La Cabaña (5/5)
En dos horas mi mamá va a llegar por nosotros, las maletas están listas y ahora mismo todos están durmiendo menos yo que me siento un tanto triste por irme. Puede que hayan sido muy pocos días los que pasamos aquí, pero sin duda fueron demasiado buenos y pude unirme aún más a mi novia.
Estás despierta... -susurro la somnolienta rubia-
Casi no he podido dormir -admití-
¿Por que? ¿Estás bien? -se acercó a mí y puso su cabeza en el hueco de mi cuello-
Honestamente no quiero irme -admití mientras acariciaba su cabello-
Yo tampoco quisiera irme... Estos días han sido perfectos, pero de cualquier forma vas a estar conmigo cuando volvamos así que no me molesta demasiado -dijo contra mi piel-
Se alejó un poco de mi y me miró con esas preciosas orbes azuladas que tanto amo, como ya lo esperaba me besó de forma dulce como lo hace siempre. Pocas cosas en la vida me gustan tanto como me gusta sentir los labios de Olimpia contra los míos, al principio no podía siquiera pensar en sentir sus labios contra los míos sin sentirme extraña, pero ahora no puedo creer que alguna vez me resistí a besar sus preciosos labios, ¿Por qué lo hice? Bueno, eso fue por qué creí que estaba enamorada de Emma, aunque ahora dudo mucho que fuera amor de verdad... El amor no se termina tan de pronto, ¿Cierto?
Siempre que me besas te quedas pensando en alguna cosa -dijo divertida-
¿De verdad? -asintio sin despegar su1 mirada de la mía-
¿En qué tanto piensas? -pregunto curiosa-
En qué no sé cómo pude pasar todos estos años sin besarte... -susurre contra sus labios- tus labios son... perfectos y besas increíble
¿Ah, si? -asenti lentamente-
Eres perfecta, Olimpia Harris -se alejo un poco más de mí y me miró con dulzura- debiste hacerme ser tu novia ficticia desde hace mucho... No hubiera desperdiciado tanto tiempo lejos de ti
Eres muy cursi cuando te lo propones, porrista -sonrio- me encanta que seas así...
Te amo -admiti-
También te amo -me beso efímeramente-
Después de eso ambas nos quedamos dormidas aunque no fue por mucho pues nuestras alarmas sonaron haciendonos saber que ya era hora de regresar al mundo real.
No me quiero ir -lloriqueo Emma-
Nadie quiere irse -afirmo Laia- pero volveremos a venir algún día, ¿Verdad, Alba?
Claro -sonrei- ¿Y Mat? -pregunte al no ver a el castaño por ningún lado-
Creo que está afuera, dijo que quería dar un último paseo antes de irnos -dijo la castaña- estaba muy feliz por qué lo vas a dejar hacer audición para el equipo, fue un gran detalle de tu parte...
No tengo razones para negarsela, todos tienen derecho a una oportunidad y que sea chico no hace que la situación sea diferente -afirme-
Eres una gran capitana -dijo Emma- no sé que será del equipo cuando nos graduemos
Quedará casi vacío, la mayor parte de la chicas son de nuestro año -rei-
¿Y que pasa con Olimpia? ¿Cómo van las cosas entre ustedes? -pregunto Laia con una sonrisa perversa-
Son perfectas -admiti- nos llevamos muy bien y la verdad es que ella es una chica increíble -sonrei como una tonta-
¡Ay! Cómo quisiera tener un novio tan dulce -chillo la castaña-
Ya somos dos -dijo Emma con un gesto de tristeza-
¡Tú tienes a Alessandro, perra! No quieras quedarte con todos lo chicos -dijo a modo de broma-
¿Quieres a Alessandro? Te lo obsequio -afirmo la pelinegra con diversión- te reto a volverlo un buen novio y no un patán egocéntrico
Que fuertes palabras -dijo Olimpia apareciendo en la sala- pero me alegra que ya vayas a terminar con el, la verdad es un grandísimo cabron
¿Mí nerd diciendo groserías? -pregunte fingidamente escandalizada-
¿Que? Tú eres porrista y no por eso eres rubia y tonta -sonrio-
Alba, llegó tu mamá -dijo Mat asomando la cabeza por la puerta-
Hora de irnos, chicas -dije entristecida-
Todos tomamos nuestras cosas, salimos de la cabaña y nos sentimos bastante tristes por tener que irnos, subimos las cosas a la camioneta de mí madre y así empezamos nuestro camino de regreso a la ciudad. Podrá sonar exagerado que no queramos regresar a nuestras casas cuando apenas pasamos unos pocos días aquí, pero en realidad fueron días geniales en los que nos unimos aún más como amigos; descubrimos que el único chico de nuestro grupo desea ser un porrista, Emma al fin decidió alejarse de Alessandro, Laia se hizo más cercana a Emma, le dije a Olimpia que la amaba y tuvimos nuestra primera vez como novias... Sin duda fue un fin de semana interesante y bastante productivo a la hora de ser más auténticos entre nosotros. El camino fue bastante silencioso, las chicas pasaron casi todo el tiempo dormidas (incluyéndome) y finalmente todas despertamos cuando el auto se estaciono en mí casa, bajamos todos de el ya que mi madre invito a comer a los chicos antes de llevarlos a sus casas, abrí la puerta y entonces un tumulto de personas saltaron por todas partes mientras gritaban «¡Sorpresa!», me asusté bastante pero luego solo pude sentirme feliz. Logré ver a mis chicas del equipo, a otros de nuestros compañeros de colegio y a algunos miembros de mí familia; me divertí mucho en la fiesta, presente a Olimpia con mí familia y todo estuvo perfecto... Sin duda fue el mejor cumpleaños de la vida.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro