Llegamos a la clínica y vamos directo hasta hasta el laboratorio donde tienen los resultados de la prueba cada paso que damos lo siento como si fuera crucial para nuestras vidas, los pasillos de la clínica se encuentran desolados y en total silencio. Nos anunciamos con la enfermera que atiende en la ventanilla del laboratorio y la joven mujer nos hace esperar un momento y vuelve con un sobre en color blanco. Noto como mi hermana Karen tiembla y muerde su labio inferior con total nerviosismo así que sostengo su mano para brindarle calma, ella me sonríe. La enfermera teclea algo y observa el monitor para después entregarme el sobre, que agarro de inmediato.

—Gracias. —es lo único que digo Karen se encuentra pálida así que la halo de la mano y caminamos a toda prisa por los pasillos de la clínica hasta salir de las instalaciones, nos vamos directo al jeep de papá que es el que uso con mayor frecuencia, nos subimos y recargo mi frente contra el volante, Karen está en total silencio al igual que yo, inhalo aire y lo suelto lentamente para llenarme de valor.

—Recuerda hermana pase lo que pase, estaré contigo en las buenas y malas, seré tu soporte en las dificultades y, estoy segura de que mis padres también lo serán. —

—Gracias hermana no se lo que haría sin ti, pero ya abre de una vez esos resultados que la duda me está matando por dentro. Sí... tengo mucho miedo de lo que pueda pasar pero se lo lograré tal vez sea solo un retraso y mi vida vuelva a la normalidad después de este susto Renata. Pero abre el sobre de una buena vez dejémonos de tanto misterio. —exige Karen con el rostro lleno de terror sé que trata de hacerse la fuerte pero sé que por dentro está aterrorizada al igual que yo y, la comprendo de solo pensar en la reacción de mis padres, en lo que pueda pasar muero de miedo.

Con cautela tomo el sobre y lo abro para sacar la simple hoja de papel pulcro que contiene el verdadero veredicto del destino de mi hermana. La comienzo a leer y llego hasta la parte más temida en estos días.

Prueba de embarazo..

POSITIVO.

Mi rostro se descompone y Karen parece notarlo así que en un arranque me arrebata la hoja de las mano y la lee por ella misma, sus labios rosados comienzan a temblar, su ojos se aguan al instante arruga la hoja de papel entre sus manos.

—¿Qué voy hacer Ren? —me quedo en silencio, sin palabras ya que toda la valentía que tenía momentos atrás se ha ido por el caño. Mi hermana Karen será madre en unos cuantos meses, lo peor de todo es la reacción que vayan a tener mis padres, o tal vez lo acepten de la mejor manera de todos modos el daño ya está hecho y no hay marcha atrás.

—Tranquila hermana todo va a estar bien ya lo verás, lo importante es decírselo a nuestros padres para solucionar esto de una buena vez. —sugiero y la cara de mi hermana es de total terror.

—¡No Renata! te lo suplico aún no se los digamos, esperemos unos días más para que ellos lo sepan dame tiempo de asimilar la situación y cuando me sienta preparada se lo diremos a mis padres, por favor. — suplica mi hermana a lo que asiento tal vez tenga razón y no pienso presionarla le daré su espacio.

—De acuerdo pero no debe de pasar tanto tiempo Karen recuerda que tu barriga comenzará a crecer y ahí no abra manera de ocultarlo ya que tu siempre has sido delgada. Además el problema monumental que se formaría si nuestros padres se llegan a enterar. —

—Gracias Hermana por apoyarme —se recarga contra el asiento y suelta un suspiro yo por mi parte enciendo el jeep y nos marchamos a casa, Karen destiende nuevamente el papel arrugado y nuevamente lo coloca dentro del sobre para posteriormente adentrarlo a mi bolso de mano, tomo su mano y le doy un suave apretón.

***

3 Meses después...

El tiempo has pasado demasiado a prisa, las tardes las paso con Emilio en su departamento dándonos caricias y besos interminables hasta el amanecer. Hemos visitado varios restaurantes, me ha llevado al cine, a la plaza, caminamos agarrados de la mano sin importarnos el mundo solo existimos él y yo. Hemos salido en varias ocasiones en pareja con nuestros amigos Helena y Esteban. Otras tantas nos hemos encontrado a Mia que me ha querido asesinar con la mirada pero simplemente la ignoro y todo continúa igual. 

Emilio como cada día y la rutina que se nos ha hecho costumbre me espera en el estacionamiento de la universidad junto a sus amigos, como siempre mi novio luciendo tan atractivo, siempre se encuentra recargado sobre su coche deportivo girando las llaves en sus dedos. Cuando llego hasta él me recibe con un beso que me sabe a gloria podría decir que soy la envidia de todas las chicas de la universidad ya que tengo al novio más guapo y atento del plantel. Esteban y mi mejor amiga Helena han decidido llevar su relación hacia otro ámbito y es por eso que hace un mes se han ido a vivir juntos, se les nota de lo más felices a ambos y eso me alegra en demasías ya que la alocada Helena a logrado calmar a sus demonios internos y ha dado el siguiente paso. Lo más lindo de los chicos es que siempre tienen un detalle para nosotras.

Sé que se han de preguntar por mi hermana Karen, pues ella continúo con su vida tratando de hacerla normal, sigue asistiendo a la preparatoria y eso no es lo relevante si no que su barriga ya se ha comenzado a notar y eso me tiene de los nervios pero al mismo tiempo feliz. Mis padres aún no lo saben pero intuyo que ya han notado que algo anda mal con mi hermana, ya que Karen viste con sudaderas grandes y come y duerme todo el día. A veces entro a su recámara a las tanta de la noche y escucho como llora y eso me parte el alma, siempre voy a ella y la consuelo se que ha de ser muy difícil ya que ella criara a ese pequeño que viene en camino sin un padre. Lo más difícil fue que hace unos días me contó que descubrió que a la que consideraba su mejor amiga está saliendo con su ex, ósea el padre de su bebé eso la destrozo por completo.

El día que fuimos a recoger los resultados mis padres preguntaron a que se debían los malestares de mi hermana y, solo dije que era una infección leve nada de que preocuparse, gracias al cielo no hicieron mas preguntas al respecto y quedaron conforme con mi respuesta.

***

Por fin ya es viernes  así que Emilio y yo hemos quedado en salir, irá por mi a mi casa esta tarde me ha dicho que me tiene una sorpresa, así que ya vengo camino a mi hogar, la canción ¨Eres Mía Romeo Santos¨ resuena por los parlantes. El camino a casa se me antoja muy cortito será como si ando volando en una nube, los días se me hacen cortos cuando estoy con mi novio, para ser sincera mi vida a cambiado en demasía desde que lo conozco, solo quiero mirarlo y estar con él. Entro a la hacienda y estaciono el jeep de papá lo bueno de todo que no tengo trabajos de la universidad por hacer, adelanté todo así que estoy libre de tareas.

—¡Mamá, papá ya llegué! —grito a todo pulmón dentro de la casa, nadie me responde tal vez no están en casa, voy hasta la ventana y me asomo nuevamente afuera, no me percate de que la camioneta de mi madre no se encuentra, voy directo a la cocina y tampoco hay nadie. Tomo una botella de agua de la nevera y me dirijo a mi recámara, enciendo la televisión y paso por todos los canales y no hay nada interesante que mirar así que la apago, me tiro en mi cama a mirar un rato las redes sociales para matar el tiempo...

***

Ha llegado el momento, Emilio me acaba de llamar que ya viene en camino, termino de colocarme mis tacones en color plata lo he combinado con un vestido rojo elegante y, un recogido de cabello para dejar al descubierto mi espalda el vestido me llega mas arriba de la rodilla, he aplicado un labial rojo y un poco de rímel a mis pestañas tomo mi mini bolso en el cual solo cabe mi móvil, un poco de dinero y el labial rojo. 

Bajo las escaleras y mis padres se encuentran en la sala sentados sobre el sofá mirando un programa de televisión, a Karen no la he mirado en todo el día así que me he comenzado a preocupar.

—Que linda luces mi niña bella —expresa mamá poniéndose de pie y viene hasta mi.

—Gracias mamá ¿cree que combine bien este peinado con mi vestido? —la cuestiono muy indecisa.

—Pero claro cariño luces espectacular, volverás loco a más de uno con esas piernas, ¿Damián en que momento crecieron nuestras hijas sin darnos cuenta?. —pregunta mamá a mi padre enjugándose una lagrima de su mejilla, papá solo me observa desde el sofá con una sonrisa de medio lado.

—Ven acá Rosa, nuestras hijas lo están haciendo bien son unas muchachas responsables y muy bellas, no tenemos de que preocuparnos ya han crecido y por ende las hemos enseñado a ser responsables. ¿No es así Renata? —me pregunta mi padre a lo que me coloco nerviosa por recordar que soy cómplice de mi hermana Karen.

—Así es padre.— mi móvil suena es una notificación de Emilio ha llegado así que voy directo hasta el mando que está sobre la pared tecleo la clave para que el portón de la entrada se abra, en unos segundo mi novio se encuentra estacionando su auto, baja e ingresa a la casa mis padres lo saludan muy amablemente.

—Buenas noches amor — me saluda depositando un beso en mis labios, esa sensación de electricidad no abandona mi cuerpo, la mayor parte siento como si anduviese flotando en una nube de la cual no me quiero bajar, esta sensación de sentirme enamorada me encanta.

—Buenas noches  señores Rivera. —va hasta mis padres y los saluda, ellos se comportan muy cordiales con mi novio.

—Buenas noches Emilio. —hablan al unísono y todos reímos

—Hola mi amor. —

—Hola cariño —le respondo sonrojada ya que mis padres nos observan.

—Estás increíble, luces preciosa Renata. —dice pasando su mano por mi cintura.

—Gracias tu también luces muy bien. —

—¿Nos vamos? —me cuestiona a lo que asiento con un movimiento de cabeza.

—Chicos antes de que se vayan queremos invitar a cenar a tus padres el próximo viernes Emilio, si es posible. —mi madre luce emocionada que al fin va a sacar sus utensilios de porcelana fina que le obsequio mi fallecida abuela el día de su boda.

—Claro que si señores Rivera con mucho gusto les haré saber sobre la invitación, en lo que va de la semana les diré su respuesta. —mi novio me toma de la mano deposita un beso sobre ella y yo le regalo una sonrisa llena de satisfacción, mi corazón late desenfrenado por la emoción.

—Nos vamos cariño.— salimos de la casa de mis padres para montarnos en el coche deportivo de mi novio, emprendemos el viaje salimos de la hacienda y tomamos la autopista con rumbo desconocido ya que Emilio no me ha dicho a donde vamos, pasados veinte minutos de camino y un silencio bastante cómodo miro como mi novio toma la carretera con rumbo a la playa de la vez pasada, lo miro asombrada.

—¿Se puede saber a donde me lleva joven Montenegro?. —el sonríe y acaricia el dorso de mi mano con sus dedos.

—Es una sorpresa bueno ya no tanto por que ya has de ver asumido a donde te llevo. —responde y yo me recargo contra el asiento con una enorme sonrisa dibujada en mis labios.

—¿Y que hay de mis padres, hoy mismo regresamos verdad?. —me estoy comenzando a preocupar de verdad.

—Solo te diré que este fin de semana solo serás mía y yo tuyo bonita. —esboza una sonrisa malévola y yo me resigno momentáneamente después pido perdón a pedir permiso por que sé que no me dejarían mis padres a pesar de ser mayor de edad, ya saben 'Su casa, sus reglas'.

***

Hemos llegado a la casa de playa de Esteban me siento tan emocionada de estar aquí, este lugar me encantó, me dejó enamorada. Emilio aparca el coche todo sigue igual que la vez pasada me quedo recargada contra el asiento y lo observo luce tan atractivo que se me hace irreal que este con él en estos momentos y, que además sea yo su novia. 

Ambos conectamos la mirada y así nos quedamos un momento que no desearía que termine. 

—Emilio me hubieses dicho a donde veníamos y no me hubiese vestido así tan elegante, además que no he traído ropa. —

—Nena no te preocupes por eso mañana iremos a comprar, además de que aquí haremos la cena romántica, nada mejor que a la luz de la luna y la maravillosa vista del mar de fondo. —

—En ese caso gracias Emilio por traerme a este hermoso lugar, aquí fue donde nos volvimos a mirar por segunda vez, créeme que me dejaste impresionada ese día, fue una hermosa coincidencia.

—Lo sé bonita yo tampoco me lo esperaba me dejaste descontrolado el día que te miré bajar por esas escaleras se me hacia tan ilógico, tan irreal. Bien pareciera que el universo conspiro para que nos volviéramos a mirar, ya que tal vez este era nuestro destino... el estar juntos. Confieso que ese día en el cual te conocí por el incidente no pude dejar de pensar en ti me cautivaste en demasía, dirás que soy un maldito pervertido pero confieso que hasta en mis sueños te visualizaba Renata. Rogaba al universo tan siquiera mirarte una vez más y me lo concedió... mírate a un lado de mi.

—Tu también me impresionaste Emilio y más cuando nos dimos nuestro primer beso con sabor a gloria, el día de la fiesta en tu departamento no podía creer que dormí entre tus brazos, lo que me hiciste sentir, tus atenciones, tu protección, la manera en la cuál te expresabas, la delicadeza con la cual siempre me has tratado todo eso me atrajo de ti. Me enamoraste sin siquiera yo saberlo o no quería aceptarlo por miedo a salir lastimada, recuerda que tenías novia y no quería correr ese riesgo pero esa sensación de hormigueo que recorría todo mi cuerpo era más fuerte que yo y mi fuerza de voluntad, era magnifico eras mi sueño del cuál no quería despertar. —Emilio está observándome con total atención.

—Tu me vuelves loco Renata, tu eres mi sueño hecho realidad bonita, pero bajemos de una vez de este coche y disfrutemos de nuestro fin de semana. —