
Capítulo 38
POV: Renata
Siento una sensación de vacío al mirar que la joven rubia ha besado a el amor de mi vida, pero por más doloroso que sea debo comprender que cada quien siguió con sus vidas a pesar que la decepción es latente en mi pecho no puedo arruinar eso que él ha creado con ella. La relación mía con Emilio siempre apuntó en mala dirección desde un principio ya que estaba Mia, después por mis padres, su padre. La señora Fátima es la única que me quiso realmente y a la cuál jamás volví a ver a pesar de vivir ambas en Morelos y tan cercas.
Me encuentro sentada en mi habitación en la silla mecedora que está situada frente a la ventana observando el paisaje exterior, a mi mente vienen recuerdos de el tiempo en el que era tan feliz con mi hermana Karen, cuanto daría por volver el tiempo y evitar ese accidente Karen era mi otra mitad mi hermana querida.
Limpio mis lágrimas y me pierdo con la vista hacía el horizonte más allá de las bardas de mi propiedad, pienso en Emilio en todo lo que pudo ser y se nos imposibilito, definitivamente Emilio fue Mi Imposible Amor. Pero cada recuerdo lo atesoro muy en el fondo de mi corazón. Me pongo de pie y voy hasta mi cama acurrucarme entre las almohadas, este lugar es mi medicina me recuesto unos momentos cerrando los ojos.
—Renata. —a lo lejos escucho que me llaman abro los ojos lentamente y lo primero que miro es a Emilio, me siento rápidamente sobre la cama tallando mis ojos y observo por la ventana la tarde ya a caído lentamente y con ella mi silenciosa agonía.
—Emilio creo que me quedé dormida discúlpame. — me pongo en pie y me doy cuenta que estoy descalza, me siento a la orilla de la cama y él me mira atento.
—He sido yo pequeña mentirosa quien te ha quitado los tenis para que pudieses descansar, ¿Por que has dicho que trabajarías?. —se sienta a un lado de mi, voy hasta el baño y cepillo mis dientes y lavo mi rostro, salgo y Emilio me mira atento, regreso al lugar y me siento a un lado de él sin pronunciar palabra.
—¿Y mi bebé?. —es lo único que digo.
—Está en su habitación durmiendo, hemos llegado hace unas horas atrás pero te miré dormir tan tranquilamente que no quise molestar y, yo me encargue de alimentarlo y cambiarlo con su pijama de ositos para que descanse que por cierto me ha encantado. —
—Esa pijama también es mi favorita. —pronuncio y ambos reímos —. ¿Has llegado muy pronto pasó algo? ya que dijiste que han llegado hace algunas horas.
—Se terminó con Rebeca, se comporto paranoica y me dejó argumentando de no querer ser parte de esto. —me asombra su respuesta. —La noticia de que soy padre le ha caído como balde de agua fría y me terminó, aunque la comprendo un poco, sólo un poco.
—Lo siento mucho aunque quizá tengas que darle tiempo a que reflexione y ya verás que todo va a estar bien, todo se va arreglar Emilio comprende que es un golpe muy duro para ella... creo que no se lo esperaba —Emilio se encoge de hombros restándole importancia y yo ahora haciendo mi papel de consejera en el noviazgo aunque no se si exista ese termino.
—De igual manera no tenía por que ofender a nuestro hijo llamándolo bastardo. —pasa su mano por su cabello despeinándolo. —Pero no te preocupes bonita no estoy dispuesto a que una persona así se acerque a nuestro hijo y lo pretenda dañar ya que si continuaba con ella tal vez unos años más le haría daño o no lo se..
—Gracias Emilio por cuidar de nuestro pequeño, pero cambiando de tema. ¿De que me querías hablar?. —se pone tenso pero poco a poco suaviza su cuerpo, suspira y comienza yo lo miro atenta a lo que tenga que decir, me toma la mano y la coloca en mi regazo con su dedo acaricia el dorso de la mía.
—Renata esto es algo delicado lo que te voy a contar, pero es muy importante que lo sepas tú. —me pone de nervios el hecho de lo que tenga que decir Emilio cuando usa ese tono es por que hay algo más que grave.
—Te escucho ¿pero le ha pasado algo a nuestro hijo y no me lo quieres decir?. —trato de ponerme de pie y él me lo impide negando.
—Nuestro pequeño está bien, ya te he dicho que duerme bonita. —su tono condescendiente me tranquiliza pero a la misma vez me inquieta.
—¿Entonces que es, ya dime Emilio me pones de los nervios. —él suspira y se pasa la mano por el cabello, me mira de soslayo y se anima hablar.
—¿Qué pasaría si te dijera que todo lo que has sufrido en el pasado ha sido en vano?. —no se a donde quiere llegar o sobre a que se refiere, niego con la cabeza no se que decir.
—Esto lo sabrías desde hace mucho tiempo pero nadie sabía que había sido de ti, ni donde vivías o si te fuiste de Guadalajara a otra parte del mundo, te confieso que al enterarme me volví loco al igual que Esteban, Rodrigo y Helena. El día de la plaza no te lo conté por que es algo muy delicado además de que me impacto la noticia de volverte a ver y a nuestro pequeño que hasta ese momento desconocía que fuese mío, tenía la cabeza echa un lío y no pude pensar en algo más.
—Ya dime sé directo por favor. —toma mis manos y las acuna entre las suyas, Nana toca la puerta y Emilio le concede el pase, deja una taza de té sobre la mesita de noche y se retira sin decir nada, en su rostro puedo mirar paz me sonríe de medio lado y sale de la habitación sin decir nada. Todo es tan extraño.
—Karen está viva Renata. —clavo mi mirada en sus ojos negros para ver si hay alguna mentira en sus palabras y todo es un mala pasada de mi memoria y tal vez escuché mal.
—E..estás equivocado Emilio yo la mire sin vida sobre esa plancha, en la funeraria me entregaron sus cenizas, tú estuviste conmigo todo ese tiempo. —lágrimas calientes resbalan por mis mejillas, Emilio no suelta mis manos.
—Lo sé bonita es lo que yo pensaba hasta que Rodrigo que trabaja en otro Bufete, le tocó tomar un caso donde una clínica hospitalaria estaba involucrada con fraudes, enormes fraudes a las aseguradoras y una que otra a petición de alguien.
—No comprendo ¿si dices que mi hermana está viva, por que no ha venido conmigo? No juegues con eso Emilio tu más que nadie sabe lo que me costó poder seguir con mi vida, tú me miraste sufrir, llorar cada día por su ausencia. —todo esto perece irreal. —¿Y mi pequeño sobrino en todo caso donde está?.
—Karen estaba ingresada en una clínica de salud mental Renata a petición de tu padre, ella estuvo en coma unos años, al completar sus meses de gestación a Karen se le practicó una cesárea donde dio a luz a una pequeña niña muy sana niña. Según testimonios de enfermeras encargadas de su salud, al despertar supieron que Karen perdió la memoria y la recluyeron en ese lugar de mala muerte donde la mantuvieron bajo medicamentos psiquiátricos. —
—¿Y donde están Emilio llévame a ellas te lo ruego. —me pongo de pie y agarro mis tenis me los comienzo a colocar apresuradamente, las lágrimas caen por mi rostro pero en mi pecho siento un enorme alivio de saberla con vida y a mi pequeña sobrina. —¿Y mi sobrina donde está Emilio?. —le cambia el gesto.
—Está en una casa hogar desde que nació, Rodrigo es el que está a cargo de todo no lo sé pero está empeñado en hacer pagar a tu padre por esto y pretende recuperar a la niña. —Dios mío no puedo imaginar a mi niña asustada en ese lugar, o si la tratan bien siento mi corazón destrozado y todo es mi maldita culpa.
—Todo esto es mi culpa Emilio si yo no me hubiese alejado de todo el mundo esto no estaría pasando, me hubiese enterado a tiempo y pudiera ver actuado. Emilio ese bastardo de mi padre tiene que pagar por todo el daño que ha causado, Don Damián tendrá que visitar la cárcel por unos largos años y haré lo posible por que Rodrigo me ayude a hundirlo . —
—No es tu culpa bonita tu siempre fuiste muy buena con todos y tu padre enloqueció, su odio hacía los Montenegro lo cambio para mal y tu y yo fuimos la mala consecuencia de esta rivalidad entre familias. —me abraza y me permito llorar en su pecho, me siento devastada por sus palabras cargadas de razón, volver a revivir lo pasado ha abierto una gran grieta en la barrera que había impuesto entre ellos y mi vida misma.
—Emilio llévame hasta donde está mi hermana quiero traerla a casa, quiero recuperar a mi sobrina. —el asiente y voy directo hasta mi armario saco una maleta y comienzo a empacar ropa ya que imagino serán días los que voy a estar en Guadalajara.
—Rodrigo ha movido unos hilos y él se ha llevado a Karen a su casa, ella está a salvo y ahora mi amigo está luchando por que le entreguen la custodia de la niña que está en una casa hogar en Monterrey, es por eso que te lo digo ya que Karen es tu hermana y tu tienes derecho a pelear la custodia. Quiero que sepas que cómo también él y varios abogados están luchando para que a todos los implicados obtengan la máxima pena de castigo. Los abogados que están trabajando en los casos por que son bastantes estoy incluido yo y los de mi Bufete, Rodrigo nos pidió ayuda para que se haga justicia son más de trescientos casos Renata, tu padre ha sido detenido junto a todo el personal de la clínica entre médicos, enfermeros etc.
—Dios mío Emilio, jamás imaginé que esto pasaría pero a pesar de todo me alegra que mi hermana esté con vida y con Rodrigo, necesito que me ayudes a recuperar a mi sobrina lo más pronto posible, no soporto la idea de saberla sola y en esos lugares donde en muchos casos maltratan a los niños, llévame con Rodrigo te lo suplico. —termino de empacar mi maleta y salgo hasta la habitación de nuestro pequeño, tomo la maleta de él y comienzo a empacar todo lo necesario, voy hasta su cuna y doy un beso en su pequeña mejía, Emilio está parado en el umbral mirándome voy hasta él y lo abrazo, el inmediatamente me enreda entre sus brazos y besa mi coronilla.
—Todo va a estar bien bonita te lo prometo yo voy a luchar a tu lado para que todo vuelva a ser cómo antes. —me derrumbo en sus brazos mojo su camiseta con mis lágrimas Emilio me lleva de nuevo a mi habitación, me sube a la cama quita mis tenis y él se recuesta detrás de mi, me abraza por la cintura y susurra una canción para mi.
***
Hace dos horas nos hemos puesto sobre la carretera en el reproductor suena una canción de rock que calma mis sentidos, no puedo parar de pensar en mi hermana en que la volveré a mirar Es un enorme milagro a pesar de como ha sucedido todo.
—¿En que piensas Renata?. —Emilio mantiene la mirada puesta sobre la carretera, centro mi mirada sobre él. —Me alegra que vengas conmigo bonita.
—Extrañamente a mi también me alegra mirarte y el echo de volver a recuperar a mi hermana, fueron tantos años de angustia, de melancolía el anhelando volver a mirarla de nuevo, todo esto parece un sueño.
—Lo sé bonita que no ha sido fácil pero míralo por el lado bueno, es cómo si la vida te regalase una nueva oportunidad la que tanto pediste. —me regala una sonrisa condescendiente y continua manejando.
—Lo sé Emilio y prometo hacer las cosas bien, protegeré a mi hermana desde hoy en adelante. —miro hacia atrás mi pequeño duerme plácidamente sentado en la silla de seguridad.
—Realmente es muy bello nuestro hijo Renata, gracias por este regalo inesperado. —sonrío satisfecha y a la misma vez feliz.
—¿No has pensado en darme una segunda oportunidad Renata?. —la sangre se me calienta con su petición, vuelvo mi mirada a él que sonríe nervioso, no se que decir o cómo actuar, aún me sigue poniendo nerviosa.
—Después hablaremos de eso Emilio no niego que aún siento ganas de asesinarte, pero ya no son tantas como antes. —sonrío satisfecha centrando mi mirada a la carretera.
—¿Entonces eso es buena señal?. —asiento con la cabeza.
—Supongo Emilio. —lo miro a los ojos ya que vuelve a centrar su mirada hacia la carretera, medio sonríe.
—Yo todavía te amo como el primer día, mis sentimientos no han cambiado a pesar de todo lo que sufrí por ti, pero comprendí que tú también sufrías te imaginaba cada noche llorando y realmente fue una tortura para mi. —agarra mi mano y entrelazo nuestro dedos su toque aún me hace sentir débil y nerviosa.
—Creo que ambos nos hicimos daño y sufrimos por igual, pero con el tiempo también comprendí que tal vez no estamos hechos el uno para el otro y te solté, te deje ir.
—No puedes hacer eso Renata ambos sabemos lo intensa que fue nuestra relación y debemos de luchar para que esta llama no se apague, prometo luchar por ti, por nuestro hijo.
—Ya es algo tarde Emilio aún pienso que fuiste mi Imposible Amor. —aprieta su agarre en mi mano y para al lado de la carretera nos quedamos mirando a los ojos.
—No me digas eso Renata para mi eres mi puto mundo entero y sin ti no concibo un día más, afortunadamente la vida nos volvió a colocar en el mismo camino y pienso que eso es una señal.—nuestro alientos se mezclan y siento que el piso se nos mueve a ambos por ese derroche de adrenalina, atracción aún existente en nuestro sistema.
—Emilio yo. —
—Shhh, calla Renata no digas nada más bonita, hace años he anhelado este momento y hacer esto por favor no me lo niegues. —suplica y no se que hacer o decir me atrae a él y une nuestros labios, el derroche de chispas invisibles se dispersan por doquier, sentir sus labios en los míos es tan extraño después de tanto anhelarlo cada noche o a cada hora del día es como volver a la vida. Le doy paso a sus besos, su lengua invade mi boca y acaricia mis labios, sensaciones vienen y van saboreo sus labios dejando pequeños mordiscos de vez en cuando. Nos disfrutamos el uno al otro hasta que nos separamos por falta de aire, esto ha sido tan intenso que pienso que nada entre nosotros a terminado aún.
—Eso fue maravilloso Renata aún te amo y quiero una oportunidad para comenzar de nuevo y hacer las cosas bien.
—Dejémosle todo al tiempo que el es muy sabio y todo cura. —
—Renata quiero que me perdones por lo ocurrido en el pasado y me des la oportunidad de volver a comenzar lo bonito que teníamos, quiero regalarte la historia de amor que toda chica anhela desde pequeña tener, quiero ser la única persona en la que pienses las veinticuatro siete. Que mi hijo y yo seamos tu motivación, y comencemos lo que dimos por terminado.
—Déjame pensar Emilio necesito aclarar mis ideas. —él asiente por más que deseo correr a sus brazos y decirle que lo amo igual o hasta más que el primer día en que lo conocí.
Continuamos el camino en silencio hasta Guadalajara, Emilio me dio mi espacio aunque no soltó mi mano en todo el camino sentí que él es mi soporte, mi fuerza y apoyo para continuar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro