-Trabajo-
¿Doctor Guillermo? -me llamaba una pequeña niña; con lindos cabellos rojizos y unos ojos de color casi negro-
¿Si pequeña? -me enseñó a su pequeño conejo morado llamado Malcy- ¿Acaso Malcy se encuentra mal? -me incline un poco para poder ver más de cerca al conejo-
Malcy esta diciendo cosas muy raras, me gustaría que lo calles porque me va a volver loca. -Habló con cierto tono de fatiga, lo cual me resulto un poco gracioso y tierno-
Señor Malcy, le pido amablemente que haga silencio, o de lo contrario tendré que dejarlo en un profundo y largo sueño, en el que estoy seguro, usted no quiere estar. ¿Hay trato? -mire a Nancy en busca de su respuesta-
Dice que si acepta. Pero no se quedará callado por mucho tiempo, y usted lo sabe.
Por eso dentro de una hora iré a tu habitacion para que tomes una morita, ¿Vale? -La palabra "morita" era su medicina, pero ambos preferimos llamarla por su nombre clave-.
Suspiró y luego movió su cabeza en señal de que ella también había aceptado. Sonrío y luego se fue.
He sido el encargado de JairTeir por mucho tiempo, el hospital psiquiátrico más grande en la ciudad. Por más de tres años he visto pacientes llegar y marcharse ya sanos, y anhelo que sea así por siempre, ya que nuestro trabajo esta en cuidar de aquellas almas que tuvieron una enfermedad no deseada. Aceptamos desde pequeños niños hasta personas ya adultas, y claramente, cada uno tiene una habitación a parte en distintos bloques del recinto, de esta forma garantizamos la seguridad y sana convivencia.
Aquí está la descripción renovada de Wilson, y según por lo que alcancé a ver, podrá irse prontamente. -Dijo tranquilamente Sara, una enfermera muy amable del recinto-.
¡Que bien! Iré a ver como se encuentra y a leer esta maravillosa noticia.
Me entusiasma mucho saber cuando un paciente pronto se puede ir, ya que eso significa que estamos haciendo bien nuestro trabajo y podremos seguir ayudando a las demás personas.
¿Wilson? -llamé a su habitación- tengo muy buenas noticias para usted.
Abrí la puerta y el se encontraba sentado en un pequeño escritorio dibujando. El siempre quiso ser un reconocido artista, y espero apenas salga, cumpla con su sueño.
Oh, perdóneme Doctor Guillermo... me distraje mientras dibujaba, ya sabes como me vuelvo cuando creo mi propio arte.
Lo sé, por eso vengo a darte una gran noticia...
Wilson era un paciente con síndrome de pica; sentia la necesidad por comer cosas no nutritivas, y en especial, comia papel. Teniendo en cuenta que le encanta dibujar, al comer sus propias obras se enfurecia y comia mas papel para quitar su angustia, vaya dilema. En otros casos llego a comer incluso dinero.
¿Doctor? ¿sigue aqui?
¿Ah? Si, perdon. La noticia de la que te hablaba era que, ¡has mejorado! Te haremos algunos examenes y te evaluaremos por esta ultima semana para que te puedas ir pronto.
Osea que... ¿estoy sano? -pregunto nervioso, feliz, con lagrimas en los ojos que emitian felicidad-
Si, ya podras vender tus pinturas y tus dibujos sin ningun problema.
¡Gracias Doctor! ¡muchas gracias! No sabe lo excelente que me ha sido escuchar esta noticia -y derrepente, entro en llanto; saltaba, gritaba, y otras cosas. Me encanta ver como las personas mejoran, y ver la felicidad cuando logran por fin lo que querian-
▪Bueno, hoy ponte tu mejor pinta, esto hay que celebrarlo.
Siempre que logramos ayudar a un paciente lo celebramos; no cómo una super fiesta de lujo, pero si traemos un pastel y refresco, y dejamos que todos nuestros pacientes convivan unos con otros. Y muchas veces te podrías quedar hablando con ellos horas y horas, están un poco locos pero... ¿quien no lo está?
Decidí salir del recinto en busca de aperitivos para la fiesta, deje a cargo a Alex, que es como mi mano derecha, aunque más que eso es un buen amigo y doctor.
Oye, antes de que te marches, el día de mañana recibiremos a un nuevo paciente, dejaré su expediente en tu oficina para que lo revises luego.
Asentí mirando a mi compañero Alex con una sonrisa y luego me despedí, salí del lugar y me encamine hacia una pastelería, hice las compras en la pastelería de Rafael y luego fui a mi apartamento para cambiar mi ropa por una mas elegante, hoy seria una gran noche.
No demore mucho, así que llegue a tiempo para darle su medicina a la chiquilla de pelos rojos.
Toc Toc -dije mirándola con una sonrrisa- ¿como estas?
Bien, Malcy intento hablar conmigo pero lo calle y lo encerré debajo de mi almohada.
¿En serio? ¿Y que intento decirte? -dije acercándome a ella para darle su medicina-.
Decía que no me tomará las moritas, que eso es malo para mi, pero yo confío en usted, usted sabe lo que hace, y no el estúpido de Malcy.
Muy bien hecho querida, pero ahora es momento de que te tomes tus moritas, y luego vamos a salir, traje un pastel para que compartas con tus amigos y comas.
¡Pastel! -Gritaba saltando en la cama- dame mis moritas -se las tomo rápidamente por lo cual casi se ahoga- estoy bien, ahora me cambiare, necesito verme bien para el pastel.
Hablaba eufórica mientras me sacaba de la habitación, ya que ella no podía quedarse sola, una enfermera la acompaño para ayudarla a cambiarse, yo me despedí y fui al jardín a terminar de organizar el evento.
----------H.
Holis, espero disfruten de este primer capítulo y en caso tal seguir escribiendo más de esta historia ^^
2023
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