Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XLIV: Campeonato: Venganza

♡⁀➷♡⁀➷Rui-Rob♡⁀➷♡⁀➷

¡Maldición! Todo en este sitio se ha vuelto una completa locura, el maldito Ronald intentó asesinar a Johan delante del montón de gente. El público se ha desquiciado, necesito ir con él, pero también me preocupa mi hermano que se fue con Cacius y ni hablar de tía, sus hijas y la roja, todas están desesperadas y muy asustadas.

—¡Por favor, mantengan la calma, desalojen el área en orden! —demandan los agentes de seguridad que recorren las gradas ante el caos.

—¡Johan! —Tía está aterrada, intenta bajar entre llantos, pero es difícil.

—Roja, yo debo convencer a tía de abandonar el complejo y luego ir con Johan, necesito que te resguardes, por favor…

—¡Capitán Reynolds! —vocifera Cory en alto a su celular, interrumpiéndome— Ronald apareció, está en el complejo polideportivo e inició una balacera.

—¡Rui, no te metas en todo esto, deja que la policía se encargue! —suplica Kelly alterada luego de escuchar a Cory.

Le abrazo fuerte y junto nuestras frentes, sé que está asustada y muy nerviosa, pero tampoco puedo hacerme de la vista gorda y menos sabiendo que mi hermano está armado por ahí enfrentándose al tipo ese. Una nueva detonación se escucha y volvemos a saltar.

—Roja —Aprieto sus manos—. Ya-ya estoy bastante ne-nervioso, te necesito fuera de aquí, yo no puedo irme sin Ricky.

—Pero amor… —Junto nuestros labios y ella se aferra fuerte a mi cuello.

—Roja, Ricky es la única familia que me queda —susurro en sus labios y volvemos a besarnos, luego me levanto para ir con tía—. ¡Te prometo que todo estará bien!

Por más que tía implora a gritos que la dejen pasar, no hay forma, todos están asustados y nadie toma en cuenta que ella sea la madre de un posible herido.

—Tía, vete con los de seguridad y las chicas, yo me haré cargo de Johan y Ricky.

—No, Rui, necesito ir con mi hijo.

Observo hacia el lugar y veo a los paramédicos subir en una camilla al entrenador y en otra a Kay, sus padres consiguen acercarse e ir tras ellos mientras se lo llevan.

Me duelen ellos, sobre todo Kay, pero me tranquiliza que tú aparentemente estás bien, baby.

—Tia, Johan no está herido, por favor abandona este lugar. —Intenta asentir nerviosa y, entre codazos, voy atravesando la muchedumbre.

Cuando he conseguido bajar, ignoro a los hombres de seguridad que me piden retirarme y solo corro hacia dónde están Johan y Ray abrazados. Luce aterrado y no es para menos.

—¡Baby! —grito al llegar, tengo los nervios de punta— Maldición dime qué estás bien.

Johan está todo impregnado en sangre ajena, pero intenta afirmar con la cabeza, eso me calma bastante; sin embargo, Ray luce furioso y trago grueso ante esa imagen.

—Rui, encárgate —espeta amenazante y me tenso por su tono.

Maldición, de verdad asusta, Ray se va por donde suenan los disparos, Johan luce alterado y mantiene los ojos en las gradas seguro busca a las chicas.

—Tranquilo, baby, Cory se las llevó... —Me quedo mudo al verla llegar— ¿Tía? ¿Qué haces aquí? Debiste salir con…

Johan se apresura a abrazarla y hablan en llorosos susurros. Maldición todo esto es un desastre.

—Cariño, debemos ir con la policía —contesta alterada a lo que sea que Johan le dijo, pero él, en cambio, se separa y sostiene sus hombros al hablarle:

—Mamá, sa-sal de aquí, ve con Cory. —Tía llora mucho más luego de oírlo.

Más detonaciones resuenan, siento el corazón como un zumbido. Hermano, me estoy hiperventilando, debo calmarme antes de entrar en pánico, pero todo esto me… Me-me cuesta.

—No puedo irme sin Ray —agrega Johan al levantarse, lo veo correr a toda prisa y por un momento es imposible reaccionar.

«¡Baby, espera!», quiero gritarle, pero no me salen las palabras.

—¡Johaaaan! —el desgarrador grito de tía me hace saltar y vuelvo a poner mi atención en ella.

—Tía, ve-vete de-de aquí —le digo mientras me aprieto el pecho e intento respirar con cuidado, estoy a nada del pánico «¡Maldición! ¡No puedo ser así de inútil!».

—Rui, cariño no te ves bien.

Sacudo la cabeza en negación y sigo respirando pausado, cuando veo pasar a alguien de seguridad consigo gritarle por ayuda:

—¡Hey! —El sujeto se acerca para guiarnos, pero tan pronto se gira con tía, me alejo de ellos para buscar a Johan y mi hermano.

Siento demasiado miedo por mí, por Johan y todavía más por Ricky, si algo le pasa estaré solo. Necesito calmarme porque está empezando la migraña, encuentro una chaqueta de otro equipo, abandonada y luego de varios ejercicios de respiración decido seguir y llevarla conmigo.

Cada grito que se oye ante los disparos, me espanta y hace sentir mucho más nervioso, maldición. No creo poder continuar, pero necesito hacerlo.

—¡Baby, espérame! —Logro gritarle al verlo y me acerco a él, le entrego la chaqueta. Johan luce curioso, quizás piense que abandoné a tía, por eso me apresuro a seguir—: Tranquilo, baby, seguridad se llevó a tía.

Johan termina de ponerse la prenda y afirma con la cabeza en silencio.

—Escucha, Cory ya se comunicó con el capitán y dijo que vendría a encargarse personalmente con sus oficiales de confianza —le comento mientras corremos.

—Eso es bueno, espero que lleguen antes de que esto se…

Siento el llanto que amenaza con escapar, si ya estaba nervioso ahora es mucho peor; ver a Ricky desangrarse en el suelo me… me-me…

—¡Hermanoooo! —grito asustado, corro hacia él, esto se siente sumamente irreal— Yo-yo te-te voy a a-ayudar —me escucho decirle, temblando. Los gritos de Ricky resultan aterradores.

Esto es demasiado extraño, tiene que ser un sueño porque me veo a mí mismo quitarme la camiseta y apretarla sobre la herida en la pierna de Ricky, él grita aún más por la presión—. Sos militar —me escucho decir, pero no comprendo, no he sido yo.

Todo pasa delante de mí, no tengo control alguno de la situación solo observo desde afuera; soy como un fantasma que ve su propia vida transcurrir ante sí y eso me asusta mucho más.

—¡Johan, ayudame acá!

Yo-yo no-no he di-dicho na-nada. Me siento más nervioso.

—Agarrá el vendaje y no lo soltés.

¿Por qué hablo así? ¿Por qué me veo a mí mismo? Me siento flotante, esto es horrible, contemplo el accionar de mi propio cuerpo sin poder hacer nada para controlarlo.

Me veo quitarme el cinturón y apretarlo con fuerza en torno al muslo de mi hermano. Ricky no para de gritar por el dolor y yo no comprendo. ¿Qué está ocurriendo? Creo que nunca antes me he sentido así.

—¡Johan, andá a buscar ayuda, yo me encargo acá! —Le grito, pero no soy yo y veo a Johan retirarse, asustado—. Vos vas a estar bien, rescatate.

—¡Aaah! —grita mi hermano otra vez «esto no es real, no puede ser real»— ¿Ro-robert? —pregunta mi hermano y siento tensarme, ni una palabra sale de mi boca o de mi cuerpo o cómo sea, en respuesta.

Sigo siendo espectador de las acciones que yo realizo, veo a mi cuerpo levantarse y andar despacio, casi arrastra los pies; recoge o recojo la pistola de Ricky… «¡Suelta eso! ¡¿Qué crees que haces?!», quiero gritar, pero las palabras se quedan atrapadas dentro de mí.

Empuña el arma con mi mano ¿izquierda?, ¿Robert?, ¡Robert! ¿Eres tú? ¿Por qué no puede escucharme? ¡Robert! ¡Robeeeert! Maldición.

Mi cuerpo sigue andando con un aire muy perturbado, siento hiperventilarme, creo que perderé el conocimiento en cualquier momento, estoy muy asustado y no comprendo lo que pasa.

Maldición, comienzo a desesperarme, todo esto se siente irreal, ¿de qué otra forma podría estar viendo a mi cuerpo andar por sí solo sin ser capaz de hacer algo?

Me veo llegar al patio de atletismo donde Ray y Ronald pelean, o mejor dicho, la paliza que Ray le da es asombrosa, Johan luce asustado y no para de gritarle a Ray. ¡Maldición, baby! Siento mucho miedo porque esa escena me hace pensar en mi padre, viejas imágenes empiezan a volver, no quiero ver esto, no de nuevo. ¡Ya no más!

Quién quiera que seas, ¡sácanos de este lugar! Por favor.

Cierro los ojos, no quiero mirar lo que ocurre; al abrirlos, vuelvo a fijarlos en ese yo perturbado que ahora se lanza contra Ronald, a pelear. ¡Maldición!

—¿Vos me recordás? —Me escucho decirle a Ronald con ira—. Ahora la vas a pagar. —Mantiene el arma contra el abdomen de Ronald mientras ambos forcejean.

¡Robert, no! ¡Debes parar! ¡No hagas esto!

Un estruendoso sonido me hace saltar, el cuerpo de Ronald cae sobre mí, siento algo cálido empaparme y ya no-no pu-puedo re-respirar.


♡⁀➷♡⁀➷Johan♡⁀➷♡⁀➷

El chico de mirada esquiva no deja de temblar, el terror por todo lo que ha presenciado le impide mover un músculo. El cuerpo del obsesivo hombre reposa inerte encima del de su mejor amigo y la confusión se mezcla con el miedo.

Ya no hables…

—Ru-rui. —Me siento petrificado, ninguno de los dos se mueve—. Rui…

«¿Qué demonios pasó?», no dejo de preguntarme y mis ojos poco a poco se inundan. Rui…

—Johan —me habla Ray y sacude mi cuerpo, pero ni siquiera sé cuando llegó conmigo, ahora solo tengo cabeza para pensar en Rui—, niño, concéntrate en mí…

—¡¿Y cómo quieres que lo haga?! —le grito enojado; sé que el miedo habla por mí, pero no lo puedo evitar— ¡Apenas recupero a Rui! —Me aparto de él, temblando.

«Rui», no paro de pensar. Siento mi corazón como un redoble, martilla intensamente dentro de mí. Camino despacio, tiemblo; quiero ir con él, comprobar que está bien, pero a la vez me aterra darme cuenta de lo contrario «Rui».

«Baby, si te dejo, te echaré de menos», escucho su voz en mi cabeza y lloro aún más.

«Yo te apoyo y tú a mí, siempre será así»

Rui… Levántate, levántateeee… necesito que estés bien, levántate.

«Mientras estés aquí, no importará donde sea que estemos los dos»

—¡Levántateeeeee!

«¡Es mejor bailar bajo la lluvia!»

No puedo dejar de gritar, la escena ante mí permanece igual.

—¡Ruuuuiiiii!!!

—Johan, niño…

Ray me habla una vez más y vuelvo a ignorarlo porque al fin las raíces que me sujetaban del suelo se cortan y reúno el coraje para correr a donde ambos reposan. Hay mucha sangre, pateo con furia el cuerpo de Ronald para quitarlo de encima y liberar a Rui, hasta que alguien me impide seguir golpeándolo.

—¡Suéltame!

—Johan —escucho la voz de Cacius, reprenderme.

—Joven, está alterando la escena —espeta otra voz desconocida. Giro la cabeza y veo a Cacius, también un oficial junto a mí, me alejan de Rui una vez más. Estoy confundido, no entiendo nada.

—¡Solo quiero ir con Rui, por favor!

—Oficial, él está alterado, yo me encargo.—De nuevo Ray interviene y ambos me sueltan. Él de inmediato me abraza fuerte, no paro de llorar.

—Ray, no lo entiendes, necesito ir con Rui…

—Shh —me interrumpe—. Niño tranquilo, observa, él está bien.

Sigo temblando, pero vuelvo a fijar los ojos en lo que ocurre delante. Oficiales remueven el cuerpo de Ronie, paramédicos se acercan a Rui, lo revisan, creo que está inconsciente o eso quiero creer.

—Fue la policía quien disparó a ese maldito… —expresa Cacius y lo observo atónito.

—Traté de decírtelo y no me dejaste, mira —agrega Ray en tono condescendiente. Señala al frente y vuelvo a fijarme en Rui—, por eso verifican que las cosas estén en orden con él.

♡⁀➷♡⁀➷♡⁀➷♡⁀➷♡

Luego de los hechos acontecidos en el complejo, el chico de mirada huidiza junto a familiares y amigos, se encuentran en el hospital donde Kay, Alessio y Ricky son sometidos a intervención quirúrgica.

La bala que atravesó un pulmón del obsesivo hombre y le dio muerte —al fin—, rozó el brazo izquierdo de Rui —eso le hizo soltar el arma que resultó ser de su hermano—. Así que luego de algunas suturas y vendajes, se unió sonriente a la sala de espera donde su novia le estampó una bofetada por el susto seguido de un beso porque se encuentra bien. Esa chica es una loca.

Ya cállate, Dramaturgo. Le quitas drama a lo que ocurre.

¿He dicho alguna falacia?

No, pero…

¿Acaso Kelly no le marcó su mano derecha en la mejilla a tu mejor amigo?

Sí, pero no es momento de…

No dije que todos se rieron como dementes por el comportamiento alocado de esa chica.

Ya lo hiciste, ahora cállate.

La verdad, hasta a mí me dolió el bofetón, pero sé que son los nervios reaccionando por ella. Este ha sido un muy extraño día, pero por lo menos ya no tenemos que preocuparnos por Ronie, lástima que al capitán le tocó disparar contra su propio hijo, debió ser horrible, no, aún lo es. Es increíble todo lo que él provocó y lo que obligó a su propio padre a hacer.

Siento escalofríos.

Ray lo nota y de inmediato me abraza fuerte, recuesta mi cabeza en su hombro mientras soba mi espalda. Fijo la mirada en él y suspiro ante las marcas que la pelea con Ronie dejó en su rostro. Rui y Kelly se sientan a mi lado y discuten —como cosa rara—, me giro hacia él y compartimos una veloz sonrisa.

—Chicos, tengo que decirles algo —expresa bajo y pongo la atención en Rui, suspira antes de continuar—: No sé qué pasó allá.

—Amor, ¿no recuerdas? —inquiere Kel, preocupada y Rui niega con la cabeza, luce confundido. Vaya.

—No es exactamente que no recuerde, sino la forma en que todo pasó, no sé cómo explicarlo.

—Solo inténtalo —replica Ray en su tono y él asiente en silencio.

—O no lo hagas —susurro y me observa atento—. No tienes que hacerlo si no quieres o no puedes, Rui. Mejor espera a estar calmado y que Ricky salga de todo esto. —Afirma con la cabeza y se aferra a Kel.

Esta espera es desesperante, la condición de Alessio es la más delicada y eso me asusta muchísimo, me siento culpable. Kay también está mal, demonios, muchas personas han pasado algo horrible y todo por mí.

—No es así, niño, nada es tu culpa. —Observo a Ray, confundido y sonríe—. O mejor dicho sí, tuviste una cuota de culpa hace meses por ponerte en peligro —agrega antes de besar mi cabeza y sonrío como tonto.

—Familiares de Ricardo Robinsón —anuncia una enfermera y todos ponemos nuestra atención en ella, Rui se levanta bastante nervioso, casi temblando, entonces Kel se para a un lado y entrelaza sus manos; ese solo gesto lo ayuda a relajarse y así van juntos con la enfermera quien los guía, imagino, hacía donde los médicos se encuentran.

Ray me aprieta fuerte y siento un montón de tensión liberarse. Me alegra tenerlo junto a mí, ahora.

—Todo saldrá bien, niño —expresa bajo y besa mi frente—, no te preocupes. —Asiento en silencio.

Cory y Cacius entran a la sala de espera y lo primero que hacen es dirigirse a donde están sentados los señores Russell —padres de Kay— y mi mamá quien ha estado tratando de ayudarlos a canalizar sus emociones y sentimientos en este difícil momento. Los veo hablar un rato y luego la señora Megan —madre de mi amigo— jala a Cory con fuerza para abrazarlo. No sé qué habrá dicho o hecho el enano siniestro, pero lo que sea debe ser bueno y ya nos enteraremos.

Ray recibe una llamada de Clarissa y se levanta a atenderla, asumo ya el clon malvado la puso al tanto de la situación o quizás nana, ya que ella y Jen se llevaron a los niños a casa.

En cuanto veo entrar de nuevo a Kel y Rui corro a su lado, necesito saber cómo está Ricky. Cuando llego con ellos, Rui sonríe y suspira aliviado, dándome a entender que todo salió bien con él. Eso me alegra y mucho, solo espero lo mismo de Kay y Alessio.

Luego de otra maldita y casi interminable espera, al fin una enfermera aparece, siento el corazón como un redoble.

—Familiares de Kay Russell —anuncia y los padres de mi amigo se apresuran a seguirla. Esta incertidumbre está a punto de enloquecerme.

Estoy muy nervioso, creo que mataría por un vodka ahora, restriego mis manos en el pantalón y siento mi cajetilla de cigarrillos «No es vodka, pero de algo sirve», decido abandonar la sala de espera rumbo a la terraza para fumar.

Luego de un rato en compañía únicamente de mi cigarrillo, un chico con su brazo izquierdo vendado aparece junto a mí con una sonrisa de medio lado. Me quita el cigarro para darle él un par de jaladas y sonrío.

—Me cuesta con la derecha, pelotudo, ¿querés ayudarme? —Río bajo y niego con la cabeza.

—¿Dónde te habías metido? —inquiero sonriente y me devuelve el cigarrillo, exhala el humo antes de responder:

—Necesitaba tiempo para mí, boludo. —Aprieta mi hombro con su mano derecha antes de seguir, me inquieta el gesto en su rostro—. Vos sabés lo que le pasa a él cuando está muy nervioso o asustado.

Siento el corazón como un redoble, le observo por largo rato en silencio hasta quemarme con el cigarrillo que fue consumiéndose en la espera.

—¿Qué pasó con Kay?

—Rescatate, él salió de la cirugía y está estable. —Asiento en silencio, nervioso, temo escuchar lo siguiente—: No es el caso de Alessio.

Me alejo de él entre temblores, siento todo revolverse dentro de mí, quiero vomitar.

—Mientes —replico bajo, siento mis ojos inundarse—. No mientas, Rob.

Intenta acercarse a mí, pero de nuevo me alejo, continúo marcando distancia a cada paso suyo y acabo de regreso, corro entre los pasillos hasta estrellarme con la dureza de un cuerpo. Veo la preocupación marcada en el rostro de Ray y no puedo dejar de llorar.

—Lo siento, niño —expresa bajo al abrazarme fuerte. Todo mi cuerpo tiembla, ni siquiera su calor consigue espantar este frío que me invade.

«Bambino, ti ringrazio ogni giorno per questo»





*************
Hola de nuevo, solo nos queda capítulo final y epílogo, no lo puedo creer😭

Hasta mañana 💖

**********

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro