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28

Taehyung se encontraba frente a la puerta de la casa de su hermano, esperando a que alguien abriera.

Respiró profundo.

No se sentía del todo listo para un segundo enfrentamiento con Seokjin, pero sabía que no podía posponerlo por demasiado tiempo.

No si buscaba hacer que su matrimonio funcionara.

Es por esto que había accedido al ofrecimiento de su suegra de quedarse cuidando a una felizmente dormida Horin mientras él resolvía aquel asunto. Aunque no pudo evitar sentirse apenado con la mayor, quien había ido con la intención de llevarlos a pasear y terminó haciendo de niñera.

Una vez la puerta le fue abierta por la misma agradable mujer que tantas tazas de delicoso té le había servido en sus pocas visitas a la casa de su hermano, Taehyung le correspondió el saludo y luego la acompañó cuando esta se ofreció a llevarlo hasta donde se encontraba descansando el castaño.

Al acercarse, las voces de su hermano y de su cuñado llegaron hasta sus oídos y, a juzgar por el tono, no se trataba de una charla amena.

Pensó en lo típico que le resultaba las constantes discusiones de ambos mayores. Tal parecía que entre ellos siempre existía una guerra sin cuartel declarada y que el entendimiento no era una opción en lo obsoluto.

No obstante, la escena que tenía delante de sí lo dejó totalmente descolocado.

Y es que le generaba un sabor agridulce ver a su rebelde hermano sumido en un cálido abrazo con el de hoyuelos.

No es que le disgustara verlo feliz, pero hasta cierto punto le hería que fuera justamente con alguien que se prestó para causarle daño.

Si bien es consciente de que Namjoon no es el principal responsable de su desdicha, sino el mismo Hoseok, esta certeza no hacía mucho por mitigar el resentimiento que sentía hacia el de hoyuelos.

***

Seokjin se encontraba en el balcón, recostado en el pecho de Namjoon mientras ambos ocupaban el mullido sillón en forma de óvalo que el mayor había comprado pensando en la comodidad de su terco doncel.

Aunque en un principio Jin había desdeñado la utilidad de este, había bastado una sola siesta para que se volviera su lugar de descanso favorito. Es por esto que para Nam no era ninguna sorpresa llegar a casa y encontrárselo recostado cómodamente; era también justo esos momentos que aprovechaba para acomodarse a su lado y estrecharlo entre sus brazos mientras dormía.

Seokjin suspiró, hundiendo aún más su rostro en el amplio pecho adverso mientras que cada uno de los latidos del corazón de Namjoon lo adormilaban aún más. Sintió al mayor removerse bajo él y fingió seguir dormido.

--Jin. -le llamó con voz baja y pausada, procurando no sobresaltarlo --Necesitas comer algo. -musitó --Jin. Levántate para que comas, luego podrás seguir durmiendo.

Seokjin gruñó en desacuerdo antes de abrir los ojos y reincorporarse en el sillón. Odiaba tener que abandonar la calidez que le proporcionaba estar en los brazos adversos, pero como siempre, Namjoon era bastante acertivo con sus horas de comida, ya que su estómago estaba empezando a rugir.

Sin decir palabra, observó al mayor levantarse y extender la mano hacia él. No dudó en tomarla y ponerse en pie él también para ir al interior de la casa. Una vez dentro, el de hoyuelos le colocó en frente una bandeja con diferentes platillos y un vaso de la misma bebida que le ha estado haciendo ingerir para tratar su anemia. No podía decir que le gustara aquella bebida, su sabor era extraño aunque no desagradable.

Con un suspiro de resignación, se sentó en la mesa y empezó a comer con su entusiasmo.

--¿Por qué no vas a nuestra recámara y sigues descansando? -propuso el más alto una vez el castaño hubo terminado de comer.

--Ya he descansado suficiente. -responde, negando lentamente.

Conocía la rutina, pues se ha estado repitiendo una y otra desde los últimos días. Y es que Namjoon había sido puesto sobre aviso de su decadente estado de ánimo desde la última visita que le hizo Taehyung, razón por la que este procuraba ir a casa a la hora de almuerzo para asegurarse de que hubiera comido adecuadamente. Acostándose a hurtadillas a su lado cuando lo encontraba tomando la siesta mientras que él por su parte simulaba estar dormido para buscar su cercanía y es que solo en aquellos fuertes brazos encontraba la protección y paz que necesitaba, pero se negaba a admitirlo en voz alta.

--Está bien entonces. -concuerda, verificando la hora en su reloj --Ya debo irme.

--Ok. -es lo único que dice, evitando mirarle a la cara para que este no pudiera ver el desánimo en su rostro.

--Regresaré para la hora de la cena. -agrega, retrasando adrede su ida. Seokjin continúa sin mirarlo y esta vez no emite palabra alguna --¿Puedo confiar en que estarás bien?

Ante esta pregunta, el ceño del castaño se frunce, dedicándole al adverso una mirada enojada.

--Por supuesto que sí. -asegura con obviedad --No soy un niño pequeño al que se debe cuidar las veinticuatro horas del día, Namjoon.

--No es eso lo que estoy tratando de decir. -se defiende rápidamente --Sé que estás preocupado por Taehyung y que esa situación te tiene intranquilo.

--Es que mi preocupación no es para menos. -continúa diciendo --Necesito saber que mi hermano está a salvo.

--Por favor, Seokjin. Hablas como si corriera algún tipo de peligro. Está en Londres sano y salvo.

--Tú no entiendes. -farfulla exasperado ya que el contrario no alcanzaba a comprender su angustia --Tengo que hablar con él, tengo que verlo y asegurarme de que Jung Hoseok no le ha hecho nada malo.

--¿Qué podría hacerle? -cuestiona empezando a elevar su tono de voz --Por Dios, Jin. Tienes que dejar que tu hermano solucione sus problemas por sí mismo de una vez por todas. -se acerca hasta el más bajo, quien mantiene una mirada cargada de disgusto. Suelta un suspiro cansino y lo toma del rostro con delicadeza --Necesito tu atención aquí, puesta en esa pequeña criatura que crece en tu vientre. Deja a Taehyung y a Hoseok lidear con su propio matrimonio... por favor.

--No puedo simplemente hacerme el de la vista gorda cuando se que Tae probablemente la está pasando mal. -argumenta, suavizando su expresión y colocando sus manos encima de las del contrario --Además, me cuido, Nam. Lo sabes. -susurra con suavidad ante la expresión de angustia dibujada en las facciones de este --Sigo al pie de la letra las indicaciones de mi médico, tomo mi medicina, como a tiempo, descanso seguido... no tienes nada de que preocuparte.

--Sí, lo tengo. -dice, acariciándole la mejilla izquierda con el pulgar --No puedo estar tranquilo sabiendo que tú no lo estás... Al menos, no mentalmente.

Seokjin vuelve a guardar silencio al no saber qué decir. Ciertamente Namjoon tenía razón, pero es que él no podía dejar de preocuparse por su hermano menor. Él debía velar por su bienestar.

Con gesto resignado, Namjoon lleva sus labios hasta la frente adversa, dejando un casto beso.

No insistiría más en el tema, hacerlo era algo totalmente inútil.

Nam abraza sin previo aviso al castaño y se sorprende gratamente cuando este se deja hacer sin replicar, más aún cuando le corresponde. Deseó que aquel instante se volviera eterno.

Estaba harto ya de las peleas y discusiones por todo y por nada. Le encantaría tanto poder disfrutar en paz al lado de Seokjin mientras aguardaban el nacimiento de la vida que habían creado juntos.

--Señor Namjoon, señor Seokjin. -la voz de la mujer interrumpe el íntimo momento, haciendo que Nam elevara el rostro en su dirección --Siento molestarlos, pero el joven Taehyung está aquí.

Al escuchar el nombre de su hermano, Jin se separa de golpe y su mirada ansiosa busca dar con él.

--Tae. -su voz es apenas un trémulo murmullo --¿En serio estás aquí? -cuestiona evidentemente emocionado, sin poder creerse del todo que aquello fuera real.

--SeokJin, ten cuidado, por favor. - Namjoon advierte cuando lo ve prácticamente abalanzarse de forma descuidada hacia el peliazul.

--¿Estás bien? ¿Por qué te fuiste sin decirme nada? Dios, no sabes lo preocupado que estuve por ti. -confieza con la voz impregnada de consternación, acercándose un paso más al menor.

--Los dejo solos para que hablen. -el de hoyuelos dice y no se sorprende cuando ninguno de los hermanos parece prestarle la más mínima atención.

Aunque no es como si no se esperara aquella indiferencia. Después de todo siempre tuvo claro que las cosas entre él y el joven doncel se deteriorarían luego de haberle mostrado aquellas fotos a Hoseok.

¿Quién diría que perdería a uno de sus mejores amigos, a su cuñado y casi a su esposo en una misma noche solo por mostrar una verdad que al parecer ninguno quería aceptar?

--Taehyungie... -musita temeroso ante la inmutable gravedad de su expresión --¿Jung Hoseok te hizo algo? Si es así, dímelo.

--¿Qué podría hacerme? -cuestiona con el ceño levemente fruncido ante tal cuestionamiento. Puede que Hoseok no haya tenido reparo en romperle el corazón hace años, pero jamás le había puesto un dedo encima ni siquiera en las tensas discusiones que mantuvieron meses atrás.

--Ken me contó lo que pasó en Londres. -confiesa en voz baja. No quería que Namjoon descubriera que se mantenía en contacto con su representante --Cuando supe que el imbécil ese estaba allá también...

--Por favor, no llames a mi esposo de esa manera. -su tono de voz demuestra una calma que contrasta con la fiereza de sus orbes.

--¿Tu esposo? -repite con disgusto --No puede ser que vuelvas a caer nuevamente en lo mismo. -bufa por lo bajo --Ya date cuenta que no es digno de ti, ¿por qué demonios no lo ves?

--Quiero darme otra oportunidad con él. -dice, procurando mantener la calma pese a que Seokjin evidentemente ya la estaba perdiendo.

--Es lo más estúpido que he escuchado. -sisea con enojo --Estás obsesionado con ese mal nacido.

--No. -niega cabizbajo --No se trata de eso.

--¡¿Entonces de qué demonios se trata?! -exclama, perdiendo la poca paciencia que es capaz de albergar en su sistema --¿Cómo es que después de lo que te hizo si quiera consideras darle otra oportunidad?

--Porque lo quiero. -susurra con voz inestable. Él y el mayor rara vez habían discutido por algo. Más que un hermano, Seokjin siempre fue su mejor amigo y aliado.

Le dolía que este no fuera capaz de aceptar su matrimonio porque no quería tener que elegir entre su único familiar y el hombre al que ama.

--Sabía que era mala idea dejar que regresaras a Corea... -continúa despotricando sin respiro --Debí suponer que se aprovecharía de tu debilidad por su abuelo para engatusarte otra vez, pero si piensa que se va a salir con la suya es que no me conoce...

--¡Lo amo! -sentencia con tal vehemencia que el mayor calla de forma abrupta, haciendo evidente su estupor.

--No puedes...

--Lo hago. -rectifica mientras las tibias lágrimas se derraman de sus ojos --Y créeme que no necesito que me digas cuan estúpido soy porque lo tengo muy presente. -su diestra limpia con brusquedad la humedad en su rostro antes de elevarlo con un gesto lleno de determinación y seguridad --Yo más que nadie me cuestiono el porqué sigo amándolo de esta manera después de lo que pasó, pero simplemente no doy con la respuesta ¡y estoy tan cansado ya! -grita mientras hunde el rostro en sus manos para amortiguar la potencia de su llanto --Estoy harto de pretender que ya no lo amo y de fingir que superé lo nuestro... Estoy agotado, Seokjin. -su expresión se torna lastimera y sus labios forman un puchero.

--Creaste una dependencia de él. -dictamina a la vez que se le acerca --Entiende que no necesitas a Jung Hoseok en tu vida para ser feliz. -limpia el rostro del menor con sus pulgares.

--Tienes razón. -concuerda con una sonrisa temblorosa, dejando escapar luego un suspiro --No lo necesito... pero lo quiero en ella.

--Debes estar bromeando.

Taehyung niega mientras toma las manos del mayor y las aparta de su rostro.

--Hablo totalmente en serio. Lo amo. -recalca nuevamente. --Y, por primera vez, Hoseok parece corresponder mis sentimientos. Siento que al fin me está dando una oportunidad verdadera y la voy a aprovechar. -pausa para terminar de limpiarse el rostro --No te voy a pedir que estés de acuerdo con mi decisión, pero sí te pediré que la respetes y que no intervengas más en mi matrimonio. Así como yo no lo hago en el tuyo con Namjoon.

Seokjin hace una mueca ante la mención de su esposo y el claro recordatorio de que este había sido partícipe en la treta que le habían jugado al peliazul años atrás.

Era vergonzoso admitir que solía olvidar con frecuencia que el comportamiento de su propio esposo era tan reprochable como el de Jung Hoseok.

--Sabes que si volví con Namjoon es porque me chantajeó. -siente la necesidad de excusarse --No me dejará en libertad tan fácil ahora que estoy esperando un hijo suyo.

--No tienes que fingir conmigo, Jin. -musita con ligereza --Sé perfectamente cuanto lo amas aunque te cueste admitirlo.

--No sé de qué hablas... -farfulla con nerviosismo, empezando a negar --Estoy con él porque no tengo elección...

Taehyung le dedica una mirada escéptica que provoca un intenso rubor en el mayor, quien le rehuye la mirada.

--Da igual si lo admites o no. -dice antes de pausar para tomar una profunda bocanada de aire --Yo por mi parte si estoy dispuesto a darle una nueva oportunidad a mi matrimonio.

--¿Adónde vas? -cuestiona cuando lo ve alejarse.

--A casa, con mi hija y mi esposo.
-informa, ya más tranquilo. Se dispone a marcharse, pero se detiene antes de salir de la estancia --Eres bienvenido a mi hogar siempre y cuando vayas en calidad de hermano y no de madre sobreprotectora. Tenlo presente, por favor. -le dedicó una sonrisa tensa pero afectiva antes de salir de allí.

Y Seokjin solo se quedó allí, observándolo irse mientras su cerebro aún procesaba aquel especie de ultimátum que le había sido lanzado.

***

Taehyung salió de casa de Seokjin con un peso menos sobre sus hombros. Adoraba a su hermano y de verdad esperaba que el mayor al fin comprendiera que, para bien o para mal, él era un adulto capaz de tomar sus propias decisiones. Y aunque no tenía idea de qué le deparaba el futuro junto a Hoseok, estaba totalmente dispuesto a averiguarlo.

Observó el cielo parcialmente nublado y se apresuró a tomar un taxi y regresar a casa. Al hacerlo se topó con su suegra que aguardaba su llegada. A su lado estaba Horin, perfectamente abrigada y lista para salir.

--Ya estoy en casa. -dice a modo de saludo, encaminándose hacia ellas.

--Que bien, te estábamos esperando. -la fémina luce una radiante sonrisa muy similar a la de su hijo --Padre está ansioso por volver a ver a esta hermosa princesa. -besa de forma sonora las mejillas de su nieta, quien se carcajea por lo gracioso que le resultaba aquel sonido --Vamos, él quiere verte a ti también.

Taehyung se contiene de hacer una mueca inconforme porque, ciertamente, lo que menos le apetece es ver al abuelo Min. Seguía resentido con el mayor y, si bien sabía que tarde o temprano tendría que tener una larga charla con este, justo en ese momento prefería que fuera tarde.

--Tendrá que disculparme con el abuelo, pero me siento algo indispuesto. -articula con suavidad. Y no era del todo mentira. Emocionalmente estaba fatigado y no estaba de ánimos para otro enfrentamiento ese día.

--¿Estás enfermo, querido? -cuestiona, preocupada por la salud del peliazul --¿Quieres que prepare medicina casera para ti?

--No es necesario. -asegura al instante, sintiéndose un poco culpable por hacer que se preocupara --Solo necesito una siesta y estaré como nuevo. -continúa diciendo.

--¿Puedo llevarme conmigo a Horin? -la dama cuestiona dubitativa --Es que le prometí a mi padre que la llevaría a la mansión.

--Por supuesto que puede. -asegura, suavizando su expresión. Que él estuviera enojado con el patriarca Min, no significaba que le negaría ver a su bisnieta --Claro, si no le molesta cuidarla. -puntualiza, consciente del tremendo esfuerzo que requería cuidar a su pequeña huracán.

--No tengo problema. -responde con una sonrisa orgullosa, viendo cómo la menor mantenía su atención puesta en la mini pulsera que le había colocado en el brazo.

Taehyung sonrió enternecido ante la imagen. Resultándole gracioso lo fácil que resultaba aveces acaparar la atención de su inquieta bebé.

--Pórtate bien, amor. -susurra agachándose para dejarle un casto beso en la cabeza a quien lo ignoró completamente.

Salió fuera de la casa para acompañarlos hasta el taxi, fijándose entonces en el cielo grisáceo que auguraba una inminente lluvia.

Suspiró, deseando poder retractarse y quedarse con su pequeña en casa, pero no se atrevió a hacerlo al ver la sonrisa emocionada de la mayor.

Se despidió de ambos con un ademán de manos y regresó al interior.

***

--¡Uff! Rayos, está lloviendo a cántaros.-Hoseok sacude su cabello húmedo a causa de la lluvia y se retira el saco para colgarlo en la entrada --¡Taehyungie! ¡Horin!

Extrañado ante el inusual silencio, se desplaza hacia la cocina, la sala y por último el cuarto de juegos de Horin.

Nada.

No había rastros de su esposo e hija en la planta baja.

Subió las escaleras y fue directamente hasta su recámara, topándose con la cabellera azul de su esposo resaltando por sobre el edredón.

--¿Tae? -lo llama con la voz impregnada de preocupación --¿Estás enfermo? -se acerca al verlo levantar la cabeza, viéndose condenadamente adorable con sus ojos adormilados y el cabello despeinado.

--No. -responde con voz ronca y pausada --¿Por qué preguntas? -se frota los ojos con el dorso de la mano después de reincorporarse hasta quedar sentado.

--Es raro encontrarte acostado. -explica, ligeramente distraído con la imagen que este le brindaba.

--Ah. -musita al cabo de un segundo --Es que en Inglaterra a Horin y mí nos gustaba acurrucarnos los días de lluvia. -explica todavía somnoliento.

--¿Y dónde está Horin? -cuestiona mientras intentaba localizarla con la mirada.

--Tu madre se la llevó a la mansión Min.

--Ya veo. -articula lentamente.

--¿Tienes hambre? -Taehyung le pregunta de la nada al notar que se había quedado totalmente en silencio en medio de la habitación.

--No realmente. -dice con un brillo pícaro en la mirada que el menor no fue capaz de captar

--Bien, ¿quieres dormir un rato? -propone en cambio, haciéndole espacio --La cama está calentita.

Hoseok lo observa con atención, absorto en las sugerentes imagines que pasaban por su cabeza.

--Se me ocurre otra actividad mucho más placentera. -pronuncia con gravedad a la vez que se acerca más a la cama.

--¿Sí? ¿Cuál? -pide saber con inocencia.

--Mmmm... pues. -empieza a decir a la par que va quitando los botones de su camisa --Estoy seguro de que apreciarás muchísimo más que te de una demostración práctica en vez de simplemente explicarlo. -Tae observa con aire distraído como las manos del pelioscuro pasan a desabrochar el cinturón de su pantalón y un furioso rubor invade su rostro, causando que Hoseok riera fascinado por su pudor --Aunque está más que claro que ya sabes a qué me refiero.

Un súbito escalofrío recorre todo el cuerpo del peliazul tras notar al contrario acercarse con la gracia de un depredador. Todo rastro de sueño desparece de su sistema cuando lo tiene a escasos centímetros de distancia, haciendo a un lado el edredón para meterse en la cama, precisamente entre sus piernas.

Hoseok deja caer sus labios en la tersa piel del cuello contrario, arrastrando la nariz de arriba hacia abajo de forma provocativa mientras restriega su erección contra la pelvis ajena, arrancándole un gemido agudo al menor.

--Dios, hueles delicioso. -farfulla, hambriento de probarlo una vez más.

Impaciente, lo toma de las caderas y lo impulsa hacia arriba mientras el presiona hacia abajo.

--Ah~ -Tae gime nuevamente y, sin ningún tipo de pudor, utiliza sus piernas para abrazar por la cintura al mayor, quien se muestra sumamente complacido ante su iniciativa.

Como pudo, Hoseok se deshizo de su camisa y de la polera de Taehyung para luego, de forma gentil, aflojar el agarre de sus piernas hasta quedar completamente libre.

Tae lo observó bajar de la cama y rebuscar en uno de los buró junto a esta, su pulso se aceleró cuando lo vio sacar una tira de condones y un bote de lubricante.

Se miraron un instante, el tiempo justo para que ambos supieran que esta vez no habría ningún tipo de juego previo.

Hoseok fue el primero en romper el contacto visual, regresando a la cama para terminar de desvestirse tanto él mismo como al peliazul. Sin mucho preámbulo rasgó uno de los sobres de preservativos y se lo colocó antes de posicionar al menor de espaldas, con las rodillas sobre el colchón sosteniendo su peso. Lo sostuvo de la nuca y presionó hacia abajo, instándolo a permanecer en aquella sugerente posición con la cabeza recargada en el colchón, el torso apenas rozándolo y el trasero convenientemente a la altura de su pelvis.

--Esto va a ser rápido. -da aviso mientras se posiciona contra la expuesta entrada --Pero te prometo que será igual de placentero que las otras veces. -sus manos lo toman fuertemente de la cintura justo antes de hundirse en su interior de una sola estocada.

***

Taehyung se despierta desorientado, adolorido y completamente solo en la cama.

Su mirada se desplaza de derecha a izquierda por la oscurecida habitación. Enciende la lámpara a un costado e intenta dar con su celular para constatar la hora, pero no logra recordar donde lo dejó tirado.

Su ropa tampoco aparece en su campo de visión y le es fácil suponer que Hoseok debió recogerla y dejarla en la cesta de la ropa sucia, a juzgar por lo ordenado que estaba todo.

--Rayos. -sisea cuando intenta bajarse de la cama de forma apresurada.

Siendo mucho más cuidado esta vez, logra estar de pie sobre el piso sin mayores problemas y se encamina hacia el closet para buscar algo que ponerse.

Una vez vestido sale de su alcoba y se dirige a la habitación de Horin, notando rápidamente su ausencia. Ya en el primer nivel agudizó sus oídos en busca de obtener algún indicio de si había alguien más en la casa, pero solo lo recibió el silencio.

Suspiró, extrañado. Pero de todos modos continuó con su búsqueda y llegó hasta el estudio que Hoseok solía utilizar para trabajar en casa, descubriéndolo sumamente concentrado viendo algo en su laptop.

Se adentró al lugar en silencio, sorprendiéndose cuando el contrario no pareció percatarse en lo absoluto de su presencia.

--¿Qué haces? -cuestiona una vez frente a su distraído esposo, quien respinga en su asiento y se apresura a cerrar la laptop de golpe.

--Nada. -contestó con demasiada premura.

El peliazul lo miró con sospecha. Sin embargo, no insistió.

Si Hoseok no quería contarle, era su problema. Él definitivamente no se iba a comportar como esposo celoso y controlador... sin importar cuanta curiosidad le causara no saber.

--¿Tu madre aún no ha regresado con Horin? -no logra entonar esta pregunta con la neutralidad que pretendía y lo nota en la expresión interrogativa del mayor.

--No. -niega lentamente, poniéndose en pie para llegar hasta Taehyung, quien luce particularmente enfurruñado --Dijo que vendría más tarde porque Horin y el abuelo se están divirtiendo juntos.

--Ya veo. -musita sin poder evitar dedicarle una mirada velada a la laptop --Me retiro para que sigas en lo que sea que estabas haciendo.

Dicho esto, se da la vuelta dispuesto a marcharse con evidente disgusto. Gruñendo cuando Hoseok se apresuró a abrazarlo por la espalda, impidiéndole su ida.

--¿Por qué te vas tan pronto? -cuestiona con salamería al mismo tiempo que lo besa sensualmente en el cuello --Quédate conmigo.

--¿Para qué? -cuestiona con desazón --¿Para que me ocultes cosas? -tensa la mandíbula cuando siente el pecho adverso vibrar a su espalda.

¿Acaso se estaba burlando de él?

--¿Me puedes soltar? -pide con la mandíbula tensa y a punto de propinarle un certero golpe en la espinilla si no accedía pronto.

--No puedo creer que estés molesto por eso. -dice con diversión, lo que casi le gana un golpe de parte del menor que no dudó en safarse de su agarre a la primera oportunidad --Que agresivo.

Taehyung lo mira con odio y sus labios forman un rictus severo.

--Me largo. -anuncia tras elevar el mentón en gesto indignado.

--Espera, Taehyung. -el mayor prácticamente ordena y se apresura a tomarlo de la muñeca tras notar la intension de este de ignorar su pedido --Ven, te voy a mostrar lo que estaba haciendo antes de que llegaras.

--No, gracias. -declina el ofrecimiento --Ya no me interesa saber, así que...

--Vamos. -insiste, comprimiendo los labios para evitar sonreír cuando apenas tuvo que ejercer fuerza para hacerlo caminar. Era obvio que, pese a su negativa, la curiosidad podía con él.

Hoseok se sentó nuevamente en su asiento para abrir la laptop y sentó a Taehyung en su regazo, mostrándole lo que había en pantalla.

--Destinos turísticos para vacacionar. -Taehyung leyó en voz alta --Salar de Uyuni, Bolivia; Caño Cristales, Colombia; El Tunco, El Salvador; Panajachel, Guatemala; Cancún, México; Cueva de los Duendes, Nicaragua; Machu Pichu, Perú... -leía cada vez más desconcertado --No entiendo...

--Verás. He estado pensando en llevarte a ti y a Horin de viaje. -empieza a decir con tono risueño --Serían como nuestras primeras vacaciones en familia. -buscó enlazar su diestra con la del menor --Se suponía que era una sorpresa, pero ya que lo sabes, ayúdame a elegir.

Tae asiente con efusividad y su mirada ansiosa regresa a la pantalla, maravillándose con las preciosas vistas de cada destino propuesto y con la información proporcionada de los mismos.

Todos les parecían interesantes y paradisíacos, ¿como iba a decantarse solo por uno?

----☆☆☆----

2

Puede que ellos no vengan a vacacionar a nuestro país en la vida real, pero definitivamente lo harán en nuestra imaginación.

Muchas gracias a quienes me recomendaron destinos turísticos, investigué un poco de cada lugar y son increíbles, pero solo podía escoger uno de cada país mencionado. Por cierto, el orden en que son nombrados no tiene relevancia, lo hice en orden alfabético.

Y, bueno, esta historia está cada vez más cerca de su final y el HopeV está en una especie de Luna de Miel. Disfruten de ellos dos siendo una parejita feliz y enamorada.

♡♡Gracias por leer, votar y/o comentar ♡♡

《Akina》

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