6. ¿El beso?
Como sucede a menudo entre dos seres cuyos destinos cómplices hacen que sus almas se muevan al mismo compás...
(Baudelaire)
* * *
<<Hay un lugar llamado Edom en los sueños de un adolescente. Gracias a él estoy aprendiendo lo que es el amor irrompible, ese que traspasa las barreras del tiempo y el espacio...ese que hace que se encuentren, vida tras vida, dos almas destinadas a amarse siempre...
Hay un lugar llamado Edom donde creyeron que un amor terminaba. Alguien dio su inmortalidad rompiendo el mundo de otro alguien. Porque hay ciertos amores, no muchos, que opacan todo a su alrededor, quedando de color únicamente los dos, en una mirada, en un beso, en un abrazo... Los dos un mundo. Su mundo.
Hay un lugar llamado Edom en mis sueños. Pero yo no veo en él más que un par de ojos azules. Así que el Edom en que yo creo es sobre el cual él escribe...>>
* * *
POV MAGNUS
-...sobre el cual él escribe -me quedé callado después de esas últimas palabras. Era obvio, al menos para Alexander lo sería, que me basé en su texto para escribir el mío. A excepción de lo último, claro.
Hay algo sobre los sueños que nunca tendrá explicación. Yo soñaba desde hace meses con esos hermosos ojos azules, y luego Alexander, con esa mirada tan igual a la de mis sueños, llegó a mi vida...
Y mis sueños cambiaron. Sé que no es correcto, pero sueño con él. Sueño que mis manos recorren lentamente su cuerpo, que se enredan las suyas en mi cabello, mientras nuestros labios se encuentran...
Pero despierto. En el preciso momento en que el beso sucede, despierto. Y se borra todo lo demás, se vuelve oscura la parte del sueño anterior a Alexander. No recuerdo qué sucedió antes ni cómo llegamos a estar juntos...
Despierto y una añoranza inmensa me invade, una opresión en el pecho me aplasta el corazón y quisiera correr a buscarlo y exigirle que me expliqué qué me ha hecho para poner de cabeza mi vida en un par de días, para preguntarle tal vez si está empezando a sentir lo mismo.
Y no es correcto... Porque yo soy sólo su profesor y hay barreras que no deberían cruzarse...
-¡Aaww! -el patético sonidito emitido por la rubia me sacó de mi absurda ensoñación-. ¡Eso fue hermoso! ¿Por qué se detiene?
Me sentí enrojecer por primera vez en mi vida. Sentí los ojos de todos clavados en mí, no me atreví a buscar los azules de mis sueños. Empecé a juntar mis libros...
-Sí... Bueno, gracias... Uumm... Quiero que sepan que será el único texto que yo les comparta -hubo un abucheo general-. A cambio les doy libertad. Pueden seguir escribiendo sobre Edom estas dos semanas o cambiar de tema cada día... -y esto lo hacía únicamente porque esperaba que Alexander eligiera lo primero.
-Dejen su proyecto del día en mi escritorio y pueden salir...
* * *
POV ALEC
Mis ojos no podían apartarse de Magnus. Era obvio que el inicio de ese texto se basó en el mío, nuestro si consideramos que yo sólo estoy relatando lo que ya sucedió. Pero cuando habló de ojos azules no pude evitar el salto alegre de mi corazón al pensar que tal vez sueña conmigo, y si suena conmigo es que recuerda, aunque sea únicamente su subconsciente.
Esta vez sí me quedé al final. Fui el último en acercarme y dejar mi carta...
-Alexander, me gustaría hablar contigo.
¡Oh no! Las peores conversaciones siempre empiezan así.
-¿Sobre qué? -logré preguntar sin mirarlo. Empezaba a sentirme como el Alec de la otra vida. Tímido frente al gran Magnus Bane. Como la primera vez, cuando le dijo "Llámame" y me quedé ahí parado sin saber qué hacer o decir...y tuvo que venir Jace a sacarme de ahí...
-¿Alexander? ¿Me escuchas? -Magnus sonaba entre divertido y preocupado.
-S-sí, disculpa -por fin me perdí en sus ojos de gato-. Tus ojos...
-Uumm sí -dijo un poco incómodo-. A algunos les molesta que no los oculte, pero son los que la vida me dio y no veo por qué ocultarlos. Lo diferente es bueno...
-¡Son hermosos! -susurré honestamente. Recuerdo que desde mi otra vida siempre me gustaron sus ojos. No veo marca de demonio en ellos, porque de verdad son hermosos.
Él rió suavemente. ¡Y cómo amo esa risa! Me hace querer reír también sin saber la razón de la suya.
-Escucha, Alexander, ¿te molesta que te llame así? -yo negué con la cabeza y él siguió-. Quería aclararte que no era mi intención plagiar tu texto, es sólo que... Tu historia me llama de un modo que no sé explicar...
Sin darme cuenta me había ido acercando a Magnus sobre el escritorio. Estaba prácticamente encima de éste, a unos centímetros de su rostro... Él me miró sorprendido y detuvo su explicación, pero esta vez no se alejó. Bastaría sólo un empujón para encontrarme con sus labios... Pero, ¿era ya el momento?
CONTINUARÁ...
Bueno el plan era incluir aquí la segunda carta de Alec (sobre el beso en el salón de los acuerdos), pero tuve un mal día y no quería escribir feo esa parte tan importante... Y lo corté ahí porque ¿es momento ya de un beso? No lo sé...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro