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9.CACHORRO LATENTE.


Taemin miraba por la ventana, un maullido lo hizo girar para ver a un perezoso felino arrojarse sobre sus piernas. Kkong se pegó a él y Tae acarició su pelaje, había transcurrido dos meses desde que conoció a Choi Minho, ahora tenían una relación formal, de cierta manera. Solo Sulli, Luna, Jinki y Ten lo sabían, este último lo había reconocido en la fotografía, ahora ya olvidada, y también reconoció la camisa blanca. Tae miró a Minho recostado en el sofá, dormía profundamente, ese día tenían una cita, pero... Minho había estado tan ocupado por las semanas pasadas que sus ojos verde-dorados tenían marcas oscuras alrededor de ellos, estaba extenuado, por lo que Tae le pidió que mejor descansara.

Minho se había adecuado tanto a la compañía del nephilim que solo con él cerca se relajaba.

Taemin se puso en pie y dejo caer al gato, este lo siguió a la espera de que cuando este se sentase, él saltaría sobre su regazo. Tae recorrió la casa mientras tocaba algunas piezas extrañas de la decoración, los discos de acetato que sumaban una enorme colección, un "tocadiscos" y hasta un fonógrafo que no comprendía el por qué se hallaba allí. La puerta de la recamara se encontraba abierta, normalmente no era así, jamás había entrado a la recámara de Minho y viéndolo respirar profundamente se acercó, allí estaba la camisa blanca sobre la almohada con las letras resplandeciendo.

Kkong le cortó el paso, por lo que Taemin sabía que Minho despertaría. Camino rápido hasta llegar a la silla otomana y sentarse con Kkong sobre sus piernas, miro a Minho dar un suspiro, moverse con lentitud y ponerse en pie. El televisor estaba prendido en una película llamada "El Bebé de Bridged Jones", que de hecho le resultaba muy desagradable, pero Taemin debió fingir mirarla.

- Perdón, esto no era lo que esperaba para hoy.- dijo Minho sonriéndole, se apresuró a lavarse la cara y los dientes, de nuevo mientras hablaba de algunos pequeños problemas que surgían en la empresa.- Lo que me recuerda.- añadió tronando los dedos, saco de su bolsillo una credencial de identificación y una llave.- Es una credencial VIP para que puedas visitarme cuando lo desees, el otro es la llave de mi casa, por el mismo motivo.- agregó inclinándose para besarlo en la mejilla.

Taemin lo quería mucho, Minho era importante para él, entrelazo sus manos detrás del cuello de él, lo jalo lentamente mientras lo besaba. Minho se dejó caer junto a él. Los labios del flamante carisma eran adictivos y dulces, el roce de ellos encendía la piel de Taemin, quien ya deslizaba los dedos en el cabello de Minho, las puntas azules y brillantes. Se acercó más a Minho sentándose sobre su regazo, sintió los dedos de Minho recorrer con delicadeza desde su cintura hasta sus caderas y descender más. Taemin ardía por otro toque de Minho, sentía la sangre agolparse contra sus mejillas y sus oídos.

- Eres adictivo.- susurró Minho contra su cuello mientras sus labios se deslizaban de allí hacia su oreja.
Dio un leve y dulce mordisco en el lóbulo de la oreja, el nephilim, como lo llamaba Minho, dio un gemido corto y sentía que su cuerpo ya no reaccionaba, que su pecho se inflamaba. Con un arranque de desesperación se puso en pie, le dio un tirón y lo empujo contra el sofá donde había estado durmiendo.
- Te quiero.- dijo Taemin mientras colocaba sus largas piernas, una a cada lado de Minho, y se inclinaba sobre él como una pantera sobre su presa.

Minho estaba más que excitado. Había sido un mes de caricias, besos y marcas en la piel que demostraban lo mucho que lo deseaba y algo en él se quebraba por la necesidad de poseer al joven de ojos azules. Necesitaba sentir más, mucho más. Deslizo una mano entre el pantalón y la cintura de Taemin, este se estremeció cuando sintió los largos dedos de Minho bajar lentamente acariciando desde su ombligo hasta un poco más abajo. Los dedos blancos se clavaron en los hombros de Minho sintiendo la caricia encenderlo más. Taemin hundió el rostro en el hueco entre el cuello y la clavícula dando un gemido profundo y ronco.

Los dedos de Minho se deslizaron por los rizos que envolvían la enardecida erección. La mano del hombre se enredó alrededor del falo y Taemin gimió más fuerte.

- Quiero todo de ti.- murmuró Minho acercando la cadera del joven contra sus caderas, se presionaron mutuamente.

Sus caderas chocaron profundamente, sintió la excitación en el cuerpo de Choi, sintió el fuego al ser acariciado, sintió su propio cuerpo reaccionar al instante, comenzaba a empalmarse con cada roce de sus caderas. Se aferraba a él, deseaba unirse a él y sentirlo más profundo, sentir que todo de Taemin le pertenecía a Minho, que no habían dos cuerpos, solo uno. Se giró acomodando a Taemin contra él de manera que sus erectos falos se podían frotar casi rompiendo las ropas.

Minho abrió con suprema y enferma lentitud la bragueta de Tae. El joven de cabello negro se sobresaltó cuando Choi enrosco los dedos en los rizados vellos que decoraban la base de la erección del nephilim, por segunda vez. La lengua de Minho se asomó burlona, Taemin tuvo la necesidad de incorporarse y besarlo por lo que sus lenguas se encontraron en un combate de sensaciones deslizándose uno sobre el otro, mientras los dedos largos de Minho se enroscaban alrededor de la longitud de Taemin. Con un movimiento comenzó a bombear lenta y dulcemente, mientras las sensaciones ponían en blanco la mente del nephilim.

- Tómalo todo, si lo deseas.- murmuró Taemin entre jadeos y con voz ronca.

Sus caderas se frotaban y en un arranque de deseo Minho comenzó tirar con mayor dureza, utilizando el líquido pre seminal como lubricante. Talló con el pulgar la cabeza de aquella erección antes de sentarlo contra el sofá. Se deslizo contra el cuerpo de Taemin dejando se caer de rodillas. Sus labios se separaron y el calor envolvió con frustración el falo de Taemin.
Minho deslizo la lengua contra la esponjosa cabeza. Taemin gimió e iba a negar con la cabeza cuando Minho lo tragó completo hasta hundir la nariz contra su pelvis. Taemin jadeó y casi perdía su mente con aquella sensación. Minho no solo era hábil besándolo, era muy bueno en otras áreas.
El hombre llevo la erección de Taemin hasta la garganta antes de comenzar a chuparlo con sublime placer. Los pellizcos en la piel aceleraron el deseo de Taemin y sin saber lo que hacía comenzó  a mover las caderas deslizando su ardiente falo contra la boca de Choi Minho.
Taemin había leído sobre la sensación de una felación. Había visto algunos videos prohibidos sobre el acto pero nada se comparaba con el eminente placer que Minho le producía.

- Minho yo… - Taemin jadeó cerca, tan cerca.

Los ojos verde dorados de Minho se enfocaron en Taemin, necesitando, suplicando, satisfaciendo. Y aquello fue todo lo que Taemin necesitaba. Su cuerpo perdió el control y se corrió de una manera desesperada, violenta y confusa.

Si aquello era un preámbulo, el sexo con Choi Minho sería increíble.

Minho se dejó caer contra Taemin, acariciando con suaves besos su cuello. Minho también estaba empalmado. En un desliz de deseo, Taemin introdujo su mano en los pantalones del flamante carisma acariciando la longitud que permanecía dura. Al principio Minho dio un gemido que Tae considero un permiso, pero después Minho lo miro pálido, confundido, a pesar de que sus ojos verde-dorado brillaban con deseo.
El nephilim pensó que diría más o que lo continuaría tocando pero en vez de eso se levantó rodándolo sobre el sofá.

- Debo irme, tengo cosas que hacer.- finalizó mientras tomaba su saco púrpura con lentejuelas rosas y salía del departamento.

Taemin estaba más que anonadado, ¿qué había hecho mal?, ¿era que no le resultaba tan deseable?, ¿acaso debía conocer alguna manera más íntima de tocarlo?, ¿había roto algún tipo de etiqueta post-felación?.

Taemin se sentía más que a punto de entregar su cuerpo y alma a ese hombre que tanto amaba, pero quizás él no lo deseaba.

***

Sulli sostenía una taza de café entre los dedos, su pose dejaba ver que planeaba hacer algo, como un cazador a la espera de la presa, dio un sorbo a su café y miro a Jinki, este sostenía las hojas. Detestaba Ciencias Políticas, así que prefirió "Dimitir". Jinki levanto la mirada y la clavo en Sulli quien continuaba en silencio.

- Luna me matara.- murmuró Jinki mientras Sulli le prestaba un poco de atención.- Seulgi no me aprecia y ahora menos. Trabajar como un mundano normal, ese es mi destino.- añadió con pesadez y molestia.
- Pídele un empleo a Jonghyun, es muy cercano a Minho, y además, si necesitamos que apoyes a Ren, lo harás.- dijo Sulli mientras él mostraba una mueca de burla e incredulidad.
- ¿Cómo va todo con los "Loser Duck"?.-
- Nada de "Loser Duck".- dijo dirigiéndole una mirada envenenada.- Pero va bien. Las chicas nuevas son buenas, pero de estilo puramente rock, no sé lo que creerá Minho que logrará con ello.- añadió Sulli mientras sonreía. Jinki se giró solo para ver a un pálido Taemin caminar por la calle, sonreír delicadamente y entrar a la cafetería "El Ángel".- Además, ambas son las novias de nuestros primos, no las dos a la vez, es decir, el muy correcto abogado Lee Min Ho parece comprometido con Park Shin Hye , y Jong Suk babea por Sodam.- añadió mientras Taemin se sentaba junto a ellos, este los saludo mostrándose desconcertado.
- Mi prima Sodam es linda, pero tiene ese carácter escalofriante de Jonghyun, ¡pobre Jong Suk!.- murmuró Jinki burlón.-Además, son de la misma edad, o casi la misma edad que Jonghyun.- añadió Jinki, se giró para comentar algo cuando Taemin dio un suspiro.- ¿Qué te pasa?.- pregunto arqueando las cejas.
- Debías estar en una cita con Minho, al menos eso creía.- Sulli lo miro intrigada.
- Así era, pero... creo que ya se aburrió de mí. ¿Cómo sabes cuando alguien esta aburrido de ti?.- Taemin miró a sus hermanos – puesto que a Jinki  también lo creía su hermano – estos se miraron entre sí y sonrieron.
- Es imposible, ha hecho mucho para estar contigo y salir contigo como para simplemente aburrirse, más si ya han dormido juntos.- dijo Jinki burlón. Sulli sonrió mientras asentía.
- Dormimos juntos pero no así, es decir, no hemos... avanzado, no tenemos sexo, solo... nos tocamos mutuamente.- susurró Taemin mientras sus mejillas se coloreaban, la vergüenza de hablar de ello con sus hermanos lo hacían sentirse peor.- Ya saben, no pasamos de tercera base, creo.- añadió con lentitud.
- ¿No han... conectado un home ron?.- pregunto en murmullos Sulli mientras Jinki retrocedía sorprendido.- ¡Imperdonable!, eres un Lee, el sexo es de nuestras mejores virtudes.- añadió Sulli jalando del brazo a su hermano. Taemin se odio por decidir hablar de ello con sus hermanos, pero, ¿con quién más hablaría sobre el tema?.- Hasta nuestros primos han tenido una larga colección de amantes, muy bien, Jong Suk no, pero... Entiendes la idea.
- ¡Sedúcelo!.- ordenó Jinki.- Seduce a ese hombre y has que te entregue toda su miel.- añadió con seriedad, pero al segundo Sulli y Jinki rompieron en carcajadas.

Después de burlas y menciones de cómo debía seducir a un hombre como Choi Minho, Jinki y Sulli terminaron por irse dejándolo con la cuenta, pues le tocaba pagar a él. Taemin termino exhausto, pero seguro de que no regresaría a casa sin haber conversado sobre ello. Quería saber las razones por las cuales Minho no querría... tocarlo. Bueno, lo tocó, pero no quiso avanzar. No lo seduciría por que Sulli se lo haya ordenado, sino porque él quería hacerlo.

- Hey, Cachorro latente.- dijo una voz ciertamente hermosa, pero que Taemin detestaba. Al girarse vio a Taeyon, esta revisaba con la mirada alrededor de él.- Latente, ¿dónde está Minho?.- añadió con desprecio.
- No me llames "latente", y Minho fue a trabajar.- respondió Taemin aun sin comprender por qué no solo se marchaba y ya.
- Eres un "cachorro latente", son los hombres que tienen una relación homosexual pero no se han descubierto ante sus familias como gay.- respondió Taeyon casi ignorando el obvio desprecio mutuo entre ambos. Taemin sintió que lo abofeteaba ante esas palabras, si esa era la definición quizás si era un "latente", pero el solo pensar en decir la verdad a su madre o a su padre, lo aterrorizaba.

- Les darás asco a todos.- susurro Jimin en su mente deteniendo cualquier idea.

- Así que, latente, ¿Minho termino olvidando tu cita?.- dijo ella.
- No es algo que tenga que ver contigo, no lo hizo pero tenía mucho trabajo.- respondió Taemin, por un segundo se preguntó si Taeyon y Minho habían dormido después de un mes, quizás después de unos días, Minho no parecía ser del tipo que esperaba, bueno, excepto por él.

***

Minho observo la vacía oficina, fuera Irene conversaba animada con Kibum, sabía de qué iba el tema de conversación aun sin escucharlo, había sido el tema de conversación favorito de todo el piso. Todo se reducía a la futura boda que tendría. Irene se casaría con Nathaniel Gray, una fastuosa y gigante boda, con todos allí. Minho detestaba a Nate Gray, pero el hombre amaba a Irene, tanto para casarse con ella.

Dio un suspiro recordando lo que a penas casi pasaba hacía unas horas, había tenido a Taemin tan apasionado, tan intenso, lo hubiera tomado, hubiera reaccionado como quería. Desde hacía tanto quería sentir a Taemin tan íntimamente que nada los separara, pero... era solo un niño, a sus ojos lo era. Cuando Minho cumplió 18 años, Taemin tendría seis años, y el pensar en ello hacía la diferencia de edad claramente más evidente. Mientras Minho perdía la virginidad, Taemin comía chocolates mirando una versión antigua de “Dora la Exploradora”.

En parte Minho no quería aprovecharse de Taemin, que él se sintiera obligado a estar con él. Amaba a Taemin y si bien no podía controlarse por mucho, quería que fuera decisión de Taemin el estar juntos, no suya. Y hacía un par de horas, Minho lo había seducido. Es decir, después de una felación cualquiera estaba dispuesto a perder la virginidad, y Taemin era indudablemente virgen.
La sola idea de pensar en su hermoso Taemin, de ojos azules, estirando las piernas desnudas para él, extendiéndolas sobre los hombros de Minho mientras él profundizaba su caricia dentro de sus estrechas caderas. El ver su rostro cerca del orgasmo, caer y desfallecer en brazos del otro, sentir como el deseo frenético toma forma dentro de su hermoso nephilim. La sola idea de amarlo completamente, era más que intolerable a veces.

- ¡Necesito hablar con Choi Minho!.- dijo una escandalosa voz fuera de su oficina, regresándolo a la horrible realidad.
- Puede hablar conmigo, yo puedo ayudarla.- dijo Kai intentando hacer que la mujer bajase la voz, pero no fue así.
- Minho, sal ahora mismo, ¡ahora!.- dijo la voz.

Minho reconocía la voz, la abogada de su padre, pero había finiquitado sus asuntos con ella hacía tanto, ¿qué hacía allí?. Minho se acercó a la puerta y lo que vio lo dejo helado, en efecto era la abogada de su padre, más mayor y con facciones de mujer adulta, no tan juvenil como cuando la conoció, no solo eso, el parecido de ella con Sulli y Taemin lo aterró y solo hasta ese segundo reparó en el grave conflicto que se avecinaba.

- Amber Liu.- murmuró Minho aún impresionado.
- Ahora soy Lee Amber, como bien sabes me case y conoces a mi esposo, a mi hija y seguramente conoces a mi hijo.- dijo Amber cruzándose de brazos.
Minho aun recordaba esa mirada, se molestó al recordar cuando la conoció por primera vez, cuando la vio caminar con su padre y ofrecerle un trato para salir de la vida de su padre como el error que era.

- Pasa.- dijo moviéndose para permitirle pasar. Amber lo miro inexpresiva y atravesó la puerta.- No quiero interrupciones.- añadió hacia Irene mientras Kai y Kibum se apartaban lentamente.

Amber era exactamente igual a Sulli, más bien era Sulli idéntica a su madre, pero allí podía ver parte de Taemin, una mínima parte. Era la madre del amor de su vida, y era su más despreciable conocida, se burló de la ironía del odio entre novios y madres. Ella se sentó en el sofá para mirarlo con furia, sea lo que sea ella estaba molesta y si lo demandaba, le quitaría todo.

- ¿A qué debo el placer de tu visita, Amber?.- preguntó Minho sentándose en su silla giratoria.
- El hombre de la fotografía, al que protegiste de mi esposo y de los medios es mi hijo, ¿verdad?.- las palabras fueron dichas con lentitud e ira reprimidas.
- ¿Me preguntas si salgo con tu hijo?.- pregunto Minho sin mirarla, ya no era un niño, ya no necesitaba que ella aprobara sus peticiones económicas pero igualmente no la miraba.- Si, salgo con él y lo amo.- añadió.
- ¡Mi querido hijo!.- se lamentó ella.- Odio la idea de que su padre se llegue a enterar de esto, pero más odio la idea de que seas justo tú el hombre al que Taemin decidió amar.- dijo Amber, esto fue una daga que empuñada por su mano le atravesó el corazón.- Cuando renuncié a trabajar con tu padre desee no volver a verme involucrada ni contigo ni con él, y ahora mi hijo está enamorado de ti.- añadió casi hablando para sí misma.- ¿Lo amas?, porque si solo quieres jugar con él y divertirte, debo decirte que él es demasiado emocional, se enamorará de ti y si lo hieres... nada lo hará recuperarse, y si tú lo hieres... te destruiré Choi Minho.- agregó.
- Lo amo, amo a Taemin y quiero que entiendas que no haré nada que lo hiera.- dijo Minho aun sintiéndose molesto. Sin embargo, ahora que miraba a la mujer a los ojos, se sintió confundido, la mujer parecía más poderosa cuando él era menor, ahora solo era... una madre.
- No te acerques a él si lo vas a herir, no te acerques si solo le romperás el corazón.- dijo Amber poniéndose en pie.- Conozco a tu padre y te conozco un poco, sé que su rivalidad va de amantes a empresas, se roban uno a otro. No quiero que Taemin quede en medio de esto.- añadió secamente.
- No será así, pero... no lo dejaré ir, no importa qué, no abandonaré a Taemin.- Minho apretó los puños a los lados, se sentía tan inmensamente molesto, ¿cómo podía compararlo con su padre?, el bastardo le había arruinado la vida antes de nacer.
- Es una advertencia, y espero que la tomes en cuenta, Choi Minho.- dijo ella acercándose a la puerta.- Tu padre es de temer, y no respeta nada ni a nadie. No quiero que él dañe a Taemin.- añadió girando la perilla para abrir la puerta. Se marchó sin escándalo.

Minho miró hacia el vacío que dejo la mujer, las palabras aún retumbaban en su mente, Taemin era preciado, era valioso, no deseaba que se viese envuelto en una batalla eterna entre él y su padre. No quería que algo lo lastimase menos perderlo.
Se concentró en aquel dilema cuando noto ese pequeño déficit en sus ganancias, intento utilizarlo para olvidar la discusión que tuvo con Amber.

***

El reloj continuaba marcando fecha y hora, "Sábado 8 de Octubre. 7:00 pm", parpadeaba una y otra vez. Una pizza estaba colocada sobre la mesa de centro mientras otras dos se encontraban sobre la estufa de inducción, que seguramente nunca utilizaba Minho. Había una pequeña alacena blanca y una mesa de mármol para cocinar, pero era obvio que no se utilizaba nada de la cocina.
Taemin dio un suspiro mientras tomaba un trozo de la pizza, las habría pagado él, pero Minho tenía crédito en la pizzería. Kkong se encontraba dormido hecho una pequeña bolita peluda en un extremo del sofá.

- Latente.- murmuró Tae pensando que quizás era hora de decir la verdad, es decir, ya todos, o casi todos, lo sabían, incluso Jimin lo había visto con Minho.

Había logrado zafarse de casi toda su familia por un día, Jinki lo cubriría, y Sulli, así que podía estar hasta muy tarde allí, solo para él, solo para Minho.

La puerta se deslizo lentamente, inflamando la esperanza en el pecho de Taemin, este miro hacia ella poniéndose en pie, y allí estaba Minho, sonriendo amablemente. Taemin no pudo detenerse, camino hacia Minho solo para notar que se mostraba serio, molesto, no sabía si debía hablar con él. Con un solo movimiento Minho lo jalo contra la pared firme, en momentos como esos en los que su cuerpo se deshacía ante su toque, sus labios se unieron en un feroz beso, su lengua marco la pauta de las caricias, su cabeza giraba, su cuerpo, cubierto de sensaciones lo hacían aferrarse de esa única sensación que podía diferenciar: la caricia dulce de los labios de Choi Minho.

- Eres tan hermoso.- murmuró Minho recorriendo su cuello con pequeños besos, delicados roces de sus labios.
Era estético, esbelto, largo, de tez blanca y suave incluso, pero Minho necesitaba más, él era suyo, totalmente, solo suyo. Lo levanto del piso, Taemin enredo las piernas en su cintura mientras Minho lo llevaba hacia la mesa de mármol, allí lo sentó. Los largos dedos de Minho rompían la camisa, no era sutil en nada, era fuego aferrándose a su cuerpo.

Lo quemaba de nuevo, desde dentro hacia afuera, desde su centro hasta la piel. Los labios sedosos de Minho se deslizaban por su pecho hasta capturar entre ellos el botón de tono cereza que se levantaba ante el cálido aliento de Minho. Taemin se estremeció dejando escapar un profundo jadeo, los ojos azules como zafiros se enfocaban solo en él, aumentando la excitación en Minho. Lo miraba con anhelo, con placer, con deseo, lo miraba con amor, su longitud crecía engrosándose ante aquella mirada deseoso de tocar más, mucho más. Desesperado, jalo el cinturón de los pantalones del joven y bajo el cierre, sus dedos se resbalaron sobre los bóxers acariciando la creciente erección. Minho lo miro centrándose en su perfecto rostro, en sus ojos sinceros que expresaban solo una frase: "Te amo".

¿Cómo podía alguien causarle tantas emociones?, ¿cómo podía desear tanto a alguien tan puro?, ¿cómo podía evitar amarlo si con un beso le había arrancado cada barrera y lo llevaba al límite?.

- Mi Taemin, solo mío.- murmuró Minho contra su pecho.

Taemin temió tocarlo, pero ardía en producirle las mismas sensaciones a él. Tragando fuertemente, arrastro la mano sobre los pantalones de Minho. Sintió el hinchado miembro entre sus dedos, la mirada verde-dorada de Minho era más intensa que antes. Dio un gruñido profundo colocándose entre las piernas de Taemin.  Fueron las manos de Minho las que unieron las erecciones, causando un choque eléctrico de pura energía en Taemin cuando deslizo los dedos sobre la piel expuesta del miembro. Ambos jadearon más al sentirse tan cerca uno con el otro, presionó uno contra otro los miembros erectos mientras Taemin siseaba su nombre.

El líquido pre-seminal bañaba ambas erecciones tan profundamente mientras la lengua de Minho se deslizaba por el cuerpo perfecto de Taemin. De una manera tan intensa sus cuerpos se necesitaban, se frotaban desesperados mientras las caderas ágiles de Minho marcaban los movimientos. Taemin elevo sus caderas embistiendo contra la pelvis de Minho, nunca antes pensó que un roce o la fricción causase un placer tan dulce, solo había deseo, ni una sola idea racional volaba en su mente, solo amor y deseo.

- Te amo, te amo mucho, Minho.- jadeo Taemin mientras las caderas del brujo aceleraban los movimientos. Solo se frotaban uno contra otro y eso era necesario para dejar en blanco la mente de ambos.

Minho deseaba nunca perder al joven de cabello negro como la noche y ojos azules como zafiros. Ambos llegaron al éxtasis entre jadeos y frases de amor, Minho noto que a Taemin le gustaba hablar, y eso lo excito aún más llevándolo al límite. Taemin clavo los dedos en los hombros de Minho mientras este hundía sus labios en el cuello del joven. Los espasmos llegaron lentamente y las ropas se ensuciaron, el blanco y denso líquido ensucio a ambos, además del sudor de sus cuerpos elevándose y quemándose por la pasión, pero ellos solo se miraron tan intensamente que ninguno dudo el amor que uno sentía por el otro.

Minho beso la mejilla de Taemin y este tímidamente le devolvió el beso, solo dulcemente.

- ¿Continuaremos en tu cama?.- pregunto Taemin, jalando del cinturón a Minho, este se tensó, quería continuar pero por algún motivo no quiso tomar más allá.

Los miedos que intento empujar fuera de su mente emergieron como una ola. Deslizo los dedos por la mejilla ruborizada de Taemin con una mirada melancólica.

- No ahora, no es un buen momento.- dijo Minho apartándose de Taemin, este lo miro atónito.
- ¿No quieres dormir conmigo?, ¿no quieres... tener sexo?, ¿no te parezco deseable?.- pregunto Taemin rápidamente, casi sin aliento mientras sus ojos azules sentían el escozor de las lágrimas que amenazaban salir.
- Taemin, no es el momento.- insistió él.
- Respóndeme, ¿soy un juego?, ¿no me quieres?, me siento inseguro si no me dices nada.- grito Taemin. Minho se giró y por primera vez desde que conoció a Minho este elevo la voz, le grito.
- ¡Eres un niño!, quiero algo hermoso, algo valioso, algo duradero, no solo esto. Además ni siquiera has dicho a tus padres que eres gay, ni le has dicho a nadie que soy tu novio.- grito Minho mientras su mirada se afilaba como navaja.- Jinki y Sulli son muy cercanos a ti, por eso lo saben, y Ten lo sabe pero no me lo has presentado jamás. Sabes, es como un secreto y estoy cansado, no puedo decirle al mundo que soy feliz contigo porque resulta que tú no eres gay, o no lo admites.- añadió caminando hacia su habitación.- No podemos pasar a algo serio, porque esto no es serio para ti, solo es una aventura con un hombre mayor que te dejara gratas experiencias pero te apartará de mí. Ya lo he vivido Taemin, sino dices lo que eres o te avergüenzas, nunca lo dirás.- finalizó cerrando con un golpe la puerta, encerrándose en su habitación.

Taemin no podía responder, se sentía dolido, herido por lo que su Minho pensaba de él y aun peor, Taeyon tenía razón, solo era un "latente".

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