Diana Pov

Mi nombre es Diana Cavendish, tengo 25 años, soy una las mejores ingenieras de mi ciudad, además de ser empresaria. Les contaré un poco de mi vida, aunque la vida de una millonaria super ocupada y, hermosa por cierto, no es tan interesante.

Te preguntarás cómo a mi edad pude llegar a esta vida, pues con mucho esfuerzo me gradué de la universidad antes de tiempo y dure unos cuantos años en reunir el dinero que ahora poseo, acompañado que, con la herencia que mi madre dejo para mí, pude crear empresas reconocidas y hacer un buen trabajo en manejarlas.

En este preciso momento me encuentro en mi oficina organizando y firmando unos papeles. Mi mansión fue construida por mí, ya que para algo soy ingeniera civil, ¿no? Tiene una especie de patio para realizar fiestas o reuniones en ocaciones importantes. Además, de poseer unas cuantas habitaciones para mis amigas: Amanda, Hannah, Bárbara, Lotte y Sucy, ellas son personas importantes en mi vida; siempre nos apoyamos mutuamente. Casi todas nos conocimos en la academia y mantenemos la comunicación. Algunas veces salimos a divertirnos a unos de mis bares. Mi mejor amiga es Amanda, ella es agente de policía al igual que yo; me uní para acompañarla, usarlo como defensa personal, y ayudar a las personas que me necesiten. Debo admitir que soy buena en eso.

- Buen día señorita Diana -dijo Anna entrando a la oficina.

- Buen día Anna, ¿qué se le ofrece? -pregunto, acomodando mis lentes.

-mira su tablet- Se le solicita a una junta en unos minutos.

- Oh, enseguida lo atiendo.

- Bien, entonces me retiro.

Ella es Anna, me cuido desde que tengo memoria y ahora la contraté como mi secretaria, ya que la joven anterior intento besarme... Eso fue raro.

Bueno, por el momento no estoy interesada en tener una relación. Pero si en algún momento llegará la ocasión, no me importa fuera hombre o mujer, que nos unan lazos de amor es lo importante para mí.

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Ah...esto es agotador, la junta fue para invitar a los millonarios de la ciudad a asistir a un evento. Normalmente voy a mis eventos con traje ya que me siento más cómoda. Pero este será la maldita excepción, nos pidieron asistir con vestido asi que tendré que contratar una diseñadora personal para que diseñe como yo quiera mi vestido.

Saqué mi celular del bolsillo de mi camisa y veo la hora, son exactamente las 12:30pm. Hablaré con Amanda para vernos.

Mensajes:

Hola, ¿te apetece almorzar -
en media hora? 

- Hola Diana, claro
nos vemos

Bien, ¿en el lugar de siempre? -

- Sip

✓✓

Al pasar la media hora, tome unas llaves de mi escritorio y caminé hacia mi garaje. Voy vestida con unos pantalones de mezquilla y una camisa blanca, no me gusta salir de manera elegante, me siento cómoda como estoy.

Manejé hasta el restaurante que acordamos. Me encanta manejar por la ciudad de Tokio, me mudé aquí con mi padre al tener nueve años, en el momento que mi madre falleció. Decidimos Japón por ser el país con la mejor tecnología del mundo, además me gusta el ramen.

Una vez llegué pude encontrar a Amanda esperando en una mesa cerca de las ventanas, supongo que es para ver mejor la vista. Los platos ya están servidos, y ella parece haber acabado el suyo. ¿No me entendió cuando le dije: dentro de media hora?

- Hey, por aquí!!- dice llamando mi atención

Caminé a su dirección y me siento en frente. Digiero la comida mientras conversamos.

- Hola, ¿qué tal?

- agacha la mirada- Pos nada interesante, ¿y tú?

- Aún no te ha hablado, ¿verdad? - sonrío con burla.

-bufa, dejándose caer en la silla-. No, aún no.

- Me dirás qué le hiciste para que no lo haga -la miro divertida.

- frunce el ceño- Solo la besé estando ebria, no medí mis acciones.

- escupo mi bebida- ¿Besaste a Hannah?

- Si.

- Con razón, ella es una persona reservada.

- La cagué, lo sé -recuesta su cabeza a la mesa- ¿Y ahora qué?

- Solo ve y dile que realmente lo sientes.

- Genial, gracias Diana- se va corriendo

- suspiro- Y me dejó como las otras veces.

-llega un mesero con la cuenta- Señorita Cavendish, esto es el total de la suma, ¿desea algo más?

- No gracias, es todo- miro el papel- ¡¿Qué?! ¡¿Se comió todo esto ella sola?!

- La señorita O'neill pidió todo eso mientras la esperaba.

- Oh ya veo, tome- le entrego el dinero y me retiro del lugar.

Otra vez haciendo de las suyas, ahora entiendo porque salió corriendo.

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Una vez llegué a mi casa, guarde mi auto y subí a mi habitación. Es algo grande, poseo una mini sala, un mini bar, un estante para mis libros, unas cuantas consolas de videojuegos, una televisión y una cama, no sería una habitación sin una. Además poseo dos cuartos dentro de esta, una dónde está la ducha y el baño; y otra que la uso como un armario.

- miró extrañada el objeto en mi cama- ¿Qué es esto?

Agarro la carta y la leo atentamente...

Carta:

Querida Diana, escribo para comunicarte que iré de viaje con tus primas por temas de negocios. Sería un gran favor que fueras a hecharle un ojo a mi mansión cuando puedas. Sin más que decir me despido, cuídate mucho Diana.

Darly Cavendish

Vaya, eso fue corto. No me sorprende, ya que se va de viaje seguido. Mi tía Darly me ayuda a manejar la mitad de las empresas y hospitales que mi madre dejó con su partida y por eso está ocupa con el tema de los negocios. Yo construí mis propias empresas además de esas, para tener mayor número de ingresos y hacer resaltar mi apellido Cavendish.

Tomaré un relajante baño, me sirve para despejar la mente y olvidarme del trabajo por un rato.
Al salir me puse mi pijama que consiste en una polera de panda y un pantalón suelto, perfecto para dormir. Mañana será un día ocupado como los demás, y tengo que ir a la mansión Cavendish a ver cómo van las cosas.
La suave brisa que entra por la ventana de mi balcón, me causa una agradable sensación y provoca que me duerma profundamente.

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Wow, el primer capítulo de mi primera historia. Algo corto, lo sé, pero por ahora estoy haciendo las presentaciones de la vida de las protagonistas, y la acción vendrá después. Así que, no se lo pierdan!

Hasta la próxima chauu!!