Aioria maldecia a su mala suerte, él podía ser un ángel de la muerte, lo que significaba que era fuerte, pero eso no lo hacía invencible por el amor a Dios. ¿Cómo pretendían que buscara y atrapara a cuatro demonios, todos de algo rango? Eso era misión suicida.

Aunque bueno, en sí era una misión de castigo por haberse descuidado, así que en teoría se lo merecía...

Miro su espada enfundada, últimamente no la había tenido que usar, después de todo no le habían encomendado misiones que implicará pelear desde hace rato.

Suspiro y colocó la funda en su cintura, tenía que irse pronto después de todo.

Escucho pasos detrás de él, y al voltear se topo con su hermano mayor, Aioros, un ángel de la guarda.

- hm? Que haces aquí Aioros? Crei que ya te habías ido al mundo humano...

- ya me iba, sólo venía a desearte suerte..

- estaré bien...

Mintió, sabía que había muy pocas probabilidades de que saliera ileso de esa Misión, después de todo era bastante complicada.

Su hermano mayor lo noto, se acercó a él y lo abrazo con cariño, si algo lo destacaba era eso, ser muy amable y cariñoso.

- Sólo...ten cuidado....

Se despidió de su hermano mayor y tomo vuelo hasta la entrada al mundo humano, empezaría a buscarlos por ahí...

~ Con los tortolos y amigos~

Todos los que habían participado en el rescate del día anterior, con excepción de saori y shun, se habían quedado a dormir en la casa humana donde estaban, y de hecho la mayoría no había despertado todavía.

Milo empezó a abrir los ojos, se había quedado dormido en una de las sillas de la mesa, mientras que shaina en el sillón grande, Kanon en uno de los pequeños, los tortolos en la cama principal y dohko en la cama de visitas.

Joder, a todos les tocó un buen lugar para dormir menos a él...

Se levantó y decidió ir a caminar un rato, quien sabe, quizás a hacer alguna travesura. Seguía siendo un demonio después de todo.

Dio una vuelta por la el barrio donde se encontraba la casa. No era grande en realidad, y la mayoría de las casas se encontraban separadas una de la otra. Era un sitio rural después de todo.

Escucho un aleteo que se aproximaba, al principio pensó que se trataba de un pájaro, pero luego se percató de la realidad. Ese era un angel.

Y no cualquiera.

Las alas negras y el cabello rubio hicieron que pudiera reconocerlo de inmediato. Era aquel ángel de la muerte que había visto en la noche anterior

Se llamaba Aioria, no?

Se escondió rápidamente bajo un árbol para no ser visto por el Ángel, quien para la mala suerte del pelimorado aterrizó cerca suyo.

- Deben estar por aquí...

Murmuró el rubio, quien le echo una mirada al pueblo, como si buscará algo o alguien.

El hecho de que usará el plural alteró al demonio de cabellos morados ¿ A caso los estaba buscando? ¡No llevaban ni un día de haber escapado!

Para su buena suerte Aioria empezó a caminar en la dirección contraria a la casa y  a él, por lo que no los encontraría en un buen rato.

Se quedó pensando en que hacer, debía ir por los demás y decirles de Aioria sin que este lo viera, lo que claramente le sería algo complicado, ya que su energía demoníaca se podía sentir a kilómetros.

La verdad le dio igual, una vez ya no pudo ver al ángel empezó a correr en dirección a la casa, tenía que ir por los demás.

El y los demonios podían simplemente volver al infierno, pero no sabía que haria Shiryu.

~ en el infierno~

- al fin llegaste, a donde fue Shaina?

Lo primero que Aiacos escucho al poner un pie en su casa fue la voz de cierto peli plata, quien se encontraba comiendo un plato de cereal.

- ah, solamente fue a joderle la vida a algunos humanos un rato, ya sabes, cosas de demonio...

Mintió, le había prometido a su hermano menor no decirle nada a nadie, y por más que la situación lo incomodara, no lo haría.

Una bolsita llena de dólares de alma fue arrojada en su dirección, después de todo le habían pagado para ir.

Noto que el peli plata se veía algo molesto, lo más probable por que había tenido que pagar veinte dólares de alma por algo nada interesante..

- que es esa cara minos? Que pensaste que iba a hacer Shaina?

Se acercó al otro demonio con una sonrisa burlona, le divertía verlo frustrado.

- nada en realidad...sólo...pensé que iría a hacer algo más interesante...ya sabes, últimamente corren rumores de que un demonio y un ángel están saliendo. Pensé que tendría algo que ver con eso.....

Aiacos trago saliva algo nervioso y miro para otro lado..

- que estupidez...no es como si alguien fuera a romper esa regla desde lo de dohko...

- lo se, estoy seguro que a todos nos quedo muy claro que no hay que romper las reglas, por pequeñas que sean. Seguro son rumores falsos..

- si...Seguro..