Cuerpo y Alma
Milo y Camus habían tenido buenos momentos y en estos tiempos todo había quedado de manera tan tranquila, habían regresado a casa, después de una semana de vacaciones y ahora tienen nuevos planes menos para los pequeños.
Isaac y Luc hacían de las suyas, pero esta vez ambos niños irían a hacer sus estudios, entre ellos Isaac iría a la escuela, Milo odiaba la idea de que fuera a la escuela, prefería que el pequeño niño tuviera profesores privados, pero Camus se lo negó rotundamente, por el simple hecho de que no ayudaría al pequeño niño a socializar con más personas.
Luc por su parte, el pequeño iría a una guardería, todo era basado a la distracción y no encerrarlo, sabia que seria muy difícil, el pequeño estaba demasiado apegado a su madre, eso le causara ciertos estragos en su primer día. Pero era a base de lo mismo, puesto el psicólogo había mencionado que sería un buen comienzo para que el pequeño tomara mas confianza en las personas que lo rodeaban.
—Sigo sin entender porque quieres mandar a los niños a que estudien, ellos son felices aquí con nosotros, aparte no confío en gente que no haya estado en mi lista de confianza —dijo el heleno con cierta preocupación.
—Relajarte Milo, todo saldrá bien, el psicólogo mencionó que sería buena idea para el pequeño —dijo Camus quien hacía una trenza en su cabello.
—Temo de que pase algo, no quiero que estén en peligro —dijo Milo quien se quitaba la camisa.
—Tranquilo amor —se puso de pie y caminó hasta el heleno —Ellos estarán bien, son como tu —dijo en un sonrisa para luego darle un beso en los labios.
—Supongo que tienes razón —dijo el heleno —No entiendo como puedes hacer eso, me convences tan rápido —dijo, quien tomó de la cintura al francés, acercándolo a su cuerpo.
Camus sonrió, era cierto que el francés tiene un toque para hacer chantajes, pero todo eso lo había aprendido de la persona que tenía enfrente, dio un beso que prontamente se fue transformando a besos con lujuria, no habían tenido una noche de sexo, desde el día que se habían casado, después de todo, Camus no parecía estar listo.
Pero esa noche lo estaría.
El beso no duró mucho la falta de aire les hizo detenerse, Camus miró con un sonrojo en su rostro, dudando de seguir, en cambio el heleno no pensaba en soltarlo, lo tomaría y trataría de que todo fuera como un cuentos de hadas.
Camus terminó por darle un beso, cosa que Milo entendió en que debía proseguir, aquello iba mejorando, el francés había separó sus labios dirigiéndose ahora hacia el cuello del griego, quien recibió una especie de caricias, el pequeño cuerpo del francés era demasiado frágil ante el cuerpo del griego, sin contar que a pesar de que se ocultaba en aquella pijama color tinto, que más bien era de Milo, le hacía verse de una manera muy pequeño.
Milo quito la camisa de la pijama, logrando ver el cuerpo del francés, lo sujeto sintiendo como las piernas del francés se aferraban a las caderas del mayor. Era como si realmente deseara tener aquel encuentro carnal.
El francés alzó su rostro, sintiendo como los labios del griego besaban su cuello, como aquella lengua le hacía estremecer, como su piel se ponía a flor de pie, sintiendo como algo recorría su cuerpo, terminó por ser recostado en la amplia cama, su cabello que estaba sujetado se había alargado hasta llegar a la mitad de la cama.
Milo prosiguió a besar aquellos labios bajo por su mejilla llegando a su oreja y mordiendo con suma calma, su respiración hacía estremecer al francés, quien simplemente se dedicaba a pasar sus manos por los hombros del griego, el francés se dedicó a pensar, había leído algunos datos, recordó aquello y pasó sus manos a los pectorales del mayor, cosa que el griego sintió y simplemente dejo que el francés siguiera con aquello.
Milo comenzó a recorrer las piernas del joven, el pantalón le estorbaba, pero aun no estaba listo para poder pasar a la segunda parte, quedó con calma, acarició los pechos planos del francés, acarició los pezones de este y se aproximo a besarlos, sus ojos denotaban lujuria, en cambio Camus sentía miles de cosas, sobre todo en su interior, sentía como en su abdomen algo se removía, como si algo le estuviera ocasionando adrenalina o algo por el estilo. Milo comenzó a bajar su mano hasta la parte de la intimidad, sin separarse de aquel pezón que seguía en sus labios, besando y lamiendo con lujuria.
Acaricia con suavidad el sexo del chico francés, quien entre suspiros hacia el francés provocando al griego.
Prosiguió hasta que terminó por bajar los pantalones, el francés alzó su vista, sus mejillas rosadas y intentó detener al griego, pero el heleno simplemente se aproximo al rostro, en donde beso con cariño, haciendo que el francés se relajara, la mano del francés se posó en la mejillas del griego, mientras que la mano del griego nuevamente recorría las piernas y levemente cerca del sexo de su esposo.
Camus sentía aquello solo daba suspiros intentando no desesperarse, su miembro sentía apretado, estando dentro del bóxer, en cambio Milo seguía excitándose con aquel rostro que denotaba el joven francés, tomó el miembro comenzando acariciarlo, hasta que bajó el bóxer, haciendo que el sexo del francés estuviera erecto.
Lo tomo entre su mano, comenzó a masturbarlo, quería que el francés sintiera placer, en cambio Camus sentía como su respiración se acababa debido a tacto, sin contar que aquellos frotaciones de parte de las manos del griego le hacían sentir una sensación agradable.
Sintió como algo recorría su cuerpo, haciéndola arquear la espalda, Milo veía complacido cada movimiento y gesto que hacía su esposo, estaba convencido que todo lo que hacia estaba dando sus frutos y así había sido.
Un líquido tibio se había escurrido, aquello había sido suficiente como para proseguir, el griego quito su ropa, a menos las dos últimas prendas que llevaba, comenzó a acariciar las piernas mientras tomaba asiento en la cama, con la intención de acercar el cuerpo del francés, Camus con su respiración se había arrodillado, terminó por ser acercado por el griego quien nuevamente unían sus labios, el francés sentía las manos del mayor recorrer sus muslos hasta que llegar a sus glúteos, en donde acarició, terminó por recostarse y siguió con el sexo oral, puesto lo había recostado en la cama besos los labios, bajando por su abdomen hasta llegar al sexo del griego quien finalmente metió a su boca.
Camus sentía la lengua cálida del heleno, sentía como aquella lengua acariciaba con mucho cuidado su miembro. Era una cosa imposible de describir, prosiguió con aquello haciendo que le hiciera placentero, su sentidos se habían apagado, simplemente el sentido del placer era quien rondaba en su mente, comenzó a sentirse tan bien, que los jadeos se transformaron en gemidos, de vez en cuando tapaba su boca, su mente que pocas veces regresaba a ser consciente recordaba de sus niños. Milo noto aquello estaba dispuesto a seguir, pero aquello había sido detenido, cuando su esposo pidió que se aproxima, con una sonrisa llena de placer, mientras sus mejillas ardían debido a que estaba sintiendo.
El francés comenzó a besarlo, esta vez era el turno del galo, era raro, pero debido a la pérdida de la conciencia, pedía a grito darle placer a su esposo y así fue, dando aquellos besos quien había sido una distracción, capaz de poder acostarlo en la cama. Subió al abdomen del griego beso una vez más los labios y comenzó a besar con suavidad, haciéndolo notar seductor y a la vez elegante, su pequeña mano recorría su cuerpo, mientras que la otra caminaba hacia el miembro.
Su delgados dedos, recorrieron el miembro del griego, cosa que Milo sintió una sensación agradable, haciendo que su sexo se sintiera aun mas excitado, el francés sonrió con lujuria, se giró para quedar enfrente y se dedicó a tomarlo, con suavidad le daba caricias, acariciaba el miembro haciendo que el griego diera suspiros intentando no dar gemidos, hasta que miro como el joven bajaba sintiendo la pequeña boca de su amado, chupando con cierto desespero el miembro.
Una vez que sintió como en su boca escurría aquel líquido se separó, trago un poco y se dedicó a girarse, miro aquel mayor y sonrió, como pudo tomó asiento en el miembro erecto quien poco a poco lo introducía en su interior, Camus comenzaba a hacer gestos doloridos debido a la entrada, el griego trataba de detenerlo pero aquello había sido imposible, una vez que quedó en el interior, el francés tomó las manos del mayor y las llevó a su cuerpo, haciendo que el griego lo acariciar ciara, prosiguió a mover sus caderas haciendo que griego sintiera lo estrecho que era el interior del francés.
Realmente era placentero, los sentones que daba el joven francés era algo tan exquisito, su miembro sentía la calidez del interior, siguió así por unos minutos hasta que cambió de posición, en donde Camus terminó debajo del cuerpo del griego, Milo comenzó a darle estocadas, mientras besaba los labios y pasaba a chupar los pezones del francés, mientras que Camus se aferraba a los cabellos alborotados de su esposo, su cabello ya no estaba bien peinado, algunas hebras salían de su trenza, sus mejillas coloradas y su rostro deseoso por más.
Los gemidos no se esperaban, ahora le valía poco si despertaba a los niños, estaban llenándose de placer, aquellos mismos que habían guardado por un largo tiempo, finalmente lo daban en esos momentos, las estocadas cada vez mas rápida, sin contar que el griego levantó una de las piernas del francés hasta su hombro con la intención de poder llegar aún más profundo.
Había salido con la intención de ponerlo en cuatro y con la misma intensidad volvió a introducir su miembro, haciendo que el galo siguiera sintiendo aquel enorme placer, las manos del griego pasaron al miembro erecto del galo, dando nuevamente una serie de caricias mientras que seguían con su embestidas, aquello no terminara tan fácil, puesto nuevamente había cambiado de posición, recostando al francés y adentro su miembro con la intención de que su pequeño esposo siguiera disfrutando.
Finalmente el orgasmo había llegado, entre ambos hombres un líquido tibio los remojo, entre ambos abdomen, mientras que en el interior seguían y los besos aun no paraban. Milo había liberado aquel liquido, salio del cuerpo de su esposo, quedo a su lado mientras estaba boca abajo, miró a su esposo quien le dedicó una sonrisa cansada y prontamente quedó dormido, en cambio, Milo sonrió, estaba cansado y simplemente acercó a su esposo hasta su cuerpo, en donde ambos terminaron abrazados.
[...]
La mañana había llegado, Camus había despertado, sus caderas le dolían a decir verdad, un sonrojo lo inundó cuando vio a su esposo completamente desnudo, giro su vista hacia otro lado, no estaba tan impuesto a verlo así de desnudo, aunque pronto miro como el griego le daba una sonrisa seña de que había despertado.
—Buenos días, mi amado esposo —dijo el griego con una sonrisa.
—Buenos días... —saludo y beso los labios de su esposo.
—Bien saldré por tu comida, porque tu no podrás moverte —dijo el griego quien tomaba asiento, logró vestirse y se puso de pie.
—¿Que dices? ¡Claro que podre! —dijo. Miro como Milo se acercaba con ropa en mano.
Tomó asiento dispuesto a levantarse pero aquello le fue imposible, haciendo que el francés sintiera aquel dolor en su parte baja, Camus miró a Milo con tremenda molestia, simplemente recibió un cambio de parte del griego quien le ayudó a vestirse, puesto no podía ponerse de pie, logró ponerle la ropa interior y los pantalones.
—Bien, no tardaré, así que no estés sufriendo por mi ausencia —dijo sonriendo.
Salió de la habitación, poco después de la puerta se asomaba el pequeño Isaac el pequeño parecía estar un poco desanimado, camino hasta subirse a la cama, se colocó a lado de su mami y hablo.
—Mami, recuperarte pronto, te prometo que le diré a Luc que te recuperaras y que no te vamos a molestar para que sanes más rápido —dijo con una sonrisa.
—Isaac no estoy enfermo, solo estoy cansando —dijo Camus con una pequeña sonrisa ante aquellos pensamientos inocentes de su hijo.
—Aun así, nosotros no te molestaremos mami —dijo el peliverde.
—Isaac, sabes que mami está cansando —dijo el griego quien dejaba la comida en la mesa.
—Si papá, bien mami, adiós, cuidate y sana rápido —dijo el pequeño niño quien salió de la habitación.
—Milo fuiste muy cruel con el, pobrecito —dijo el francés.
—Sabes que no es muy bueno tenerlos aquí y que sepan lo que hicimos anoche, aunque no creo que se hayan dado cuenta, eso fue extraño, ya que no me dijeron nada —dijo el griego —Bien Luc está con la mucama y creo que también está Isaac, tu quiero que descanses, cuando estés mejor puedes tomar un baño —dijo Milo quien besó la frente del francés.
Le entregó el desayuno, el heleno se dirigió al baño de la habitación se alistó para irse al trabajo dejando al francés descansar mientras disfrutaba de un desayuno.
Tal vez era un día que se merecía un descanso, pero conociendo a sus hijos sabría que necesitan de él, así que solamente tenía planeado esperar, aunque sea hasta que pudiera ponerse de pie y caminar.
Milo se iría al trabajo y el estaría en cama a menos por unas horas o a menos hasta que fuera llamado por sus dos pequeños niños. Quien habían sido capaces de provocar a algunas mucamas, dolores de cabeza.
Así sería la nueva vida, disfrutando de su familia, jamás se había imaginado, más bien, nunca pensó que todo eso pudiera pasarle, sentir algo por un niño que no era suyo, sentir algo por otra persona, era realmente sorprendente.
Ahora estaba feliz y haría todo lo posible por dar aquella felicidad, había podido crear todo lo que necesito, sus recuerdos malos se habían perdido, al saber que tenía a personas a quien darle aquel amor.
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Hola.
He traido el ultimo capitulo. Hace poco, el dia anterior, habia puesto que iba a poner unos que otros extras, bueno los extras seran dos, si, dos, solamente, no quiero dar a detalle, puesto en este ultimo capitulo revele un lemon, si, me siento realmente mal por esos pobres niños. jeje okno.
Bueno el caso es de que solamente seran dos, tal vez en uno de ellos reuna a ambas familias y asi puedan convivir en una pequeña reunion, tambien estuve pensando que esa reunion, conoceriamos a los "amigos" de Ecarlate que serian como los tios de los enanos. No se que opinan ustedes.
Pero aun no llego a eso, de hecho solo llevo la mitad de un extra, asi que... dudo.
Muchas gracias por leer.
Me hacen happy. Saben que los quiero muuucho ~<3
Hasta la proxima Actu... ~<3
—AntaresLaks
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