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Había transcurrido cinco meses y medio desde que Hoseok llevó a Taehyung y a Horin de vacaciones, pero el pelioscuro sentía que había pasado todo un año ya. Y es que fueron meses realmente intensos, empezando por la lenta pero progresiva recuperación de su abuelo, quien se mostraba mucho más enérgico ahora que Yoongi y Jimin estaban juntos nuevamente y planeando su boda religiosa.

Hoseok no pudo evitar pensar en su propio matrimonio. Él y Taehyung estaban relativamente bien desde que el tema de la infidelidad fue relegado a un rincón oscuro de donde él no tenía la intención de sacarlo jamás.

Alguien tocó a su puerta, provocando que dejara de prestar atención a su laptop en el preciso momento en que esa misma persona se adentró a su oficina mucho antes de que le diera permiso.

--¿Yoongi? -cuestiona extrañado al ver a su primo allí. No recordaba la última vez que alguno de los dos visitó al otro --Que extraño tenerte por aquí.

--Vine a mostrarte algo. -el pálido responde con tal seriedad que hace que algo dentro de él se agite.

Yoongi saca un teléfono celular que gritaba por todas partes que no le pertenecía y, tras varias pulsaciones sobre la pantalla, le muestra a Hoseok una fotografía de Taehyung sonriendo dulcemente hacia la cámara.

Hoseok tomó el teléfono entre sus manos, estudiando más de cerca la foto. No era más que una simple selfi de su esposo, sin embargo, por alguna extraña razón le parecía que había algo diferente en él. ¿Sería acaso el brillo juguetón en su mirada que le daba un aire infantil nunca antes visto?

--No entiendo por qué me muestras esto. -dice con el ceño fruncido, tendiéndole el teléfono al contrario --A todo esto, ¿qué haces tú con una foto de Taehyung? -cuestiona, más por curiosidad que por otra cosa.

--¿Estás seguro de que ese es tu Taehyung? -Yoongi hace un énfasis especial en la palabra "tu", lo cual hace que Hoseok lo mire obviamente confundido.

--¿De qué hablas? Claro que es Taehyung. -asegura, mirando a su primo como si acabara de hacer una pregunta muy estúpida. No obstante, siente el impulso de volver a ver la fotografía y entonces nota algo --¿De cuándo es esta foto? No recuerdo que Taehyung se haya teñido el pelo de rojo alguna vez.

--Es de ayer. -Yoongi responde con calma, solo observándolo fijamente --Jimin le pidió a su mejor amigo que le enviara una fotografía reciente para poder mostrármela.

--No entiendo que tiene que ver el mejor amigo de Jimin en esto. -Hoseok se muetras cada vez más confundido, teniendo la impresión de que estaba pasando algo por alto.

--Tiene que ver en que ese chico pelirrojo que vez ahí es el mejor amigo de la infancia de mi esposo.

--Yoongi, ¿has estado bebiendo tan temprano? -comienza a decir, soltando una risita nerviosa antes de que su mirada recayera involuntariamente sobre la pantalla por tercera vez. Su risa fue muriendo poco a poco.

Había algo verdaderamente diferente en ese Taehyung, ¿pero qué era?

--Jimin encontró el otro día unas fotografías de cuando éramos adolescentes. -comienza a explicar pese a que la mirada de su primo parecía anclada a la pantalla del celular --Creo que eran parte del tonto mural que me obligaste a hacer para la boda de Namjoon... Ni siquiera recordaba que las tenía todavía. El punto es que Jimin me preguntó de dónde conocía a su mejor amigo, TaeTae.

--Pero es que es absurdo. Jimin y Tae no se conocen... ellos no...

--Exactamente. -concuerda, tomando el teléfono de las manos contrarias y señalandolo con su índice --Es simplemente imposible que tu Taehyung haya crecido junto a mi esposo en Busán porque tú y yo sabemos que ha vivido en Seúl desde al menos los diez años.

--En Busán... -Hoseok repite en un murmullo trémulo --¿Dijiste Busán?

--Sí sabes lo que eso significa, ¿verdad?

--No... -balbucea antes de corregirse a sí mismo --Sí... No sé... es decir, no puede ser... es una completa locura... ¿Acaso, tú crees que..?

--Bueno, hermano... -articula con una sonrisa llena de incertidumbre --O tu querido esposo tiene al doble más jodidamente parecido a él que existe en esta vida. -pausa, generando mayor incertidumbre por sus siguientes palabras --O ellos definitivamente son gemelos.

--Mierda...

***

Tan solo veinticuatro horas más tarde, Namjoon había hecho un trabajo perfecto de rastreo localizando al padre de Taehyung. Había tomado un vuelo directamente hasta Japón para buscarlo personalmente mientras que Yoongi y Jimin fueron a Busán para hablar con la madre y el mejor amigo del ahora rubio doncel.

Afortunadamente para Namjoon dar con el señor Kim no había sido especialmente difícil gracias a que el pálido ya había logrado localizarlo meses atrás como parte de un trato que había hecho con Seokjin, pero lastimosamente ese primer encuentro no tuvo lugar debido a que Jin nunca se presentó.

Justo ahora, Namjoon se encontraba junto al que una fue el padrastro de su terco esposo, aguardando hasta que la video llamada fue atendida, mostrando del otro lado de la pantalla el rostro de Taehyung y Hoseok.

--Has crecido mucho, Taehyung. -el padre del peliazul dice a modo de saludo, sonriendo de forma tenue y sin ningún tipo de sentimiento particular impreso en sus palabras. Ciertamente él jamás había sido cercano a su propio hijo, por lo que su trato era, como mucho, cordial --Namjoon me dijo que necesitabas hablar conmigo de algo importante. -continúa diciendo --¿De qué se trata?

Taehyung se ensaña con mordisquear su labio inferior hasta casi hacerlo sangrar. Su cabeza estaba hecha un lío al igual que sus emociones, por lo que le era prácticamente imposible emitir alguna palabra. El silencio instaurado empezó a tornarse incómodo y asfixiante a medida que los segundos transcurrían y ni él ni Hoseok parecían dispuestos a hacer la primera pregunta.

--Empiece por explicar cómo es que supuestamente murieron su esposa e hijo. -Nam toma la palabra tras percatarse de que él tendría que hacerse cargo de guiar la conversación. En respuesta, el hombre a su lado palidece de repente y una expresión de profundo dolor cruza su rostro antes de que trastabilara torpemente.

--¿Por qué quieren saber? -cuestiona, a la defensiva --Es necesario dejar descansar a los muertos...

--Tenemos una buena razón para creer que ellos no están muertos como usted dice. -espeta con firmeza, totalmente dispuesto a llegar al meollo del asunto para poder regresar pronto al lado de su esposo. Temía que Seokjin entrara en labor de parto mientras él estaba a kilómetros de distancia, intentando resarcir un error del pasado. Si bien él no tenía manera de saber que el joven de las fotografías no era realmente su cuñado, esto no quitaba el hecho de que había sido un impulso mezquino de su parte lo que había dado inicio a la ruptura del matrimonio de este y el que fue uno de sus mejores amigos en antaño. Les debía aquello, pero no estaba dispuesto a invertir más tiempo del necesario en ello.

--Eso es imposible. -el mayor de todos niega al instante, reacio a creer por un segundo la veracidad de lo que acaba de escuchar --Ellos murieron en un accidente hace veintitrés años.

--¿Puede contarnos cómo pasó? -la pregunta guarda un tono cauto y es que el de hoyuelos no deja pasar desapercibido aquel atisbo de desolación y melancolía en la mirada de quien apenas asiente. En una rápida inspección, su mirada se fija en los rostros dentro de la pantalla. Le preocupa lo pálido y frágil que se veía Taehyung, más aún porque Hoseok no parecía estar mejor.

--Fue una noche cualquiera... -la gravedad de la voz del señor Kim hace que Namjoon vuelva a fijarse en él --Mi esposa, ella... ella había sido diagnosticada con depresión post parto, así que estábamos buscando ayuda. -su mirada se tornó perdida de repente, como si estuviera reviviendo la escena --Se suponía que estaba bien, que ella estaba mejorando... -su ceño se frunce a medida que las palabras abandonan su boca --Recuerdo que uno de los niños estaba enfermo, así que ella se quedó a dormir en su habitación para cuidarlo. Yo solo me dormí. -su voz se apagó antes de proseguir --En algún punto de la noche me levanté debido al incesante llanto. Fui a verlos y encontré a mi esposa caminando de aquí para allá en medio de la habitación, intentando calmarlo. Le pregunté si necesitaba ayuda y solo me dijo que tomara a nuestro otro hijo y lo llevara conmigo para que no se despertara... lo hice y me volví a dormir... para cuando desperté ella se había marchado... simplemente tomó el auto y se largó llevándose a uno de nuestros hijos con ella. -le dedicó a Namjoon una mirada vacía que lo dejó perplejo y luego solo volvió a mirar hacia la nada --Unas doce horas más tarde el auto fue encontrado en la desembocadura del río Nakdong.

Taehyung suelta un jadeo ahogado desde el otro lado, acallando un sollozo al cubrirse la boca con una mano. A él mismo le sorprendía las inmensas ganas de llorar que lo embargaron al escuchar la cruda versión de su padre sobre el accidente. Independientemente de si su madre y su hermano estaban vivos o no, él no pudo evitar sentirse triste y desconsolado al imaginarse la trágica escena.

--¿Estás bien? -Hoseok cuestiona, envolviendo al menor entre sus brazos --¿Quieres recostarte? Pareces a punto de colapsar.

--Estoy bien... yo... yo quiero terminar de escuchar la historia.

Hoseok conecta su mirada por primera vez con Namjoon, quien lo observa como esperando algún tipo de confirmación de su parte.

Suspira.

--Entonces... los cuerpos... ¿estaban en el auto? -esta vez es el mismo Hoseok quien pregunta, reforzando su abrazo cuando siente al menor tensarse.

--No. -es la rotunda respuesta que recibe de quien ahora presiona sus orbes con ambos pulgares en un intento de ocultar la humedad en estos --El auto estaba vacío y no había rastro de ellos por ningún lado... las autoridades y rescatistas buscaron por tres días seguidos sin ningún resultado. Ellos simplemente los dieron por muertos y cerraron el caso... me mudé a Seúl al mes siguiente y empecé mi vida desde cero.

--Una última pregunta. -el de hoyuelos musita, su voz siendo considerablemente más suave esta vez --¿Sus hijos nacieron siendo gemelos idéntificos?

El silencio vuelve a reinar y los segundos por alguna razón parecen transcurrir con una lentitud agónica y desquiciante. No es hasta que el señor Kim exhala un sonoro suspiro que el tiempo regresa a la normalidad.

--Sí.

En un movimiento brusco, Nam se acerca hacia la pantalla, casi ladrando en dirección a Hoseok, quien al igual que Taehyung lucía totalmente perdido.

--Llama a Yoongi. -ordena --Dile que te envíe la ubicación y lleva a Taehyung a Busán. Yo estoy regresando a Corea en este mismo momento.

--Espera, tienes que explicarme qué está... -la video llamada se corta antes de que terminaran de escuchar lo que el mayor le estaba diciendo al de hoyuelos.

--Tengo un hermano gemelo...

Hoseok espabila al escuchar el balbuceo de Tae a su lado. Sacude la cabeza y saca su teléfono celular para hacer exactamente lo que Namjoon le ha ordenado.

--Yoongi. -dice tras la llamada ser tomada por el pálido y continúa sin siquiera esperar una respuesta de este --Estoy saliendo con Tae para allá, ¿puedes enviarme la ubicación? -con el corazón latiéndole de manera desenfrenada, Hoseok aguarda en silencio mientras que la voz de su primo se torna apenas un murmullo, pero fue perfectamente capaz de escuchar como le repetía a alguien más lo que acababa de decir y parecía aguardaba por una respuesta. Hoseok colgó inmediatamente obtuvo un "OK".

El viaje de ida a Busán resultó incómodamente largo. Taehyung iba ensimismado en sus propios pensamientos mientras que Hoseok dividía su atención entre la carretera y bloquear todas y cada una de las acusaciones que le susurraba su consciencia.

Al llegar al punto que indicaba el GPS, apagó el motor y permaneció inmóvil en su asiento con su vista clavada en la pintoresca casa donde se podía apreciar dos vehículos aparcados.

Su ceño se frunció al caer en cuenta de que estaba perdiendo el tiempo.

--Llegamos. -informa, su mirada recayendo en la expresión aún ida del menor --Deberíamos ir... -sugiere.

Taehyung parpadea varias veces antes de darse cuenta de que el auto ya no estaba en movimiento, su mirada perdida enfocó a Hoseok antes de dirigirse al frente.

--Llegamos -repite para sí mismo, frunciendo su ceño ante la permanente sensación de irrealidad que lo embarga.

Se obliga a abandonar el auto siendo imitado por el pelioscuro, quien se encuentra dos pasos por delante de él. Tae avanza hasta posicionarse a su lado y entrelaza sus manos en un acto puramente instintivo, su preocupación le impide percatarse de lo débil que es el agarre del mayor. Ambos se encaminan hasta la casa donde tocan el timbre y aguardan a que la puerta fuera abierta. El sonido de pasos acercándose se hace audible y Hoseok se descubre reteniendo el aliento cuando tiene frente a sí a una joven pareja. Se quedó petrificado observando aquel bonito y familiar rostro enmarcado por hebras tan rojas como la sangre, luciendo orbes acuosas y un temblor de labios que le impedía esbozar su característica sonrisa cuadrada. Junto a este, un pelioscuro con gesto serio lo sostenía de la cintura, transmitiéndole apoyo de manera íntima y silenciosa

Eran ellos.

Ellos dos eran la pareja que Namjoon le había mostrado en las fotografías. No había duda.

El leve apretón en su mano fue el causante de sacarlo de su asombro, recordándole la razón de aquella visita.

Se fijó en el chico a su lado, quien tenía plasmado en el rostro una expresión de desconcierto y sorpresa.

Taehyung. Su Taehyung había sido inocente todo ese tiempo que él lo había tachado de infiel y mentiroso.

¿Ahora cómo haría para mirarlo nuevamente a los ojos? ¿Con qué cara podría el suplicarle perdón por la manera en que lo trató?

--Bebé, será mejor que nos retiremos. -Yoongi susurra en dirección a Jimin, sonriendo tenue cuando este le devuelve la mirada --Nosotros ya estamos sobrando aquí. -le explica cuando el rubio le dedica un puchero. -Ambos deciden realizar una retirada silenciosa. Aunque no es como si alguno de los otros tuviera cabeza para fijarse en su ida, o en el caso de los recién llegados, si quiera en su presencia.

--¿En serio eres mi gemelo? -el chico de hebras rojas cuestiona todavía sin poder creérselo del todo --Es... es increíble que nosotros...

El peliazul apenas alcanza a asentir antes de tragar pesado y acercarse un paso más a su igual.

Los dos jóvenes se sumen en un emotivo abrazo que se prolonga un buen rato mientras que los dos restantes se limitan a observarlos sollozar aferrados el uno al otro.

--¿Sabes? Yo siempre sentí que me faltaba algo. -revela el pelirrojo con tono ronco --Mi madre... nuestra madre... ella me decía que sentía algo parecido, pero ninguno pudo nunca entender de qué se trataba.

--¿Ella está viva? -Tae pregunta casi con temor, aterrado ante la respuesta.

--Si, claro. -la respuesta llega con un asentimiento de cabeza --No vive muy lejos de aquí. Ella aún no sabe de ti... no quisimos decirle por el momento porque no tenemos idea de cómo reaccionará, pero podemos ir ahora si quieres conocerla.

--Yo... yo... -balbucea sin saber qué responder. Es decir, obviamente quiere ver a la mujer que le dio la vida, pero a la vez teme hacerlo. Teme descubrir porqué se fue y lo dejó. Porqué jamás regreso por él --Me gustaría conocerla, pero primero necesito hacerme a la idea de que tengo un hermano gemelo.

--Deberíamos sentarnos.

Hoseok respinga cuando el desconocido pelioscuro se le acerca. No parecía mayor que él pese a la severa seriedad de sus facciones.

--Estoy bien. Gracias. -musita tras un suspiro, su atención puesta nuevamente en el par de rostros idéntificos que se sonreían con orbes llorozas mientras se sumían en una larga y compleja conversación.

--No se como sea tu esposo. -el de complexión atlética continúa, su voz siendo casual y considerablemente tranquila --Pero estoy seguro de que el mío no parará de hablar en al menos unas dos horas. -su mirada denota un brillo cariñoso al decir esto --Lo más recomendable es que tomemos asiento. Por cierto, soy Jeon Jungkook.

--Jung Hoseok. -responde dedicándole una mirada fugaz antes de regresar su atención al par que tenía delante --Gracias por el ofrecimiento. -agradece, su expresión tornándose más y más decaída a medida que los minutos pasaban --Pero lo mejor es que me vaya.

Jungkook no dice nada ante esto, así como tampoco emite palabra por el hecho de que el rostro del contrario luce incluso más atormentado que cuando llegó. Él no se consideraba bueno con las palabras. Jamás había sido alguien hablador ni expresivo, a menos que se tratara de su revoltoso esposo adicto a las muestras de afecto y las charlas. Es por esto que cuando Hoseok se dio la vuelta con la clara intención de marcharse, no hizo nada para detenerlo.

***

Hoseok salió prácticamente disparado en dirección a su vehículo con una creciente opresión en el pecho que amenazaba con derrumbarlo.

Había sido tan estúpido.

Desconfiando de su esposo de la manera en que lo hizo aún cuando este en varias ocasiones insistió en su inocencia.

¿Por qué rayos no había indagado aunque fuera un poco? Si al menos lo hubiera intentado entonces tendría un mínimo de esperanza de ser perdonado.

Pero no.

Él se había cerrado completamente, obligando a Taehyung a dejar de defenderse solo porque el maldito tema del engaño era demasiado doloroso para él.

No merecía ser perdonado.

--¿A dónde vas?

La suave y ligeramente grave voz de Taehyung lo toma por sorpresa, inmovilizándolo en su lugar a tan solo unos centímetros de su automóvil. Se giró lentamente hasta darle la cara, solo entonces el menor se percató de lo irritado que lucían sus orbes.

--¿Planeabas irte y dejarme aquí? -continúa preguntando, experimentando un pinchazo doloroso en el pecho cuando Hoseok desvía la mirada --¿En serio me estás haciendo esto justo hoy, Hoseok? -su voz tornándose más grave y quebradiza.

--No merezco tenerte a mi lado. -musita sin poder mirarlo todavía a los ojos.

--Oh, eso es perfectamente debatible. -alega, soltando una risita hueca y desganada --Pero creo que esa decisión no te pertenece por entero a ti.

--Dios, ¿cómo pude ser tan estúpido? -se recrimina a sí mismo nuevamente --Te dije cosas tan hirientes... me comporté como un canalla contigo y tú has sido inocente todo este tiempo... No te merezco, Tae. No merezco perdón... -repite mientras niega una y otra vez.

Oh. Taehyung no estaba precisamente de acuerdo con esta última declaración. Sabiendo lo que sabe ahora y mirando en retrospectiva, podía darse cuenta de que sus propias decisiones precipitadas solo sirvieron para agravar las cosas. Es decir, no es que justifique el comportamiento y la actitud de Hoseok, pero no puede evitar pensar que quizás si se hubiera quedado para defenderse de aquel malentendido, las cosas fueran totalmente diferentes.

--Entonces, ¿estás renunciando a tu última oportunidad? -cuestiona, aferrándose a la idea de que todavía quedaba un poco de esperanza para ellos --¿Sí recuerdas que estás a prueba y que no habrá otra oportunidad más?

Hoseok lo mira con evidente sorpresa, sus cejas juntándose hasta casi volverse una.

--Jamas merecí esa segunda oportunidad.

--Pero la pediste. -le recuerda, dando otro paso --Y yo te la di.

--Tae... tú... -titubea --¿Tú en serio estarías dispuesto a perdonarme después de todo?

El peliazul se encoge de hombros --¿Estarías tú dispuesto a perdonarme por haberte abandonado y ocultado la existencia de Horin por casi un año? -cuestiona a su vez y siente su pecho doler cuando el mayor sacude la cabeza en negación. El indeseable picor de las lágrimas en sus orbes le provoca un puchero involuntario.

--Eso ni siquiera es comparable a lo que yo te hice. -Hoseok responde al fin, llenándolo -sin darse cuenta- de un alivio inmenso --Además, no hay nada que perdonar. Ahora más que nunca entiendo tus razones para hacerlo.

--Y yo también entiendo porqué creías que yo te fui infiel. -agrega, a tan solo un paso de distancia del contrario --Me fui de Corea creyendo que te habías inventado lo de la infidelidad para deshacerte de mí.

--¿Qué...? -sus facciones se llenan de terror --Claro que no.

--Ya lo sé. -susurra con una sonrisa vacilante --Te amo. -dice de la nada, obedeciendo a la necesidad de hacérselo saber aunque fuera por última vez.

--¿Cómo es que puedes seguir haciéndolo después de todo? -cuestiona, sintiendo a su corazón estrallarse contra su pecho.

--No lo sé. -confieza, soltando un suspiro profundo antes de posicionarse a tan solo unos centímetros del mayor --Pero lo hago. Te amo desde el momento en que fui capaz de experimentar el amor romántico por primera vez. Así que más te vale que vayas haciéndote a la idea de que así es porque mis sentimientos no van a cambiar solo porque tú no eres capaz de creerlo.

--Tae... -susurra sin aliento, perdido en la magnitud de los sentimientos que este le transmite y ahogándose en los suyos propios. No podía creerse que de verdad lo estuviera perdonando. Hoseok observa como la mirada adversa titubea y entonces cae en cuenta de que el menor aguarda por una respuesta --Yo también te amo. -confieza al fin, permitiéndose una vez más ser egoísta al aceptar mucho más de lo que sabía era merecedor. Da un último el último paso que cerraría la distancia entre ambos, pero el inesperado ardor que se expande por toda su mejilla lo para en seco --¿Pero qué...?

--Eso fue por intentar abandonarme. -le hace saber incluso antes de que el mayor terminara de registrar que acababa de ser duramente abofeteado. Luego se abalanza sobre él un segundo después para aferrarse a su cuerpo en un muy apretado abrazo mientras sollozaba bajito y temblaba insistentemente --Dios, estaba tan aterrado cuando no te vi allí adentro... estoy tan cansado ya de vivir con el temor de perderte. Es insoportable.

--Parece que últimamente solo se hacerte llorar. -musita con suavidad, correspondiéndole el abrazo mientras sentía como su camisa era empapada de lágrimas --De verdad lo siento. -se disculpa, tomando el rostro adverso entre sus manos y barriendo con sus pulgares las lágrimas que se precipitaban --Soy un estúpido, pero te prometo que no volveré a hacerte pasar por esto otra vez. Nunca más. -promete con gesto solemne --Jamás te dejaré a menos que eso sea lo que tú quieras.

--P-pues estás en problemas. -dice con una sonrisa temblorosa --Porque yo jamás voy a querer semejante estupidez. -eleva el rostro para rosar sus labios tiritantes con los del mayor --Y tampoco te voy a dejar ir a ti tan fácilmente aún si es lo que tú quieres. -amenaza, dejando en claro la magnitud e incluso el egoísmo de sus propios sentimientos --Necesito que lo entiendas desde ya.

Como respuesta, Hoseok ladea una sonrisa antes de juntar sus labios en un beso lento pero apasionado. Introduciendo perezosamente su lengua en la cavidad bucal adversa y disfrutando del sabor naturalmente dulce de esta combinado con el salado de las lágrimas.

Taehyung se endereza para anclar sus brazos al cuello de Hoseok justo cuando este lo toma de la parte posterior de la cabeza para profundizar el beso que empezó a tornarme cada vez más hambriento y desesperado hasta hacerlos gemir contra la boca del otro.

--Te amo, Taehyung. -Hoseok reafirma, separando sus labios el tiempo justo para decirlo antes de volver a besarlo lento y profundo --Sigo sin entender como alguien tan perfecto como tú se fijó en mí, pero seguiré siendo lo suficientemente egoísta como para tomar todo lo que estés dispuesto a darme.

--¿De qué hablas? -pregunta --Yo no soy perfecto en lo obsoluto. Soy celoso... -lo besa, entrelazando ambas lenguas antes de alejarse --Posesivo. -intensifica su agarre en la nuca de Hoseok para iniciar un beso más sugerente e insinuante --Inmaduro.

Hoseok gruñe a la vez que se frota de forma descarada contra él. Sabía que debería tratar de controlarse. Al fin y al cabo estaban a la vista de cualquiera que pasara por allí, pero simplemente no podía apartarse del menor. Todavía no.

--Eso suena un poco al tú actual. -admite, extrañamente fascinado con esos aspectos de la personalidad delas joven --Pero también eres tan dulce. -asegura, haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad para recuperar un poco la cordura --Tan hermoso, tan gentil y tan fuerte.

--Tan tuyo. -Tae agrega, suspirando contra su garganta y obligándose a permanecer quieto mientras recupera el aliento.

Hoseok ríe quedamente, aceptando en silencio lo dicho por su esposo.

Dios, estaba seguro no haber hecho algo lo suficientemente bueno en esta vida como para ser merecedor de un amor tan puro e incondicional, pero estaba dispuesto a pasar el resto de su vida intentando ser digno de los sentimientos de su invaluable y maravilloso esposo.

Su perfecto e inocente doncel.

Fin.

----☆☆☆-----
3/3

Al fin hemos llegado al capitulo final de esta historia. Wiiii, que bien se siente.

Les voy a contar un chiste: Siempre pensé que esta sería la historia de la saga más fácil de escribir... supongo que no necesito explicar más jajaja.

Bien. Ya solo les debo el epílogo y tengo la intención de tenerlo listo para el fin de semana y dar oficialmente por terminado el libro.

Con respecto al extra que mencioné en el capítulo 30, me tomaré mi tiempo para escribirlo.

Depositar dudas e inquietudes aquí.

♡♡Gracias por leer, votar y/o comentar♡♡

《Akina》

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