...baje y me fui asomando, pero no había nada, entonces voltee y vi a una mujer de espaldas, sentada sobre una roca, se apoyaba sobre su mano y parecía tener el cabello largo, seguía cantando y se podía ver su hermosa silueta atreves de la luz de la luna. Me fui acercando, hasta que quede a centímetros de ella aun de espaldas, la rodee y cuando pude verla a la cara, sí que era hermosa, la quede viendo un largo rato y siguió con su canto. Vi cómo se levantó, y camino hasta la orilla del mar, empezó a ir hacia dentro y yo la seguí, fui tras ella, hasta que cuando el agua ya llegaba por su abdomen, volteo, me miro y toco mi rostro como si me fuera a besar, pero no, fue sumergiéndose en el agua, y cuan tonto fui yo que me sumergí con ella, al verla por debajo del agua, su rostro se tornó oscuro y parecía una momia, su belleza había desaparecido, no parecía ser humana, era una monstruosidad, que pronto abrió su boca y grito, ese grito fue el mismo infierno para mí, cuando baje la mirada vi que ya no tenía piernas, sino una aleta...entonces llegue a la conclusión de que era una sirena, ahora entendía todo, por eso cantaba, me estaba encantando , y yo muy tontamente caí en su trampa. Entonces me sumergió hasta el fondo del mar, en donde me metió en una especie de jaula, creí que no iba a respirar, pero raramente podía respirar bajo del agua, para mí fue un alivio en ese entonces, pero ahora hubiera preferido morir entes de entrar en esta celda. Me metió hay dentro y se fue, nunca más volvió.
Me arrepentí tanto el salirme de casa, no sabía cuándo me iban a sacar de ahí, o...creo que nunca me sacarán .Ahora me doy cuenta de lo valiosa que era mi vida con Amelia, mi hijo que ya venía en camino, maldita sea la hora en que me volví así. Pero que me había pasado? Yo lo tenía todo; una casa, un empleo, una familia, y lo mejor de todo, tenía a Amelia, la única mujer que se enamoró verdaderamente de mí y no de mi dinero. Pero lo perdí todo estúpidamente, lo tire todo al tacho, que me paso? Es lo que sigo preguntándome.
Si pudiera retroceder el tiempo, lo haría, para reparar mi error, pero no se puede. Cuanto hubiera querido ser un personaje de los cuentos de hadas, hay siempre hay un final feliz, no uno triste como el mío. Pero yo saldré de aquí algún día, yo lo sé. Aunque esto parece ser de otro mundo, no tiene nada similar con el mundo normal, siempre hay oscuridad, estoy solo aquí y creo que empiezo a volverme loco a veces, me rio sin motivo alguno, o siento que veo luces. Es por eso que yo tengo que salir de aquí, aquí en donde ni los submarinos logran llegar, en donde ninguna persona ha podido llegar excepto yo, me pregunto si habrán otros como yo enjaulados. No lo sé, pero de lo que si estoy seguro, es que si saldré de aquí, llevo contando cada día que pasa, cada hora, cada minuto, cada segundo, para poder saber en qué día estoy y cuánto tiempo ya ha pasado, y así estoy ahora 1,2,3,4,5,6,7,...56,57,58,59,60 y nuevamente 1,2,3,4,5.Asi paso el tiempo y en el muro que hay detrás mío, voy marcando con una piedra palitos que me indican cuantos días han pasado. Esto es como estar preso en una cárcel, injustamente, porque yo no hice nada.
Siguieron pasando los días, 30 días más, y yo sigo aquí, pero ya he ideado un plan para escapar. En esta asquerosa jaula, hay rocas, las puertas están hechas de un material extraño, pero que se puede gastar, entonces en los treinta días, estuve haciendo una pequeña abertura en la parte de abajo, como para que yo pueda salir por ahí. Si acabo hoy, hoy mismo salgo de aquí. Y estaré libre, y así poder regresar con Amelia, y con mi hijo que ahora ya debe de tener seis años. Pero en los últimos días me he cuestionado mucho si Amelia me estará esperando, o de repente piensa que estoy muerto, se habrá comprometido nuevamente?...me pregunto si sigue igual que antes, o habrá cambiado algunas facciones de su hermoso rostro. Deseo poder sentir uno de sus cálidos abrazos, de esos que me daba cuanto me sentía triste mientras cantaba una canción para animarme.
Salí de mis pensamientos y me puse a trabajar nuevamente en poder salir de aquí, agarre la misma roca filuda y golpee la puerta de la celda, haciendo que se debilitara más y se fuera quebrando pedacito por pedacito.