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Capítulo 21

Pov: Karen

Con lo nervios a flor de piel y a paso lento llego hasta mi mayor tormento, Erick... lo miro de frente y me entran una enormes ganas de llorar, deseo correr a sus brazos y perderme en él como cuando había algo que para mi era maravilloso entre nosotros. Quiero llorar por lo que nunca fuimos en medio año y ni llegaremos a ser en la eternidad... realmente me duele en el alma que las cosas salieran de esta manera, aunque a fin de cuentas ambos somos muy jóvenes.

—Hola Karen ¿Cómo te va?. — está nervioso lo puedo notar en la forma en que mueve su cuerpo de un lado a otro y pasa la mano por su cabello despeinándolo.

—Muy bien Erick vayamos al grano de una buena vez ¿Qué es lo que quieres por que me has citado aquí? —ya quiero terminar con esto.

—Ana se ha ido a vivir conmigo. —suelta sin anestesia y siento recorrer una oleada de celos por todo mi cuerpo, pero lo disimulo tan bien, solo hago una mueca tomo un respiro y hablo con todo el dolor de mi alma y procurando que mi voz no se quiebre.

—Felicidades Erick, ¿algo más? por que no es algo que debieras decirme al fin y al cabo lo que hubo entre nosotros ya no tiene importancia. —lo señalo despreocupada aunque por dentro me esta llevando el mismo infierno. —Ya se termino hace tiempo. —termino por decir aguantando el nudo que se comienza a formar en mi garganta, me siento muy decepcionada de él, una cosa es escuchar que los alumnos especulen en los pasillos del colegio que se ha ido a vivir con alguien, y otra es escuchar salir esa dolorosa verdad de sus labios.

—Solo quiero saber ¿Qué es lo que te pasa? me preocupas Karen de un tiempo a la fecha has cambiado mucho.. para ser sincero desde aquel día en el cuál me dijiste que se había retrasado tu periodo y sé que me comporté como todo un patán, quiero que sepas que no era mi intención reaccionar de esa manera pero me aterro la idea. —admite y en mis adentros imagino de las mil maneras en la cual lo quisiera asesinar por cobarde.  —Te he comenzado a notar más pálida y demacrada de tu rostro y no dejando a un lado que hasta cambiaste tu manera de vestir. —Dios! lo ha notado ¿soy tan malditamente predecible? lo extraño de todo esto es que mis padres no se den cuenta aún. Erick se pasa nuevamente la mano por su cabello, se que le cuesta hablarlo puedo mirar el miedo en sus ojos, y es justo como me encuentro yo aterrada por la reacción de mis padres y sobre todo la decepción. 

—No me pasa nada estoy bien y, para ser sincera y dejar este tema de tu supuesta preocupación hacia mi persona, te digo que esta charla no tiene ningún sentido y no nos llevará a ningún lado así que me largo. —doy media vuelta Renata me observa sentada sobre el capó del Jeep de papá, emprendo el camino pero Erick me toma del brazo deteniendo mi caminar.

—Por favor Karen hablemos seré breve, sé que te incomoda esta situación al igual que a mi pero quiero salir de dudas. —ahora ya entiendo de que va todo este interés.

—Vayamos hasta esa banca y hablemos tranquilos por favor. —me pide tomando mi mano entrelaza sus dedos con los míos y siento esa sensación de euforia crecer, esa sensación de emoción combinada con deseo y rencor, recorre mi cuerpo que tontamente siente algo muy fuerte por él. Llegamos hasta una de las bancas de madera que está situada en el parque, las hojas cafés de los árboles han comenzado a caer, el otoño ha llegado acompañado de ese aire gélido pero agradable combinado con todo su colorido esplendor que pintan el suelo con sus coloridas hojas.

—¿Y bien? —pregunto jugando con mis manos y la vista clavada al suelo ya impaciente, ya que su presencia altera mis nervios.

—¿Qué pasó con aquello que me habías contado sobre lo de tu retraso?. —mira hacia otro lado esperando mi respuesta.

—¿Qué cambia si te digo la respuesta? sinceramente no tiene caso hacerlo, recuerda lo que dijiste, ya que fuiste muy preciso al decir que no era tuya la responsabilidad si yo estuviese embarazada. Te comportaste como un vil cobarde y me heriste como no tienes una idea Erick, yo confiaba en ti. —me pongo de pie y él me imita se le nota dolido por mis palabras.

—¡Comprende que tenía miedo, me sorprendí y me sentí aterrorizado Karen! pero yo te quiero y no sé... me siento muy confundido con mis sentimientos sobre tu y Ana. Ella llegó en la fiesta de Aron yo me encontraba bebido y al día siguiente amanecí en su cama. —

—¡Eres un jodido cobarde te acabas de ir a vivir con la que se suponía era mi mejor amiga! ¿Tratas de hacerme creer que fue a propósito que Ana se metió en tu cama? perdóname Erick pero ya no eres un niño y los felicito que bien lo hicieron ambos ¡bravo! —aplaudo en forma de burla pretendo herirlo. —Y en verdad te felicito son tal para cual. —las lágrimas comienzan a caer por mis mejillas siento el dolor desgarrar mi corazón y aquí es donde me doy cuenta que siento amor por Erick. 

—Perdóname Karen te quiero y Ana es un error déjame arreglar las cosas, quiero estar contigo. —a estas alturas no se si miente pero de una cosa si estoy segura es que no lo quiero en mi futuro.

—Es demasiado tarde Erick, no puedo estar con una persona que se deslinda de cualquier responsabilidad, que al primer problema corre a los brazos de otra mujer y después confiesa que no sabe cuales son sus sentimientos, es entendible aún somos muy jóvenes y tu tienes toda una vida por delante en cambio yo ya tengo otras prioridades. —

—¿A que te refieres?. —me pregunta con la voz entrecortada miro sus ojos rojos las lágrimas amenazan con salir.

—Una vez me dijiste que te mentí, te confié algo por que yo pensaba que tendría tu total apoyo y en cambio recibí tu indiferencia cargada de reproches, me hiciste sentir la peor persona del mundo. Pensé tantas cosas en mi habitación, pasé noches en vela y todo por una imprudencia que cometimos ambos, fue una irresponsabilidad tan grande que ha puesto mi mundo de cabeza, pero soy fuerte y sé que lo lograré sin ti. —

—¡CARAJO! Karen ya habla me tienes muy confundido. —lo noto exasperado pero quiero que sienta un poco la desesperación que yo estoy sintiendo estos días. 

—Yo solo sé que no te quiero en mi vida, pero a la misma vez me odio por que te quiero con intensidad, pero esto ya no tiene sentido. —

 —Karen me volverás loco por favor, ¿tienes a alguien más en tu vida? dímelo por favor y te prometo te dejaré en paz, dejaré que seas feliz por que te amo y te aseguro que quiero lo mejor para ti. —las lágrimas continúan bajando por mi mejillas, con la manga de mi sudadera las limpio, él también está llorando.

—Solo dime desde cuando ¿por que? Erick yo sentía algo muy fuerte por ti. —me siento una masoquista en este momento pero solo quiero saber por que termino viviendo con mi ex mejor amiga. 

—Desde que terminamos... —confiesa desviando su mirada ya que no es capaz de mirarme a los ojos y continúa.  —Cómo te dije fui a una fiesta del colegio en casa de Aron, bebimos mucho alcohol y pasó. Te juro Karen que me arrepentí y no podía dejar de pensar en ti. —habla y habla y yo solo no puedo evitar tomar su mano, levanto mi suéter y coloco su mano en mi vientre poco abultado, él se queda estático por lo que acabo de hacer, no dice palabra alguna solo se limita a observarme a los ojos. 

—Solo sé que no te queremos en nuestras vidas, tú continúa con Ana no le causes el mismo daño que a mi, te deseo una buena vida Erick y por lo que más quieras en este mundo te pido que no me vuelvas a buscar ahora que ya sabes la verdad huye como la vez pasada. —Sentencio con todo el dolor de mi corazón, doy media vuelta y me dirijo hasta Renata que inmediatamente baja del coche y viene hasta mi, me ayuda a subir al jeep y de inmediato suelto el aire que tenía contenido, sube al coche mi hermana.

—¿Todo bien Karen? —pregunta mi hermana Erick llega hasta mi y toca el cristal de la ventana con desesperación no me animo a mirarlo al rostro, mi corazón ha sido destrozado en mil pedazos, que sea joven no me quita el sentir.

—No lo quiero volver a mirar en mi vida Renata. —digo mirando a mi tormento sus ojos están rojos y húmedos al igual que los míos.

—Yo siento que debes de hablar bien con él, debes cerrar ciclos para que estés bien contigo misma... en paz. —me sugiere mi hermana y yo resoplo ya no hay más que hablar ya todo está dicho.

—Vámonos —ordeno a Renata pero ella en cambio baja del coche y le indica a Erick que suba en el, esta me las paga. Erick sube del lado del chofer donde se encontraba mi hermana y me observa.

—Karen sé que me comporte como un patán, cobarde y un total hijo de puta pero quiero que sepas que te amo y quiero estar contigo y nuestro bebé, se que somos estudiantes aún, pero yo ya cuento con dieciocho años buscaré un trabajo para darles todo lo que merecen a ambos. —habla exasperado yo no lo miro sigo con mi vista al frente, él me toma del rostro y me gira hacía él. —Perdóname mi amor 

—Erick te recuerdo que ya tienes a alguien en tu vida, tu me heriste y no puedo creerte... si esto hubiese pasado dos meses atrás o quizá tres las cosas fueran distintas. Mirarte en el colegio con las demás chicas me lastimó como no tienes una idea y más cuando te conté de mis sospechas del embarazo. Tengo mucho que resolver mis padres aún no lo sabes y estoy aterrada apenas tengo dieciséis años y ya espero un bebé, pero todo acto tiene consecuencias y tengo que asumirlas.

 —¿De cuanto estás?. pregunta estirando su mano. —¿Puedo tocar?. pregunta nuevamente y yo asiento con la cabeza, Erick estira su mano y la mete por debajo de mi suéter posa su mano en mi vientre y llora.

—Perdóname Karen fui un hijo de puta, déjame arreglar las cosas por favor quiero ser parte de sus vidas o por lo menos de la vida de mi hijo. —

—Ya es tarde Erick perdóname tu a mi, no lastimes a Ana sean feliz. —quito su mano de mi vientre y el le da un golpe al volante frustrado.

—Soy un maldito bastardo Karen jamás me lo voy a perdonar mi amor. —mi hermana viene hasta nosotros.

—Que pasa Karen. —pregunta alarmada al mirar a Erick exasperado.

—Solo sácame de aquí esta página ya ha sido cerrada. — Erick baja del Jeep.

—Asumo que tu eres hermana de Karen solo quiero que me disculpes por ser un pendejo con Karen. —habla el Erick y se aleja, Renata sube al Jeep sin decir nada lo enciende y nos alejamos del lugar.

***

Pov: Renata.

Después de aquel incidente y la ilusión de que mi hermana arreglara todo con ese chico se fueron por el caño, todo salió mal ya que las especulaciones en los pasillos del colegio resultaron ser verdad, mi hermana se paso el resto de la semana llorando en su habitación sin asistir al colegio pero argumenta que Erick no la ha dejado de llamar al igual que los padres de este, sumándole que Ana le mandó mensajes diciendo que Erick la ha dejado y suplica el perdón de mi hermana. Karen opto por apagar su móvil ya que asegura que no los quiere volver a ver más en su vida, realmente sentí lastima por ese chico ya que se miraba mas que arrepentido. Así que solo me dediqué a cumplirle sus antojos a las dos de la mañana y consolarla en sus momentos de tristeza.

Por mi parte la he pasado con Emilio, fuimos al parque y tomamos chocolate caliente observamos a la gente pasar, alguna que otra pareja. La semana paso un poco a prisa y el mes de noviembre entro y con ello un frío un poco intenso. Con Emilio fui a su departamento saliendo de clases y pasamos una tarde de ensueño cada día. Como ya es costumbre de él cada día me espera en el estacionamiento con sus amigos y Helena para salir a beber algo al bar de Simón que solo niega con la cabeza al mirar a Helena tan feliz con Esteban.

Al fin hoy ya es viernes, Emilio me ha contado que sus padres llegaron anoche y están en su departamento. Esta noche nos miraremos y al fin podremos formalizar bien esta relación como mis padres y nosotros lo anhelamos.

Admito que me encuentro muy nerviosa por lo que pueda pasar, ¿le iré a caer bien a mis suegros? esa pregunta me carcome la mente una y otra vez, pero Emilio me asegura que si no les llego a gustar a sus padres asegura que con él quererme es más que suficiente. 

—¡RENATA! ya es hora tus suegros y Emilio no tardan en llegar. —grita mi madre desde la planta baja de la casa, termino de ponerme un pendiente de oro y me miro al espejo. Esta noche me he colocado un vestido negro con una franja color beige por ambos lados, y una abertura sexi en el muslo izquierdo el vestido me llega mas arriba de las rodillas, lo convino con unos tacones negros de pulsera y me he recogido el cabello en un moño elegante. 

Bajo hasta la sala y mis padres lucen muy elegantes mi madre usa un vestido largo hasta los tobillos en color beige y mi padre sus vaqueros típicos combinado con una camisola beige una chaqueta azul marino y unos hermosos zapatos de color café.

—Mi pequeña estas bellísima. —me halaga mi padre y mamás sonríe.

—Ustedes también están muy bellos padres míos. —en eso baja Karen enfundada en un vestido rojo suelto luce preciosa lo ha combinado con unos zapatos de piso en color negro, su cabello lo ha dejado suelto y ha hecho ondas en el. Se ha maquillado solo un poco y está espectacular le sonrío y viene hasta mi.

—Karen estás hermosa hija noto algo en ti pero no se lo que es. —dice mi madre y papá solo la observa con ojo critico a mi hermana. Por fortuna el intercomunicador suena y voy hasta el aparato por la pantalla miro que es el coche de mi novio y detrás de él viene otro coche negro imagino que es el de sus padres, pulso el botón para que los portones se abran.—

—Ya vienen papás estoy muy nerviosa. —me sincero con ellos.

—No te preocupes hija todo saldrá bien ya lo veraz. —habla mi madre dándome un apretón en el hombro papá se ha puesto serio después de lo de Karen, aunque me siento culpable por sentirme emocionada en estos momentos. El coche de mi novio se detiene y salimos de casa a esperar a que bajen.

—Al fin conoceremos a los señores Montenegro. —habla mi padre y no puedo evitar sentirme emocionada, baja del coche Emilio y viene hasta mi.

—Hola suegros que tal?. —los saluda mi novio muy emocionado.

—Bien hijo al fin se ha llegado el día tan esperado. —responde mi madre.

—Hola bonita estás muy preciosa esta noche. —deja un dulce beso en mis labios y le sonrío emocionada, a los segundo bajan sus padres la señora es alta, piel morena, figura estilizada y una hermosa cabellera roja que contrasta con su piel. Me mira y sonríe mi padre se ha puesto tenso y miro a mi madre que está estática en su lugar. El señor Montenegro es muy atractivo es muy parecido a mi novio toma del brazo a su esposa y con elegancia caminan hasta nosotros, quedamos frente a frente y a los señores Montenegro se les descompone el rostro al mirar a mis padres.

—¡PERO QUE CARAJOS HACES EN MI CASA! —grita mi padre y yo no entiendo nada, Emilio y Karen están igual que yo de desconcertados.

—Por lo visto este mundo es muy pequeño ¿verdad Damián? —habla el señor Montenegro.

—Por favor calmémonos no es el momento de comenzar un problema, es el día que se supone deberíamos estar felices y en paz por nuestros hijos. —Habla la señora madre de Emilio.

—¿Tranquilos? ¡Eso es en lo menos que pienso al mirar al hijo del ladrón que le robo a mi padre su patrimonio de toda la vida! —grita mi padre furioso.

—Ya supéralo Damián eso pasó hace muchísimos años además te consta que quise hacer las cosas bien y tu no aceptaste aprende a aceptar la derrota ahora seremos familia. —el señor Montenegro habla en tono burlesco señalando a Emilio y a mi.

—¿Y tu no te pudiste agarrar a una peor familia? eres una idiota Renata. —me insulta mi padre y siento mi corazón roto, mi papa jamás me había insultado.

—No le falte al respeto señor Damián tratemos que tranquilizarnos, nosotros no teníamos idea de que ustedes eran la familia de la cual hablaba mi padre y Renata, mucho menos cuando usted hablaba de esos ladrones. —trata de defenderme Emilio y mi madre solo me observa con odio al igual que mi padre.

—¡Quiero que se larguen de mi casa y a ti Renata te prohíbo que vuelvas a mirar a este hijo de ladrones! ESTA RELACION SE ACABÓ!. —sentencia severo mi papá y yo abrazo a Emilio no nos pueden separar.

—¡Tu no puedes hacer eso padre yo lo amo! no puedes decidir por mi, ¡te recuerdo que soy mayor de edad! —

—¡Esto se acabo aquí no lo vuelves a ver más es una orden! y te advierto que si me desobedeces te irá muy mal. —grita mi padre y se mete dentro de la casa, mi madre me mira con odio y yo no puedo parar de llorar en los brazos de Emilio.

—Renata hija tranquila. —viene hasta mi y coloca su mano en mi hombro reconfortándome, levanto la mirada y es la madre de Emilio, en vez de mi propia madre. 

—Se supone que las cosas no debieron salir así, ¿Qué clase de padres son? —habla Karen en reproche.

—Emilio tu no puedes estar con esta, te prohíbo que la vuelvas a mirar. —exige el señor Montenegro mirándome con asco de pies a cabeza. —¡Te exijo que regreses con Mia! que a ella no le falta clase es una muchacha muy fina y educada . —sentencia.

—¡Tu no decides por mi hijo Elías Montenegro! así que mejor vayámonos de aquí, Emilio vámonos hijo ya tendrás tiempo de hablar con Renata. Hija perdónanos espero volverte a ver algún día, siento mucho lo que pasó, a propósito soy Fátima de Montenegro. —dice la señora Montenegro toma a su esposo del brazo y se lo lleva hasta el coche negro, para después marcharse y perderse en la lejanía.















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