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Capítulo 14: "Eres mi Luna"

Silver se encontraba encerrada en la habitación que alguna vez perteneció a Sonic, aunque ahora era una clase de desván, sucio y con un montón de cosas abandonadas, tiradas al aventón, al menos esos hermanos egoístas habían dejado espacio para una mesa y poder acostarse en la cama. Su marido había preferido estar solo, meditando en la tumba de su madre, el erizo se encontraba bastante afectado y furioso con su familia y creía que la soledad le permitiría sentirse mejor. Silver, en cambio, se sentía amenazada, la familia no paraba de molestarla, en cada oportunidad le recordaban que ella había sido la razón por la cual Sonic no pudo estar con su madre cuando ella le necesitó. Ya lo sabía, Sonic había dejado su casa y su madre para ir a vivir a la ciudad con ella, casarse así, sin más, casi a escondidas para que sus hermanos no intervinieran, pero al menos le quedaba el consuelo de que su suegra aceptó el matrimonio y además... 

Ese anillo, uno que ocultó incluso de Sonic, a petición de su suegra, la joya la tenía bien guardada en casa, y ahora mismo, se debatía si mantenerla de esa forma o decirle a su esposo la verdad. Agobiada, Silver puso manos a la obra para limpiar un poco el lugar y acomodar en la cama a su bebé, ella estaba despierta tomando un biberón. La tarea fue entretenida, pero al menos así la noche caería pronto y el primer día de, sabe cuantos días en ese infierno, acabaría.

De pronto, un mensaje llegó a su celular el cual miró extrañada, no conocía ese número, uno que ya le había hecho una llamada anteriormente, la cual no contestó.

Número desconocido:

"Silver, soy tu Sol, por favor, 

no me bloquees esta vez, 

estoy cerca del rancho de tu suegra. 

Quiero verte, pon la hora y lugar, 

ahí estaré"


El corazón de Silver latió fuertemente, alerta, miró hacia la puerta, verificando que seguía cerrada, miró hacia la ventana acercándose a esta con dificultad gracias al desorden de objetos abandonados. Observó el exterior y convencida de que se hallaba sola, marcó por teléfono a su Sol.

—¡Amor!— Contestó Shadow, algo preocupado— ¿Estás bien? Nine me dijo que estabas pasándola mal.

—Estoy bien— Dijo Silver en voz cautelosamente baja— ¿Qué haces acá? No debiste venir, tú y yo no debemos volver a vernos.

—¿Eres feliz?

—¿Eh?— La pregunta caía directo en la herida abierta de su corazón.— Quiero que te vayas.—Decidió ignorar la pregunta.

—Tomaré eso como un No, amor, mi propuesta sigue en pie, vamos a vernos mi luna, te extraño como no tienes idea y me enfurece saber que ese idiota te ha tratado mal.

—¡Eso es mentira!— Exclamó casi en grito, arrepintiéndose callándose con la mano. Miró a su bebé que jugaba dentro de su moisés con el biberón vacío, su vida era esta, ser madre y centrarse solo en eso, había vuelto a equivocarse, pero esta vez no había marcha atrás.— Shadow, no sé qué cosas te dijo NIne pero, YO soy feliz, mi marido es un muy buen hombre que me tiene bien atendida y me ayuda en todo, es buen padre y me defiende de sus tontos hermanos, soy muy feliz ¿entiendes?

Una risita detrás de la bocina comenzó a escucharse.

—¿En serio quieres engañarme con esas palabras?— carraspeó, tratando de dejar de reír— Disculpa, no quiero ofenderte amor, pero justo cuando hablas así es evidente que mientes, te conozco mejor que nadie.

Él tenía razón.

—... ... Bien, nos vemos en la noche, cuando todos duerman en el pozo abandonado, atrás de los terrenos de siembra de la casa, y me llevaré  a mi niña.

—Nunca dije que no lo hicieras, además quiero conocerla, ha de ser hermosa, como tú.

Silver no pudo evitar sonrojarse, soltando una sonrisa que casi Shadow pudo ver, la respiración de su luna había cambiado, sabiendo el efecto que hizo en ella.

La noche llegó, Sonic apenas y había  hablado lo necesario, en la cena, el erizo hizo caso omiso a las provocaciones e insinuaciones que sus hermanos lanzaban a él  y a su mujer, pero para Silver era como si ese hombre que juró protegerla no existiese. Quería llorar, quería gritar, no era justo que no la dejasen ni respirar, y tampoco era justo aguantar semejante trato.

—¿Cuando nos vamos?— Preguntó  Silver, ya en privado, en la habitación— Sonic, ¡Sonic!

El erizo macho estaba en las nubes, que apenas escuchaba que su mujer le hablaba.

—¿Eh? ¿Qué?

Silver le miró fijamente, ya podía ver como la muerte de su "nueva suegra" terminaba por destruir su relación,  justo como pasó con Shadow.

—Que cuando nos vamos de aquí.

Sonic negó con la cabeza.

—No pienso irme pronto y acostúmbrate.— dijo tajante metiéndose  entre las sábanas dispuesto a dormir.

—¡¿Por qué?!—Silver no lo soportaba más.

—Por que es mi familia, y quiero convivir con ella.

¿Era en serio? Silver se cuestionaba en sus adentros porqué sus parejas una vez perdido a alguien de su familia consanguínea, parecían abandonarla a ella, ella también,  era su familia ¿no? Para eso se había  casado  con él formando al ella que es ahora  y tenido una hija en común.

—Yo no me siento bien aquí,  Sonic, ¿acaso no has visto y oído el cómo me tratan?

La niña, comenzó  a llorar.

—Quiero dormir Silver, ya duerme a la niña y hablaremos después.

Claro, era siempre la misma excusa, estaba harta, si iba a sufrir el desinterés de su marido, al cual no amaba prefería tomarle la palabra a quién sí amaba.

—La primera vez que me trajiste a esta casa, no hubo ni un hermano tuyo que pudiera lastimarme con sus palabras o tratos, tú me defendiste y protegiste, es por eso que me odiaron más,  porque demostraste valentía y orgullo de tu pareja y nunca aminoraste mis emociones, de principio a fin... contemplaste mi bienestar.

Silver sentía que en cualquier momento esa voz suave que ahora poseía iba a romperse. Triste, esperaba respuesta de su esposo, pero en esa habitación no se escuchó más  que el intenso llorar de su bebé.

—Sonic... So-

—Ya duérmete, es tarde.

Silver empuñó sus manos furiosa, tomó  a su bebé y le dio de comer en silencio.

○●■○■●○●■

Shadow ansioso y oculto, esperaba entre los árboles la aparición de su amada, sujetaba con anhelo el dije de sol, que colgaba entre  su cuello; deseaba tanto tener entre sus brazos a Silver, imaginándole hermosa y radiante como la luna.

Diviso a lo lejos acercarse a una señora cargando una canasta, estaba cubierta con un chal rosa de mariposas tejidas y caminaba con cansancio, por un momento pensó  en ayudarla, pero estaba de incógnito, así  que dejó  que la señora peleara con la cuesta abajo del camino hacia el pozo. Un momento, ¿venía hacia aquí?, Se preguntó Shadow mirándola bien, no era una señora con un canasto, era Silver con su bebé  en un moisés.

—¡Silver!

Shadow corrió a ayudarle con la niña sujetando la cuna de mimbre por ella. Su luna apenas  y podía respirar regularmente, se veía  cansada, bastante cansada, su piel había  cambiado, era grasosa, gris y con imperfecciones, sus ojos dorados ya no brillaban como antes y respecto a su cuerpo, Shadow se daba un golpe mental de culpa, al haberlo visto como el de  una señora, definitivamente había  cambiado mucho su luna, pareciendo otra persona.

—Mi Luna... ¿De verdad estás bien?— Preguntó con pena mientras dejaba el moisés con la bebé dormida sobre el pozo, que estaba sellado.

Silver vio el horror en los ojos de su amado, se sentía como un monstruo, después de haber poseído tanto vigor y belleza.

—¡Deja de mirarme de esa forma!—imploro avergonzada cubriéndose con su rebozo— Ya sé que ahora soy fea y gorda.

El corazón de Shadow se estrujaba al ver el autoestima de su Luna tan degradado, era verdad que había  cambiado tanto, pero aún  era hermosa, y él,  la amaba tal cual se presentara ante sus ojos, pues amaba de Silver su todo, no solo por su cuerpo.

—Silver, mi amor— le nombro con dulzura, despojandola de su chal, tomando entre sus manos las de ella— Sabes que eso a mí  no me importa, además de que estás  siendo injusta contigo, sigues siendo tan bella, como la primera vez que te vi, en el bar.

Silver negó  con la cabeza, no estaba ciega.

—No Shadow, no mientas.

—Y aunque tuvieras  razón— presionó sus manos con delizadeza— tienes a un Sol que sigue enamorado de ti y está  aquí,  por ti, dispuesto a darte todo el amor que necesites para que vuelvas a brillar, mi luna.

Silver se rió ante semejantes palabras, no podía creer que el multimillonario Shadow The Dark siguiera enamorado de alguien como lo que era ahora.

—¿Te burlas de mí?— Preguntó Shadow, cambiando su tono de voz.

—Hace años fuiste así,  un romántico empedernido, me enamoraste con esas palabras y me hiciste volar con tus promesas, ¿Qué puede ser diferente esta vez? ¿Qué puede asegurarme de que, no volverás a romperme  el corazón?

Shadow quedó  en silencio, siendo realista, no podía prometer nada.

—¿ves?

—Tienes razón,  aún  no resuelvo del todo mi propia vida pero, mis sentimientos por ti son reales, y estoy aquí para hacerte feliz en la medida que me permitas hacerlo.

—Shadow... ahora tengo una niña, ya no pued-

Un abrazo repentino rompió sus palabras, su mente se puso en blanco mientras las lágrimas que ha estado soportando se volvían más  fuertes que su voluntad. El aroma de su amado le recordaba el pasado, todo lo que había  vivido y había  perdido; por un momento, al menos por un instante, deseaba volver, volver, volver a sentirse tan amada como antaño, tan feliz como nunca más  lo ha vuelto a ser.

Shadow recorrió sus manos por el contorno de ese cuerpo que gimoteaba en el más mínimo sonido, respiraba el aroma de Silver, igualmente trayendo a su mente esos muy buenos días de su juventud. No podía  soportarlo más,  y buscando los labios de Silver los contempló con cierto nerviosismo y miedo, aún  a pesar de desearle tanto, su consciencia le detenía.

Pero Silver no tenía en ese momento las ataduras de su juicio, sin remordimiento se lanzó a los labios del erizo negro y le besó con pasión,  pasión que sólo esos labios han probado y está  segura que no habrá  otros que lo puedan conocer. Su corazón es solo para él. Ya intentó  amar a su esposo y ser buena mujer,  pero no bastaba, y nunca iba a bastar, ella lo sabía ahora, mientras besaba nuevamente a su sol, quién  correspondió tímidamente hasta perder el control de su manos, su mente y su cuerpo entero.

—Silv...

Shadow llevaba sus manos hasta el cuello de ese vestido tan recatado, Silver se sobresaltó al percatarse de las intenciones de este; indecisa, sus manos temblorosas se interpusieron entre su vestido y los dedos de su amado.

—Quiero verte, ver tu cuerpo de hembra, desde esa vez que te vi convertida, mi mente solo piensa en desnudarte y besar esa nueva piel.

Silver cierra los ojos, aflojando el agarre, su mente ahora sí que se cuestionaba sí era correcto ceder al momento.

Pero Shadow ya había  perdido la cabeza, ya no pensaba en nada más que terminar lo que en el pasado no terminó. Esta vez, sería diferente.
Tomó entre sus manos por la cintura a Silver, elevándole hasta el pozo,  donde busco que su luna se recostara y permitiese que su imaginación hiciera realidad sus inquietudes.

Silver seguía luchando por mantener su mente en blanco, pero la voz de la culpa le sentenciaba un futuro manchado por la infidelidad.

Shadow apenas alcanzó  a desabotonar el primer botón, mirando el pelaje blanco del cuello de Silver, al final, su luna había tomado una decisión.

—No.— Dijo firme, enderezando su cuerpo tomando algo de distancia— Suficiente he traicionado con ese beso Shadow, por muy mal que me vaya con Sonic yo... soy su mujer y esposa, perdón.

Shadow resoplo decepcionado, miraba las piernas de Silver aun deseando sujetarlas.

—¿Entonces por qué me besaste? ¿Por qué me confundes?

—... En primer lugar, mi hija esta  aquí  con nosotros, en segundo... hacer el amor es demasiado, si lo hago... ya no podré volver con Sonic.

—¿Volver? ¡Mira cómo  te tiene! Descuidada, infeliz, ¿en serio quieres guardarle fidelidad a alguien así?

Shadow convertía su deseo en furia, Silver no podía estar hablando en serio.

—¡Sí, volver!— Respondió con la misma furia— porque sé que tú no vas a hacerte cargo de lo que suceda después de que esto sea más  que un beso nostálgico entre los dos, lo sé perfectamente.

Shadow cierra el puño golpeando la superficie del pozo, provocando que la niña despierte.

—Grr ¡Silver! ¡Ese idiota no te merece! Y claro que me haré cargo, no pienso dejarte sola.

—Entonces, quiero que vayas ahora y enfrentes a Sonic, de una vez por todas, y le digas que piensas robarle a su esposa.

Shadow calló y la bebé comenzó  a llorar.

Continuará...



Bueno ya tenemos portada~

Hecha por su servidora, con mucho amor, espero les haya gustado y muy buen inicio de semana.

Gracias por leer.

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