-He vivido mucho tiempo. Tantos años, y no, no parecen suficientes. No mentiré y diré que sí. Quiero seguir viviendo, y en parte por ti, Alec. Nunca he querido vivir tanto como lo he querido estos últimos meses contigo.
-Moriremos juntos. Al menos, déjame quedarme contigo.
(C. Clare)

* * *

POV ALEC

<<Creo que sé dónde está…>>

Las palabras de Catarina se repetían una y otra vez en mi mente y ella no contestaba a mis muchas y sucesivas preguntas.

¿Dónde? ¿Siguen en este mundo? ¿Podemos ir? -¿Siguen aquí? ¿Magnus está bien? ¿Sigue vivo?

-¡CATARINA, POR FAVOR! ¡Contéstame! Dime que Magnus está bien, que su padre no le ha hecho nada…

Catarina hace una mueca y comparte una mirada con Jem, los labios de él se fruncen y asiente una vez. –Ya veo –dice claramente molesto-, eso complica todo…

-¡¿QUÉ COSA?! ¡Díganme ya! Es del amor de mi vida de quién están hablando, y si están pensando siquiera en ir por él sin mí…vayan cambiando los planes porque no hay absolutamente ninguna posibilidad de que eso pase, no me quedaré aquí mientras Magnus me necesita…

-Alec, no quiero ser grosera, pero… -un bufido se me escapa y ella me da una sonrisa apenada-. Lo sé, lo siento por lo de hace rato… Pero volviendo a, tú no ayudarías en nada, Alec, ya no eres un cazador de sombras, ahora eres un simple mundano y…

-¡NO-ME-VOY-A-QUEDAR-AQUÍ! Sé que no soy más un cazador, y tal vez me dirijo a mi muerte, pero…pero si con eso Magnus será libre, lo haré, si tengo que dar mi vida para eso, lo haré sin dudarlo…

-Clarooo –me dice Catarina con sarcasmo-. Porque eso haría muy feliz a Magnus, no nos odiaría por permitirte ir ni se moriría por la culpa y el dolor de no tenerte…

-Magnus es inmortal –le digo intentando sonar objetivo-, eventualmente me perderá de todas maneras y es mi vida, es mi decisión darla o no…

-No es por interrumpir tan interesante debate –dice Jem tranquilo como de costumbre-. Pero estamos perdiendo tiempo valioso y si Magnus y Asmodeus llegan a salir de esta dimensión y van a Edom ya no podremos lograrlo…

-¡QUÉ! –no podía ser. TENÍA que haber un error, escuché mal seguramente-. ¿E-Edom? ¿Asmodeus? ¿Es que Magnus no estaba con su padre…?

-Lo está. Con su padre biológico, no con el brujo impostor de esta vida…

-¡No! No, no, no, no, no –no puede ser. No. Magnus no podía estar de nuevo en las garras de Asmodeus, ¡maldita sea, no!-. ¿Y el trato? ¡Teníamos hasta hoy!

Catarina ríe con amargura. –Como si los demonios respetaran los tratos alguna vez…

Un gruñido sale de lo más profundo de mi garganta. Por supuesto. –Qué estúpidos al creer que lo haría. Pero entonces, ¿dónde están? ¿Aún hay tiempo? Jem habló de Edom… En este mundo, en estas circunstancias, no podríamos ir…

-Siguen aquí, de lo contrario no habría podido rastrear a Magnus. Pero no por mucho, están por irse…pude conectar con la mente de Magnus un momento, sé dónde están, pero no sé qué es lo que están esperando…

-Eso no importa –la interrumpe Jem-. Lo importante aquí es que lo que sea que están esperando nos ha dado un poco de tiempo. Ahora dinos dónde están, ¿está…está Tessa ahí también?

Catarina aparta la mirada de la suya y la centra en mí, por el Ángel, por qué en mí, ya bastante peso tengo con lo de Magnus. –No, lo siento, Jem. Tessa no está con ellos. Y-yo…yo entiendo si tú quieres buscarla a ella, Alexander y yo iremos por Mag…

-No –la corta Jem antes de que termine siquiera-. No los voy a dejar. Tessa no me lo perdonaría y en mi lugar haría lo mismo, estamos aquí por Magnus y la prioridad es recuperarlo y lograr que  pueda tener otra oportunidad con Alec y eso haremos. Ahora dinos a dónde…

Catarina le regala una sonrisa casi maternal y toma una de sus manos con la suya. –Tessa estaría orgullosa, esté donde esté.

Entonces busca mis ojos. –Magnus está en su casa, en su casa de la ciudad, tienen ya un portal listo…sé que esperan algo o a alguien, no pude estar más tiempo en su mente porque Asmodeus se daría cuenta… En cuanto lo que sea que esperen suceda, se irán y ya no podremos…

-¡¿Y entonces qué esperamos?! –pregunto desesperado.

-Si llegamos con magia, a través de un portal, seguro nos detectaran… -dice Catarina.

-Pero si vamos en auto tardaremos horas –sigue Jem-. No tenemos horas, podrían irse antes de que lleguemos. Tendremos que arriesgarnos. Haz el portal… ¿Estás de acuerdo, Alec?

-Por supuesto. Lo que sea que nos dé una oportunidad…

-Muy bien –Catarina suelta a Jem y nos da una última mirada a ambos antes de empezar a mover sus manos y abrir un portal lo suficientemente grande para los tres.

Una luz blanca, casi plateada, ilumina la pared cerca de la chimenea. Catarina voltea y nos dice muy seria: -Puede que la muerte esté del otro lado, ¿están seguros?

-Por supuesto –decimos Jem y yo al unísono, dando un paso hacia el portal.

-Denme las manos –nos dice Catarina, y así lo hacemos-. Haremos esto juntos y, pase lo que pase, no hagan ninguna tontería, ¿escuchaste, Alexander?

Eso me ofende, pero sólo asiento. No es momento de discutir.

-Muy bien, nadie intentará hacerse el héroe… -con esto último los tres atravesamos el portal.

Por el Ángel, había olvidado esa sensación. Para cuando me doy cuenta que ya los atravesamos y mi mente funciona de nuevo, Magnus y su maldito padre ya están mirándonos sorprendidos.

Aparecimos justo en la sala de Magnus. Su padre se recupera al instante y nos regala una enorme sonrisa. -¿Qué tenemos aquí? –pregunta con diversión-. Llegan justo a tiempo para despedirse, ¿verdad, Magnus?

Magnus se limita a vernos, sus ojos de gato clavados en nosotros, pero no dice nada ni se mueve del lugar donde se encuentra sentado.

-¿Es que no quieres despedirte, hijo? –pregunta con fingida sorpresa.

Estoy por dar un paso hacia él cuando siento la mano de Catarina deteniéndome. –Recuerda lo que te dije. Magnus…Magnus no está ahí porque quiera…

Mi corazón se acelera y ahora con más razón quiero llegar a él. -¿A q-qué…a qué te refieres? ¿Q-qué le hicieron?

-Magia –responde Jem, mirándolo fijamente. Viendo algo que yo no logro ver.

-¡Exacto! –dice Asmodeus, aplaudiendo-. Qué perceptivo. Es Magia lo que retiene a Magnus ahí. Pero tranquilo, Lightwood, lo liberaré cuando lleguemos a Edom…

-No te lo vamos a permitir –le dice una muy molesta Catarina, haciéndome una seña que comprendo al instante. Me separo de ellos para ir por Magnus y entonces se escucha la puerta abrirse.

-Ya estamos completos –dice Asmodeus-. Ahora somos tres contra tres. Sin contar a Magnus, claro.

Nuestras miradas van hacia los recién llegados. Ahí están, parados en el marco de la puerta, un hombre moreno cuyos cuernos supongo serán su marca de brujo, además de la piel llena de escamas. Y a su lado... Mi boca se abre varias veces y no logro decir nada. A su lado está, por supuesto, cabello rubio, ojos chocolate y esmeralda, labios carmín…

-¿Destiny? –logro preguntar después de un buen rato.

Sus ojos dispares abandonan los de Magnus y se clavan en los míos, después en Catarina, en Jem y por último en Asmodeus. Entonces sonríe. –Estamos listos –sin perder su sonrisa abandona su lugar junto al brujo y va a sentarse junto a Magnus, para dirigirse de nuevo al demonio: -¿Puedo liberarlo?

-Claro, querida…

-¿Es que tú…tú eres…? –la palabra no me sale. ¡No puede ser!

-¿Bruja? –pregunta sin mirarme, sus ojos escaneando únicamente a Magnus. Y él sosteniendo su mirada, sin miedo. Lo cual sólo hace crecer la pregunta en mi mente (¿quién es?)-. Algo así…

CONTINUARÁ…

Oh dios, ¿ya saben quién Destiny? ¿Buena o mala? 😱😱😱
El siguiente capítulo lo sabrán, espero alcanzar a terminar en el siguiente, de ser así quedan un capítulo y el epílogo. Sino quedan dos y el epílogo…

En un rato termino el día 13, les hice caso porque la mayoría quería la llamada…