- Narra Chase -

Lo llevé cargando como si fuera mi hermosa y fiel doncella, nos fuimos rápidamente a mi habitación, tan pronto como entramos, cerramos la puerta con seguro y seguimos con nuestros besos... Sentía como cada vez el beso se iba haciendo más y más intenso, tanto que podía sentir como quería arrancar mi ropa mi amado. - M-marshall... No puedes aguantarlo más, ¿Cierto? - Pregunté en un tono profundo y silencioso, el rápidamente negó y así tuve una mejor idea... - Espera, tengo una mejor idea, sígueme mi dulce cachorro. - de nuevo lo llevé cargando, está vez salimos y nos dirigimos a un lugar hermoso al que siempre suelo ir, ese lugar estaba hermoso, podías contemplar el cielo estrellado, había una pequeña manta, una hamaca y por último, dos linternas colgadas en dos árboles, era un lugar demasiado plano y espacioso, tan pronto como llegué, lo dejé en el suelo cubierto por la manta. - ¿Te gusta este lugar? Aquí suelo venir cuando necesito descansar o cuando no puedo conciliar el sueño - al decir esto, el había quedado maravillado al ver el cielo, era una noche estrellada y hermosa, los rayos de la luna nos iluminaban mientras tomaba su mano... - Chase, disculpa si te interrumpo pero... ¿Podría preguntarte una última cosa? - Respondió mientras miraba a otro lado muy sonrojado. Al momento había respondido un sincero si, - El día que tú quisieras casarte conmigo... Tu, ¿Podrías amarme y darme más amor del que ya lo haces? - esa pregunta me impresionó y me sonrojó por completo, al momento de verlo distraído, lo cargué y lo senté encima de mis piernas. - Pero por supuesto que sí, mi querido y amado Marshall, yo no te amaría menos y un poco, yo te amaría demasiado, para mí, eres una hermosa estrella que está en mi cielo, cuando ese cielo se suele oscurecer, eres esa única estrella que llena de brillo mi vida, y me hace desear cada día estar junto a ti. - al voltearse a verme, lo miré llorando de la felicidad, en un instante, le regale una hermosa sonrisa y él sin pensarlo, me correspondió, ambos habíamos caído al césped para finalmente sentir como me abrazaba y se aferraba a mi.

En ese momento, pude sentir como estuvimos posicionados, el estaba debajo de mi, abrazando mis caderas con sus piernas, indicando que no me separase de el, y yo estaba simplemente a la cercanía de su trasero, trataba de separarme un poco para no incomodarlo, pero sus piernas me empujaban más a su trasero. - No escapes de mi, por favor... Te necesito - respondió mientras me jala de mi camisa para volver a besarme, en ese momento sentí como empezó a desabrochar mi camiseta, para finalmente, deslizarla lentamente y dejarla a un lado. - M-marshall... Ya veo a dónde quieres llegar... - diciendo esto último, me dispuse a dejar pequeños besos en su cuello, era simplemente hermoso oír como jadeaba de esa manera... Después se detuvo mirando a su alrededor. – Chase, espera... ¿Y si nos descubren? ¿Que haremos cuando ocurra eso? – preguntó de una manera nerviosa y sonrojada, rápidamente puse mi dedo en sus labios – Shhhh, descuida, tengo una idea cuando ocurra eso jeje... –

Después seguimos así durante unos minutos, ahora estaba tirado en el suelo, nuestra ropa ya estaba totalmente en el suelo, fue cuando sentí como sus labios tan delicados tocaban mi miembro, por alguna razón me hace sentir extraño, está sensación es tan buena... – A-aaah, Marshall, eres tan maravilloso. – lo miré directo a los ojos, tan pronto como ví, metió todo mi miembro a su boca, esa excitación era tanta, que tuve que caer por completo cubriendo mis ojos con mi brazo. – Oh cielos, parece que estoy en el paraíso... Marshall, espera... Podría venirme en cualquier momento. Finalmente se detuvo, pude mirar cómo se acercaba a mi con deseo, tan pronto como di un parpadeo, mire como estaba besándome nuevamente, como si quisiera está vez ser el de arriba, pero no era así, pude sentir como su entrada estaba rozando en mi miembro.

– Marshall, te amo – al decir esto, empecé a entrar lentamente, su entrada se sentía tan cálida, era también algo apretado, no podía esperar más, cada segundo que pasaba, mi lujuria se apoderaba más de mi. Fue como entonces di sin querer un fuerte empujé hacia su entrada, pude oír como grito y sus ojos empezaron a lagrimear. – ¡Marshall! Yo... Yo en verdad lo siento, no quería lastima-- – sentí como puso su dedo en medio de mis labios, simplemente miró hacia abajo. – no te preocupes, está vez... Házmelo fuerte, por favor. – Algo no estaba bien ahí, ese ya no era mi Marshall inocente, era alguien lleno de deseo y placer, podía jurar que sus ojos incluso me pedían que siguiera así. Entonces me dispuse a embestirlo de manera fuerte, era tan lascivo y pervertido a la vez, nosotros dos haciendo el amor en medio de un bosque, y sobre todo en mi zona secreta para relajarme, ¿Acaso esto será muy malo? – Marshall, no pares de saltar bebé... Tu sabes cómo volver loco a tu policía. – ni siquiera sabía que era lo que estaba diciendo, el rápidamente para excitarme más, tomó una de mis manos, acercándola a su boca uno de mis dedos, pude ver cómo lamía un dedo y lo enredaba con su lengua, parecía como si estuviese en celo, no pude evitar empujar más fuerte mis caderas, – Entonces yo me dedicaré a apagar esas llamas que tanto lo molestan – dijo mientras seguía lamiendo mi dedo, esto parecía que era un sueño, pensaba que era un simple sueño del cual no querría despertar.

Pasando unos minutos, probamos diferentes posiciones, hasta que finalmente, terminó sentándose nuevamente encima de mi, pero está vez mirándome de frente mientras me abrazaba. Esto sin dudas ya no era lujuria ni deseo, era sentir amor y calidez. – Chase... No tienes idea de cuánto me haces feliz, te amo tanto... En serio, te amo tanto... – se separó un momento, pude ver cómo sonreía mientras aún jadeaba, yo le di finalmente un beso para sellar nuestro amor, empezó a mover un poco sus caderas y fue cuando no pude contenerme más... – Aaah, Marshall, espera... Me voy a correr. – no pude evitarlo, finalmente lo llene por completo de mi preciado líquido, pude sentir también como mi cuerpo era cubierto por el líquido preciado de mi amado, pude ver cómo cayó rendido al suelo. – ¡Marshall! Espera... ¿Estás bien? – me acerque un poco, pude oír aún latir su corazón y me abrazo para tirarme junto a su lado. – ¡Wow! Jeje mi Marshall, eres tan hermoso, siempre ten eso en mente... Yo siempre te voy a amar. – respondí mientras tomaba una de mis manos, al ver su rostro, traía esa agradable y cálida sonrisa, aún incluso jadeando y cubierto de ese sudor, lo hacían ver perfecto.

– Pasando unos minutos, miré cómo se había quedado dormido, me dispuse a cargarlo pero no sin antes ponerle al menos mi camiseta para cubrirlo – Y listo, hora de irnos mi Marshall. – tan rápido como pude, fui corriendo y nos encerramos a nuestra casa, afortunadamente logré llevar nuestra ropa sin ningún problema, lo acomodé en la cama para finalmente acostarme a su lado, pude mirar al final lo feliz que estaba de tenerme. – Si hay algo que aprendí de ti, mi querido Marshall, es que el amor no solo se trata de hacer esas cosas y ya, me enseñaste que el amor es preocuparse uno por el otro, sonreír, estar ahí para esa persona... – di un pequeño suspiro y acaricie cuidadosamente su mejilla. – reír juntos, el amor no simplemente se trató de tener relaciones... Si no que te enseña a que hacer el amor, es cuando nuestras almas se unen para darse amor, expresar nuestros sentimientos después y finalmente, dormir felices... Buenas noches, Marshall que tengas una hermosa noche. – al decir esto último, me dispuse a dormir, pude sentir como me abrazaba con fuerza mientras sonreía, finalmente logré quedar profundamente dormido.

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Hola qué tal están? Les gustó esta parte de la historia? Admitanlo, se que querían su +18 y ya lo cumpli uwu así que bueno, solo me queda decirles que ojalá y lo hayan disfrutado, nos veremos con más historias después, adiós mis cuchillitos nwn