No Debí Hacerlo
Narra Olimpia//
Una punzada de dolor en la cabeza me hizo retorcer, me moví con esfuerzo hacia un lado cayendo de golpe del lugar donde estaba dormida y dejándome sobre una superficie entre suave y dura... que se movía. Me levanté rápidamente para ver a Kairi debajo de mi cuerpo, ella me observo un momento antes de volver a cerrar los ojos con evidente fastidio.
Deja de caer encima de las personas, Griega -dijo para luego arrojarme hacia un lado-
Levanté la cabeza para lograr divisar el lugar donde estoy, sigo en el lugar de la fiesta y además de eso logré ver a varias personas tiradas sobre el suelo y los muebles de la casa, incluyendo a Camil que esta sentada sobre una silla totalmente dormida, y también a Alice que esta cerca de una ventana en el mismo estado que las demás. Me levanté haciendo un esfuerzo sobrehumano por no dejar que el horrible dolor de cabeza me derribara, busque mi bolso y afortunadamente di con el rápidamente, respiré tranquila cuando vi mi celular dentro aunque de nuevo deje de respirar al notar que son cerca de las nueve de la mañana... osea que pase toda la noche fuera de mi casa y totalmente ebria. Camine tratando de saltar a las personas inconscientes de el suelo hasta llegar con Camil.
Oye... -la moví un poco haciendo que soltara un quejido- Camil, tienes que despertar
¿Que pasa? -pregunto una vez salió de su sueño y mientras se sujetaba la cabeza presa de los indicios de una noche de excesos-
Ya es tarde, ¿No crees que deberíamos despertar a las chicas para poder irnos? -la castaña asintió sin energía-
Se levantó con un esfuerzo que me pareció sobrehumano, acomodo su vestido con lentitud antes de enfocarse en la tarea de buscar a las chicas, al identificarlas me observo avergonzada.
Oli, lamento decir que Alice y Kairi están perdidas... No creo que sea conveniente que alguna de ellas conduzca el auto en ese estado y deduzco que tampoco sabes conducir al igual que yo -asenti- ¿Tienes dinero? Podríamos pedir un taxi -busque dentro de mi bolso sin encontrar absolutamente nada, claro que agradecía que hayan dejado mi móvil-
No, me lo han robado -suspire frustrada-
Entonces... me temo que estamos atascadas aquí -dijo igual de frustrada-
Tal vez podría llamar a alguien -afirme-
¿A tu novia? -negue antes el recuerdo de mi pelea con Alba-
Espera, voy a ver si puede venir una amiga -sin más me dirigí hacia afuera de la casa-
Tome mi móvil y rápidamente marque el número de Emma, la pelinegra no tardó en contestar así que le expliqué rápidamente toda la situación, ella me regaño un poco antes de decir que vendría por nosotras y se lo agradeci infinitamente. Regrese adentró observando que mis amigas ya están medio despiertas, todas parecen estar destrozadas, agradecí por solo tener dolor de cabeza y no estar tan grave como ellas; Emma tardó poco más de media hora en llamarme para avisar que ya estaba afuera, entre Camil y yo nos hicimos cargo de llevar sanas y salvas a Alice y Kairi hasta afuera donde mi amiga dijo que nos esperaba. Al salir mi corazón se detuvo al ver qué Emma no está sola, con ella viene Alba luciendo demasiado molesta como para siquiera molestarse en bajar de el auto de su madre. Ayudamos a entrar a las chicas y luego yo subí en el asiento de copiloto más que nada obligada por Emma que insistio en tratar de arreglar las cosas entre Alba y yo. Ninguna de las seis hablamos durante el camino, mis tres compañeras de fiesta estaban muertas de cansancio, Emma estaba demasiado incomoda para decir algo, yo estaba nerviosa por toda la situación y Alba... bueno, decir que ella está enfadada sería muy poco.
Pronto dejamos a mis tres compañeras en sus casas con al promesa de que me pondría en contacto con ellas en cuanto estuviera sana y salva en mi casa; luego fuimos a dejar a Emma a su casa y finalmente me quedé sola con Alba, algo que simplemente me pareció aterrador. Después de un rato de silencioso camino, finalmente llegamos a mi casa, la castaña estacionó el auto y todo se sumio en un silencio total.
¿La fiesta fue buena? -pregunto Alba con evidente amargura-
Eh... si -respondi seria-
Espero que recuerdes todo lo que hiciste... -afirmo con un gesto que me dejó claras sus sospechas-
No me bese, ni me acoste con Camil, si es lo que piensas -afirme molesta- tengo perfectamente claro lo que hice anoche y no hice nada malo... ¿Te gustaría revisar entre mis piernas para asegurarte de eso?
¿Que pasa contigo? -pregunto brusca-
No por que fuera a una fiesta con unas amigas cuando tú y yo tuvimos una discusión representa que te voy a ser infiel, Alba -respondi realmente dolida- no soy esa clase de persona...
Ya sé que no eres esa clase de persona, pero estoy enojada contigo, Olimpia... Anoche en vez de detenerte para arreglar las cosas conmigo te largaste a esa fiesta de mierda y ahora tuve que ir por ti por qué tus estúpidas amigas se pusieron hasta el culo -gruño realmente molesta-
¡Es que me molesta tu actitud! -grite- te enfadaste conmigo por quién sabe que cosa, trataste mal a mi nueva amiga solo por tus idiotas celos y luego pretendías ordenarme que me quedara en mi casa solo por qué te dio la gana resolver un problema del que ni siquiera tengo conocimiento... No voy a dejar que me trates así, no soy una puta alfombra, soy tu novia y creo que me merezco algo mejor que esos dramas por nada, ¿No crees?
El silencio se extendió entre nosotras después de que termine de hablar. Sé que ella tiene razón y no debí irme cuando ella quiso arreglar las cosas, pero me enoje por su actitud y quise demostrarle que no es la única que puede ser una maldita cuando se lo propone... Supongo que ahora lo único qoe queda es pedir perdón para poder arreglar las cosas.
Perdón -dijimos al unísono-
Una risa brotó de nuestras bocas por qué tuvimos la misma idea sobre como arreglarlo todo.
De verdad lo siento... No debí enojarme contigo por nada, es solo que no sé que le pasa a mi cabeza estos días, parece que estoy concentrada en todo y a la vez en nada... Estaba desesperada y te hice pagar por eso -suspiro- no debí hacerlo... y tampoco debí ponerme celosa por qué fueras a una fiesta, es solo que el pensamiento de ti bailando como sé que lo haces enfrente de todos... no me gustó
Pero bailar enfrente de los demás no quiere decir que vaya a acostarme con todos -afirme-
Ya lo sé, por eso te estoy pidiendo una disculpa -sonrio ligeramente-
Yo también lo siento, no debí irme -admiti-
No importa -estiro un poco su mano y yo la tome entre una de las mías- ¿Quieres pasar el día conmigo como recompensa por mis arrebatos?
Claro -sonrei emocionada por la idea-
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