Prisión
Seiya estaba en silencio mirando el piso de su celda, podía sentir la sangre gotear de sus heridas, pero no le ponía real importancia.
Era un demonio, había pasado por cosas peores.
Nunca había tenido miedo a ser capturado o algo por el estilo, si algo te enseñaba el infierno era a resistir a una captura el tiempo suficiente para escapar.
Pero...tenía miedo, no por él, si no por Shiryu ¿Qué le harían a él?
Seiya no tenía buena imagen de muchos Ángeles, en el infierno los describían de maneras horripilantes, como seres que torturarian y matarían a cualquiera con tal de preservar su "paz".
Claro que el sabía que no todos eran así, lo había comprobado al conocer a los amigos de su pareja.
Pero...aún tenía miedo.
Por su parte, Shiryu estaba... hecho un caos emocional interno.
El nunca había roto ninguna regla, siempre se portaba bien y luchaba por los Ángeles. Era un ejemplo para muchos...y ahí estaba, encarcelado y con una muy posible ejecución o paliza a la vuelta de la esquina, jamás pensó verse en una situación como esta.
- Me lo espere de cualquiera...¿Pero de ti?
Joder Aioria, el ya estaba tirándose mierda interna, no era necesario que lo dijeras.
Con el valor que le quedaba, decidió responder.
- En ningun sitio dice que es pecado amar.
- Pero si es un pecado entablar lazos con un demonio, lo sabes muy bien!
- Bueno, entonces, si todos mis actos serán olvidados por amar a seiya y seré considerado un pecador...que se me considere el más grande.
Aioria enmudecio ante eso, ¿Tan grande era el amor que sentía por ese maldito demonio ? Sinceramente eso lo había asombrado.
- Shiryu...
Escucho murmurar a saori detrás suyo.
- Los demonios tienen esa capacidad de hacer que los adores aunque sepas que está mal, no shiryu?
Bueno, ahí se congelaron todos los presentes, quien había entrado diciendo esas palabras era un arcángel.
Al voltear, se trataba del mismísimo Shion, un arcángel respetado en todo el cielo
- "Ahora si me va a llevar la que me trajo"
Pensó Seiya, pegándose a la pared de su celda.
- Shion! que hace usted aquí?
Pregunto asustado el ángel de la guardia, sorprendido de la presencia de alguien de tal rango en una de las miles de celdas del cielo.
- Se me informó de un caso de traición, así que vine a verlo con mis propios ojos...
Shion camino hasta la celda donde se encontraba shiryu, quien desvió la mirada ante su presencia.
- Sinceramente no puedo culparte del todo, pero tampoco estas excento de haber cometido un crimen..
Murmuró el en voz baja, lo suficiente para que el peli negro escuchará y asintiera un poco con la cabeza.
- Me sorprende que hayan habido Ángeles que guardarán el secreto, pero no es pecado cuidar a un amigo, así que ustedes dos calmense.
Ninguno de los dos Ángeles que se encontraban atrás de Aioria habían dicho nada, casi pareció que les leyeron la mente, pero tampoco iban a quejarse contra un arcángel ( no querían valer verga antes de sacar a seiya de aqui)
- Señor shion...¿ que haremos con el demonio? Dudo que Dios quiera encargarse de él....
- Bueno Aioria....
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