Capítulo 4
¿Quien diría que pasar unas horas con Jungkook sería tan divertido?
Si hace un mes me hubieran dicho que iría con Jungkook a su casa para despejarme y divertirme me le reiría en la cara, no, es más, lo molería a piedrazos. Pero bueno, aquí me encuentro, cómodamente sobre un cálido sofá que se amolda a mi culo.
__¿Sabes...? Debo admitir que no eres tan malo como creí__ admití de repente. Soltó una pequeña sonrisa y algo extrañado me pregunto.
__¿A que viene eso?__ me encogí de hombros y solté un suspiro. De repente comencé a sentir mi estomago removerse debido al alcohol en mi maldito sistema.
__¿Quieres más vodka?__ preguntó arrastrando las palabras. Al igual que yo el se encontraba totalmente ebrio, pero yo, supere los límites de la ebriedad. No se como sigo en pié, digo, me tome lo que equivale a la mitad de un bar. No se ni como no sufrí hasta ahora una sobredosis de alcohol.
¿Que diría Kang Morgan si viese en estas condiciones a su no tan preciada hija, a la cual crío para ser una esposa honorable y respetada?. No lo sé y tampoco me importa saberlo, si tengo que ser sincera dudo llegar a sentir aunque sea una pisca de amor por ella, hasta dudo al menos tener una pisca de amor propio.
Vedme aquí donde me encuentro, y por supuesto, las cosas que hago. No tengo control sobre mi misma.
Oh, y Jeon... La verdad es que a pesar de ser un maldito fastidio, un cinico, arrogante sin remedio y un playboy de cuarta... llegaba a ser agradable, al menos cuando se lo proponía. Porque a pesar de toda la mierda que lleva encima -por lo que pude notar- tiene un lado carismático que atrae a la gente. Es como si te manipulara sin que te des cuenta.
Aparte de que con esa hermosa sonrisa de conejo enamora a cualquiera, pero, yo no soy cualquiera.
__lo único que quiero ahora es un inodoro para vomitar__ aseguré arrastrando las palabras y sintiendo cerca las arcadas.
__¿Vas a vomitar? Ni se te ocurra en mi sillon__ exclamó exaltado.
Me tomó del brazo y comenzamos a caminar apresurados hacia el piso de arriba. Tambaleandonos en el proceso.
Al llegar al baño abrí la tapa del inodoro y descargue todo el alcohol que he bebido. Sentí unas manos en mi pelo y me percate de que estaba amarrandome el cabello para que no se me ensucie o algo parecido.
Cuando termine de vomitar me arrastre por todo el baño hasta llegar al lavabo, no tenia ni fuerzas ni ganas de levantarme. Me limpié la boca, las manos y la cara hasta encontrarme completamente limpia, a excepción por el fuerte y escandaloso olor a alcohol.
__Quiero dormir__dije con una mueca de derrota por no poder soportar más mi estado, me sentía una vagabundo, y estaba segura de que me veía como uno. A pesar de que me parezca divertido y relajante estar ebria y dejarme llevar no me gusta perder por completo los sentidos, razón por lo que no bebo con frecuencia.
__Bien, ven__ tomó mi mano y salimos del baño. Subimos por unas extensas escaleras hasta llegar al cuarto piso -creo, perdí la cuenta- donde por lo visto se encontraban las habitaciones. Me llevó a una que en la puerta contrastaba al resto, esta tenía un color negro, mientras que las demás eran de un color grisaseo oscuro.
Al entrar nos esperaba una cama de dos plazas realmente grande y con sábanas blancas, al parecer de seda.
__¿Esto es...?__ dije mirando con confusión.
__Mi habitación__ asentí y voltee a mirarlo.
__¿Y tu... donde dormirás?__ me miró elevando una ceja y sonrió cínico.
__Pues aquí__ dijo con simplicidad, encogiéndose de hombros. Fruncí el ceño y me aleje de el por cautela.
__¿Entonces para que me traes? Exijo dormir en otra parte__ insistí cruzandome de brazos. El me miró entre una mezcla de ofendido y divertido.
__Tu aceptaste quedarte, ahora te aguantas los berrinches__ resongue molesta mirándolo mal. Que injusto, si no hubiera estado ebria no abría venido con el.
__P-pero...__ me interrumpió. El maldito me interrumpió.
__Sin peros__ puso su dedo índice en mis labios y caminando hacia atrás llevándome con el de paso, llegamos hasta el borde de la cama. __quítate la ropa__ ordeno con voz ronca. Lo mire indignada y cruce mis brazos sobre mi pecho, el simplemente rodó los ojos __es para mandarla a lavar mal pensada, apesta a zorrillo__ dijo con una mueca de diversión. Oh~, no lo había entendido. Sin nada de delicadeza comencé a despojarme del ajustado vestido. O eso trate ya que tenía un cierre en la espalda, al cual no llego.
__¿Me ayudas?__ pedí rindiéndome. Asintió y se puso tras mío para comenzar a bajarlo hasta llegar al final. __gracias__ dije pretendiendo alejarme pero me apego más a su cuerpo tomándome por las caderas.
__comencé a sentir una erección y todavía ni te has quitado la ropa__ sin prestarle mucha atención a sus palabras sentí sus suaves dedos -que en este momento se encontraban fríos- en mis hombros. Deslizó las tiras de mi vestido, para luego bajar de el con lentitud, aprovechando para acariciar mi piel, dejándome solamente en mi ropa interior, en la que consistía en un conjunto rojo con encaje. Sus manos se introduciendo en mis bragas y en el sujetador mojandome más de lo que ya estaba.
Caminamos hasta quedar a un lado de la cama y me recostó sobre esta. Al tocar las suaves sábanas más el contacto de Jungkook con mi piel era como el mismísimo cielo, provocando que mi piel se erice por completo.
Bajó mis bragas lentamente hasta sacarlas suavemente dejándolas a un costado.
Abrió mis piernas colocándose entre ellas poniendo su cara a la altura de mi vagina. Rozó levemente con sus labios mi clitoris sacándome un ligero gemido. Comenzó a mover con más precisión sus labios para luego hacer uso de su exquisita lengua, la cual al ser biscosa y húmeda provocaba que me retuerza de tan solo sentirla. Pasaba su lengua por toda mi vagina llenándome de extasis. Con sus dedos abrió mis pliegues con delicadeza, para luego utilizar la lengua y comenzo a penetrarme con ella, yo solo podía gemir gustosa. Tome de sus cabellos tirando de ellos un poco y a su vez empujandolo hacia mi para tener mejor profundidad.
A medida que movía más rápido su boca contra mi intimidad, metió 3 dedos en mi interior brindandome más placer.
Gemí considerablemente fuerte cuando sentí que llegue a mi orgasmo recibiendo pequeños espasmos en mi cuerpo.
Se separo de mi y se paró de la cama, para deshacerse con más facilidad de su camisa y sus zapatos. Bajo la cremallera de su pantalón de vestir y rápidamente bajo su bóxer, quedando nuevamente desnudo frente a mi. Demonios, tiene un cuerpo realmente bien moldeado y ejercitado, ¿como carajo hace para tener un cuerpo así? Tan hermoso, musculoso y una gran hombría que me hace preguntarme el como mierda cabe eso en mi, literal, es como si hubiera una portal dentro mío...
Okey, ya perdí la cabeza, lo que me faltaba.
Se giro y se acercó a un mueble algo grande a un lado de la puerta del baño de su habitación dándome una privilegiada vista de sus nalgas, y la verdad es que no entiendo porque mis compañeras de trabajo siempre dicen que Jungkook tiene un trasero pequeño, desde mi punto de vista _literalmente hablando_ Jungkook tiene un trasero promedio, obviamente no se compara con el de Jimin pero la verdad es que tiene bastante, aunque algunas personas no sepan valorar eso. Aparte, no es algo necesario en un hombre, que yo sepa, claro.
__¿Que tanto ves?__ pregunto arrogante y a su vez burlon notando que miraba tan descaradamente su culo. Se volteo y dejo a mi vista su miembro, subí la mirada y me encontré con sus ojos que al igual que yo me escaneaba, solo que el me miraba un tanto acusador.
__Tu culo__ dije simplemente encongiendome de hombros.
__Me alegro que te guste__ me guiño un ojo rompiendo el paquetito en su mano, al cual no le había prestado atención. Saco el preservativo y se lo colocó en la punta del miembro, comenzando a deslizarlo lento y tortuosamente mientras me miraba a los ojos, y a su vez yo no podía apartar mi mirada de su pene.
Cuando estuvo puesto por completo camino a paso lento hasta la cama y gateo para llegar hasta mi, abrió nuevamente mis piernas pero esta vez para poner sus rodillas entre ellas, acomodándose para poder penetrarme con más facilidad. Colocó su glande en mi entrada despegando mis pliegues y jugando un instante con ellos. Fue introduciendo rápidamente su miembro en mi entrada dándome una fuerte embestida en el acto, solte un gran gemido de placer aferrandome a sus hombros cuando el comenzó a moverse un poco rudo, pero no lo suficiente como para lastimarme, aunque de un momento para otro deje de mover mis caderas al compás de sus embestidas, mis ojos comenzaron a pesar más de lo normal. De repente se torno todo negro y sin darme cuenta caí en un profundo sueño.
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