9. ¡El beso!
En el caso de algunos hombres, la vida, las lecturas y los sueños, no tienen, entre sí, fronteras muy definidas.
(Arturo Pérez-Reverte)
* * *
<<Magnus Bane:
Apenas nos reencontramos y ya no puedo seguir así, ahora veo lo difícil que es luchar por alguien que no sientes seguro... Ahora entiendo lo que duele ofrecerle en una bandeja tu corazón a alguien que te da señales equívocas, ni un sí ni un no claro (como que me rechazas un beso y luego me suplicas por uno...)
Y, después de la interrupción de Catarina (que me dejó con ganas de ir a pedirle una explicación), me encuentro pensando ¿realmente importa que no recuerdes? Porque es obvio que sientes algo, podríamos empezar de nuevo a amarnos...una nueva historia...también nuestra. No sería tan malo, ¿o sí?
Excepto que sí lo sería, ¡porque yo recuerdo! ¡yo sí lo hago!, yo tengo estos viejos sentimientos y recuerdos mezclándose con estas nuevas sensaciones... Porque te amé intensamente y yo nunca lo olvidé, y hoy te amo con igual o mayor intensidad. ¿Por qué no te bastan mi cercanía y mis letras para que recuerdes? ¿Cómo puedes no sentir que es nuestra historia? ¿Cómo puedes no desear estar conmigo las 24 horas, así como yo lo hago?
Y lo más importante, ¿qué me detiene para contártelo todo de una vez? Lo peor que podría pasar es que no me creas...
Y si te estás preguntando ¿qué tiene que ver esto con Edom? ¡TÚ Y YO SOMOS EDOM! ¡Tú y yo somos esos amantes que no debían separase ahí! Nuestra historia no debió terminar ahí. Y, a veces, siento que te odio porque han pasado ya tres días y no logro que recuerdes o vuelvas a sentir.
Att: Alec, tu antiguo amor y actual alumno>>
POV ALEC
Me quedo mirando intensamente el papel para después arrancarlo y arrugarlo. No puedo darle eso a Magnus, sé que no es su culpa lo que sucedió y sólo han pasado tres días, no puedo esperar que de un momento a otro venga a mí y me diga "Te amo, Garbancito" y yo muera de amor y vergüenza por el apodo. No puedo esperar que con dos simples cartas se lancé a mis brazos y me besé como antes, para después decirme que recuerda...
Pero duele. Y tratar de entender la situación no evita que duela...
-¿Alec? ¿Estás bien?
Es Izzy, recargada en el marco de la puerta, mirándome con algo de preocupación.
No puedo evitar que un sonoro suspiro se me escape. -Sí.
Ella enarca una ceja incrédula. -No, pero lo estaré. Tengo una semana y media para lograrlo...
-No entiendo de qué hablas -me dice sincera, entrando a la recámara y sentándose a mi lado. -Sabes que puedes hablar conmigo, ¿verdad? Yo siempre estaré para ti.
Me abraza y siento que me voy a derrumbar. Y no puedo hacerlo. No puedo cargarle el peso de esta historia también a ella, porque ¿y si no logro que Magnus recuerde?
Así que, en vez de soltarle todo, sólo pregunto: -¿Dónde está Jace? No lo vi cuando llegué...
Ella pone una cara rara antes de decir: -Con su nueva conquista.
-¿Nueva? ¿Por qué nunca me dicen nada? ¿Cómo se llama?
Me lanza una mirada asesina antes de golpearme con una almohada. -¡Lo sabrías si no hubieras cortado mi llamada! Es Clary, amiga de Simon...
Ella siguió contando la versión larga de la historia, mientras yo sólo pensaba ¿Clary? ¿Simon?. Era como si el tiempo estuviera recogiendo las piezas dispersas de la otra vida y juntándolas ahora...
Y esa noche no pude dormir. Si ellos volvían a nuestras vidas, yo con más razón podía recuperar a Magnus. Necesitaba verlo ya...
* * *
<<Levanto la mirada, en aquel lugar oscuro y frío, para encontrarme con Alexander, helado, desolado y triste, mirándome sorprendido, tratando de explicarme. Pero es que no hay explicación posible, él me engañó al ocultarme lo de Camille, yo le di mi corazón, confiando en que él no lo rompería como todos los demás, y me falló.
-Aku cinta kamu. Significa que te amo, pero eso no cambia nada...
Y veo el azul se sus ojos romperse y eso sólo logra romperme más a mí. Me suplica un beso que no le puedo negar, un beso con sabor a sal, angustia, desesperación y despedida. Un beso ardiente y, a la vez, frío.
Y me voy, sin mirar atrás, lo dejo y me voy. Con las lágrimas a punto de escapar y el corazón en mil pedazos, como nunca lo había sentido ni en mis múltiples fracasos a lo largo de los siglos...>>
POV MAGNUS
-¡NO!
Despierto agitado, tembloroso, con una opresión en el pecho. Y no entiendo nada. ¿Qué fue eso? ¿Por qué sueño que Alexander me rompe el corazón? ¿Y quién es Camille?
Camille... El nombre quema en mi garganta y estoy seguro que algo se me escapa. ¿No conocí yo a una Camille?
No logro recordar ni entender nada. Y eso sólo logra ponerme de mal humor. Me alistó para ir a clases y mi mal humor no se ha ido para cuando llego al taller.
-Buenos días -saludo, sentándome en el escritorio, y un minuto después suena la campana. Estoy por explicar un nuevo proyecto cuando llega Alexander, jadeando y apenas pudiendo respirar, con su caballo encantadoramente revuelto. -Perdón...no pude dormir y...
Pero llegó a mi mente la imagen de mi sueño y no pude evitar una ola de ira y decepción inexplicable. -Pasa y sientate en silencio -gruñí, él me miró claramente dolido pero hizo caso. Me sentí tan mal que casi me disculpo en el instante...
-Quiero que me dejen sus textos y escriban uno extra sobre el engaño, pueden dármelo hoy mismo o mañana, ustedes deciden...
Sentí a Alexander mirarme acusadoramente con esos hermosos ojos azules cargados de tristeza y no lo resistí más. -Vamos al patio a escribir ahí, dejen sus textos de hoy y salgan. En un momento los alcanzo.
Alexander estaba por levantarse cuando le grité: -¡Tú no! Espera ahí. Tenemos que hablar.
* * *
POV ALEC
¡¿Era en serio?! ¿Me acaba de ordenar que no me mueva? ¿Quién se cree? Ayer me pide un beso y hoy me trata así...
Me siento enrojecer ante las miradas de todos, agachó la mía y cierro mis manos en puños mientras espero.
-¿Qué quieres? -pregunto sin verlo, cuando nos quedamos solos por fin.
-¿Dónde está tu carta de hoy? -y siento su mirada penetrante clavada en mí.
¡Maldita sea! No reescribí la carta...
-N-no...no la tengo, p-perdón...
Lo escucho suspirar y levanto la mirada para encontrarme con sus ojos de gato mirándome con una mezcla de emociones que me cortó la respiración.
Como parejas de baile sincronizados, me pongo de pie y él camina hacia mí al mismo tiempo.
-Magnus...
-Escucha, Alexander...
No podemos evitar reír cuando hablamos también a la vez. Se detiene frente a mí y pone sus manos en mis hombros, su piel quemando la mía, incluso a través de la tela del suéter...
Él debe sentirlo también porque las retira.
-Escucha -comienza de nuevo, buscando mis ojos-. No sé si esto es correcto. No entiendo lo que me pasa contigo, en estos días has logrado sacar lo peor y lo mejor de mí... Y sé que se supone que mañana hablaríamos de esto, pero...
-¿Te arrepentiste? -pregunto con verdadero pánico, tomando una de sus manos, a mí no me importa el fuego entre los dos, no lo voy a soltar aunque tenga que confesarle todo ahora mismo.
Él en vez de soltarse, aprieta mi mano. -No lo entiendo. Alexander, estás provocando en mí cosas que nunca había sentido, y no lo entiendo. Y no me gusta no entender... Pero mi punto es que no sé si pueda esperar a mañana...
-Yo no quiero esperar -le digo sintiendo la misma desesperación, aunque por diferentes razones. Veo en sus ojos el miedo, la confusión y las ganas de irse por el camino fácil: huir, rendirse sin intentarlo, alejarse de lo desconocido que soy yo, y no puedo permitírselo.
Hago lo que quise hacer desde el primer día: arrojo mi cuerpo contra el suyo y llego a sus labios. Lo beso con desesperación, con miedo de otro rechazo, lo beso fuerte, y lo siento tensarse, pero después suspira y me devuelve el beso, lo suavizo sabiendo que no se irá.
Y es como siempre fue. Es correcto. Es perfecto. Sus labios en los míos gritando que su corazón sí me recuerda. Su boca, sus manos, su cuerpo, todo es como lo recuerdo. Nos movemos entre suspiros, sin separarnos, y es tan familiar la sensación, el sentirme completo por unir nuestros cuerpos aunque sea con un beso.
-Te extrañé tanto -murmuro entre besos y no me importa que no entienda. Lo siento sonreír y sonrío también...
Pero entonces un ruido hace que nos separemos. Nuestros ojos van al lugar de origen y ahí está ella, viéndonos con una mirada que no sabría descifrar...
CONTINUARÁ...
Están condenados a las interrupciones, ¿saben quién es Ella?
Sí, soy bipolar, dije que el beso en la cita y lo adelanté. Estoy pensando en borrar esto después, tuve un mal día y saqué mi frustración en Alec desesperado y Magnus soñando/recordando... ¿quedó tan mal como creo? 🙈🙈🙈
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