Especial 200k- Deseo
Namjoon iba caminando junto al pequeño Gigi, ambos se habían adaptado muy bien al otro, incluso el pequeño Omega siempre le contaba sus inocentes secretos, como cuando le dijo que Tae le hacía sentir cosas en su pancita.
Namjoon y Hoseok ya habían hablado sobre la posibilidad de que sus cachorros fueran destinados, sin embargo nada estaba asegurado.
Justo ahora estaban en aquel gran jardín, la pequeña Rose de dos años ya era imparable pues andaba de aquí para allá, mientras los omegas la veían y jugaban con ella.
—Mira Rose una catarina — ambos cachorros estaban asombrados viendo al pequeño animalito, que caminaba sobre sus manos.
— Recuerden no molestarla o maltratarla, es muy pequeñita — decía Nam viendo con cariño a sus pequeños.
— Papi Nam, puedo quedarmela— preguntó con inocencia Gigi, Nam sentía tan bonito cada vez que lo llamaban así, que sonrió feliz, más la respuesta no le agrado al lobezno.
— Claro que no cachorro, es muy pequeñita, además debe ser libre, recuerda que debemos cuidar a los más indefensos y protegerlos.
Después de jugar Nam fue por algo de refrigerios para sus niños, a lo lejos pudo divisar como Jungkook lo veía, sin embargo no se acercaba, se podría decir que el cachorro ya lo toleraba pero su relación era más difícil, pues el mismo Seokjin le había comentado lo cercano que había sido con Félix, por lo que comprendía que ganarse su cariño y sobre todo confianza iba ser más difícil.
— Api, quiero — decía Rose mientras saltaba alegre al verlo llegar con fruta, su cachorrita por el contrario se había adaptado totalmente a él, para ella, Nam era su padre omega, siempre estaban juntos, pues incluso en la universidad ella lo acompañaba algunas clases y otras las pasaba en la guardería que tenía la misma escuela, su relación había crecido tanto que incluso sentía como un lazo los unía a pesar de no compartir sangre.
— Ven mi amor, dónde están la niña más bonita del mundo, mi cachorrita preciosa — la cargaba mientras la bebé gritaba alegre y sonreía por los mimos que estaba recibiendo.
Después de bajarla tomó del mismo modo a Yoongi, pues claro que Nam había notado como el cachorro veía con añoranza las muestras de cariño y él no era quien para negarse a cargar a sus bebés y hacerlos feliz.
Cuando la tarde cayó, los tres esperaros a que Seokjin llegará, Yoongi había ido varias veces por su hermano pero este insistía en que prefería quedarse en su habitación o ir con los animales.
Finalmente cuando divisaron la camioneta azul del alfa todos sonrieron con alegría, Yoongi fue el primero en lanzarse a los brazos de su padre, mientras restregaba su naricita en el cuello de su padre.
— Bebé no hagas eso, tu papi viene todo cochino del trabajo y huele mal— dijo Namjoon a manera de burla queriendo molestar al alfa.
—¿Asi Omega?— contestó de igual forma divertida, bajando al pequeño cachorro, para después perseguir a su esposo y cargarlo mientras restregaba su aroma en él.
Nam no hacía más que reír divertido pues le encantaba esa parte juguetona del alfa, además que amaba llevar su aroma.
— Basta alfa oleré feo— decía entre risas, hasta que esté lo cayó con un beso tierno.
— Que asco— dijo Yoongi con disgusto , la pequeña Rose que estaba en el sueño empezó a llorar pues no le gustaba que su papi Jin abrazara a Nam, pues el Omega era solo suyo y de sus hermanos.
— Niña celosa debes saber que Namjoon es mio — al escucharlo Nam no pudo evitar soltar una fuerte risa.
— Mi par de celosos es mejor entrar, es hora de la cena.
— ¿Dónde está Jungkook?— preguntó pues no lo veía por ningún lado.
— Hoy no quiso salir papi, kookie prefiere estar adentro que con nosotros — decía con inocencia el menor.
Los mayores se miraron pues ultimamente veían como el alfa se alejaba más de su lado.
— Hablaré con él.
— No es necesario Jin, es mejor darle su espacio, más noche iré y platicaré yo con él.
En la hora de la cena todos convivieron con armonía, excepto porque el pequeño alfa no hablaba, se le veía pensativo.
— Papi Nam, van a quedarse ahora sí con nosotros— preguntó Gi.
— No bebé, sabes que mañana tenemos que irnos, mis vacaciones terminaron.— el ambiente cambió un poco por uno más triste, pues nadie deseaba separarse.
Después de dormir a los pequeños Nam se dirigió a su recámara, deseaba estar con su alfa, no entendía porque siempre estaba tan necesitado de Seokjin. Al entrar vio como el alfa continuaba con su ropa de trabajo mientras revisaba unos papeles en el pequeño escritorio que tenían, el Omega no comprendía porque Jin seguía trabajando cuando él incluso ya se había bañado y acostado a sus pequeños.
Sin nada de disimulo se quitó aquella bata que cubría la única pieza que llevaba encima que era aquel camisón rojo que sabía que volvía loco al alfa, pues tenía cierto escote y aberturas a los lados que no dejaba nada a la imaginación.
— alfa vamos a domir— dijo con voz tierna sin ninguna intención, el alfa al oírlo sonrio divertido pues sabía muy bien lo que tramaba su querido esposo.
— Duerme mi amor, yo pronto termino esto.— al escucharlo no pudo evitar que un bufido saliera de su boca al estar desepcionado pues quería compartir su última noche en la hacienda.
— Quiero dormir contigo alfa, ya mañana me voy y deseo que vengas aquí y me abraces.
Al oírlo el alfa opto por levantarse y dirigirse al menor— está bien, solo iré a bañarme, debo oler horrible— recordó aquellas palabras que su esposo le había dicho.
— Claro que no alfa, tu aroma me encanta, es tan varonil— decía a la vez que iba acercandose más al mayor.
— Hace rato no decías lo mismo, así que mejor me bañare.
— Estaba bromeando, me encanta tu aroma, tu olor a hombre, vamos Seokjin dejemos los juegos, quiero sentirte alfa por favor.
Dejando todo de lado el alfa se lanzó a sus labios devorandolos mientras rompía aquella pequeña pijama, sorprendiendose al ver que su joven Omega no llevaba puesta ropa interior.
Esa noche se entregaron como nunca, disfrutando de las caricias del otro.
Cuando la mañana llegó todo fue muy triste pues Nam y Rose tendrían que irse.
Yoongi no dejaba de abrazarlo y darle besitos mientras Nam notaba como Jungkook se perdía en sus pensamientos, no se acercaba pero de vez en cuando lo miraba.
— Gi ve con tu padre a checar que haya metido todas mis cosas a la camioneta y las de Rose, sabes que es muy distraído.
El menor acató la orden saliendo corriendo al encuentro de su padre, momento que aprovecho Nam para acercarse a su otro cachorro.
— Hola Kookie, tu no vas a despedirte — preguntó con una voz suave para no alterarlo.
— Sabes que no me gusta que me digas kookie y si iba a despedirte y a mi hermana, es solo que.....olvídalo, mejor me voy a mi cuarto.
Al ver como su oportunidad de llevarse bien con el niño lo detuvo un momento— Espera Jungkook, vamos dime— el menor lo miró confundido — se que algo quieres decirme, lo noto en tu mirada así que vamos cachorro, tenme confianza por favor, prometimos llevarnos mejor.
El alfa se quedó pensativo y después de unos minutos salió corriendo, Nam no entendía los cambios que Jungkook tenía con él, pues algunas veces era agradable y al siguiente lo ignoraba o trataba mal.
Justo cuando llegó la hora de partir todos se despedían, Seokjin no había dejado de besar a su Omegaz está vez no podría irlo a dejar pues tenía mucho trabajo, así que Nam conduciria solo con Rose.
— Te voy a extrañar mucho papi— lloraba su Gigi.
— Yo también bebé pero prometo regresar pronto corazón — justo cuando subió a la camioneta y estaba a nada de arrancar escuchó una vocecita que lo llamaba.
— Nam, Nam espera — de inmediato lo hizo viendo como Kook, impactaba sus brazos alrededor de sus hombros al ponerse a su altura.— también te voy a extrañar Namjoon— con algo de duda el Omega vio como este sacaba algo del bolsillo de su pantalón.— toma, espero puedas acompañarme, no estás obligado.
Al leer aquella invitación está era del salón de su pequeño, en la cual se invitaba a los padres y madres omegas a un convivio con los menores donde harían una presentación de baile.
— Muchas gracias Jungkook y claro que iré — al ver como el menor sonreía lo abrazó aún con más fuerza.
.....
Había pasado un mes desde que las vacaciones terminaron, justo el viernes sería aquella presentación del menor, Nam estaba entre la espada y la pared pues aunque le había prometido ir la verdad es que no sabía si podría hacerlo, tenía un proyecto que entregar justo ese día el cual tendría una puntuación importante en la calificación.
— Mi amor no te preocupes, yo hablaré con Jungkook.
— Pero es que si quería ir alfa — decía entre lágrimas pues le dolía — sabes lo que le costó que me entregara esa invitación.
— Hablaré con él hoy, se que lo entenderá.
Al llegar la hora de la cena Jungkook estaba muy feliz platicando acerca de como le había ido en la escuela.
— Basta Gigi, deja de robarte mi porción de postre — decía con molestia al ver como su hermanito tomaba aquel postre de limón.
— Pero a ti no te gusta — decía con puchero.
— Aún así debes esperar a que yo te lo de— al decir aquello el Omega afirmó con la cabeza pues sabía que su hermano le daría todo su postre.
— Kookie ¿Ya te aprendiste tu bailable?— decía con emoción su hermano, haciendo que Seokjin les prestara más atención.
— Claro que sí Gi, me esforcé mucho, al principio no quería bailar, pero ahora me emociona hacerlo, le demostré al tonto de Ken que ya no estamos solos.— su emoción era palpable.
La curiosidad creció aún más en el mayor — ¿De qué hablas Jungkook?— más el menor se cayó.
— En la escuela molestan a Kookie por no tener un papi omega, a mi aveces también me dicen cosas, pero yo los ignoro o le digo a Tete que los golpee — dijo el menor — aunque nunca quiere hacerlo, siempre dice que no les haga caso.
— Kookie porque no me habías dicho nada — preguntó preocupado.
— Tienes mucho trabajo pa, así que no quise molestarte, pero no te preocupes tengo todo controlado.— sonrió feliz, pues ahora le demostraría a ese niño tonto que tenía un nuevo papi, uno muy bonito y amable.— papi por cierto ¿Nam llegará mañana o hasta el viernes temprano? Tengo que darle su pase de entrada — decía con emoción.
Al ver aquellos ojitos muy saltones y dilatados de la emoción, quería llamar a Nam y pedirle o más bien rogarle que viniera pero no podía hacerlo— Espera — el menor salió corriendo — toma— le dio el pequeño boleto al regresar — después puedo perderlo y Namie no podrá entrar.
— Es verdad eres muy torpe— sonrió el Omega viendo como su hermano se molestaba.
Después de la cena Seokjin acostó a sus hijos para después llamar a Namjoon, le preguntaría si podría hacer algún esfuerzo por venir pero al ver lo cansado que estaba con su trabajo sabía que eso era importante.
—¿Cómo vas con ese proyecto?— preguntó con calma.
— Estoy a punto de terminarlo, aunque sinceramente no creo dormir de aquí al viernes hasta que lo entregue, me ha costado la vida pero ya va quedando.— sus ojos lucían unas enormes ojeras debido a que dormía muy poco.
— Debes descansar, Rose no te ha molestado supongo.
— No, mi pequeña princesa duerme tranquila — decía a la vez que enfocaba su cámara a la menor para que Jin pudiera verla.
— Me alegro — dijo con seriedad y claro que Nam lo noto.
— ¿ Pasa algo alfa? Te veo distraído — Jin no sabía si decirle la verdad o no, pero también conocía que su querido esposo le sacaría la información a como diera lugar.
— No es nada, solo que hoy me enteré que molestan a Jungkook en la escuela, al parecer porque no tiene un padre Omega — al oírlo los ojos del menor se abrieron pues él odiaba que le hicieran algo a sus pequeños.
— Esos mocosos son unos tontos.
—Lo se, mañana iré hablar con la maestra — el Omega afirmó con su cabeza, pero seguía notando extraño a su esposo, como si le ocultara algo.
— Jin qué más, vamos dilo, te conozco, ocultas algo.
—No es nada malo mi amor, es solo que— el Omega vio como Seokjin sacaba algo de chaqueta de cuero— Jungkook me entregó el pase para su convivio, estaba muy emocionado, me lo dio para que no lo perdiera....yo aún no le he dicho que no vendrás, se que debí hacerlo pero....soy un tonto.
— Mi pequeño quiere que vaya Seokjin — decia ahora también triste.
— No te pongas así mi amor, mañana que vaya hablar con la maestra le diré si puedo ir yo en representación tuya o....ya se también le puedo pedir a Lisa que lo acompañe — al oír aquel nombre el omega gruño molesto.
Seokjin iba hablar hasta que escuchó la voz de Yoongi que lo llamaba— mi amor debo colgar nos vemos mañana te amo.
Nam iba a decir algo más ya no pudo hacerlo pues la llamada termino.
Al día siguiente era jueves por la tarde los menores esperaban en la puerta la llegaba de cierto omega, pues les podía feliz que esté regresara.
Sin embargo al llegar la noche aquella alegría cayó — quizás llegará más tarde kookie o mañana — trataba de animarlo Yoongi.
Cuando la mañana llegó el pequeño alfa se alistó con emoción, bajando a desayunar muy alegre, más aquello despareció al no ver a cierto Omega en la mesa — ¿Dónde está Namie?— fue lo primero que salió de sus labios.
— Jungkook siéntate cachorro, mira se que estabas muy emocionado por este evento, y esperabas con ansias a Namjoon, sin embargo él no podrá venir — los ojitos del menor cambiaron en un instante, aquella alegría había desaparecido en un segundo— no te pongas así, hablé con la maestra y Lisa podrá acompañarte.
El menor solo asintió, tomando uno que otro trozo de comida, no estaba hambriento, al llegar a la escuela vio como la mayoría de los niños estaban acompañados de sus papis y mamis omegas, mientras él tomaba la mano de Lisa, la omega quería darle confianza pero notaba lo triste que estaba el pequeño.
— Buenos días les damos la bienvenida, agradecemos a todos los padres omegas que pudieron acompañarnos el día de hoy, este evento lo hicimos con la finalidad de pasar un tiempo con sus cachorros, conectando con nuestro lobo e instinto maternal — todos los presentes sonrieron alegres.
— Vaya Kookie, si que eres un mentiroso — decía Ken al verlo de una forma burlona— dijiste que ya tenías un papi Omega pero mírate, llegaste con tu sirvienta.
El menor se quería defender más no pudo hacerlo pues la maestra llegó en ese momento y al notarlo triste fue que se acercó al menor.— Jungkook tu padre habló conmigo, así que no te preocupes si alguien te molesta no dudes en decirme.— este solo afirmó con la cabeza.
—Bien niños es hora de entrar, espero les salga todo muy bien — todos los menores se prepararon pues lo primero era presentar un bailable.
Cuando salieron al pequeño escenario la música comenzó, Jungkook bailaba sin ganas, no quería estar ahí, su esfuerzo por impresionar a Namjoon ya no servía de nada, incluso el haberle rogado a su maestra por el lugar que daba justo al frente del escenario ya no tenía sentido, por un momento su imaginación creció, deseando que ahí estuviera también su papi Félix, así que al girar observó ese lugar que tanto había peleado, quedándose parado al ver quién estaba ahí.
Sus ojos se abrieron en grande y su sonrisa creció al máximo al ver al Omega que tanto había esperado y es que como no notar a Namjoon, pues lucía un conjunto en amarillo fosforescente, algo muy llamativo y de su estilo.
Al ver como el mayor le lanzaba un beso, salió de su aturdimiento y comenzó a bailar con alegría, estaba muy emocionado de ver a Namjoon.
Cuando la presentación finalizó el Omega era quien más aplaudía y gritaba que su niño era el mejor, aunque en realidad todos los omegas ahí presentes hacían lo mismo al ver a sus cachorros.
Después del baile los niños corrieron con sus padres, Jungkook iba tan emocionado que incluso abrazo con fuerza al mayor — pensé que no vendrías — decía con un puchero mientras se escondía en su cuello, olfateando al Omega.
— Te prometi que vendría, así que ahora es momento de las actividades — la maestra comenzó dándoles una plática acerca de lo importante que era la conexión entre los omegas con sus hijos, después hicieron una manualidad y por último pasaban a presentarse y decir lo que sentían del otro.
Los últimos en pasar fueron Nam y Jungkook.
— Bueno me presento soy Kim Namjoon y este pequeño de ojos saltones es mi hijo, se lo que muchos piensan pero no es necesario engendrar a un pequeño para considerarlo tu hijo, kookie significa mucho para mi, es mi cachorro mayor y es un excelente niño, me ayuda a cuidar a Yoongi y a su papi alfa y no sabe cuánto le estoy agradecido por eso, se que nuestra relación no ha sido fácil, nos ha costado adaptarnos el uno al otro, pero de lo que si estoy seguro es que amo a este pequeño, que aunque no nació de mi panza, si lo hizo de mi corazón y no tiene idea de lo mucho que eso significa, kookie quiero que sepas que haré todo por verte feliz mi cachorro, eres mi mundo entero, siempre quiero verte reír con esos pequeños dientes de conejito. Ahora somos familia. Te amo Jungkookie mi cachorrito. — al verlo el menor tenía sus ojitos algo rojos, estaba muy sentimental al oír al mayor.
— Hola me presento soy Kim Jungkook y este Omega que ven a un lado mío, es el esposo de mi papá, él tiene razón al decir que nos ha costado adaptarnos, cuando llegó a mi vida yo aún extrañaba mucho a mi papi Félix, todas las noches le pedía a diosa luna que lo regresara con nosotros, de verdad noche tras noche pedía un deseo y este era tener a mi papi otra vez vivo a mi lado, lo extrañaba mucho, pues no entendía porque se había ido cuando más lo necesitabamos Gigi y yo. Cuando mi padre nos presentó a Namjoon yo estaba muy molesto, creía que mi papá había traicionado a mi papi Félix , esa misma noche perdí la esperanza de que esté regresara, ahí comprendí que al morir ya jamás regresaría o eso creí.— el pequeño ahora miró directo al Omega.
— Pero la diosa luna si me cumplió mi deseo, algunos meses después llegó a la hacienda un joven Omega que nos trataba muy bien a mi y a mis hermanos, nos cuidaba, alimentaba, jugaba con nosotros, nos daba lo más importante que era su tiempo, su paciencia y amor, justo lo que mi papi Félix hacia con nosotros, así que mi deseo fue cumplido, solo que ahora el nombre de mi papi cambió, así que frente a ustedes les presento a mi papi Namjoon, al cual también amo mucho.
Al escucharlo Nam abrió sus ojos en grande, era la primera vez que Jungkook lo llamaba de esa forma, además las palabras tan bonitas que había dicho hacía sentir su corazón tan feliz, pues está era la verdadera muestra de que al fin podrían ser la familia que los pequeño merecían.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro