Capítulo 51
Capítulo 51
Ada
Estoy tan nerviosa, no creo que exista alguien tan nerviosa y ansiosa como yo.
Mientras acariciaba mi vientre. Miraba por la ventana de mi habitación.
Con una sola cosa en mente.
¡Mañana me caso¡
Me iba a casar con la persona que es el amor de mi vida. La persona que estuvo al lado mío cuando estaba sola.
Mañana me volveré su esposa.
Me doy vuelta y veo a Ariel durmiendo muy cómodo, en la parte de Carlos.
El antes mencionado está en casa de sus padres. Según Amanda los novios no deben verse el día antes de la boda.
Así que yo estoy en mi pieza con Ariel y Julieta duerme en la pieza de invitados y mi abuela duerme en su cuarto.
Ella se mudó con nosotros. Sabe que voy a necesitar ayuda. Cuando nazca el niño o niña.
Miro a mi bebe esta tan grande. Me acuerdo cuando nació tan frágil y pequeño.
Pero ahora está más grande y fuerte. Con muchas ganas de hablar.
Sé que mi hijo va querer a su hermano. Ya que siempre le da besos a mi panza.
¿Qué serás bebe? Me pregunté.
Este embarazo es diferente al de Ariel. Me siento acompañada y protegida.
Me siento que las personas ya no me juzgan por caminar en la calle mostrando mi panza.
Será porque ha tengo 20 años en unos meses más 21.
Muchos dice que la edad es lo que hace que te veas más responsable, más trabajador.
Yo creo que eso solo se logra cuando uno es así. Yo madure muy rápido con 18 años. Decidí que estaría con mi hijo y lo amaría.
Hoy me prometo a mí misma que haré lo posible porque mis dos hijos estén bien, que nunca les falte amor y cuidado y sobretodo que nunca les falte su papa.
Fue muy tonto de mi parte no permitirle a Alexander no estar con su hijo.
Desde hoy juro que haré feliz a las personas que amo.
***
Carlos
Cuando te enamoras de verdad lo sientes. Cuando sabes que es para siempre te imaginas esperando a que ella entre con su vestido blanco, para poder al fin unirse.
A muchos les parecerá que lo que estoy haciendo es una locura que, con 22 años me case y valla a tener a mi segundo hijo. Les parecerá que perdí gran parte de mi juventud, pero la verdad no perdí nada .Gane una hermosa familia.
Me siento la persona más feliz del mundo me voy a casar mañana con Ada.
- Hijo, ve a dormir mañana te tienes que levantar temprano es el día de tu boda. - Dijo mi mama.
Estaba en la sala sentado en sillón pensando en todo lo bueno que me esta pasado.
- Está bien mama.-Dije frotando mis manos.-Sabes quiero casarme ya.-Digo ansioso.
- Yo igual quiero que lo hagas. Sé que mereces ser feliz.- Dijo ella sentando se a mi lado.
- ¿Crees que María estaría feliz?- Le pregunto.
- Estoy segura de que si y estaría muy contenta de que unieras tu vida con Ada y Ariel.
Abrace a mi mama.
Ella es una de las mejores mujeres del mundo, no solo por ser mi mama lo digo; si no por estar en todos los momentos en lo que la necesite y me apoya siempre con cada decisión que tome ella estuvo de acuerdo no sé qué sería mi vida sin ella.
- Bien, creo que es hora de dormir. - Le dije.
- Si hijo.- Me dio un beso en la frente.
Nos fuimos cada uno a su cuarto. Mañana seria el día.
***
Ada
- ! Despierta ¡- Grito una vos cerca de mi cara.
Me levante sobresaltada .Abrí mis ojos y mire la cara de loca que tiene Julieta.
- ¡¿Porque gritas?!- Grite.
- ¡¿Y vos por qué gritas?!-Me grito
-¡Porque me voy a casar!- Ambas gritamos de felicidad.
Cuando vemos que Ariel se levanta agarro su peluche y nos lo tiro. Y con su dedo nos hacía señales de " Shhh".
- Igual de enojón que el padre.- dijo Julieta.
- Si, es muy parecido a Alex.
Ambas nos tiramos encima de Ariel a darle besos mientras él nos abrazaba y besaba.
- Bien, vamos a desayunar.-Dice mi amiga.-Nos quedan 4 horas y todavía no nos hemos cambiado.- dijo Julieta alarmada.
- Ya lo sé.-Dije ansiosa.-Pero por suerte la recepción es aquí en casa.-Con Carlos decidimos que la boda sería algo tranquilo.
- Eso si es verdad.-Dice ella feliz.-Todavía no creo que hallas querido una boda en tu casa.
-Lo que importa, es la persona no el lugar.-Dije.
-En eso tienes razón.
Me puse un short corto negro y arriba tenía la remera de Carlos.
Cuando le quise poner las zapatillas a Ariel este empezó a correr.
- Ariel, ven –Dije tratando de perseguirlo, pero mi panza me estorbaba para correr.
- Nop- Dijo agregando la " P".
- Vamos y te doy un caramelo.-Digo tratando de convencer a mi pequeño de que me haga caso, al escuchar la palabra caramelo llego corriendo a mi lado.
Se sentó en la cama y me agache para ponerle las zapatillas.
- Mi camelo - Me dijo extendiendo su mano.
- No tengo. -Le conteste alzando mis manos.
- Ohhhh- Hizo puchero con sus labios, cruzo sus bracitos enojado.
-Tenés que desayunar y después podrás comer todo lo que quieras.-Dije tratando de que no siga enojado.
El me tomo la mano y juntos bajamos a la cocina.
Había mujeres que contrate para ser las que limpien y sirvan la comida.
Ellas iban de un lado a otro acomodando.
Hoy la casa iba estar llenos por amigos de Carlos y familiares y por mi parte solo mis padres y algunos primos y amigos solo Julieta y algunas chicas de la cafetería.
Esta será la boda de civil. Por la iglesia nos vamos a casar cuando nazca él bebe. Por eso decidimos hacerla en casa, dijimos que gastaríamos a lo grande, en la boda por la iglesia.
Pero eso no evita que hoy no use mi vestido blanco.
En la cocina mi abuela estaba desayunando.
- Hija, come rápido que ya te vas a tener que cambiar.-Dice mi abuela sonriendo.
- Si abuela. – Dije mientras sentaba a Ariel en su silla.
- Yo en un rato me iré a la peluquería.- Me conto feliz.
- Seguro estarás hermosa para mi boda.-Dije tomando un poco de té.
- Ya lo sé, de donde crees que saliste así de hermosa. - dijo ella sonriendo coqueta.-Apúrate que no tenés todo el día.
Le serví el desayuno a Ariel, tomo leche con un pastelito.
Yo no puedo tomar café .Eso los primeros días me ponía de mal humor. Es que soy adicta al cafecito. Tome un té y dos pastelitos, es que como por dos personas.
Al terminar el desayuno. Julieta corre hacia mí, ella ya había desayunado, al parecer mi amiga esta, más ansiosa que yo. -Nos tenemos que cambiar ya.-Dice ella agitada, parecía que hubiera corrido una maratón.
-Sí, manos a la obra.
Ambas salimos corriendo hasta mi pieza, ella con Ariel en brazos.
- Bien, el vestido esta en tu cama junto a él está el traje de Ariel. Tienes 15 minutos antes de que venga la peluquera y la maquilladora. –Dijo ella con una sonrisa. Ella tenía una toalla en su cabeza, por lo que deduzco que ya se ah bañado.
-Perfecto amiga. Ahora me baño y baño a Ariel.-Digo mientras busco a mi hijo y las toallas para bañarnos.
- Bien, pero no tarden mucho.
Entre al baño con Ariel pegado a mis pies. A diferencia del otro baño este tiene una ducha y una bañera blanca de esas antiguas.
Lleno de agua la bañera, meto a Ariel seguido de mí. El salpica agua, mientras intento bañarlo. Termino de bañar a Ariel y me lavo el cabello.
Envuelto mi pelo, tomo la toalla de Ariel y lo envuelvo como un canelón
Ya en la pieza .Me cambio, me pongo un conjunto de encaje blanco con diseños de flores y arriba una remera azul larga que me llega hasta un poco más arriba del muslo.
Cambio a Ariel. Le pongo su bóxer y un pantalón celeste de vestir que llega hasta la rodilla una, una remera blanca con el logo de un oso y arriba de la remera un chaleco azul sin mangas. Le pongo unos zapatos marrones y peino su pelo negro
Tengo que admitir que está muy hermoso mi hijo parece un pequeño hombrecito.
- Mira bebe. - Lo pongo delante del espejo.
Él se miró y sonrió.
- Pero que fachero que soy.-Dijo mientras se miraba.
Sin duda el egocentrismo de Carlos es contagioso.
- Este hermoso - Grito Julieta cuando entro por la puerta.
Ella se había cambiado, tenía un vestido negro simple corto hasta arriba de las rodillas, y encima tenía como una capa que cubría el vestido entero era de color negro igual solo que con algunas flores, tenía unos tacones hermosos de color negro. Su cabello colorado, estaba peinado, no tenía esos rulos hermosos, sino que tenía el pelo lacio, tenía una pequeña peineta que lo sujetaba, dándole un estilo elegante.
- Amiga pareces una diosa.- Le digo silbando. Ella da una vueltita presumiendo su atuendo.
- Gracias. Me falta el maquillaje pero ya casi.-Dice feliz, pero su cara cambia a una mueca de espanto.- ¿Y tú? Ni te has secado el pelo, por Dios estamos retasada.-Dijo alterando me los nervios.
- Es que lo vestí a Ariel.-Intente excusarme.
-Esta hermoso y ya está listo. Pero la importante en este día eres tu.-Dije acercando se a mí.
Dejo a Ariel en mi cama, sentado mirando videos en el celular. Si lo llega a ver Alexander seguro lo reta. Él no quiere que nuestro hijo se la pase viciando todo el día.
Julieta me sentó frente a mi tocador, y empezó a secarme el pelo. Ella me cuida como si fuera su hija, miro por el reflejo del vidrio a mi mejor amiga y doy gracias porque está loca pelirroja se metió en mi vida. Cuando quedo perfectamente seco y peinado, fue justo a tiempo cuando la peluquera llego.
Ella me hizo un hermoso peinado, era una trenza que agarraba todo mi pelo dejando algunos mechones sueltos tenia aparte una hebilla con forma de flor que afirmaba el peinado.
Deje que me pintará .Cuando termino me observe en un espejo. No podía creer que es chica era yo.
Parecía madura, bella y sofisticada .Me veía hermosa.
- Wow Ada sos una princesa.- Dice mi amiga. - Voy a llorar.- Dice Julieta con algunas lágrimas en los ojos.
- Guarda algunas para cuando me case. Ahí sí que voy a llorar. – Le digo riendo.
- Tranquila que voy a llorar igual. Tengo lagrimas para rato.-Dice ella llorando.
- Muchachas dejen de llorar que se le va a correr el fabuloso maquillaje de la novia.-Dice la peluquera que es también mi maquilladora.-Es tu turno.-Dice señalando a Julieta.
- Bien, no prometo nada. Pero use maquillaje a prueba de agua. - Respondió Julieta. Secándose las lágrimas.
Mientras Juli era maquillada. Fui al cuarto de la antes mencionada, con mi vestido en mano, para cambiarme.
El vestido es largo hasta las rodillas, de color blanco marfil, era corte corazón y hasta la cintura con piedras y el resto era seda cristal bien fresco y simple. Me encanta.
Mis zapatos eran blancos con tiras plateadas, no eran los más alto del mundo, ya que soy muy torpe.
Me miro al espejo parezco una novia, me siento hermosa y feliz. Hoy es cuando comienza la mayor aventura de mi vida...
Carlos.
¿Estaba nervioso?
Si lo estaba.
¿Amo a Ada?
Con toda mi alma.
¿Me veo bien?
Pero súper guapo.
Luego de mi debate de ideas. Salgo de mi pieza a la sala.
En donde mi madre le acomoda la corbata a mi papa.
- Mama esta hermosa.-Dije mientras silbaba.
Ella se dio vuelta, pude observar como su vestido verde azulado se amoldaba a su cuerpo. Con su hermoso cabello negro, acomodado en un peinado sofisticado, en su cuello había un collar de piedras brillantes, que la hacía ver más hermosa de lo que era.
- Hijo pero mírate estas muy guapo. – Dice abrazando me, me apretó muy fuerte, sentía como estaba llorando.-Perdón hijo es que estoy tan feliz.
- Tu madre tiene razón. Te ves muy bien, me haces acordar a mi cuando me case con tu madre.-Dijo papa, el me dio un fuerte abrazo y luego beso a mama en los labios.
Deseaba tener la misma felicidad que ellos dos. Hace más de 23 años que están casados y siguen siendo felices y se aman con la misma intensidad de antes.
- Se ven muy bien los dos.-Digo mientras observo como el traje de papa, convino con el de mi mama.-Muy elegante.
- Gracias- respondió mi mama.-Tuve que obligarlo a comprase de ese color el traje.
- Si tu madre, tienes estos colores tan peculiares.-Dice el riendo.-Hijo Dylan te está esperando.-Dice él.
- ¿En dónde está?- Pregunte.
- Acá idiota.-Dice la voz de mi mejor amigo.
Me doy vuelta y lo veo .Tiene un traje negro, pero no el típico traje convencional, sino un pantalón negro ajustado a sus piernas y una camisa salmón combinado con un saco negro a medida. Me acerco a él y nos abrazamos.
- Hace mucho que no te veo y cuando lo hago te vas a. Casar y a tener otro bebe-Dijo riendo
Con Dylan nos conocemos desde pequeños él se fue a Estados Unidos a estudiar y yo me quede en Argentina. Hace meses que no le veo, el señor vive viajado.
El conoce a Ada y Ariel. Pero hace mucho que no nos veíamos y ahora esta acá el día de mi boda.
- Ya sé, no es mi cupo que usted este siempre viajando.-Dije riendo.-Pero por ser mi mejor amigo, mi hermano tenés el lugar de padrino.
- Es que soy un hombre de negocios.-Dice acomodando su traje.-Y es más que una obviedad que yo seré tu padrino. Estoy tan feliz por ti amigo.-Dijo abrazado me de vuelta.
- Chicos ya sé que se quieren, pero hay que marchamos ya, si no quiere llegar tarde.- Dijo mi madre
- Hola Amanda pero que hermosa y joven esta. - Dijo Dylan. Camino hasta mi madre y la abrazo.
- Pero no te quedas tras chico, estas tan guapo.-Dice ella apretando sus mejillas.
- ¿Amanda ya dejo a su marido para casarte conmigo?-Dice con sorna.
- Mejor cierra la boca Dylan- Dijo mi papa, enojado. Pero sabe que Dylan está bromeando o eso espero.
Todos nos reímos. Desde que nos conocemos el siempre bromea con mi mama.
- Dejen las payasadas para después. Ahora júntense los tres les sacara una foto.- Dice mi mama con la cámara digital en las manos.
Nos sacamos una foto normal los tres, luego con papa solo. Luego a Dylan se le ocurrió la idea brillante de sacarnos una foto haciéndonos los modelos, con la camisa desprendida.
Me saque una foto con mis padres sonriendo y una sola con mama. Al terminar las fotos.
Nos dirigimos al registro civil.
En donde uniría mi vida con la de Ada.
***
Ada.
El Flash me cegó por unos segundos, mi madre se creía fotógrafa profesional. Me saque fotos con todos, Ariel salía en todas, porque según él, estaba más hermoso que nunca.
Estábamos en la sala esperando a mi abuela que se estaba tardando en la peluquería.
Mi mama y mi papa estaban con Ariel.
Ellos estaban vestidos igual .Con ella con un traje blanco y arriba una solera blanca de lana y mi padre un traje blanco. Parecían unos muñequitos de novia.
La puerta se abre dejándonos a todos sorprendidos.
Mi abuela tenía el pelo corto, se había quitad o sus hermosa trenzas, tenía un peinado muy hermoso .Ella lucía un vestido rojo hasta el suelo brillante. Sin duda está muy hermosa.
- Dios abuela estas hermosa.-Digo cubriendo mi boca con las manos.
- Gracias hija y tu pareces una reina.-Dice ella acercándose a mí, me dio un abrazo.
- Gracias abuelita.-Digo sonriéndole. Y entonces otro flash nos ataca, mi mama nos sacó como 10 fotos en cinco segundos.
- Hija hoy serás feliz, siempre lo serás y lo mereces. –Dice con lágrimas en los ojos, estábamos todos llorando.
- Te amo abuela –Digo abrazándola otra vez.
- Yo más. - ambas llorando nos abrazamos.
- Basta de lágrimas mujeres.-Dice mi padre.-Tenemos una boda que celebrar.
Todos nos pusimos en marcha, me voy a casar.
Hola
Aca esta el ante ultimo capitulo de la novela.
La verdad es que no quiero que se termine me da no se cosa.
Pero bueno aca esta el casi final.
Lo separe en dos el Capitulo por que seria super largo.
Pero en fin.
Espero que le guste
Y quieran seguir.Leyendo.
Les deseo lo mejor .un beso
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