Narra Olimpia//

Entre al colegio sintiéndome bastante sola, la verdad es que extraño la compañía de Alba, pero supongo que ya se arreglaran las cosas.

¡Olimpia! -grito la familiar voz de mi mejor amiga y enseguida la vi correr hacia mi-

Gritas demasiado, Emma -dije divertida-

Esta situación lo amerita -afirmo-

¿Que situación? -empezamos a caminar hacia nuestro salón-

¡Chicas! ¡esperen! -grito Laia uniéndose a nuestra caminata- Hola -dijo jadeante- ¿Ya le dijiste lo que pasó?

¡En eso estaba, Laia! -dijo la pelinegra entrando en una de sus ya usuales mini peleas-

¡No me grites! -dijo de vuelta-

¿Podrían dejar de pelear y decirme de una vez que es lo que pasa? -dije divertida- 

Es que pasó algo ayer con Alba -la diversión se fue rápidamente de mi sistema-

¿Que paso? -pregunte preocupada-

No lo sé, cariño... Ella estuvo actuando muy raro ayer -afirmo la pelinegra- para empezar parecía dispersa, no nos ponía casi nada de atención así que teníamos que repetirle las cosas más de una vez y también parecía un poco... emocionalmente inestable, ¿Verdad, Laia?

¡Si! Parecía querer matar a todo el universo por cualquier cosa y luego su molestia se bajaba de golpe, ni siquiera sé si de verdad esta molesta contigo, está triste o no le importa -afirmo totalmente confundida-

Vaya... ¿No lo hablaron con su mamá? -pregunte-

Si, nos dijo que también lo había notado y que piensa que tal vez es una secuela por el accidente -dijo Laia-

Creemos que tiene sentido... -afirmo la pelinegra-

Si, lo tiene... Ella ha estado muy extraña desde que salió del hospital -suspire mientras reanudabamos nuestro camino-

La señora también nos dijo que esperara unos días para ver si ella mejora, de lo contrario la llevará con un especialista -afirmo Emma-

Pues... espero que esté bien -admiti-

¿No has hablado con ella? -negue- ¿Aún no te responde?

No y la verdad no quiero insistirle tanto, merece tener su espacio para pensar las cosas... -afirme tratando de sonar convincente-

Deberías ir a verla, tal vez te necesita... -afirmo la castaña con total seriedad-

Tal vez... -sin más entramos al salón de clases-

Me senté donde siempre con Emma como mi acompañante. Me preocupa mucho la salud de Alba, pero no puedo meterme con su vida si ella en este momento parece quererme lejos... ¿Debería mandar al carajo la ley del hielo que me está aplicando? ¿O debería respetar sus deseos y dejar que me hable cuando ella quiera? No lo sé... La verdad es que estoy bastante preocupada y no quiero que se le ocurra pensar que no es así. Finalmente tome mi móvil y rápidamente entre a mi chat con Alba.

Hola... ¿Como estás?

Fue lo único que escribí, opte por poner algo serio y contundente, si ella quiere hablar conmigo va a responder y si no pues supongo que tendré que respetar su decisión. Antes de volver a guardar el móvil este timbro un par de veces, lo alcé con emoción, pero todo se fue al carajo cuando note que no sonó por un mensaje de Alba sino que lo hizo por un mensaje de Camil, la chica que conocí en la librería.

-Hola, mixer griega.
-😜

Reí por su forma de llamarme, ayer me puso así por qué considera que mi nombre es griego y por qué soy una mixer (del término: fanática de Little Mix)

¿A quien le sonries? -pregunto Emma mirándome con curiosidad-

No te importa -dije divertida-

Si me importa -afirmo- es obvio que no sonríes por Alba, ella sigue molesta contigo... ¿Acaso te volviste infiel? -levanto una ceja de forma acusatoria-

Estás loca -suspire- solo estoy hablando con una amiga

¡Ah! ¡Ahí se te cayó la mentira! -me apunto con un dedo- Laia y yo somos tus únicas amigas -afirmo-

Ayer conocí a una chica en la librería a la que suelo ir, se llama Camil y accidentalmente elegí el libro que ella quería comprar -respondi desinteresadamente-

¿Y luego? -se cruzo de brazos-

Pues empezamos a hablar, se dio cuenta de que me gusta Little Mix y resultó que a ella también le gusta... Nos hicimos amigas y acabo de recibir un mensaje suyo -le mostré el mensaje-

Pues esa... Camil no me inspira confianza -dijo pronunciado su nombre con recelo-

Ni siquiera la conoces, Emma -dije risueña-

Parece que quiere quitarle la novia a Alba o que quiere quitarme mi lugar como tu mejor amiga, no voy a permitir tal cosa -dijo molesta-

No seas celosa -rei ligeramente-

¡No soy celosa! -afirmo aún más molesta que antes-

Te ignorare hasta que se te pase el berrinche -dije divertida-

Luego volvia centrarme en mi móvil y opte por responder el mensaje de mi reciente amiga.

Hola, Camil. 😁

-¿Que tal todo? ¿Que haces?

Todo bien.
Estoy esperando a mi profesor.

-¡Ah, genial! 😁
-Oyeeeeeeeeeee
-La verdad te hablaba para ver si quieres venir a una fiesta conmigo
-Bueno, no conmigo
-Osea si conmigo, pero no solo iremos nosotras
-Iríamos con otros amigos mío
-Dah obvio que míos jajaja
-Ay, perdón
-Vómito verbal 😀

Jajaja
No lo sé...
La verdad las fiesta no son lo mío.

-Lo mío tampoco, pero si tengo una amiga con buenos gustos tal vez no sea tan del asco. 😆

Buen punto. 😌
Pues... Esta bien.
Si iré contigo.

-¿Paso por ti?

Eso sería de gran ayuda.

P

erfecto 😌

Te enviaré la dirección.

Pasaré a las ocho en punto.
Baiiiiiiiiiiiiii

La verdad es que no me gustan para nada las fiestas, pero creo que si necesito distraerme y ocupar a mi mente en otra cosa que no sea el extraño comportamiento de Alba... Además, solo es una fiesta, ¿Que podría salir mal?