Nos encontrábamos en Nueva York. Aiden reservó el local Betty’s Catering para la pedida de matrimonio. Había gran ajetreo de un sitio a otro por parte de las encargadas de la decoración. Aiden se movía nervioso por el local. Río ante su estado.

—Vas a pedir matrimonio, no te van a dar un tiro —me burlo llegando a él.

—Ya quiero verte a ti cuando te toque comprometerte ―expone.

―Te morirás con las ganas de presenciar dicha escena, jamás pasaré por esto —comento segurísima—. Estuve a nada de asesinarte Aiden Stone, no vuelvas a hacer llorar a Keira. Vive por y para ella. Si la encuentro mal un día me la llevaré lejos.

Él ríe.

―No estoy bromeando, es en serio —le advierto.

―Estoy enamorado de ella Andrea. Jamás le haría daño. Soy adicto a Keira Buckett desde que la vi por primera vez en Pura Club.

Sus palabras me tranquilizan y emocionan. Mi amiga se merece vivir así, un amor tan completo y real. Ya quiero ver su cara ante la sorpresa.

—Muy bien Stone, ya me agradas.

En eso entra Enzo…el maldito hombre con cuerpo escultural y mirada moja bragas, él puto terrorista que ayer me mató antes de finalizar la guerra.

―Está arreglándose, le dejé una nota con la ubicación del lugar —habla en alta voz para que todos escuchen.

Repara en mí con descaro. Creo que en la sala nadie pasó esa mirada desapercibida.

―Tráiganme las máscaras y las tarjetas ―le ordena Aiden a una de las mujeres que se encargaban de los arreglos.

La mujer asiente y va en busca del pedido.

―Cada uno tendrá una frase de una canción que a ella le encanta —varias chicas entregan a cada persona una máscara y una tarjeta―, en la tarjeta hay un número que indica el orden a la hora de hablar. Tienen poco tiempo para memorizarlo.

―Liam, Dylan ¿sus cerebros podrán captar eso tan rápido? —me burlo haciendo que los demás rían.

―Estás graciosa Enzo girl’s ―manifiesta Liam, haciendo que lo fulmine con la mirada. Sabe que no soporto que me diga la chica de Enzo.

―Andrea y Liam se dejarán de pendejadas. Esto es importante ―reclama Aiden.

―Necesitas follar, que humor te cargas —me quejo logrando que esta vez sea Aiden quién me fulmine a mí.

Los más adultos de la sala solo ríen, se están adaptando a nuestras pendejadas y nuestro vocabulario particularmente grosero.

―Cuando en las paredes aparezcan sus fotos todos pueden quitarse las máscaras. Entonces hablaré yo. Organícense y apréndanse la frase. No griten demasiado o reconocerá sus voces. Quiero que la sorpresa se la lleve cuando se quiten sus máscaras, no antes.

Y así sucede, como ha ordenado el ogrito. Nos ponemos las máscaras y estudiamos el orden de las frases. Aiden nos dijo a todos que nos vistiéramos de blanco.

Un niño disfrazado de Cupido recibe indicaciones de Aiden.

—Ha llegado ―expone en alta voz Enzo.

Nos quedamos tranquilos mientras el niño disfrazado va en su búsqueda.

—¿Señorita es usted Keira Buckett? —pregunta un niño vestido de cupido.

—Si. ¿Por qué? —inquiere mi amiga.

—Acompáñame —la toma la mano y la conduce hasta una majestuosa silla que había delante de nosotros—. Siéntese por favor. Tome —me extiende un corazón rojo—. No lo puede abrir hasta que no le indique —continúa el niño.

—Está bien —contesta Keiri dedicando su mejor sonrisa.

Comienza la canción Perfect de Ed Sheeran, el cantante favorito de Keira.

—Encontré un amor para mí —comienza a decir la mamá de Aiden.

No le reconocí la voz y ella parece que tampoco.

—Querida, solo lánzate de cabeza y sígueme —expresa Liam.

Qué método habrán utilizado que la voz sale diferente.

—Encontré una chica, hermosa y dulce —esta vez en Dylan.

—Oh nena, nunca pensé que tu fueras ese alguien esperándome —dice Gabriela.

¡La mía si la reconocerá!

—Tu corazón es todo lo que poseo y en tus ojos tu sostienes el mío.

¡Nada!

—¡Esta noche te ves perfecta! —grita Enzo. Su voz si sale clara.

—Encontré a una mujer más fuerte que nadie a quien conozca. Ella comparte mis sueños, espero algún día compartir su hogar —habla su mamá.

—Encontré un amor para llevar más que mis secretos. Para llevar amor, para llevar a nuestros hijos —comento.

—Se que esta vez estaremos bien —dice Gabi.

—Cariño solo toma mi mano. Sé mi chica, yo seré tu hombre. Veo mi futuro en tus ojos —dice el padre.

—Cuando te vi con ese vestido. Tan hermosa. No me merezco esto, cariño. Esta noche te ves perfecta —expresa Ryan.

—Ahora sé que he conocido a un ángel en persona. Y ella se ve perfecta —dice el niño disfrazado de cupido.

Al acabar de expresa en alta voz las frases de la canción, se deslizan sobre las paredes fotos de ella.

Nos quitamos todos las máscaras y el asombro y la felicidad de mi amiga es enorme. Sin embargo busca desesperada algo, algo nombrado Aiden.

—Nena,  siento no haberme comportado como un verdadero hombre contigo. Tuve miedo de lo que estaba sintiendo y me escondí. Quiero que sepas que me enamoré de tí desde ese primer día que te vi, que empecé a sentir cuando te toqué, que cada minuto que te tuve a mi lado, fueron lo más increíbles de mi puta vida —a Keiri le salen lágrimas al escuchar la voz de Aiden—. Eres la mujer más hermosa que conozco, eres perfecta ante mis ojos, eres la primera persona que quiero ver al levantarme y la última antes de dormir, eres la mujer que quiero como madre de mis hijos, eres la que quiero para toda la vida. Si nena, oíste bien, para toda la vida. Lo siento si no te supe demostrar cuanto te amaba, pero ahora podemos empezar de nuevo.

—Abre el corazón —le dice el niño.

Y ahí está el anillo. ¡Mi amiga se casa!

—Nena, solo debes decir que sí y prometo hacerte la mujer más feliz del mundo.

Después de ellos besarse y gritar a los cuatro vientos su amor, abrazar a todos y manifestar su emoción. Me dirijo a mi mejor amiga.

—Keiri, siento como maripositas en el estómago —bromeo y ella ríe—. Súper feliz por tí, él es un ca...—no termino de expresarme por Aiden me mira serio, así que me río—, pero sé que te hará inmensamente feliz. Dime...—me abre los ojos, como seña que no sabe que quiero—. Dime donde firmo para que se casen ya —grito emocionada.

—Gracias mi loca favorita, por ser mi hermana, mi amiga, mi confidente, mi cómplice, por tantos momentos que hemos vivido juntas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza.

—Hasta que la muerte nos separe —concluyo y nos abrazamos nuevamente.

Aiden cierra la sorpresa con broche de oro al traerle a Ed Sheeran...el propio Ed Sheeran. Keira está inmensamente feliz. Mi amiga se merece esto y mucho más.

Cuando Aiden y Keira se marchan, nosotros nos disponemos a hacer lo mismo.

—¿A dónde vas? ―inquiere una voz ronca a mi espalda. Enzo.

—A mi casa evidentemente ―contesto.

—Estás detenida Andrea Anderson ―susurra a mi oído. Siento algo frío en mis manos.

Joder.

Me acaba de poner unas esposas.

—Pueden regresar sin Andrea, está  detenida ―informa Enzo en alta voz llamando la atención de todos.

¡Lo asesinaré!

Se escucha el bullicio y halago de los demás. Se despiden de nosotros y se marchan.

—Esto no dice mucho de tu capacidad como hombre, si tienes que secuestrar a una chica ―expreso.

Él se mantiene imparcial y sigue guiándome quién sabe a dónde.

Hace que nos subamos a un coche manejado por alguien más. Estoy hecha una estatua en el asiento trasero cuando su mano empieza a masajear mi pierna. No puedo creer que un simple roce y ya me esté imaginando en mi mente todo lo que procede.

―Quiero que conozcas mi mundo Andrea, quiero mostrártelo todo diosa —expone contra mi oído dejando una mordida en el lóbulo.

Me excito ante sus palabras y su aliento chocando contra mi oreja. Sube un poco su mano hasta rozar la braga por debajo de mi vestido. Se me escapa un gemido bajito. Busca colar su dedo por debajo de la braga, mis piernas poco separadas se lo impiden. Su otra mano atrapa una de mis tetas. Las aprieta a su antojo por encima de la tela. Mis pezones cobran vida propia. Su boca va hasta mi cuello, roza levemente con labios, para luego pasar su lengua.

Cada parte de mi cuerpo empieza a responder a su atención y dedicación. Mis piernas poco a poco se van separando permitiendo que vaya a más en su cometido. La piel se me eriza ante su respiración en mi cuello. Los pezones no podrían indicar más la excitación de la que soy esclava ahora mismo. Mis labios se resecan y los mojo continuamente demostrándole que necesito más atención de su boca. Mi sexo se humedece de tal manera que me incomoda, me desespera. Su mirada analiza mi cuerpo, a la vez que me agita internamente.

Sus dedos buscan por debajo del vestido el borde de la braga. Cuando la atrapa la desliza hacia abajo buscando deshacerse de ellas. La braga le da la prueba que necesita. Sin darle vueltas la lleva hasta el bolsillo de su pantalón y ahí las guarda. Vuelven sus dedos a mi sexo, esta vez teniendo total acceso. Al sentir como sus dedos resbalan fácilmente por la humedad de mi sexo un gemido, esta vez no tan bajito, se escapa de mis labios.

Observo como el chofer mira disimuladamente por el retrovisor. Aquello me enciende aún más. Separo más las piernas. Enzo observa mis acciones y se da cuenta de la mirada externa. Vuelve a mirarme y finalmente sonríe.

Saca la mano de mi sexo y busca algo en el bolsillo de su chaqueta. Muestra una llave, que sé perfectamente que son de las esposas. Busca el orificio de apertura y me libera de ellas.

―Qué te tenga esposada dice poco de mi capacidad como hombre, así que te libero ―utiliza las mismas palabras que yo dije antes en mi contra.

Sabe que no me iré. Deseo todas y cada una de las cosas que mi mente se recrea con hacer. Mi sexo no aguantaría más días en receso. Mi cuerpo anhela con temblar mientras está sujetado por unas manos fuertes.

¡No puedo irme! ¡No quiero! ¡Es demasiado tarde! 
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.Hola Andreinas o Enzo girl's. ¿Qué les parece la novela?. Expresen sus consideraciones. Aquí leo sus comentarios.

Se vienen explosiones, intensidad, locuras, de todo. Les daré la oportunidad de tener tres capítulos juntos, los más calientes y adictivos del libro, pero antes, quiero ver a mis lectoras comprometidas❤️ que manifiesten su deseo. Wattpad dice que tengo 12 lectores comprometidos, quiero verlos😏🙃.

¡Sí al maratón, No al cuenta gotas🤣!

Pidan su deseo, su escritora les escucha😁