Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 20

Dedicadamentededicado a las siguientes personillas: @AloCalles @Lorena4ever @RosauraHernandez027 @Doooooooooooooou @Ivi010903 @DanielaMansilla94 @vkookforeverprrs @Butterfly_9915 @Mylufher @Blanca_Lora24 @leidy09876

@Dayliz_pq @Uxiae2323 @_tininha_02 @mimicardozo @Nataly_coder_149 @mayy1999love@Marifer1852 @YoshiGarca @goomy_nighmare @Sorohi15 @Magy-Rogers @LOVE-MINHYUK @mayela_vianey @vkookforeverprrs  @Angy12oviedo @Mishelazul @ColmillitosXD @danse29 @Liz_Gonzales15 @Mailenmartinez098 @angeles250803 @Lidy09876 @ana1672 @BrisbelSanguino@Marufer1852 @BESOUSDESANG @mishellajucum @gloomy_nighmare  @anghypg @Elizabeth21AV

@-ANGELLA12 @FernandaRamrez151 @palitarg15 @tu_chica_rosa @cristyazucena @ClauuPrincess

@Rachel_Vargas_26 @pao_xjimenez


Sucesos convenientes

— ¡Hola! Soy Sara, tu compañera de trabajo— La pequeña rubia vestía un pijama completamente rosado y traía en sus manos una canasta... adivina adivinador ¿de qué color? Si. Rosado.

—Sí, te recuerdo— Me corrí de la puerta invitándola a pasar— ¿Tu eres la de los muebles rosados?

—Exactamente ¿no es un color genial?—

Se sacudió en su lugar con mucha emoción.

—A decir verdad no. —Comentó Mitch desde su posición.

Menos mal que solo yo podía escucharlo.

—Sí, es un lindo color.

— ¿Por qué mientes Enola?

Ignoré su pregunta y me dispuse a buscar un jugo en el refrigerador.

—Nos iremos al infierno— Canturreó mientras se paseaba por detrás de Sara haciendo que una brisa helada la hiciese tiritar.

—Uf, está helando— Se quejó—Traje esto— Levanto el pequeño pedazo de tela que cubría la canasta dejándome ver unas apetitosas galletas con chispas de chocolate— Estas fueron las primeras que hice; entonces pensé ¿Por qué no compartirlas con mi vecina?

—Eres muy amable —Le sonreí.

—Luna me dio tu dirección, como no quería molestarte preferí yo misma venir y preguntar si había algún apartamento, como me habías dicho no quedaba espacio para mí; recorrí varios lugares, pero justo una familia se enteró que tendrían otro hijo y dejaron el departamento en un santiamén.

—Ya veo, con razón no había visto más a los niños Haerlan.

— ¿Unos niños muy adorables verdad?

En realidad no. Solían golpear mi puerta y salir corriendo, también los había retado varias veces por trata mal a Tomy.

—Sí, unas dulzuras. — Metí— Siéntate, serviré jugo para acompañar las galletas.

Vi cómo se arrojaba al sillón de una forma muy aniñada y me perdí rumbo a la cocina.

—Le doy un ocho de diez.

Mitch estaba apoyado en la encimera de la cocina; con una mano acariciaba a Tomy y la otra reposaba en su cintura, dándole un aspecto de ama de casa.

—No la califiques.

Apoye el jugo en la mesa mientras buscaba los vasos rosados que me regaló Dan. Estaba segura de que los tenía por algún lado. Después de todo servirían de algo-

— ¡Se ve amigable! Pídele que sea tu amiga.

— ¿Has hablado con Luna?

—No, pero eso me hace suponer que ella también te dijo que necesitas más amigas.

—Exactamente, gasparin.

— ¿Entonces? ¿Qué esperas?

—Estoy bien así.

—Enola.

—Mitch.

Esta vez había ganado, lo deje con las palabras en la boca. HuÍ antes de que me diera un sermón.

—Aquí está el jugo.

— ¡Pero que monada!— Exclamo al sostener uno de los vasos.

No se cómo podían gustarles, eran tan horribles que esta sería la primera y última vez que los utilizaría.

—Si te gustan puedes llevártelos, mi color es más el amarillo.

— ¿Enserio?

—Si. Nunca fueron mis referidos; aparte me trae recuerdos de mi ex y es preferible olvidarlos.

Desde el sillón individual que residía al costado de la sala Mitch nos miraba atento, estaba segura de que planeaba algo, su postura lo delataba; tenía sus piernas cruzadas y sus manos de igual forma, sin olvidar esa sonrisa ladina que ponía cada vez que haría alguna maldad.

—¿¡Que te ocurrió!?— Pregunto Sara.

Recién ahora había notado las lesiones de mis brazos y piernas.

—Esta mañana salí a correr y una motocicleta me arrolló.

— ¡Oh Dios!— Exclamó— ¿Estas bien? ¿Quieres que te lleve a un hospital? —tome una de las galletas.

—Estoy bien, un médico me revisó, son solo algunos rasguños.

— ¡Menos mal!— Llevó su mano a su frente haciendo un ademan como si se secara una gruesa gota de sudor— Si quieres podemos salir a correr juntas, ambas nos cuidaremos.

Su proposición me tomaba de sorpresa. Ella era una desconocida para mí y yo para ella.

—Bueno, puede ser, aunque creo que no saldré a correr por un tiempo. Ya sabes...

—Si claro, lo entiendo. —De un solo trago vació el contenido del vaso. —Bueno, no quiero incomodarte más, nos veremos mañana ¿Te apetece tomar él te?

—Tengo mucho trabajo acumulado— su rostro se entristeció— Pero puede ser otro día.

— ¡Claro!

Ambas nos levantamos y caminamos hasta la puerta.

—Fue un delicioso momento.

—Digo lo mismo, Sara.

—Nos vemos mañana Nolys

— ¿Nolys?

—Es un lindo apodo ¿verdad?

—Sí, me gusta.

—Nos vemos.

Dicho esto vi como desaparecía su cabeza rubia en la lejanía.

Había sido un lindo momento dentro de todo, fue corto pero ameno. Se podía notar que Sara era una de esas personas que le encontraban lo positivo a absolutamente todo. Se notaba que en el fondo ella no tenía maldad.

—Debiste ofrecerle más jugo o algo— Hablo Mitch desde la lejanía de mi habitación— Ella tenía muchas ganas de ser tu amiga.

—Para ser amigas ya habrá tiempo, ¿o acaso tú haces amigos en todos lados?

—Tengo varios amigos fantasmas, fresita— Se jactó de su sociabilidad —Ve hasta su puerta y pídele que venga a dormir con nosotros.

Mi ceja se levantó lentamente, aunque él no pudiese verme.

— ¿Estás loco? No la conozco.

Por el rabillo del ojo pude ver como se acercaba hasta mí, abrazándome por la espalda.

—Ese es el punto, no la conoces porque no te dejas conocer, si no forman un lazo de confianza todo se irá al diablo.

—Entonces enséñame, genio. ¿Cómo formas un lazo de confianza con alguien?— Voltee mi rostro encontrándome con su maldito y perfecto perfil.

—Actualmente busco un tema en común o les cuento de ti— Mis ojos se abrieron— Les cuento nuestra historia de amor— ¿Sienten eso? Es mi corazón derritiéndose— el cómo niegas nuestro amor y te haces la difícil.

Si, él tiene el don de arruinar momentos.

—Pero que dices... —Le propine un codazo en las costillas.

—Es cierto... O será que ya has aceptado que soy el único e irrepetible amor de tu vida. —Pestañeó varias veces como si fuese toda una diva con largas extensiones de pestañas.

— ¿Por qué siempre terminas coqueteándome?— Inquirí.

— ¿Por qué siempre terminas ignorando mi coqueteo?

—Es un don— Dijimos a la vez.

Nos quedamos en silencio por unos momentos.

—Invítala.

—No.

—Por favor.

—No.

— ¿Por qué eres así?

—Porque así soy y punto.

Ganada la batalla Mitch se alejó con las cejas hundidas y una expresión de derrota.

Estaba realmente agotada, no habrá hecho mucho hoy, pero el cansancio acumulado me estaba pasando factura así que era hora de dormir. No cene nada, únicamente me despedí de Mitch y me acosté. Tenía mis sospechas de que el planeaba algo, ahogue las dudas y me quedé profundamente dormida.

— ¿Mitch?

No hubo respuesta.

— ¿Mitch? ¿Estás por aquí?

Mmm, que extraño, el no suele salir de noche... Bueno, debe haber salido a tomar aire fresco.

No podía conciliar el sueño, me ponía nerviosa que el fantasma pervertido que vivía en mi hogar hace algunos días no estuviese a mi lado.

Duérmeteme de una vez Enola, como mamás solía decirte, debes contar de atrás para delante... 100... 99... 98... 97... 96... 95... 94...

(?)

Me encontraba en un lugar verde, en un enorme bosque frondoso lleno de árboles y pájaros exóticos. Miraba a mí alrededor y lo único que podía ver eran flores mostrándome su belleza y llenando mis fosas nasales de su aroma dulce y embriagador.

Camine sin rumbo hasta el árbol más alto que encontré, este cubría casi todo el lugar con su sombra. Fue por instinto que acaricie su dura corteza, compartiendo mi energía con él.

Todo el lugar me invitaba a sentirme a gusto.

Detrás de mí unas manos se posicionaron en mi cintura, no me voltee simplemente me recline hacia atrás dejando descansar mi cabeza en su hombro, estaba segura, era el, no podía ser más que el...

Su respiración me tranquilizaba, necesitaba verlo, necesitaba comprobar que éramos nosotros dos en este momento, los dos vivos, disfrutando esto; pero no me dejaba girar, no me soltaba, su agarre empezó a ser más fuerte, no era una presión cómoda, me estaba lastimando, intente gritar pero no salía nada de mi garganta, el pánico se hizo presente en mí, lo empuje con todas mis fuerzas liberándome de su agarre, cuando por fin pude enfocar la vista note que no era Mitch, no era alguien conocido para mí.

— ¿Quién eres?, ¿Dónde está Mitch?

—Él está en un lugar mejor.

El joven tenía una sonrisa angelical, varios mechones dorados tapaban su rostro, no podía ver sus ojos pero si su malévola sonrisa.

—Aléjate de mí.

—No puedo hacer eso Alone.

¿Por qué todos me llamaban así? De las manos del chico salieron dos dagas, ambas con manchas de sangre.

—Tú eres uno de ellos, quieres separarnos.

—Veo que tienes información... —Guardo silencio por unos instantes— Ustedes nunca debieron conocerse o por lo menos no en esta vida.

—Fue el destino. —Me defendí.

Di unos pasos hacia atrás, el chico ya no tenía la cara angelical que había visto hace un momento, sus dientes habían comenzado a crecer y los mechones que colgaban habían sido corridos por una refrescante brisa dejándome ver sus ojos sin iris.

—Te equivocas... Yo creo el destino.

Corrió hacia mí a toda velocidad. Cerré los ojos...

Sentí en ese momento que ese era mi fin.

(¿?)

— ¡ENOLA!

Como si hubiese salido al exterior luego de haber estado varios minutos bajo el agua respire, di varias bocanadas de aire, gozando de que aun seguía con vida y de que solo había sido un sueño.

— ¡Enola!— Volvieron a gritar.

El bullicio venía de afuera, alguien golpeaba con intensidad mi puerta, hoy había sido un día muy agitado.

Levante mi celular chequeando la hora, eran las tres en punto. Lo único que paso por mi mente era que algo malo había ocurrido.

Sin agarrar ninguna prenda para cubrirme corrí hasta la puerta abriéndola con rapidez...

— ¡ENOLA!

Sara salto a mis brazos en un abrir y cerrar de ojos, estaba cubierta por una manta rosada y en sus manos cargaba un unicornio.

—Sara— Conteste confundida.

Estuvo un largo rato abrazándome y este cada vez se hacía más fuerte.

—Emm— La pequeña rubia estaba tan pegada a mí que tuve que casi cargarla para así poder cerrar la puerta— ¿Qué ocurrió?

—Oh Enola... fue horrible— Su voz salió entrecortada— Había alguien en el departamento, algo estaba observándome— Me acomode en mi lugar prestando atención a cada palabra. Tal vez podría ser alguno de esos entes que quieren separarnos a Mitch y a mí— Estaba bañándome y escuche como el televisor se prendía, me pareció realmente extraño no había nadie conmigo, cuando salí el televisor estaba apagado. Pensé que había sido mi imaginación así que seguí acomodando algunas cosas que me faltaban—Se sorbió la nariz— Luego de cenar y acomodar los platos las ventanas se abrieron de golpe, tampoco le preste atención, habrían pronosticado un poco de viento.

«Cuando decidí por fin recostarme encontré todos los cajones abiertos, mis sostenes estaban esparcidos por toda la habitación y la persona que hizo eso fue tan chistoso o chistosa como para dejar un conjunto arriba de la cama con una nota»

Dejo caer la manta que la cubría y saco de su bolcillo un pequeño bollo de papel maltratado. Me lo tendió aun tiritando. Lo desdoble con cuidado ¿Qué podía ser tan terrible? Al mirarlo no lo comprendí.

¿Jeroglíficos? ¿Líneas y rayas? ¿Ruso antiguo? ¿Eso es una S?

—No logro comprender.

—Esta al revés. —Susurro mi compañera de trabajo y actualmente de sillón.

—Oh, que torpeza.

Bueno... son las tres de la mañana ¿a alguien le funciona el cerebro a esta hora?

Lo giré y lo que había escrito en ese pedazo de madera procesada era ni más ni menos una oración « ¿Eres talle grande?» Acompañado de un dibujo de unos pechos. Como supuse quien era el auspiciante de dicha intromisión gire la hoja «Me llevaré un conjunto»

Si. No hacía falta pensar mucho; el autor de este crimen era ni más ni menos un joven de veinte tantos años, cabello negro, rizos rebeldes, metro ochenta de estatura, cara angelical y tendencias al hurto. Las bubis dibujadas al costado lo revelaban.

—Bueno, lo bueno es que no te ocurrió nada, simplemente alguien se metió a tu habitación he hizo una broma pesada.

—No fue solo eso, sentí como si fuese algo... de otro mundo...— Trague saliva— No sé si creas en estas cosas, pero sentí la misma brisa helada al entrar a tu departamento. Deberíamos llamar a un exorcista.

— ¡No!— Exclame— Digo; no creo que haga falta, debe haber sido tu imaginación, una mudanza no es algo fácil de llevar, los que deben haber entrado a tu departamento tal vez hayan sido jóvenes hormonales o algo así.

— ¿Tú crees? —Preguntó dubitativa.

—Claro que sí, vivo hace años en este lugar y jamás vi algo sobrenatural. — Oh eso era antes de...

Qué raro, tal vez lo imagine, en verdad estoy muy cansada, pero esa sensación— Apoyo su espalda completamente en el respaldar del sillón situando su vista al techo— Otras veces la he sentido, desde que— Se quedó en silencio y luego continuó— desde que mi amigo de la infancia desapareció.

Me acomode en el sillón girando mi torso completo hacia la pequeña rubia, había captado toda mi atención.

—Si quieres puedes contarme.

Aun sin mirarme suspiro de una forma ruidosa y comenzó a relatar.

—Cuando era niña tenía un amigo, en realidad era mi mejor amigo, eramos vecinos y compartíamos el mismo salón de clases; su nombre era Len. Con el solíamos jugar todos los días detrás de su casa, en esta había varios autos los cuales no funcionaban. Su padre era un fanático y generalmente jugábamos a la familia feliz que llevaba a sus hijos al parque de diversiones.

«Varias personas decían que el señor Yeon estaba implicado en varios problemas; cuando uno es niño no le interesa si el padre de su amigo hace cosas malas o no. Solo sé que un día al volver de la escuela vi como una camioneta se lo llevaba. Empecé a gritar como cualquier persona lo haría, intente correr tras el pero tan solo tenía diez años. Llegue corriendo a su patio con la esperanza de que fuese algún familiar el que lo llevó. Pero en cambio encontré a su padre llorando, lamentándose por qué no había pagado lo que debía.

Me parecía interesante la forma en la que relataba lo sucedido, se notaba que aún estaba trabajando en superar esos recuerdos, pero ni una sola lágrima escapó de sus ojos. En ello no veía ira, tristeza, pena, lo único que reflejaban era vacío, como si una parte de ella se hubiese ido.

—Lo buscaron por mucho tiempo, pero jamás lo encontraron. — Termino de decir.

—Lo lamento mucho.

—Hace un par de años sentí esta misma sensación, como si alguien estuviese observándome, tuve el presentimiento de que era el, de que venía a visitarme, pero luego de un tiempo no lo volví a sentir. — Se acomodó nuevamente ahora dejándome ver sus ojos verdes, pero esta vez con su brillo normal— Debo parecerte una loca.

Cubrió su cara con ambas manos.

—No, claro que no. Aunque no lo creas entiendo tal cual la rareza del asunto.

—Supongo que deberé irme.

—No, espera... no quieres... em... ¿quedarte a dormir por esta noche?

De un momento a otro, Sara ya estaba abrazándome.

— ¡Claro que sí! ¡Pijamada de chicas!— Y un fantasma pervertido con tendencia a robar ropa interior ajena.

Sentí que Sara había comenzado un lazo de confianza y eso me hacía sentir bien.

-.-.-.-.-.-.-.-.

Desde la lejanía.

Un hombre de vestimenta obscura observaba la situación desde la lejanía, en sus manos sostenían dos dagas aun frescas empapadas de una sustancia viscosa color carmín. Sonrió por la mala suerte del momento, por el casi acto que le habían mandado a concretar y no pudo. Al parecer la suerte no estaba de su lado. Debería planear otra táctica. La vida de aquella mujer al parecer era infinita. 

***

!HOLA HOLA FANTASMITAS! Luego de mil años les traigo este capítulo. 

Han sido semanas difíciles :((( Pero bueno, nada mejor que un poco de lectura y escritura para pasar el mal sabor de boca. 

¿Cómo han estado? ¿También han sido días difíciles para ustedes? (Momento amiguis) Inserte su respuesta aquí 

¿Qué les pareció el capítulo?  Ese sueño que tuvo Enola deja muchos cabos sueltos ¿Qué significara "Ustedes nunca debieron conocerse o por lo menos no en esta vida" ? 

Dejen sus teorías jsjfdjs la resolución a esta pregunta será contestada en los últimos capítulos  JUA JUA JUAA!!! 

¿Que piensan sobre Len, el amigo de Sara que desapareció? Un destino trágico no creen? 

Bueno, ya, basta de charlas. Espero que lo hayan disfrutado. 

Besitos besitos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro