Vamos llegando a casa y los nervios se hacen presentes, me fui de jerga todo el fin de semana con mi novio y sin consentimiento de mis padres y, para variar ni avisé en donde estaría, lo que se suponía era una cena se convirtió en todo un fin de semana. Los portones de la finca se abren y hacemos una entrada muy tétrica como si al matadero nos dirigiéramos. Mi novio aprieta mi mano como reconfortándome, se que mis padres han de estar más que furiosos y es probable que esté castigada todo lo que me resta de vida pero no me arrepiento de nada, cada minuto en esa playa al lado de Emilio ha valido la maldita pena. Además no es como si fuese una niña de cinco años a la que tienen que cuidar todo el tiempo, ya soy lo suficiente mayor como para tomar mis propias decisiones y riesgos, pero a veces mis padres suelen ser demasiado sobreprotectores que me llegan abrumar. Pero ellos deben de comprender que ya soy adulta y puedo saber lo que me puede hacer mal y también sé que me tengo que equivocar en el camino de la vida, debo de tener mis fallos y victorias.

Llegamos a la puerta de la casa Emilio estaciona el coche donde ya es habitual para él y, ambos descendemos con el Jesús en la boca por lo que pueda pasar. Entramos a la casa y hay un total silencio al parecer mis padres no se encuentran en casa.. vaya error ya que lo primero que miro al entrar a casa es a Don Damián con cara de pocos amigos.

—¿Se puede saber donde estuvieron todo este fin de semana?. —pregunta mi padre con voz serena desde el mini bar que se encuentra al fondo de la sala, sé que se está conteniendo para no armar un escandalo. —Nos tenían tan preocupados hija no responden al móvil... ¿Saben que eso es una irresponsabilidad muy grande como también deben de saber que tiene que avisar a sus padres cuando se les ocurra hacer locuras de adolescentes?. Está bien ya no estoy molesto con ustedes... —baja ambos brazos en modo de rendición pero continúa. —Porque he sentido un total alivio y como si el alma me volviera al cuerpo al saberlos que están bien y aquí frente a mi.

—Señor Damián es mi culpa yo me he llevado a Renata a una playa como sorpresa. —mi novio trata de absolverme de cualquier culpa que pueda tener con mis padres.

—No te preocupes hijo no es como si le pusiste una pistola en la cabeza a mi hija para llevarla, sé que Renata es un chica temeraria solo pido que no se vuelva a repetir, quiero seguir teniendo la misma confianza de siempre en ustedes. —nos señala a ambos con su dedo acusador.

—No se preocupe Don Damián no volverá a suceder, y si por algo se me ocurriera en llevarla a un lugar fuera de Guadalajara usted será el primero en saber, a propósito mis padres han aceptado venir desde Morelos el día viernes para la cena.

—Perfecto hijo el viernes será, ahora iré a llamarle a Rosa para avisar que están bien. —

Mi padre se despide y sale de la casa y yo dejo salir el aire que tenía contenido en mis pulmones y, Emilio me sonríe burlesco.

—¿Nos regresamos a la playa en este instante bonita?. —se burla y yo me siento que hasta el color está regresando a mi cuerpo, pensé que mi padre reaccionaría de otra manera pero fue todo lo contrarío a mis últimos pensamientos de fin de semana. Emilio y yo nos sentamos en la sala uno junto al otro y prendo la televisión, paso los canales hasta que me doy por vencida no hay ningún programa o película que me interese así que pongo Netflix, selecciono una película de romance mi género favorito. Voy a la cocina y preparo un cuenco de palomitas y tomo dos gaseosas, me dirijo nuevamente hasta la sala de estar y miro a mi hermana Karen sentada en la otra plaza del sofá.

Ren me tenías preocupada hermana, pensé que mi cuñado te había robado y ya no volverías ya planeaba quedarme con tus cosas y tu habitación. —expresa con burla pero a pesar de que mi pequeña hermana quiere bromear la sonrisa no le llega al rostro, la noto afligida y Emilio parece notar lo mismo.

—¿Te pasa algo Karen? te noto más demacrada y pálida. —le pregunta mi novio.

—¿No se lo has contado Renata? —pregunta mi hermana en voz baja.

—No del todo —le respondo a Karen para luego dirigir mi mirada a mi novio —¿Recuerdas lo que te conté? dio positivo Emilio. —

—¿A que dio positivo Renata?. pregunta mi madre detrás de mi, me quedo paralizada y puedo notar como Karen palidece al mirar a nuestra madre con el seño fruncido, lentamente me vuelvo hacia ella y la miro que mantiene una postura severa y me observa con cautela, Emilio casi se atraganta con el puñado de palomitas que se ha introducido a la boca .

—A.. aa.. un compañero de mi clase, sus padres le hicieron una prueba para saber si consumía alguna sustancia ilícita y dio positivo mamá, ya te imaginarás como se pusieron sus padres. —es la excusa más convincente que encontré hasta este momento y mamá pareció creérselo

—Pobre chico no imagino por lo que ha de estar pasando y, sobre todo la decepción monumental que han de sentir sus padres. —expresa tomando asiento sobre el otro sofá. —Y a todo esto ¿Dónde estaban todo el fin de semana?. —

—Fuimos a la playa madre, perdona si no les avisamos. —me excuso con ella.

—No se preocupen solo que no se vuelva a repetir ¿quedó claro?. —Emilio y yo asentimos con un movimiento de cabeza.

***

Más tarde nos despedimos ya que mi novio debía de manejar de regreso a su departamento, entre beso y beso prometimos el mirarnos mañana en la universidad, subí a mi habitación y al pasar por la de Karen escuche unos sollozos provenientes del interior me adentré a la habitación de mi hermana y la encontré sobre la cama echa un ovillo envuelta en un mar de lágrimas.

Al preguntar que le pasa me contó que el chico el cuál la dejó embarazada se ha ido a vivir con la que ella consideraba su mejor amiga, o por lo menos eso es lo que se dice en los pasillos de la preparatoria. También me contó que él la ha llamado esta tarde para quedar mañana a la salida del colegio que es de suma importancia hablar con ella.

Así que Karen me ha pedido que la acompañe a mirar al chico irresponsable y por supuesto que yo he accedido a acompañarla. Entre consolarla y platicarle de mi viaje a la playa con Emilio nos quedamos dormidas.

***

Es lunes principio de semana y hoy será un largo día, me encuentro alistándome para ir a la universidad, esta mañana mi novio me ha mandado un mensaje de buenos días acompañado de una canción. Emilio es el hombre perfecto para mi tan romántico, atento y, sobre todo detallista espero que esto duré por toda la eternidad.

Tomo mi mochila y bajo a la cocina mis padres se encuentran desayunando, tomo una manzana y le doy un mordisco adoro el sabor, Karen llega seguida de mi.

—Buen día papá, mamá. — los saludo animadamente.

—Buenos días familia. —saluda muy animadamente o eso es lo que quiere aparentar mi pequeña hermana.

—Buen día hijas ¿Cómo amanecieron hoy? las noto de buen humor a ambas.  —dice papá tomando un sorbo de café de su taza.

—Amanecimos perfectas. —Karen se sienta en la encimera y toma un plato en el cual se sirve un hot cakes y le coloca poquita miel de maple, yo la observo como degusta de su desayuno.

—¿Papá como está Lu... —no termino de formular mi pregunta cuando Karen se pone de pie muy a prisa y sale disparada hacia el baño que está en la planta baja, me quedo paralizada al mirar a mis padres seguirla hasta el baño. Rápidamente me voy detrás de ellos y miro que los dos están mirando a mi hermana vomitar en el váter, cuando Karen acaba se pone de pie y va directo a lavar sus dientes y rostro.

—Karen esto no es normal, necesito llevarte de nuevo al médico a que te haga nuevamente análisis de sangre o estudios tu salud me preocupa, últimamente te he notado decaída, demacrada y demás. —

—Estoy bien mamá creo que desayunar dulce esta mañana no fue buena idea. —se excusa Karen.

—Madre para que te quedes más tranquila prometo llevarla yo ahora mismo al médico. —mi madre asiente y mi padre solo se limita a observar a mi hermana con cautela, la mentira no podrá durar mucho más. Salgo del baño con Karen pisándome los talones, voy directo a la mesita de la entrada y tomo las llaves y mi bolso. Salimos de casa y ambas nos montamos en el Jeep de papá, Karen suelta un suspiro cuando pongo en marcha el auto, salimos de la hacienda y emprendemos el viaje por carretera.

—Karen esta mentira no puede durar más, ¿comprende que nuestros padres tarde o temprano se van a dar cuenta?. —

—Lo sé Renata pero muero de miedo de lo que pueda pasar, tu sabes que mi padre es bueno por las buenas. —confiesa con su rostro lleno de pavor.

—Pero aplazarlo más podrá traer graves consecuencias hermana, ya sabes que yo te voy apoyar en lo que venga recuerda que yo también soy cómplice tuya y por ende también tendré problemas con ellos por ocultar una verdad. —

—Lo siento hermana por involucrarte en mis problemas. —se disculpa echa un mar de lágrimas.

—No debes de llorar Karen le hará mal al bebé y no quiero que eso pase. —

—El sábado les contaré toda la verdad a nuestros padres Renata, ya no puedo seguir así con esta culpa y ocultando mi embarazo, le hará daño a mi hijo mi irresponsabilidad si sigo vendando mi vientre para que no se note. —

—¿Qué mierdas estás diciendo como que vas vendada? no lo puedo creer Karen inmediatamente te me quitas esas mierdas vendas y te prohíbo que lo vuelvas hacer ¿De acuerdo?. —me siento furiosa mi hermana es una irresponsable, lo bueno de todo que obedece se levanta la sudadera holgada que usa y se comienza a quitar el vendaje yo solo trato de tranquilizarme siento rabia. —Es lo mejor que puedes hacer contarle a nuestros padres y ya liberada de esa preocupación... empieces a disfrutar de tu embarazo. —la aliento a que sea valiente.

—Perdóname hermana no volverá a suceder y así será se lo diré a nuestros padres el sábado Renata, esta tarde mirare al cobarde para saber que es lo que quiere, aún no le he dicho sobre mi embarazo para él solo son simples sospechas. —

—¿Y se lo dirás? —mi hermana duda lo miro en su rostro.

—No Renata lo más conveniente es que mejor me quede callada, recuerda que cuando solo le comenté sobre el retraso de mi periodo inmediatamente se deslindo de cualquier responsabilidad. ¿Y que es lo primero que hace? se va con la que consideraba mi mejor amiga y ya está... No soy una persona a la que él pueda desechar las veces que quiera, a eso se le llama traición hermana y, sé que voy a sufrir en esta travesía, estoy en una etapa en la cual no se que voy hacer Renata pero ya no me importa sé que lo lograré y voy a salir adelante. —explica mi hermana con lágrimas en los ojos. —

—Respeto tu decisión pero pienso que él debe de saber la verdad.  —hablo con la vista puesta en la carretera.

—Te recuerdo que él se acaba de ir a vivir con la que era mi mejor amiga Renata. —sentencia mi hermana pasando su mano varias veces por su sedoso cabello, despeinándolo una y otra vez.

Llegamos a la preparatoria de Karen y la despido prometiendo que en la tarde la recogeré para llevarla al sitio donde se va a encontrar con el chico, me dirijo hasta la universidad, diez minutos después me encuentro estacionando el jeep de papá, tomo mi bolso y bajo. A lo lejos en el lugar de siempre está mi novio recargado en su coche, viste un pantalón de mezclilla con sus Nikes negros y una sudadera roja, me derrito ya que luce tan atractivo, me esta observando con esos ojos que tanto me cautivan día a día y no puedo evitar ponerme sonrojada de la emoción, ya es una costumbre que él ha tomado día a día, esperar por mi en el estacionamiento de la universidad.

Llego hasta él, están todos sus amigo incluidos Helena y Esteban.

—Hola Renata dichosos los ojos que te ven. —me saluda Rodrigo guiñándome un ojo, se que lo hace para molestar a mi novio. 

—Hola Rodrigo ¿Cómo estás?. — le pregunto divertida ya que Emilio me ha tomado por la cintura y me ha pegado a él, me da un casto beso en los labios. —Hola chicos como le vas, tiempo sin verlos. —saludo de igual manera a Darío, Joel y a Diego que gustosos estrechan sus manos.

—Me va bien Renata no sabías que ya salías con este patán —dice burlesco y Emilio sonríe.

—Al fin es mi novia Rodrigo me costó tanto ya que Renata es muy especial. —

—¿Tan especial que a la primera fiesta y sin ser tu novia te abrió las piernas? es una zorra que se mete con el novio de otras. —habla Mia, que sinceramente no me percate en que momento llego, sus amigas están detrás de ella sonriendo con burla, Emilio aprieta su agarre en mi cintura y yo aprieto los puños.

—¡Zorra tu madre!. —le grita Helena a lo que la detengo con la mano esta vez seré yo quien le cierre la boca a esta mujer.  

—Mira querida en primera yo no te he quitado nada a ti, si hablas de Emilio te recuerdo que no es tuyo, no es de tu propiedad y por ende él es humano que sabe tomar sus propias decisiones. —me suelto del agarre de mi novio y voy hasta Mia quedo frente a ella, me observa con furia y continuo hablando. —En segunda ya me canse de que me llames perra, zorra quita novios. Bien sabes que no hice nada para que tu ex novio se fijara en mi, a eso se le llama ley de atracción por si no lo sabías. Las cosas entre nosotros se dieron y fin, acepta que lo tuyo con él ya fue y te pido por favor que no me molestes más déjame seguir con mi vida y tu haz la tuya.  Que mi presencia no te incomode por que yo ni te hago en este mundo querida. —termino de hablar y emprendo el camino hacia las instalaciones de la universidad cuando siento que me tiran del cabello, trato de soltarme del agarre de Mia y le tiro una patada y un puño que le da directo a la nariz, por el impacto me suelta y sujeta su nariz que comienza a sangrar.

—Eres una maldita hija de perra te juro que estas me las pagas, no sabes quien soy maldita bruja. —grita con total rabia y sus palabras las expresa con burla.

—Claro que se quien eres, te lo explico eres una maldita ardida que no acepta que su historia con su ex ha terminado, estás tan obsesionada con él que no lo dejas estar. —

—¡Te vas arrepentir y vas a sufrir te lo juro Renata!. —amenaza y para mi mala suerte en esos momentos llega el director de la universidad.

—¿Qué demonios está pasando aquí señoritas? —