos Silver, pero... hay cosas que no sabes y-

—¡Nunca sé nada!— Exclamó furiosa— Siempre hay algo que nos separa, algo que es más importante que yo, algo que termina demostrando, que no importa cuanto tiempo pase, tú nunca vas a tomarme en serio— Silver gruñe intentando contener su exaltación, por el bien de su bebé— Siempre he sido yo quien está perdiendo algo cada vez que decide creerte y elegirte, y este día no ha sido la excepción... acabo de traicionar a mi marido, quien no importa lo que haya sucedido con nosotros en estos últimos meses, no se merece... una traición así... acabo de... tirar lo único que me quedaba... por ti...

Las lágrimas de Silver caen una tras otra al suelo, hundiédose en la tierra junto con sus esperanzas, Shadow no ha cambiado, y ella, tampoco.

—Solo dame tiempo, no puedo ahor-

—¿Y cuándo? ¿Sabes cuántos años llevamos jugando este tonto juego? Ya me cansé Shadow, ya no pienso volverte a creer. Se acabó.

Shadow no puede creerlo, en un desesperado movimiento toma entre sus manos ambos hombros de Silver.

—Te he dicho que me esperes, no es fácil por lo que estoy pasando, necesito que comprendas, mi vida no es sencilla, todos quieren algo de mí.

—¿Quiénes son todos, eh?

Shadow se mantuvo en silencio y su luna da un paso atrás.

—Quiero que... te alejes de mí, tu presencia no hace más que me equivoque una y otra y otra vez.

—¿Seguirás con él?

—No hace falta.

—¿eh? SO-

Como una aparición fantasmagorica Sonic se encontraba detrás  de Silver, ninguno de los dos daba crédito a lo que sus ojos miraban, habían sido descubiertos. Shadow, sorprendido, se interpuso entre Silver y él, Silver estupefacta, no pudo moverse.

—Debo aceptar que pensé que mi esposa ya habría cometido adulterio a estas alturas, pero parece que... solo ha sido un beso.

Shadow podía ver la furia en sus ojos, excitación contenida en esos puños con las uñas de los dedos enterrados en la palma, tiñendo de color rojo esos guantes antes de un blanco inmaculado. Ese erizo, aunque tranquilo, le miraba como una bestia salvaje, a punto de atacar.

—Asumo toda la responsabilidad, no le hagas daño a Silver, soy yo, Yo quien ha estado cortejando a tu mujer.

—Y ella que se deja— Respondió Sonic, mirando directamente a su esposa, quien salía de la protección de Shadow.

—¡Espera Silver!—, Intentó detenerla, tomándole de un brazo, pero esta se rehusó caminando hacia su esposo—¡Si te atreves a dañarle...!

—¡Basta Shadow!— Interrumpió Silver cabizbaja— Debo afrontar... lo que hemos hecho...

Con un nudo en la garganta, Silver eleva la mirada, posicionándose frente a frente con el semblante indescifrable de su marido hacia ella, ¿una bofetada? ¿Un puñetazo? O, ¿acaso un jalón de púas?; ¿Qué estaba por sufrir a manos de su esposo como castigo? Estaba dispuesta a asumir cualquier consecuencia, ya había... destruido su vida por un amor de antaño.

—Vete a la casa, espérame en la habitación.

Sonic pasó de Silver, deteniéndose frente a frente ante Shadow.

—Pero... So-

—Silver, vete a la casa, ahora, por favor...

Silver hizo caso, metió a su bebé en el moisés y sin mirar atrás camino directo hasta la casa de su suegra.

Ambos erizos esperaron que la figura de Silver se desvaneciera con la niebla de la madrugada, una vez hecho eso, Sonic fue el primero en dar un golpe directo a la cara.

—Tsk... sabía que no te quedarías con las ganas.

Sonic no respondió y siguió su ataque con una patada directo en el abdomen, sin embargo, esta vez Shadow no se dejó y bloqueando la patada, respondió con un puñetazo en la barbilla que Sonic esquivó.

—Así que, lo sabías desde hace tiempo.

—Fuiste tan descarado, que me sorprende que ahora que lograste que mi mujer te correspondiera, le termines fallando, ¿Qué escodes como para que tu supuesto amor por Silver no pueda ser correspondido?

—Eso no te incumbe.

Una serie de golpes y patadas ambos erizos iniciaron contra el otro, Sonic descargaba su ira contenida, todo lo que desde hace meses soportó desde que Shadow apareció. Él había arruinado su vida, él había demostrado que, sus sentimientos por Silver... no eran tan fuertes como pensaba, solo estaba herido, herido por haber sido traicionado.

Shadow en cambio, deseaba con todo su corazón que este fuese el fin de esa relación, que Sonic dejase en paz a la mujer que destruyó, reduciéndola en apenas un atisbo de lo que fue antes.

—Sabes pelear— Shadow se limpiaba la boca, sus labios habían sido cortados con un puñetazo— Deberías de trabajar para mi familia, como guardaespaldas.

—Je, un clásico, el niño bonito tratando de ocultar su vergonzosa derrota, no pienso dejar que tú y Silver, la tengan tan fácil.

—¿Le vas a dejar o, es que no tienes dignidad y seguirás con la mujer de otro?

Sonic sonrió, negando con la cabeza, se acomodaba los guantes, cuales se le habían roto por la pelea.

—Si le dejo, ¿Vas a ir en serio o solo de nuevo le atraerás como perrito siguiendo un hueso?

—¿Eso piensas de mí? ¿Qué no amo a Silver? tú eres quien no le ama, ¿ya miraste como luce gracias a ti?

—Silver se puso hoy en bandeja de plata— ignoró las preguntas— tiró a la basura su matrimonio y aun así tuviste la cara para negarte a aceptarla, emocionalmente, porque carnalmente, estabas ansioso por tenerle, ¿cierto?

—¡¡Cállate!! ¡Tú no sabes nada!

—Tampoco Silver, y es por eso que, te va a pesar. Hoy me viste la cara a mí, hoy me la vieron ambos, pero no pienso quedarme con los brazos cruzados, ya no.

Sonic decide marcharse, caminando hacia la casa de vuelta, Shadow da unos pasos hacia delante, gritando una advertencia como respuesta.

—¡Si piensas vengarte, déjame decirte que Silver no está sola, si le haces daño... a ti también te va a pesar!

Sonic solo sonrió, retomando su camino.

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Silver estaba sentada en la orilla de la cama, con su bebé recostada en la cama, vuelto a dormir, su corazón no dejaba de latir acelerado, ansiosa por lo que esté sucediendo ahora entre esos dos erizos. Hace un rato había podido parar de llorar, pero la culpa no le hacía más que recordar, que esto pasó gracias a sus decisiones.

La puerta se abrio lentamente, apareciendo ante sus ojos su marido, quien no lucía muy bien fisicamente, golpes y heridas por todo su cuerpo le describían el resultado de su infidelidad.

—¡Ahh! ¡Sonic!

Se levantó de golpe, corriendo hasta su marido, quien le rechazó, sacudiendo esas manos que alguna vez deseo tanto entre su cuerpo.

—No me toques por favor Silver, estoy enojado, muy enojado, hablaremos mañana.

—Sonic, ¡¡perdóname!!

Su esposa se postraba ante él, en el suelo, implorando perdón, entre sollozos volvía a pedir repetidamente perdón, señalándose como una mala mujer.

—No eres mala... solo, una persona que no ha sido capaz de dejar su pasado atrás, de valorarte, dependiendo de un amor idealizado, un amor que no se cansa de gritarte a la cara que... no es real.

Silver negaba con la cabeza, enderezando su cuerpo, mirándole a la cara entre lágrimas.

—No me justifiques Sonic, ya no soy un infante como para no saber qué hago, le besé porque quise, porque me sentía traicionada por ti, porque desde que tuvimos a Sunny no has sido el mismo, ni yo... yo... ¿Ya no te parezco bonita, verdad?

Silver, había dado en el clavo.

—... ... Ahh...— suspiró, él también lo sabía.— Nos equivocamos Silver, hicimos todo desde el principio mal, me casé contigo solo porque quería ser padre, porque me parecías hermoso, porque de verdad... me había cautivado tu belleza, solo por eso, y fue tan difícil de aceptar, más cuando esa belleza se fue perdiendo en ti.

Las palabras de Sonic eran como escarcha de hielo, acumulándose en su autoestima herida, «así que era eso, solo te gustaba mi cuerpo» pensó, sentándose en el suelo mirando a la nada.

—No nos conocemos de nada, no sé nada de ti, ni tú nada de mí, solo fuimos dos extraños que buscaron consolarse llenando el vacío de sus corazones y necesidades, una vez logrado lo que queríamos, ¿qué nos queda? Un matrimonio insulso, donde por fin, somos capaces de ver al verdadero yo de cada uno, desenamorándonos de la falsa idealización apresurada que nos formamos el uno del otro, yo no quiero hacerte perder más tiempo, ni tampoco quiero que tú me hagas perder más... mañana nos iremos de aquí, y... tramitamos el divorcio.

Silver asintió con la cabeza, cerrándose la discusión.

Silver se había quedado sola, sin amante, ni marido.

continuará...