
Capítulo 31
Es jueves y mis nervios crecen más por que Emilio toda la semana ha actuado extraño he indiferente conmigo y me duele su actitud.
Todo comenzó desde aquel día en el cuál llegó a casa muy tarde y no me dio explicación alguna. Toda la semana se ha levantado temprano y se ha marchado antes de yo despertar y eso ha causado unos pinchazos de decepción al levantarme y no encontrarlo. Ya no desayunamos juntos cómo lo hacíamos cada mañana y no compartimos cada noche el día a día como lo solíamos hacer días antes. ¿Y que decir del sexo? simplemente se acabaron aquellas noches que compartimos haciéndonos uno solo en cada rincón de este departamento, todo se ha esfumado es como si fuésemos dos extraños viviendo en la misma casa, esa pasión desmedida se ha resumido en nada ahora cada quien duerme de su lado como unos completos extraños.
Estoy en duda de si le cuento la verdad ya que mis ganas de decirle sobre mi embarazo cada vez son menos y más por temor que él reaccione mal, le pedí a Helena que cancelarnos los planes de la sorpresa a regañadientes aceptó. Fui al médico y me confirmó que estoy de doce semanas, realmente me hubiese encantado que ese momento fuera al lado de mi novio, el médico me realizó una ecografía y pude ver el pequeño feto en mi vientre dijo la ginecóloga que posiblemente ya le comenzaron a crecer las uñitas, me sentí muy feliz y a la misma vez decepcionada con toda esta situación no se supone que fuese de esta manera que para mi es tan cruel.
Cada mañana despierto con unas tremendas náuseas que me llevan al agotamiento y con un terrible temor de engullir algo de alimento, aunque es necesario hacerlo para después ir a vaciar mi estómago al váter. Helena ha pasado las tardes conmigo platicando y bebiendo algo, aún no le he contado lo que está pasando entre Emilio y yo, aunque ella ha notado mi estado de ánimo que cada vez decae más pero ella lo atribuye a mi estado, mi amiga piensa que después de aquello que le conté todo ha vuelto a la normalidad.
Mi amiga Helena se ha ido y yo estoy que muero de los nervios esperando a que llegue Emilio para confrontarlo y que me diga que es lo que realmente está pasando.
No tarda mucho ya que la puerta se abre y miro cuando entra dejando su maletín sobre la mesita de entrada, en su rostro puedo notar el cansancio y unas ojeras que ya son perceptibles.
—Bienvenido Emilio. —es todo lo que puedo decir, ya que no se por donde comenzar esta conversación.
—Gracias. —responde y se va a la habitación, yo lo sigo por que no aguanto tanto misterio.
—¿Se puede saber que es lo que te pasa?. pregunto entrando a la habitación me recargo contra la pared y cruzo mis brazos a la altura de mi pecho, él se vuelve a mi quitando su chaqueta y depositándola sobre el sofá.
—Estoy cansado Renata, eso es todo. —es todo lo que dice y se va al vestidor no me quedo con la duda y lo sigo.
—Yo también estoy cansada Emilio, pero de tu actitud. —le reprocho y él ni se digna a mirarme se quita su camisola blanca y puedo notar unos arañones apenas perceptibles en su espalda, las lágrimas pican por salir pero me contengo, tomo aire y lo suelto lentamente.
—Ahora lo entiendo todo Emilio, realmente ahora considero una muy mala idea el venir a vivir contigo, hicimos todo mal desde el principio. —él se vuelve hacia mi y me mira extrañado.
—¿Por que dices eso bonita? he tenido mucho trabajo eso es todo. —viene hasta mi pero me aparto de él enseguida y salgo del vestidor una lágrima traicionera resbala por mi mejilla me voy directo a la cocina y tomo un poco de agua para tranquilizarme, tal vez no es lo que pienso miro mis manos y estas tiemblan de rabia o tal vez de decepción.
Me engaña... Pienso en mis adentros y no puedo evitar sentir un vacío en mi pecho.
—Renata perdóname si estos últimos días he estado muy distante es solo que... tengo algo que decirte. —se pasa la mano alborotando su cabello y yo sólo me puedo morder los labios, tengo muchas dudas y sobre todo por lo que trae en la espalda.
—Yo también tengo algo que contarte pero como esta última semana no he tenido novio... o más bien si lo tengo sólo que no le importo en lo mas mínimo. ¿Qué ha pasado Emilio? desde la junta con tu padre has cambiado... Si ya no quieres estar conmigo solo dilo yo lo entenderé no necesitas mirarme la cara de estúpida Emilio. — se me queda mirando como procesando lo que acabo de decir.
—No digas eso Renata para mi eres lo más puro y bello que me ha pasado en la vida. —
—Emilio... —no termino la frase por que el timbre de la puerta suena y voy abrir hay un joven repartidor.
—Buenas noches ¿con la señorita Renata?. —pregunta mirando un papelito en su mano, trae consigo una enorme bolsa.
—Soy yo, ¿Quién lo envía?. —pregunto extrañada.
—Helena Ontiveros. —responde y me entrega una bolsa enorme con la leyenda de Tai Sin comida china.
—Gracias. —le digo al chico sacando un billete de mi bolso que esta en la mesita de entrada y se lo tiendo, él chico se va y cierro la puerta. Me dirijo nuevamente a la cocina y coloco la enorme bolsa sobre la encimera todo bajo la atenta mirada de mi novio.
—¿Cenamos?. —pregunto ignorando cualquier situación por lo pronto decido olvidar la plática que teníamos antes de que el chico irrumpiera. Mi novio asiente y me ayuda a servir los platos que pongo sobre la encimera cenamos en paz, él no deja de mirarme como detallando cada facción de mi rostro.
—¿Pasa algo?. —él niega y continúo medio comiendo en realidad he perdido el apetito con todo lo acontecido además no quiero que las náuseas se apoderen de mi.
—¿Qué te parece si miramos una película juntos bonita?. —asiento y después de lavar los platos con la ayuda de mi novio vamos a la sala y nos tiramos sobre el sofá como lo hacíamos antes, estoy muy confundida con su cambio pero lo dejo pasar aunque esas marcas que trae en la espalda no me dejan estar tranquila me encantaría preguntarle pero no quiero escuchar algo que sé me va a romper el corazón.
***
Es de mañana y afortunadamente hoy no tengo que asistir a la universidad ya que es sábado y ya he entregado todos los proyectos así que me dedico a limpiar la casa y lavar ropa ya que no había tenido tiempo de lavar y hoy es cuando, echo la ropa blanca a lavar y tomo la camisola de Emilio miro ligeras marcas de labial rosa en el cuello, tallo la tela con mi dedo pero no se remueve, siento un pinchazo de decepción en mi pecho y solo puedo pensar "Si me engaña". Dejo la camisola sobre la encimera del cuarto de lavado y salgo a la sala necesito aire este lugar el cuál se había convertido en mi hogar hoy lo siento asfixiante, la lágrimas salen sin control me siento decepcionada.
Suena el timbre limpio mis lágrimas y voy hasta la puerta abrir, para mi sorpresa es el padre de Emilio, me quedo petrificada en mi lugar sin decir palabra alguna el señor se abre paso he ingresa hasta la sala inspeccionando cada lugar del apartamento de su hijo.
—Por lo visto haces muy bien tu función de esposa sumisa ¿Renata?. —pregunta mi nombre cómo si no lo supiera ya, no se que decir.
—¿Qué se le ofrece?. —es todo lo que hablo.
—He venido a decirte que dejes a mi hijo, es más a exigirte ya que eres una Rivera y no eres digna de estar con él. —es un altanero e irrespetuoso.
—Con todo respeto señor Montenegro creo que eso lo decidimos él y yo, nosotros vamos a saber cuando ponerle fin a esto. —le respondo tajante.
—Lo diré sin tanto rodeo ya que mi tiempo es valioso cómo para estar hablando contigo, con una Rivera. — toma aire y continúa. —Mi hijo está con Mia se han vuelto a mirar en la Reunión de la semana pasada y desde ahí han sido inseparables. —mi corazón se paraliza con la bomba que este señor me acaba de aventar a la cara, miles de imágenes vienen y van de mi mente cómo pequeños fragmentos de una película, Emilio siendo indiferente, el labial en la camisola, los arañones en su espalda.
—Eso no es cierto señor, ¿Tiene pruebas de lo que dice?. —pregunto pero solo quiero escuchar de sus labios la verdad que sé me va a destrozar sé que algo no anda bien con Emilio, contengo mis ganas de llorar y sacarlo a patadas de este lugar que ni me pertenece.
—Por supuesto que las tengo, del interior de su saco extrae un sobre amarillo que me tiende, lo tomo e inmediatamente saco el contenido. Son fotos de mi novio en la cama con Mia, las lágrimas caen por mis mejillas no puedo creer lo que mis ojos ven, ellos en un bar abrazados, ellos en una cama haciendo el amor. No puedo mirar más así que miro al señor Montenegro.
—Esto es una mentira, ahora por favor retírese. —le pido amablemente solo quiero estar sola.
—Déjalo Renata mi hijo merece algo mejor que tú, Mia es la indicada para él ya que tiene las mismas aspiraciones, sus padres se llevan de maravilla con nosotros y pertenecemos al mismo circulo social. En cambio tú eres nieta del enemigo de mi padre y no mereces estar con mi hijo ya que eres poca cosa para él. Aquí tienes las pruebas claras de lo que digo así que con permiso tengo cosas mas importantes que hacer. —se retira cerrando la puerta y dejándome con mis pensamientos hechos un lio, me siento una estúpida por no responder a sus insultos pero mi boca no pudo articular nada.
Es cuando me digno a llorar como nunca, me siento traicionada por el chico que prometió jamás lastimarme, jamás hacerme llorar, jamás romper mi corazón justo como está en estos momentos.
Toda la tarde la paso llorando recostada en la cama y con las luces de todo el departamento apagadas pero ya he tomado una decisión definitiva. Me pongo de pie, me dirijo al vestidor y tomo dos maletas comienzo a empacar todas mis pertenencias excepto lo que Emilio me ha regalado eso lo dejo no quiero llevar recuerdos. Cuando ya termino me dirijo a darme una ducha que no dura mas de diez minutos salgo y me visto, la noche ya ha caído sin yo darme cuenta me coloco un short negro con mis tenis Nike del mismo color y una blusa manga tres cuartos color rosa, agarro mi cabello en un moño me miro al espejo y mis ojos lucen rojos e hinchados atribuido a tanto llanto. Salgo del baño y tomo mis maletas observo por última vez la habitación que va a quedar llena de recuerdos por cada rincón la dejé perfectamente arreglada y salgo cerrando la puerta detrás de mi.
Siempre supe que esta relación no nos llevaría a ningún lugar, el rechazo hacia mi de su padre, el empeño de que Emilio estuviese con Mia, y ahora recuerdo lo que ella un día me dijo; que siempre Emilio volvía con ella pasase lo que pasase y cuanta razón tenía esa mujer... Ella ganó.
Camino hasta la sala de estar arrastrando ambas maletas cuando la puerta de entrada se abre Emilio trae el mismo semblante de cansancio en su rostro pero al mirarme con las maletas sus ojos se abren con asombro.
—Mi...mi amor ¿a donde vas?. —pregunta entrecortado, las malditas lágrimas resbalan nuevamente por mis mejillas, él viene hasta mi con el rostro lleno de pánico y yo solo puedo darle una fuerte bofetada. Él me mira sorprendido tomando su mejilla.
—¡¡Eres un maldito Emilio creí en ti y mira me has fallado, fui tan estúpida en creer que me amabas y ahora sé que me engañé a mi misma por creer en nosotros!!.
—¿Qué te pasa Renata?. —pregunta recomponiendo su postura trata de abrazarme pero se lo impido, su traición me duele en el alma.
—Emilio confronté a mis padres por ti, dejé todo por ti ¿y así se supone que terminaría esto?. —
—¡No comprendo Renata dime que está pasando!. —está exasperado me toma por el rostro y deposita un beso en mis labios. —¿Me vas a dejar bonita?. —me separo de él, miro como las lágrimas bajan por sus mejillas voy hasta la encimera de la cocina y tomo las fotografías lanzando todo a su rostro.
—No quiero saber nunca más de ti Emilio, me has roto el corazón me has hecho mierda. —él toma las fotografías y su rostro se descompone ahora comprende de que va todo.
—¿De.. de donde tienes esto?. Hay una explicación Renata solo dame la oportunidad de demostrarte que todo esto es una mentira, una trampa de mi padre y esa mujer. Mi amor tu lo eres todo para mi yo jamás te fallaría.
—Ya lo has echo Emilio, me has hecho mierda.. Que conste que tu acabaste con esto no yo, mi abogado te hará llegar los papeles del divorcio, cuídate Emilio fue un placer conocerte. —tomo mis maletas y salgo del apartamento con el corazón hecho pedazos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro